Macron aventaja a Le Pen en el cierre de la campa?a presidencial francesa
El presidente centrista y su rival de extrema derecha intentan movilizar el voto de rechazo hacia el adversario en la cita del domingo
Una de las campa?as electorales m¨¢s extra?as de la historia reciente en Francia termin¨® en la medianoche del viernes con una ventaja s¨®lida en los sondeos para el actual presidente, el centrista Emmanuel Macron, ante Marine Le Pen, de extrema derecha. Macron y Le Pen apelaron en las ¨²ltimas horas al rechazo hacia el rival y el miedo a que gobierne el pa¨ªs. El rechazo a Le Pen, por ultra o por inexperta, y el rechazo a Macron, por arrogante y eliti...
Una de las campa?as electorales m¨¢s extra?as de la historia reciente en Francia termin¨® en la medianoche del viernes con una ventaja s¨®lida en los sondeos para el actual presidente, el centrista Emmanuel Macron, ante Marine Le Pen, de extrema derecha. Macron y Le Pen apelaron en las ¨²ltimas horas al rechazo hacia el rival y el miedo a que gobierne el pa¨ªs. El rechazo a Le Pen, por ultra o por inexperta, y el rechazo a Macron, por arrogante y elitista, son los motores de la elecci¨®n de este domingo.
Macron declar¨® en la cadena France Inter: ¡°La extrema derecha vive de los miedos y las c¨®leras [de los franceses] para convertirlas en resentimiento y contar que la respuesta es un proyecto que excluye a una parte de la sociedad¡±.
Eran las ¨²ltimas horas de una campa?a que arranc¨® en marzo a medio gas. Macron retras¨® el anunci¨® de su candidatura tras el inicio de la invasi¨®n rusa de Ucrania. La guerra dispar¨® sus expectativas de voto, pero en seguida la ventaja se redujo. Mientras, Le Pen avanzaba hablando no de los temas habituales de la extrema derecha, como la inmigraci¨®n, sino del poder adquisitivo: el bolsillo de los franceses de a pie.
Le Pen, en su feudo norte?o del Pas-de-Calais, meti¨® el dedo en la llaga que m¨¢s duele a Macron: la repulsa casi visceral que suscita en una parte de la poblaci¨®n que ve en ¨¦l a alguien que les mira por encima del hombro y es incapaz de entenderles.
¡°Que Emmanuel Macron me desprecie a m¨ª, me da igual¡±, dijo Le Pen. ¡°Pero que desprecie a los franceses, que los brutalice, que los trate como los ha tratado, con desprecio, con arrogancia, esto es inadmisible¡±. Y resumi¨® lo que, en su opini¨®n, est¨¢ en juego el domingo de la forma siguiente: ¡°O Macron o Francia¡±.
A menos que todos los sondeos se est¨¦n equivocando a la vez y por m¨¢rgenes considerables, la candidata de la extrema derecha lo tiene complicado para convertirse en la primera mujer presidenta de la Rep¨²blica. La media realizada por HuffPost da un 56,3% de voto a Macron y un 43,7% a Le Pen.
La distancia, en todo caso, ser¨¢ inferior a la de hace cinco a?os, cuando Macron derrot¨® a Le Pen con un 66% de votos frente a un 34%. Y muy inferior a las presidenciales de 2002, cuando por primera vez un candidato de extrema derecha se clasific¨® para la segunda vuelta. El candidato era Jean-Marie Le Pen, padre de Marine, y solo sac¨® un 18% ante el 82% del entonces presidente, Jacques Chirac. Desde entonces, ning¨²n presidente en el cargo ha salido reelegido.
Macron busca ahora la reelecci¨®n tras su primer mandato de cinco a?os. Y es la tercera vez que la candidata de la extrema derecha se presenta. Ambos se clasificaron para la segunda vuelta tras ser los m¨¢s votados entre los 12 candidatos en la primera, el 10 de abril. Desde ese d¨ªa, Macron no ha dejado de ampliar la distancia ante Le Pen en los sondeos para el 24 de abril.
¡°Emmanuel Macron es el favorito, con mayor claridad que antes de la primera vuelta¡±, dice en su despacho en las afueras de Par¨ªs Bernard Sananes, director del instituto Elabe. En la noche de la primera vuelta, los sondeos de Elabe reflejaban una victoria del presidente ante Le Pen por 52% a 48%. A mediados de esta semana, la ventaja era mayor: 54,5% a 45,5%. Sananes avisa: ¡°El desenlace no est¨¢ escrito¡±.
La alta abstenci¨®n y los indecisos alimentan la incertidumbre. Otro factor son las vacaciones escolares, que en Francia coinciden con esta fecha. ¡°Pueden tener un impacto en la movilizaci¨®n¡±, comenta Sananes.
Los sondeos favorables al presidente amenazan con desmovilizar a una parte de los 7,7 millones de franceses que en la primera vuelta votaron por el candidato de la izquierda populista, Jean-Luc M¨¦lenchon. Algunos votantes son contrarios a la gesti¨®n de Macron en el palacio del El¨ªseo, pero a¨²n m¨¢s hostiles a Le Pen. Solo votar¨ªan por el presidente si realmente peligra la victoria de Macron. En cambio, si esta se da por segura, es m¨¢s probable que se queden en casa o voten en blanco.
El ¨²nico debate entre Macron y Le Pen, el mi¨¦rcoles, no cambi¨® las tendencias. El presidente domin¨® los argumentos y desmont¨® las incoherencias de su rival. Pero esta aguant¨® mejor que en el debate anterior, en 2017. Y dio un paso m¨¢s en el proceso iniciado hace una d¨¦cada: de dirigente de un partido que se asociaba al antisemitismo y la xenofobia, a una candidata normal y cercana para muchos compatriotas.
¡°Emmanuel Macron marc¨® puntos, pero no mat¨® el partido como en 2017, y Marine Le Pen borr¨® su mala actuaci¨®n de 2017, pero no le dio la vuelta a la situaci¨®n¡±, analiza Sanane. ¡°El presidente se impuso en el car¨¢cter presidencial; Le Pen en la determinaci¨®n para cambiar las cosas. Pero en sus puntos negativos respectivos, poco cambia: a ¨¦l se le sigue juzgando como alguien arrogante, y ella sigue inquietando¡±.
En la primera vuelta del 10 de abril, Macron fue el candidato m¨¢s votado con un 27,8% de votos, seguido de Le Pen con un 23,1%. En la misma noche la campa?a se transform¨®. Macron, que apenas hab¨ªa saltado al ruedo, se lanz¨® a recorrer Francia y darse ba?os de masas por pueblos y ciudades y discutir horas y horas con ciudadanos, con frecuencia irritados por sus pol¨ªticas y su personalidad.
El presidente modific¨® su mensaje. Antes de la primera vuelta, hab¨ªa acentuado los mensajes que pod¨ªa apelar a los conservadores moderados, como la promesa de aumentar la edad de jubilaci¨®n a los 65 a?os. Despu¨¦s del 10 de abril, gir¨® a la izquierda en busca de los votos de m¨¦lenchonistas. Acept¨® suavizar su propuesta para reformar las pensiones. Defendi¨® encendidamente el derecho de las mujeres musulmanas a llevar velo en la calle. Dijo que era posible llevar velo y ser feminista al mismo tiempo, e hizo suya la idea de la ¡°planificaci¨®n ecol¨®gica¡± promovida por M¨¦lenchon.
La campa?a de Le Pen, entre la primera y la segunda vuelta, ha sido m¨¢s err¨¢tica. Antes del 10 de abril, hab¨ªa logrado erigirse en la candidata del poder adquisitivo. Y hab¨ªa evitado que el foco recayese sobre su programa rupturista, que recoge reivindicaciones hist¨®ricas de la extrema derecha.
Todo esto acab¨® el 10 de abril. Desde entonces, y por primera vez en meses, ha tenido que dar explicaciones sobre los aspectos m¨¢s radicales del programa. Por primera vez en tiempo, se ha vuelto a recordar a los votantes el n¨²cleo ideol¨®gico: la extrema derecha. Y ella ha oscilado entre el mensaje que tan bien le funcion¨® sobre el poder adquisitivo, y los llamamientos al p¨²blico entregado de sus m¨ªtines a combatir ¡°la casta¡± en nombre el ¡°pueblo¡± y a aglutinar el voto del rechazo a Macron.
¡°De repente, Marine Le Pen est¨¢ mucho m¨¢s expuesta¡±, explica Sananes. ¡°Cuando m¨¢s se acerca una segunda vuelta, la cuesti¨®n de la credibilidad y la capacidad para encarnar la funci¨®n presidencial modelan cada vez m¨¢s a la opini¨®n p¨²bica. ?Qui¨¦n queda mejor en el h¨¢bito presidencial? Y aqu¨ª hay una ventaja clara para el presidente saliente¡±, concluye.
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