El misterio de Macron: ning¨²n otro presidente franc¨¦s ha sido tan odiado
Entre sus antecesores ha habido presidentes que generaron rechazo como Sarkozy y Hollande, pero el candidato a la reelecci¨®n provoca sentimientos particularmente negativos en una parte de la ciudadan¨ªa
El diccionario define la palabra odio como ¡°antipat¨ªa y aversi¨®n hacia algo o hacia alguien cuyo mal se desea¡±. En el caso que nos ocupa, quiz¨¢ la definici¨®n se queda corta. Porque ning¨²n presidente franc¨¦s ha suscitado un odio tan febril y visceral como Emmanuel Macron. Sobre el fen¨®meno se han escrito art¨ªculos y libros, pero resulta inexplicable en t¨¦rminos racionales. Simplemente, hay algo en ¨¦l que hiere a millones de ciudadanos.
¡°No sabr¨ªa decirle por qu¨¦, es algo que me sale de dentro¡±, dice Georges, un ganadero de La Corr¨¨ze que cambia de canal en cuanto el presidente aparece en la pantalla. ¡°No soporto ese aire de superioridad y esa sonrisita con la que nos desprecia¡±, a?ade.
Pierre Rosanvallon, catedr¨¢tico em¨¦rito de Historia Contempor¨¢nea en el Colegio de Francia, hablaba hace unos d¨ªas en la radio p¨²blica France Inter sobre ¡°eso que pasa con Emmanuel Macron¡±. ¡°No son las pol¨ªticas desarrolladas por Macron la causa, aunque muchos puedan criticarlas¡±, coment¨®. ¡°Ocurre algo con el personaje, con la persona. Encarna algo que provoca un rechazo extremadamente profundo. Lleva pegada a la piel una imagen de distancia, de desprecio¡¡±. Rosanvallon elogi¨® la valent¨ªa de Macron cuando se encara en la calle con quien le interpela o le insulta. ¡°Entonces dice su frase m¨¢gica, ¡®voy a explic¨¢rselo¡¯, y empieza a desgranar argumentos, lo cual est¨¢ muy bien, el problema es que no se detiene a escuchar los argumentos del otro¡±.
Aun as¨ª, cuesta entender tanto odio. Macron no ha sido un presidente calamitoso en los ¨²ltimos cinco a?os (pese a dificultades como la revuelta de los chalecos amarillos, la pandemia, la crisis econ¨®mica y ahora la guerra de Ucrania) y prueba de ello es que parte como favorito para la reelecci¨®n. Para muchos ciudadanos, el domingo se ver¨¢ si la mayor¨ªa de ellos, representa la mejor opci¨®n posible.
Por otra parte, entre los antecesores de Macron ha habido presidentes chulescos como Nicolas Sarkozy y presidentes no del todo competentes como Fran?ois Hollande. Ambos pod¨ªan ser capaces de erizar los nervios m¨¢s templados. Y ninguno de los dos fue reelegido. Pero cuando tuvieron que irse a casa, no provocaban ni de lejos sentimientos tan negativos como los que sufre el presidente actual.
Los periodistas Nicolas Domenach y Maurice Szafran, una pareja cl¨¢sica de la investigaci¨®n pol¨ªtica, son autores del libro Macron, ?por qu¨¦ tanto odio?. Consideran que la irrupci¨®n de Emmanuel Macron en la carrera presidencial de 2017 (despu¨¦s de traicionar a su jefe, Fran?ois Hollande; sin haber sido nunca ni diputado ni alcalde; sin pertenecer a ning¨²n partido hasta que fund¨® uno propio; y ¡°con esa cara de jovencito casi imberbe¡±) fue el principio de la historia de odio, avivada por ¡°su actitud de sabelotodo¡± y su ¡°juventud insultante¡±.
En su libro, sugieren que su matrimonio con su profesora Brigitte, 24 a?os mayor (cuando iniciaron su relaci¨®n, Emmanuel era menor de edad) ¡°vulnera quiz¨¢ alg¨²n tipo de tab¨² extra?o y no verbalizable en parte de la sociedad francesa¡±. Cuando le preguntaron al propio Emmanuel Macron c¨®mo se explicaba a s¨ª mismo ese rechazo fan¨¢tico de algunos de sus conciudadanos, el presidente dijo que probablemente hab¨ªa ¡°herido¡± a mucha gente a causa de su prisa por cambiar las cosas. Fue una explicaci¨®n racional y poco satisfactoria.
En la campa?a de 2017 circul¨® el rumor de que Macron era homosexual y ¨¦l lo desminti¨® entre risas y sin ning¨²n rasgo de homofobia. Nicolas Sarkozy aprovech¨® el rumor malintencionado para lanzarle un dardo con veneno al candidato centrista: ¡°Me parece que Macron es mitad hombre y mitad mujer para gustar a todo el mundo¡±. Quiz¨¢ su relativa (muy relativa) androginia y sus ocasionales arrebatos de petulancia adolescente quepan entre las confusas causas del odio.
El candidato ecologista en la primera vuelta, Yannick Jadot, dio en una entrevista su propia explicaci¨®n: ¡°Macron sigue siendo un actor de teatro adolescente, le sobra narcisismo y la falta sinceridad¡±.
Hissa, una joven camarera en un restaurante econ¨®mico de Clermont-Ferrand, votante de izquierdas (Jean-Luc M¨¦lenchon), justific¨® su abstenci¨®n en la segunda vuelta ¡°incluso con el riesgo de una victoria de Marine Le Pen¡± por el hecho de que no ¡°tragaba¡± a Macron. ¡°Es un tipo¡±, argument¨®, ¡°que nunca tuvo que enfrentarse a una desgracia grave o a una gran derrota personal, su vida ha sido f¨¢cil, de estudiante destacado a alto funcionario y de ah¨ª a la presidencia. ?Si incluso le dejaron casarse con su profe! No puede saber nada de las dificultades que afrontamos cada d¨ªa los franceses. A¨²n as¨ª, se permite darnos lecciones con ese aire de suficiencia. ?No lo trago! ?Odio a ese tipo!¡±.
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