Armas, mercenarios y acuerdos comerciales: Rusia se hace cada vez m¨¢s fuerte en ?frica
Mosc¨² extiende su influencia en el continente, donde se beneficia de una ola de creciente simpat¨ªa frente al desapego hacia Occidente
En plena ofensiva en Ucrania, Rusia y Camer¨²n firmaron el 12 de abril un acuerdo militar para el intercambio de informaci¨®n y entrenamiento de tropas, un tipo de pactos que se han convertido en moneda corriente en ?frica y que existen en una veintena de pa¨ªses. En la ¨²ltima d¨¦cada, Mosc¨² ha extendido su influencia por el continente africano apoy¨¢ndose en tres pilares: la venta de armas, la presencia de instructores y mercenarios y los pactos comerciales e inversiones en sectores como los cereales, los hidrocarburos, la energ¨ªa y los minerales. Nada ocurre por azar. A cambio, un tercio de los pa¨ªses africanos se abstuvo el 2 de marzo en la votaci¨®n de condena a la invasi¨®n de Ucrania en la Asamblea General de Naciones Unidas. Esto ocurre en un contexto de creciente simpat¨ªa popular por Rusia y desapego hacia Occidente, que se vincula al pasado colonial, con aroma a d¨¦j¨¤ vu sovi¨¦tico de los a?os sesenta y setenta.
La semana pasada, dos helic¨®pteros de combate y radares rusos aterrizaban en Bamako. Desde que Francia decidi¨® retirarse de Mal¨ª, el flujo de armamento y veh¨ªculos militares desde Mosc¨² hacia este pa¨ªs se ha intensificado a niveles nunca vistos. En paralelo, cientos de instructores militares rusos pertenecientes al grupo privado Wagner han desembarcado en este pa¨ªs africano, seg¨²n denunciaron Francia y EE UU, y ya operan sobre el terreno en la lucha contra el yihadismo. Desde finales de 2021, coincidiendo con su llegada, los informes de organizaciones de derechos humanos apuntan a un aumento de abusos, torturas y ejecuciones extrajudiciales, como la masacre de Moura en la que fallecieron unos 300 civiles seg¨²n Human Rights Watch y como ya ocurri¨® en la Rep¨²blica Centroafricana. Al Qaeda anunci¨® el pasado fin de semana la captura de un mercenario de Wagner. Y un instructor ruso muri¨® el 19 de abril despu¨¦s de que el veh¨ªculo en el que viajaba pisara una bomba.
Mientras Europa y Estados Unidos intensifican sus sanciones contra el r¨¦gimen de Putin, los pa¨ªses africanos mantienen un alto nivel de colaboraci¨®n con las empresas rusas. ¡°No es que ?frica vaya a salvar a Rusia, pero el continente se est¨¢ convirtiendo en una de las prioridades de la pol¨ªtica exterior del Kremlin, que pasar¨¢ a ser mucho m¨¢s agresiva en la conquista de mercados africanos y en su propaganda, posicion¨¢ndose como soluci¨®n alternativa a sus competidores occidentales¡±, asegura Tatiana Smirnova, experta en las relaciones entre ambos territorios del Centre FrancoPaix, de la Universidad de Quebec.
El comercio de Rusia con ?frica asciende a unos 20.000 millones de euros anuales, seg¨²n inform¨® a la agencia Tass el director de Afreximbank, Benedict Oramah. Se halla en todo caso muy por detr¨¢s de potencias como China, Estados Unidos, Francia o incluso Turqu¨ªa, con una clara tendencia ascendente desde 2014, cuando dicha cifra se situaba en unos 10.000 millones. Entonces, la neutralidad africana ante las sanciones a Mosc¨² por la ocupaci¨®n de la pen¨ªnsula de Crimea estimularon el inter¨¦s ruso por el continente. Las inversiones tambi¨¦n est¨¢n al alza.
En el sector de la miner¨ªa destaca la presencia de empresas como Rusal, dirigida por el oligarca Oleg Deripaska, amigo personal del presidente Vlad¨ªmir Putin y objetivo de las sanciones occidentales, en la extracci¨®n de bauxita en Guinea, pero tambi¨¦n Norgold, Renova, Alrosa o Vi Holding en pa¨ªses como Sud¨¢frica, Angola, Burkina Faso, Zimbabue o Rep¨²blica Centroafricana, trabajando en la explotaci¨®n de oro, diamantes, manganeso o platino.
En el sector de los hidrocarburos, gas y petr¨®leo, un pu?ado de compa?¨ªas rusas se han hecho fuertes en ?frica, como Rosneft, Gazprom y sobre todo el gigante Lukoil, dirigida hasta hace una semana por el multimillonario magnate Vagit Alekperov, quien se opuso a la guerra a trav¨¦s de un comunicado y dimiti¨® dos meses m¨¢s tarde, presente en pa¨ªses como Ghana, Camer¨²n o Nigeria.
De los negocios particulares a los intereses del Estado
El v¨ªnculo entre negocios particulares y los intereses del Estado ruso es estrecho y se pone de manifiesto en ejemplos como el de Alexandre Br¨¦gadz¨¦, responsable de la empresa Rusal en Guinea, pero tambi¨¦n arquitecto y exembajador formado en la Academia Diplom¨¢tica de Mosc¨². El sector de la seguridad tambi¨¦n muestra estas relaciones. Las actividades de la opaca compa?¨ªa de mercenarios Wagner, presente en Libia, Mozambique, Sud¨¢n, Rep¨²blica Centroafricana y ahora en Mal¨ª, se confunden con las del propio Ej¨¦rcito ruso e incluso la empresa utiliza sus medios de transporte. Seg¨²n los servicios de inteligencia occidentales, Wagner est¨¢ financiada por el llamado chef de Putin, el empresario Yevgheni Prighozin, sancionado tambi¨¦n por EE UU y la UE, quien conoci¨® al presidente cuando este frecuentaba su restaurante en San Petersburgo.
M¨¢s de un tercio de las armas que compra ?frica procede de Rusia, su principal suministrador, seg¨²n el Instituto de Estudios para la Paz de Estocolmo, y los dos grandes pa¨ªses receptores de este armamento son Egipto y Argelia, pero tambi¨¦n otros como Nigeria, Sud¨¢n, Angola o Mal¨ª. Aviones tipo caza, helic¨®pteros, embarcaciones de asalto, tanques, munici¨®n o sistemas de defensa a¨¦reo. Los contratos entre la empresa estatal Rosoboronexport y una veintena de pa¨ªses africanos abarcan de todo en la actualidad.
Pa¨ªses africanos con reg¨ªmenes dictatoriales o militares que sufren sanciones occidentales ¡ªcomo ahora Mal¨ª, pero tambi¨¦n Libia o Zimbabue durante el r¨¦gimen de Robert Mugabe¡ª acceden a un armamento que otros pa¨ªses les vetan.
¡°Rusia se apoya en la imagen creada en ?frica por la Uni¨®n Sovi¨¦tica, una ¨¦poca en la que Mosc¨² apoy¨® muchos movimientos de liberaci¨®n, form¨® estudiantes y construy¨® hospitales. Es percibida como una especie de hermano mayor, defensor de su soberan¨ªa, encarnando un modelo de desarrollo alternativo al occidental. Pero esta visi¨®n idealizada no se corresponde con las realidades geopol¨ªticas y morales de la Rusia de hoy que ha desatado la guerra en Ucrania¡±, a?ade Smirnova, del Centre FrancoPaix.
Tras la ca¨ªda de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, un tiempo en el que decenas de miles de j¨®venes m¨¦dicos, arquitectos, ingenieros o militares africanos se formaron en la gran potencia, las relaciones cayeron en picado, pero hace algo m¨¢s de una d¨¦cada, el propio Putin inspir¨® un regreso triunfal, que alcanz¨® su apogeo en la cumbre Rusia-?frica de Sochi en 2019, a la que asistieron nada menos que 45 jefes de Estado del continente. Para este 2022 est¨¢ previsto un segundo encuentro en Mosc¨².
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