Hamburguesas, ba?adores y fusiles de asalto: as¨ª es la tienda donde compr¨® sus armas el asesino de Texas
La matanza perpetrada en Uvalde por un joven de 18 a?os vuelve a poner el foco en la permisiva regulaci¨®n de la venta de armamento en el estado sure?o de EE UU
En la entrada de la tienda, cinco parrillas redondas del tama?o de una rueda de cami¨®n reciben a los clientes. Un primer aviso: todo es gigante en el supermercado Oasis Outback. Ya dentro, uno puede empezar comprando un juego de ba?ador y camisa triple XL con estampado hawaiano, luego pasar al restaurante a por una hamburguesa doble. Y de postre, terminar en la zona del fondo comprando un fusil semiautom¨¢tico AR15, un arma de origen militar capaz de disparar m¨¢s de 30 balas en menos de un minuto.
Un plan parecido debi¨® seguir en esta tienda el asesino de la escuela primaria de Uvalde, que mat¨® el martes a 21 personas. Las autoridades tejanas han confirmado que, a mediados de mayo, Salvador Ramos fue al supermercado Oasis a comprar su arsenal: dos fusiles y 375 balas de munici¨®n. Acababa de cumplir 18 a?os y lo celebr¨® en este popular establecimiento, a 10 minutos en coche de su casa. As¨ª de familiar es la relaci¨®n de Texas con las armas.
El pueblo de Uvalde ¨Dde 16.000 habitantes¨D y toda la zona suroeste del Estado, rodeada de riachuelos y parques naturales, es famosa por la caza deportiva. Las estanter¨ªas de Oasis son un apabullante despliegue de ca?as de pescar telesc¨®picas, arcos profesionales, flechas de fibra de vidrio, pistolas y rifles de todas las gamas. La zona de las armas de fuego tiene su propia sala en la tienda, con animales disecados colgando de las paredes: cabezas de bisontes, venados y hasta un oso negro de casi dos metros.
¡°?Qu¨¦ arma quiere, caballero?¡±, pregunta el dependiente. Es un hombre barrig¨®n de unos sesenta a?os con perilla canosa, chaleco de camuflaje y sombrero ranchero. El reportero se interesa por los fusiles AR15, colocados en el centro de la vitrina, como la joya de la corona entre las m¨¢s de dos decenas de armas largas de la tienda. ¡°Es vers¨¢til, muy fiable y preciso. Son de los que m¨¢s nos piden¡±, dice se?alando el arma. El modelo b¨¢sico cuesta unos 700 d¨®lares.
Al preguntarle si recuerda haberle vendido hace un par de semanas dos de estos fusiles al joven que abri¨® fuego en la escuela primaria del pueblo, el dependiente se queda unos segundos en silencio. ¡°Ya estamos colaborando con la polic¨ªa en la investigaci¨®n y no vamos a decir nada m¨¢s. Si tienes m¨¢s preguntas, mejor lee lo que pone la ley¡±. El acceso a las armas es uno de los mitos fundacionales de EE UU, consagrado como derecho por la Constituci¨®n para todos los mayores de edad.
La regulaci¨®n en cada Estado difiere en algunos detalles, pero ninguno puede prohibirlo. Texas, uno de los bastiones hist¨®ricos de los republicanos, tiene una de las legislaciones m¨¢s laxas. En algunos Estados, la edad m¨ªnima para acceder a estos fusiles es de 21 a?os. Pero en Texas cualquier mayor de 18 a?os puede comprar un arma larga. Solo se necesita pasar el tr¨¢mite, r¨¢pido y barato (unos 40 d¨®lares), de obtener una licencia tras un repaso de los antecedentes penales y psiqui¨¢tricos del potencial cliente.
El t¨ªo de una de las ni?as asesinadas en Uvalde, Adrian Alonzo, de 36 a?os, es cazador y defiende el acceso a las armas. ¡°Es nuestro derecho como estadounidenses¡±, cuenta sentado en la entrada de su casa, a un par de cuadras de la escuela donde sucedi¨® la matanza. Dentro de la vivienda tiene dos rifles Winchester, parecidos a las antiguas armas del Oeste. ¡°Los tengo guardados con llave para que mis hijas no puedan ni tocarlos. Son manuales y pr¨¢cticamente solo sirven para cazar. Pero los fusiles semiautom¨¢ticos no deber¨ªan venderse a cualquiera. Son peligrosos y solo deber¨ªa usarlos el Ej¨¦rcito o la polic¨ªa¡±. Alonzo suele salir los fines de semana a cazar venados y explica que, de hecho, los fusiles son hasta contraproducentes. ¡°Para matar un venado solo necesitas apuntar con una bala en el coraz¨®n, debajo del hombro derecho. Si disparas muchas veces arruinas la carne y la piel del animal¡±.
Un debate encallado
El gobernador de Texas, Greg Abbott, lleg¨® a Uvalde al d¨ªa siguiente de la tragedia, la peor matanza en una escuela en m¨¢s de una d¨¦cada. Durante la rueda de prensa en las propias instalaciones del colegio, el gobernador traslad¨® la responsabilidad del suceso a una mera cuesti¨®n de salud mental, blindando de ese modo el derecho inviolable a las armas. ¡°La libertad de que un joven de 18 a?os compre un rifle o un fusil ha estado protegida durante m¨¢s de 60 a?os en Texas¡±, dijo.
En EE UU hay m¨¢s armas en la calle ¨Dcasi 400 millones¨D que habitantes ¨D330 millones¨D. Y Texas lidera la lista por Estados. El a?o pasado, Abbot facilit¨® a¨²n m¨¢s el mercado al eliminar incluso la obligaci¨®n de contar con una licencia para las armas cortas, las pistolas, adem¨¢s de permitir que cualquiera pueda llevarlas enfundadas al cinto o pasear en p¨²blico con en ellas en la mano, sin ninguna restricci¨®n.
Como sucede cada vez que un traum¨¢tico tiroteo azota c¨ªclicamente al pa¨ªs, el debate pol¨ªtico sube de revoluciones. Pero casi siempre queda encallado por los altos umbrales en el parlamento para imponer un mayor control a la industria armament¨ªstica, uno de los mayores grupos de presi¨®n del pa¨ªs.
La reacci¨®n a la tragedia de Uvalde del presidente Joe Biden, con un historial pol¨ªtico proclive a una mayor regulaci¨®n, apunt¨® el martes directamente al nudo del conflicto: ¡°Los fabricantes de armas se han pasado dos d¨¦cadas comercializando agresivamente las armas de asalto, que son las que mayores beneficios les reportan. Por el amor de Dios, ?cu¨¢ndo vamos a enfrentarnos al lobby de las armas?¡±.
El portavoz de los senadores dem¨®cratas, Chuck Schumer, clam¨® esta semana por un acuerdo con los parlamentarios republicanos: ¡°?Por favor, maldita sea, p¨®nganse por una vez en el lugar de los familiares de los ni?os asesinados!¡±, pidi¨®. El sector m¨¢s duro de los defensores de las armas se re¨²ne este fin de semana precisamente en Texas. La convenci¨®n anual de La Asociaci¨®n Nacional de Rifle, uno de los mayores patrocinadores del Partido Republicano, contar¨¢ el s¨¢bado en Houston con la participaci¨®n del expresidente Donald Trump, escoltado por el senador tejano Ted Cruz y el propio gobernador Abbott.
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