Jonathan Sumption, exjuez del Supremo brit¨¢nico: ¡°El ¡®partygate¡¯ ha revelado el grado de integridad de Johnson. Tiene que irse¡±
El antiguo magistrado asegura que no perdonar¨¢ al primer ministro conservador haber colocado al Reino Unido en una situaci¨®n ¡°intolerable¡± en Irlanda del Norte
Jonathan Sumption (Londres, 73 a?os) deber¨ªa habitar en la Torre de Londres, junto al resto de Joyas de la Corona. La ¡°mente m¨¢s brillante del Reino Unido¡±, como le han definido amigos y rivales, tiene una capacidad fuera de lo com¨²n para el an¨¢lisis y la oratoria, y es la fuente de informaci¨®n a la que, cada cierto tiempo, hay que recurrir para sacudirse t¨®picos y prejuicios sobre un pa¨ªs complejo hasta en sus torpezas.
Rebelde y tenaz a la hora de defender aquello en lo que cree apasionadamente, el antiguo juez del Tribunal Supremo del Reino Unido ha sido una de las voces m¨¢s cr¨ªticas...
Jonathan Sumption (Londres, 73 a?os) deber¨ªa habitar en la Torre de Londres, junto al resto de Joyas de la Corona. La ¡°mente m¨¢s brillante del Reino Unido¡±, como le han definido amigos y rivales, tiene una capacidad fuera de lo com¨²n para el an¨¢lisis y la oratoria, y es la fuente de informaci¨®n a la que, cada cierto tiempo, hay que recurrir para sacudirse t¨®picos y prejuicios sobre un pa¨ªs complejo hasta en sus torpezas.
Rebelde y tenaz a la hora de defender aquello en lo que cree apasionadamente, el antiguo juez del Tribunal Supremo del Reino Unido ha sido una de las voces m¨¢s cr¨ªticas con el confinamiento durante la pandemia. Los gobiernos ¡ª¨¦l critic¨® fundamentalmente al de Boris Johnson¡ª sucumbieron ante el miedo y la ignorancia e impusieron, sostiene, medidas draconianas que arruinaron econ¨®mica y mentalmente a las generaciones m¨¢s j¨®venes y agravaron otros problemas de salud de la poblaci¨®n, como los casos de c¨¢ncer que no fueron convenientemente tratados.
Por eso, justo en la semana en la que se ha publicado el informe final sobre las fiestas de Downing Street durante el confinamiento, asegura que comparte la irritaci¨®n general por el esc¨¢ndalo del partygate, pero por motivos que difieren de los de la mayor¨ªa.
¡°Las normas eran ambiguas y mal redactadas. No pod¨ªas salir de casa si no era para trabajar. ?Qu¨¦ pasa entonces si, durante tu jornada laboral, alguien aparece con una botella de champ¨¢n y se suman otros 10? No est¨¢ muy claro que eso fuera ilegal, y por eso creo que la ¨²nica multa que han impuesto a Johnson fue por la fiesta en su apartamento, en el n¨²mero 10 de Downing Street. Hay muy buenas razones para deshacerse de un pol¨ªtico como Johnson, pero la de estas fiestas no me parece la m¨¢s potente. Si hubiera sido un primer ministro excepcional, me hubiera importado un pito que se saltara esas normas. El verdadero problema con esta historia es que ha dejado muy claro el grado de integridad de Johnson. Sus declaraciones al Parlamento [negando las fiestas] fueron deliberadamente confusas, cuando no simplemente mentira. Y eso es algo muy serio. Hay gente, como yo, que cree que las normas eran un abuso escandaloso. Otros pensaban que eran lo correcto. Pero unos y otros coinciden en algo: Johnson tiene que irse. Aunque sospecho que tambi¨¦n de esta se librar¨¢¡±, admite Sumption sin abandonar la sonrisa.
Ante el perenne conflicto entre Londres y Bruselas a cuenta del protocolo que deb¨ªa definir el encaje de Irlanda del Norte en la UE, Sumption sorprende a su interlocutor con la guardia baja. Tiene la doble nacionalidad, irlandesa y brit¨¢nica. Sabe que a la mayor¨ªa de los ingleses aquella remota parte del Reino Unido ¡°les importa un higo¡±. Pero entiende que una barrera aduanera que separe a esa regi¨®n del resto del pa¨ªs es insostenible.
¡°Fue un acuerdo firmado de manera deshonesta por parte del Gobierno brit¨¢nico. No creo que Boris Johnson tuviera nunca intenci¨®n de cumplirlo. La idea de crear una barrera aduanera dentro del Reino Unido es absolutamente intolerable. Creo que no nos queda otra opci¨®n que modificar unilateralmente el protocolo. Pero nunca perdonar¨¦ a Johnson que nos haya puesto en una situaci¨®n tan profundamente da?ina, en la que tenemos que escoger entre cumplir con un tratado internacional que hemos firmado o defender un inter¨¦s fundamental del Reino Unido. Es una situaci¨®n intolerable¡±, argumenta.
¡ªPero se trata de evitar una nueva frontera en Irlanda que reavive las tensiones sectarias¡
¡ªNunca he comprado el argumento de que una nueva frontera resucitara el terrorismo. Entre otras cosas porque el IRA tiene ahora una postura muy diferente a la que sosten¨ªa antes del Acuerdo de Viernes Santo [el acuerdo de paz de 1998]. Tiene una perspectiva cada vez m¨¢s realista de hacerse con el poder por la v¨ªa pol¨ªtica. El Sinn F¨¦in, que fue su brazo pol¨ªtico, es la formaci¨®n m¨¢s votada en las dos Irlandas. Creo que hace tiempo que descubrieron que pueden lograr muchas m¨¢s cosas a trav¨¦s de las urnas¡±.
Se gradu¨® en Historia Medieval en el Magdalen College de la Universidad de Oxford. Al rozar los 40, decidi¨® que ejercer la ense?anza le dejaba insatisfecho. Se prepar¨® para ser barrister, ese tipo de abogado tan brit¨¢nico que, a diferencia del solicitor, ni trata con el cliente ni baja al barro. Su tarea es construir el mejor argumento jur¨ªdico para convencer al juez o al tribunal. Sumption fue lo suficientemente persuasivo como para que el oligarca ruso Rom¨¢n Abram¨®vich saliera victorioso del gran pleito que le enfrent¨® a su exsocio Boris Berezovski. O para que el Gobierno de Tony Blair se librara de una condena por inflar presuntamente los datos sobre las armas de destrucci¨®n masiva que pose¨ªa Irak, la principal raz¨®n que impuls¨® la invasi¨®n de ese pa¨ªs.
Sin pasar por un juzgado intermedio, Sumption fue designado magistrado del Tribunal Supremo del Reino Unido, donde permaneci¨® de 2012 a 2018. Fue una de las voces m¨¢s poderosas dentro de la instituci¨®n en defensa del fallo que oblig¨® al Gobierno brit¨¢nico (Theresa May era entonces la primera ministra) a pasar por el Parlamento, y aprobar por ley la invocaci¨®n del art¨ªculo 50 del Tratado de la UE que marcaba el punto de no retorno del Brexit. Solo el Parlamento, y no el Gobierno, era soberano para pulsar el bot¨®n de salida de las instituciones comunitarias.
¡°Creo que el Brexit fue algo muy desafortunado, pero no una locura. Fue una decisi¨®n racional. No comparto los argumentos que lo vinculan a la xenofobia, a las mentiras o a la nostalgia imperial. Los brit¨¢nicos optaron por la independencia frente a la prosperidad¡±, razona Sumption en un encuentro celebrado el lunes. ¡°El Reino Unido cometi¨® un error, y me temo que ya no hay vuelta atr¨¢s. La ¨²nica posibilidad de reincorporarnos a una Europa unida ser¨ªa despu¨¦s de una profunda remodelaci¨®n de las instituciones comunitarias, y eso solo ocurrir¨ªa en el caso de que antes hubiera una cat¨¢strofe econ¨®mica. Algo poco probable¡±, concluye.
¡°El Brexit es la defensa de una pol¨ªtica exterior brit¨¢nica con 500 a?os de historia, que siempre ha luchado por evitar que un solo poder dominara el continente. Ya fuera Napole¨®n o Hitler. Todo sugiere que, a largo plazo, la UE acabar¨¢ siendo algo similar a un gran Estado federal. Lo parad¨®jico es que, con su retirada, el Reino Unido ha debilitado a la parte m¨¢s contraria al federalismo de la Uni¨®n Europea, y ha hecho que aquello que tem¨ªa est¨¦ ahora m¨¢s cerca: un gran bloque continental sobre el que, adem¨¢s, ya no tendr¨¢ influencia. La realidad es que la pol¨ªtica y la econom¨ªa del Reino Unido seguir¨¢ estando dominada por Europa, sin tener la ascendencia que ten¨ªamos. Un serio error¡±, afirma.
Entre juicio y juicio, Sumption escribi¨® cuatro vol¨²menes sobre la Guerra de los Cien A?os, ampliamente alabados por los historiadores, que resaltan su elevado an¨¢lisis y amor por el detalle. La historia, curiosamente, le ha hecho ser muy esc¨¦ptico respecto a la capacidad de la ley para mejorar la vida de las personas. ¡°Cuando multiplicas los derechos, aumentas los agravios¡±, ha escrito en alguna ocasi¨®n.
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