Bachelet evita ahondar en la represi¨®n de los uigures en Xinjiang en el cierre de su visita a China
La alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU ha instado a Pek¨ªn a ¡°revisar¡± su pol¨ªtica antiterrorista
La alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, ha concluido su pol¨¦mico viaje de seis d¨ªas a China moderando sus declaraciones sobre la represi¨®n contra la minor¨ªa uigur, aunque s¨ª ha asegurado que ha instado al Gobierno de Xi Jinping a ¡°revisar¡± su pol¨ªtica antiterrorista para garantizar que cumple los est¨¢ndares internacionales de derechos humanos. Desde antes de su arranque, la visita de Bachelet ha...
La alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, ha concluido su pol¨¦mico viaje de seis d¨ªas a China moderando sus declaraciones sobre la represi¨®n contra la minor¨ªa uigur, aunque s¨ª ha asegurado que ha instado al Gobierno de Xi Jinping a ¡°revisar¡± su pol¨ªtica antiterrorista para garantizar que cumple los est¨¢ndares internacionales de derechos humanos. Desde antes de su arranque, la visita de Bachelet ha recibido numerosas cr¨ªticas de gobiernos occidentales y ONG, que temen que Pek¨ªn utilice la gira como un instrumento de propaganda.
La expresidenta chilena ¨Den las quinielas para suceder a Antonio Guterres y convertirse en la primera mujer secretaria de la ONU¨D visit¨® esta semana Cant¨®n, en el sur de China, y la regi¨®n de Xinjiang, en el noroeste. Sobre esta ¨²ltima, la oficina de Bachelet ha criticado en el pasado los abusos contra la minor¨ªa musulmana uigur, una comunidad de doce millones de personas, y la falta de respeto a los derechos humanos. Los abusos por parte de China han sido nuevamente documentados esta semana en una filtraci¨®n publicada por catorce medios internacionales, entre ellos EL PA?S: en torno a un mill¨®n de personas de la etnia uigur y otras minor¨ªas musulmanas han sido objeto de persecuci¨®n, maltratos e internamiento en lo que gobiernos occidentales y ONG consideran campos de reeducaci¨®n y que China describe como meros centros de formaci¨®n profesional.
Limitada por la burbuja impuesta por Pek¨ªn con el argumento de la lucha contra la covid, Bachelet ha visitado en Xinjiang la c¨¢rcel de la ciudad de Kashgar y un antiguo centro reconvertido en escuela. Tambi¨¦n se reuni¨® con l¨ªderes del gobierno local y representantes de la sociedad civil. ¡°Esta visita no era una investigaci¨®n; las visitas oficiales de los altos comisionados son por naturaleza muy prominentes y, simplemente, no permiten el tipo de trabajo detallado, met¨®dico y discreto de una investigaci¨®n¡±, ha se?alado la alta comisionada en una rueda de prensa por videoconferencia antes de emprender regreso a Ginebra. El valor de su viaje, ha puntualizado, ha estado en la posibilidad de abordar la situaci¨®n de los derechos humanos en Xinjiang y el resto de China con las m¨¢ximas autoridades del pa¨ªs; la alta funcionaria ha conversado por videoconferencia con Xi el mi¨¦rcoles.
La exjefa de Estado, sometida ella misma a torturas durante el r¨¦gimen de Pinochet en Chile, reconoci¨® que el viaje no le ha permitido conocer las dimensiones del programa de campos de reeducaci¨®n ¨Da los que ella se refiri¨® en todo momento como VETC, el acr¨®nimo en ingl¨¦s para ¡°centros de educaci¨®n y formaci¨®n vocacional¡±, la denominaci¨®n china¨D. Pero s¨ª que ha planteado al Gobierno, asegura Bachelet, problemas como la ausencia de un control judicial del programa, alegaciones de uso de la fuerza, maltratos y denuncias de restricciones a la libertad religiosa, entre otras preocupaciones.
Las autoridades locales le han asegurado, seg¨²n indic¨® la alta comisionada, que ese programa ha concluido. China sostiene que los internos en esos campos se ¡°graduaron¡± en 2019 y los centros se han reconvertido en escuelas, centros comunitarios y otros tipos de instalaciones. Pero diversas ONG y think tanks consideran que parte de ellos contin¨²an funcionando como lugares de reeducaci¨®n.
¡°He planteado preguntas y preocupaciones sobre la aplicaci¨®n de medidas antiterroristas y de desradicalizaci¨®n¡±, ha indicado Bachelet, ¡°particularmente el impacto en los derechos de los uigures y otras minor¨ªas musulmanas¡±. China sostiene que su programa de centros de reeducaci¨®n y otras pr¨¢cticas coercitivas hacia los uigures en Xinjiang, incluido un amplio plan de vigilancia, es necesario para combatir el terrorismo y el extremismo, despu¨¦s de una serie de atentados en la primera mitad de la d¨¦cada pasada.
Durante su rueda de prensa, la alta funcionaria consider¨® ¡°profundamente preocupantes¡± las detenciones de activistas, legisladores y periodistas en Hong Kong bajo la Ley de Seguridad Nacional, y destac¨® la importancia de permitir la libertad de religi¨®n y proteger el aprendizaje del lenguaje aut¨®ctono en T¨ªbet. Al mismo tiempo, Bachelet ha destacado la importancia de China ¨Dcuyo Gobierno se muestra cada vez m¨¢s vocal en la defensa de sus intereses en las instituciones multilaterales, y que trata de ampliar su influencia en los organismos de la ONU¨D como ¡°contribuidor clave en los foros multilaterales y regionales¡±. Y alab¨® los logros de Pek¨ªn en la lucha contra la pobreza, su legislaci¨®n para proteger los derechos de la mujer y su apoyo a las metas de la ONU sobre desarrollo sostenible.
La rueda de prensa de Bachelet hab¨ªa causado una gran expectaci¨®n: cerca de 200 periodistas internacionales se conectaron para tratar de preguntar a la alta comisionada sobre su visita. Pero en su comparecencia, de 45 minutos de duraci¨®n, la respuesta m¨¢s profusa fue a una pregunta de un medio estatal chino sobre el racismo en Estados Unidos y la matanza en una escuela de la localidad texana de Uvalde. Mientras tanto, las cuestiones espec¨ªficas sobre Xinjiang recibieron contestaciones mucho menos detalladas de Bachelet.
La visita de Bachelet, cuyo mandato terminar¨¢ en septiembre, es la primera de un alto comisionado de Derechos Humanos de la ONU a China desde la efectuada por Louise Arbour en 2004. De hecho, el viaje ha estado prepar¨¢ndose durante tres a?os: la alta comisionada expres¨® en 2018 por primera vez su deseo de viajar a Xinjiang ante las ¡°preocupantes¡± denuncias que llegaban sobre los campos de reeducaci¨®n; poco despu¨¦s, en 2019, el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, extendi¨® una primera invitaci¨®n para una visita ¡°amistosa¡±.
Por su parte, cerca de 200 ONG hab¨ªan solicitado la cancelaci¨®n del viaje, al considerar que no ofrec¨ªa las condiciones necesarias para determinar de manera independiente la verdadera situaci¨®n de los abusos contra los uigures. El portavoz del Departamento de Estado en Washington, Ned Price, hab¨ªa considerado la gira ¡°un error¡±. Las organizaciones de uigures en el exilio tambi¨¦n han expresado su decepci¨®n ante la visita. ¡°Como se esperaba, la alta comisionada ha desperdiciado una oportunidad hist¨®rica para investigar el genocidio uigur y conseguir justicia para el pueblo uigur¡±, ha declarado el presidente del Congreso Mundial Uigur, Dolkun Isa.
Sin embargo, otros expertos hab¨ªan indicado que, pese a las limitaciones, la visita ofrec¨ªa valor. ¡°Es imperativo que se vea a la alta comisionada relacionarse con el Gobierno de China¡±, declar¨® el viernes en una charla con periodistas Philip Alston, antiguo relator especial de la ONU sobre pobreza y derechos humanos. ¡°El mero hecho de que haya tenido un intercambio [de opiniones] directo con el presidente Xi Jinping es un logro¡±, agreg¨® Alston.
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