Ucrania alerta de que solo podr¨¢ ganar la guerra si Occidente acelera el env¨ªo de armas
¡°Las necesitamos en semanas. En dos o tres meses puede ser demasiado tarde¡±, asegura un asesor de Zelenski
Esta ha sido una semana agridulce para Ucrania. En el campo de batalla ha sufrido el avance, lento pero constante, de las fuerzas rusas en torno a la ciudad oriental de Severodonetsk, con ataques hasta la cercana Lisichansk. Las buenas noticias han llegado del frente diplom¨¢tico. Kiev conf¨ªa en que el contundente apoyo pol¨ªtico de sus socios europeos, que por primera vez le muestran un futuro en la UE, lo aleje definitivamente de la esfera de influencia de Mosc¨². ¡°El camino hasta convertirnos en miembros de la UE nos acerca a la victoria¡±, dijo el viernes el presidente Volod¨ªmir Zelenski.
Pero en esta estrategia falta a¨²n una pieza que no termina de encajar: la llegada de armas occidentales. En el equipo de Zelenski repiten que Ucrania puede recuperar territorios perdidos en las ¨²ltimas semanas, y lograr as¨ª una mejor posici¨®n de cara a unas negociaciones futuras con Rusia. Pero solo si sus pa¨ªses amigos cumplen y env¨ªan lo que le reclaman: artiller¨ªa, lanzacohetes, tanques, veh¨ªculos blindados, misiles antibuque, drones... Todo lo que consideran necesario para inclinar la balanza en su favor.
¡°Hemos avisado a los pa¨ªses de la UE de que no est¨¢n siendo lo suficientemente r¨¢pidos. No nos importan las promesas, sino solo lo que vemos sobre el terreno. Las necesitamos ahora, en las pr¨®ximas semanas. Si llegan en dos o tres meses puede ser demasiado tarde, porque la situaci¨®n en el este y en las zonas ocupadas del sur es muy dif¨ªcil¡±, asegura a EL PA?S Igor Zovkva, director adjunto del Gabinete de Zelenski, en uno de los escasos momentos libres que le dejan estos d¨ªas fren¨¦ticos.
El Gobierno cree que la guerra se ha instalado en un punto muerto en el que cada avance, por m¨ªnimo que sea, resulta sumamente costoso en vidas humanas y equipamiento. Pero Kiev conf¨ªa en que la llegada del ansiado material militar suponga un giro que le permita imponerse a las fuerzas rusas en lugares estrat¨¦gicos, facilitando as¨ª concluir la guerra en los pr¨®ximos meses.
El segundo escenario que barajan en el equipo de Zelenski, mucho m¨¢s negativo, es un conflicto enquistado durante a?os en el que ning¨²n bando logre imponerse. Ninguna de las fuentes consultadas en Kiev contempla la posibilidad de una derrota. ¡°Muchas personas no se dan cuenta de la envergadura de la batalla en la que estamos inmersos, con una l¨ªnea de frente de 2.500 kil¨®metros, de los cuales 1.000 est¨¢n activos. Europa no ha visto un enfrentamiento de este calibre desde la II Guerra Mundial¡±, asegura un responsable ministerial. ¡°Nos estamos jugando nuestra vida y nuestra libertad. Si Rusia pierde, se acaba la guerra. Si perdemos nosotros, Ucrania deja de existir. No podemos permit¨ªrnoslo¡±, a?ade la diputada de la oposici¨®n Ivanna Klympush-Tsintsadze.
Se?ales positivas para Kiev
Pese a las cr¨ªticas por la tardanza, los responsables del pa¨ªs admiten que algo se est¨¢ moviendo. Tanto de la reuni¨®n del mi¨¦rcoles de los ministros de Defensa de la OTAN como de la visita a Kiev un d¨ªa despu¨¦s de los l¨ªderes de Francia, Alemania y Rumania salieron buenas se?ales. Lo que m¨¢s alegra en Kiev es comprobar c¨®mo se va evaporando la ret¨®rica instalada en algunas capitales sobre la necesidad de lograr un acuerdo cuanto antes con Rusia. El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, dej¨® claro el jueves que cualquier negociaci¨®n con el Kremlin deb¨ªa llegar tras una victoria ucrania; y que solo a Zelenski y su equipo les corresponde juzgar en qu¨¦ momento se ha alcanzado esa victoria.
Adem¨¢s, el volumen de ayuda militar ha aumentado en las ¨²ltimas semanas. Seg¨²n el seguimiento que realiza el Instituto Econ¨®mico Mundial de la Universidad de Kiel (Alemania), Estados Unidos y Alemania son los pa¨ªses que arrojan una mayor diferencia entre los anuncios y los env¨ªos efectivos. Pero en t¨¦rminos absolutos, el valor de los suministros de Washington multiplica por 10 los de Berl¨ªn. Por eso el canciller Olaf Scholz es el blanco preferido de las cr¨ªticas de los responsables militares en Ucrania, que le acusan de lanzar promesas vac¨ªas.
¡°Todos los d¨ªas decimos que necesitamos armas r¨¢pidamente. Scholz habla de enviar sus tanques Leopard, pero no ocurre nada. Ni siquiera han llegado los 5.000 cascos que nos prometieron. ?Por qu¨¦ siguen hablando si no lo hacen?¡±, se pregunta Mija¨ªlo Samus, director del think tank ucranio New Geopolitics. ¡°Las armas que el Gobierno espa?ol nos prometi¨® en Madrid no han llegado¡±, a?ade el asesor de Zelenski. ?Qu¨¦ pa¨ªses arrastran m¨¢s los pies? ¡°Mejor pregunte qu¨¦ pa¨ªses no lo hacen¡±, responde con una sonrisa. ¡°Solo vecinos como Polonia o la Rep¨²blica Checa est¨¢n siendo r¨¢pidos¡±, concluye Zovkva.
El presidente de EE UU, Joe Biden, anunci¨® esta semana un nuevo env¨ªo de material de guerra al pa¨ªs invadido por valor de 1.000 millones de d¨®lares (960 millones de euros), el mayor hasta ahora. Macron se comprometi¨® el jueves a enviar seis obuses autopropulsados Caesar. Y, en una visita sorpresa un d¨ªa m¨¢s tarde, el primer ministro brit¨¢nico, Boris Johnson, puso sobre la mesa la oferta de entrenamiento de 10.000 soldados. La sensaci¨®n en Kiev es que todo este goteo de anuncios no terminan de materializarse, o por lo menos que no lo hacen con la velocidad que querr¨ªan los ucranios, ya sean por motivos log¨ªsticos, econ¨®micos o pol¨ªticos.
El meollo est¨¢ en que las fuerzas armadas de Putin sobrepasan de largo a las ucranias en cualquier medida que se elija. ¡°Necesitamos lograr un millar de sistemas de artiller¨ªa porque Rusia tiene 10.000. Si nosotros tenemos cientos de algo, ellos tienen miles. Tenemos que luchar contra eso¡±, asegura el experto militar Samus. ¡°Me alegro de que Scholz nos haya prometido para octubre su mejor sistema de defensa antia¨¦reo, el IRIS-T. El problema es que no sabemos qu¨¦ habr¨¢ sido de nosotros en octubre¡±, concluye la diputada Klympush-Tsintsadze.
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