Amnist¨ªa Internacional denuncia la muerte de cientos de civiles en J¨¢rkov por armamento prohibido
Rusia emplea bombas de racimo, minas y cohetes poco precisos para causar ¡°muerte y destrucci¨®n generalizada¡± entre la poblaci¨®n de la segunda ciudad de Ucrania, seg¨²n un informe de esta organizaci¨®n
Las dos principales ciudades de Ucrania fueron objetivo prioritario de las tropas rusas en cuanto comenz¨® la invasi¨®n el pasado 24 de febrero. Ninguna de las dos urbes cay¨® en manos de las tropas ocupantes, pero el rastro de cr¨ªmenes y abusos crece seg¨²n se va investigando lo ocurrido sobre el terreno. Cientos de civiles murieron en J¨¢rkov, la segunda ciudad m¨¢s poblada, por el empleo de armamento prohibido por parte de Rusia, seg¨²n denuncia este lunes Amnist¨ªa Internacional. Rusia emplea bombas de racimo, minas y cohetes poco precisos para causar ¡°muerte y destrucci¨®n generalizada¡± entre la poblaci¨®n, se?ala esta organizaci¨®n. Las guerras se rigen por unas convenciones internacionales que, con mucha frecuencia, como en este caso, son ignoradas. La mayor¨ªa de las veces es la poblaci¨®n civil la que acaba pagando el peaje m¨¢s alto.
Esos ataques indiscriminados causaron la muerte a 606 civiles y dejaron heridos a 1.248, seg¨²n el director del departamento m¨¦dico de la administraci¨®n militar regional de J¨¢rkov. ¡°Han muerto personas en sus casas y en las calles, en parques y cementerios, mientras hac¨ªan cola para recibir ayuda humanitaria o compraban alimentos o medicinas. El uso reiterado de municiones de racimo prohibidas es escandaloso, y una muestra m¨¢s del absoluto desprecio por las vidas civiles. Las fuerzas rusas responsables de estos terribles ataques deben rendir cuentas por sus acciones, y las v¨ªctimas y sus familias deben recibir una reparaci¨®n completa¡±, advierte Donatella Rovera, asesora general sobre respuesta a las crisis de Amnist¨ªa Internacional.
Sanitarios del Hospital Cl¨ªnico 25 de J¨¢rkov mostraron las peque?as flechitas que integran las bombas de racimo y que hab¨ªan extra¨ªdo de los cuerpos de pacientes. Tetiana Ahaieva, una enfermera de 53 a?os, fue testigo de la explosi¨®n de varias de ellas en las inmediaciones del centro m¨¦dico. ¡°De repente se oy¨® el ruido de muchos petardos por todas partes. Vi bocanadas de humo negro donde se produjeron las explosiones. Nos echamos al suelo e intentamos buscar cobijo. El hijo de nuestro vecino, un chico de 16 a?os llamado Artem Shevchenko, muri¨® en el acto [...]. Su padre ten¨ªa la cadera destrozada y una herida de metralla en la pierna. Es dif¨ªcil decir cu¨¢nto duraron las explosiones; un minuto puede parecer eterno¡±. Otros mueren d¨ªas despu¨¦s tras resultar gravemente heridos, como Oksana Litvinienko, de 41 a?os, a la que la bomba alcanz¨® mientras estaba con su marido y su hija en un parque infantil y falleci¨® el pasado s¨¢bado.
Amnist¨ªa Internacional, que hall¨® en el lugar municiones de racimo 9N210 y 9N235, convers¨® el 26 de abril con Ivan, el marido, antes del fatal desenlace: ¡°Agarr¨¦ a mi hija, la empuj¨¦ contra el ¨¢rbol y la abrac¨¦, para que quedara protegida entre el ¨¢rbol y mi cuerpo. Hab¨ªa mucho humo y no pod¨ªa ver nada (...). Mi mujer Oksana yac¨ªa en el suelo. Cuando mi hija vio a su madre en el suelo sobre un charco de sangre, me dijo: ¡®Vamos a casa; mam¨¢ est¨¢ muerta y la gente est¨¢ muerta¡¯. Estaba en estado de shock, y yo tambi¨¦n. Todav¨ªa no s¨¦ si mi mujer se recuperar¨¢¡±.
Al menos seis personas murieron y 15 resultaron heridas el 24 de marzo en un ataque cerca de la estaci¨®n de metro Akademika Pavlova. All¨ª cientos de personas hac¨ªan cola para recibir ayuda humanitaria. En el lugar fueron encontrados restos de un cohete Uragan de 220 mm, con un margen de error de m¨¢s de 100 metros, as¨ª como aletas y fragmentos de municiones de racimo 9N210 y 9N235.
El 12 de marzo hubo un ataque sobre un parque infantil con un cohete Grad, tan impreciso como el Uragan. Murieron tres personas y seis resultaron heridas. Olena Sorokina, de 57 a?os y superviviente de c¨¢ncer, perdi¨® las dos piernas en una explosi¨®n. ¡°Despu¨¦s de luchar contra el c¨¢ncer, ahora debo librar otra batalla y aprender a valerme sin piernas¡±, dijo a Amnist¨ªa Internacional.
Rusia no forma parte de las convenciones que proh¨ªben el uso de bombas de racimo o las minas, pero eso no le excluye de la prohibici¨®n los ataques indiscriminados sobre civiles que lleva a cabo.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.