C¨®mo Uber obtuvo acceso a l¨ªderes mundiales, enga?¨® a investigadores y explot¨® los ataques contra sus choferes en la batalla por el dominio global
El an¨¢lisis de m¨¢s de 124.000 archivos internos de la compa?¨ªa revela las t¨¢cticas turbias que us¨® la empresa para ganar favores pol¨ªticos, conseguir cambios regulatorios y burlar a la polic¨ªa
Los taxistas estaban sembrando el caos en Marsella, la segunda ciudad m¨¢s grande de Francia.
Volcaron coches, quemaron neum¨¢ticos y bloquearon los accesos al aeropuerto y a la estaci¨®n de tren en protesta contra Uber, la empresa de transporte privado con sede en San Francisco, porque dec¨ªan que estaba infringiendo leyes y amenazando sus medios de subsistencia.
Despu¨¦s de varios enfrentamientos, el 20 de octubre de 2015, el m¨¢ximo responsable de la polic¨ªa nacional en la regi¨®n suspendi¨® el servicio m¨¢s popular de Uber en zonas clave de la ciudad.
Uber necesitaba un amigo en el gobierno para suavizar las cosas y busc¨® la ayuda de un exbanquero de inversi¨®n y estrella pol¨ªtica en ascenso: Emmanuel Macron, entonces ministro de Econom¨ªa franc¨¦s.
¡°Me voy a ocupar de esto personalmente¡±, le dijo Macron al jefe de lobby europeo de Uber por mensaje de texto antes del amanecer del 22 de octubre. ¡°Mantengamos la calma en este momento¡±.
Esa noche, el funcionario local de la polic¨ªa revis¨® la orden de una forma en que Uber consider¨® una victoria.
¡°Buena cooperaci¨®n¡±, le escribi¨® el lobista Mark MacGann a Macron en un mensaje de texto. ¡°Gracias por tu apoyo¡±.
Este intercambio fue parte de m¨¢s de una decena de comunicaciones no reveladas, incluyendo al menos cuatro reuniones entre representantes de Uber y Macron, mientras la compa?¨ªa se enfrentaba a investigaciones sobre sus operaciones en Francia y buscaba mantener su punto de apoyo all¨ª, seg¨²n los registros internos filtrados.
Estos registros, los Uber Files, fueron obtenidos por el peri¨®dico The Guardian y compartidos con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigaci¨®n (ICIJ) y su red de medios asociados, de la que EL PA?S forma parte. Los archivos incluyen correos electr¨®nicos, mensajes de texto, presentaciones de la empresa y otros documentos que van de 2013 a 2017, cuando Uber irrump¨ªa en las ciudades desafiando leyes y regulaciones locales, esquivando impuestos y buscando someter al servicio de taxis, principalmente, pero tambi¨¦n a los activistas sindicales.
Los esc¨¢ndalos y tropiezos de Uber en Estados Unidos ¡ªdesde el espionaje a funcionarios p¨²blicos hasta las filtraciones sobre el mal comportamiento de sus ejecutivos¡ª han sido objeto de libros, series de televisi¨®n e investigaciones period¨ªsticas.
La investigaci¨®n Uber files revela la historia interna de c¨®mo los ejecutivos de la empresa se introdujeron en nuevos mercados y gestionaron las consecuencias para impulsar el ascenso de Uber de una empresa emergente de Silicon Valley a un gigante mundial.
Uber se promocion¨® a s¨ª misma como l¨ªder de la revoluci¨®n digital, pero impuls¨® su agenda a la antigua usanza, seg¨²n muestran los archivos: gastando montones de dinero en una maquinaria de influencia global desplegada para ganar favores de pol¨ªticos, reguladores y otros dirigentes, que a menudo estaban dispuestos a echar una mano.
¡°Ahora mismo se les ve como agresivos¡±, le dijo el primer ministro de los Pa¨ªses Bajos, Mark Rutte, al fundador de Uber, Travis Kalanick, en 2016, seg¨²n las notas de la reuni¨®n. Rutte le aconsej¨® cambiar ¡°la forma en que la gente ve a la empresa¡± haciendo hincapi¨¦ en los aspectos positivos. ¡°Esto les har¨¢ parecer adorables¡±.
Esa agresividad ¡ªentrar en los mercados sin la aprobaci¨®n de los gobiernos¡ª convirti¨® a los conductores de Uber en el blanco de ira de los taxistas tradicionales. Los taxistas vieron su negocio amenazado por competidores que no ten¨ªan que jugar con las mismas reglas. En Europa, Asia y Sudam¨¦rica, los taxistas organizaron protestas, acosaron a los clientes de Uber, golpearon a los conductores y prendieron fuego a sus coches.
Algunos ejecutivos de Uber trataron de utilizar la violencia en su beneficio. Hablaron de filtrar a los medios de comunicaci¨®n los detalles de un apu?alamiento casi mortal y otros ataques brutales con la esperanza de atraer una atenci¨®n negativa hacia los taxis, seg¨²n las comunicaciones.
Ejecutivos de Uber tambi¨¦n trataron de desviar las investigaciones sobre las agresivas estrategias de evasi¨®n fiscal de la empresa ofreci¨¦ndose a ayudar a los pa¨ªses anfitriones a recaudar los impuestos sobre la renta que deb¨ªan los choferes, seg¨²n muestran los documentos.
Los registros filtrados incluyen detalles de intercambios y reuniones privadas: un embajador de Estados Unidos conversando con un inversor de Uber en una sauna finlandesa; un oligarca ruso entreteniendo a los ejecutivos de la empresa con una banda de cosacos; un abogado de la empresa haciendo circular un ¡°manual de redadas¡± que indicaba a los empleados c¨®mo actuar si los agentes de la ley allanaban las oficinas de Uber para incautar pruebas potenciales de manejos ilegales.
Y arrojan luz sobre las discusiones internas entre los ejecutivos que lidian con las consecuencias de la ca¨®tica estrategia global de Uber.
MacGann, el lobista de la compa?¨ªa, describi¨® el planteamiento de Uber para entrar en nuevos mercados como una ¡°tormenta de mierda¡±, seg¨²n los documentos.
¡°Somos, sencillamente, jodidamente ilegales ¡°, escribi¨® el entonces jefe de comunicaciones globales de Uber, Nairi Hourdajian, a un colega, en medio de los esfuerzos del gobierno para cerrar el servicio de transporte en Tailandia y en India.
Los Uber Files tambi¨¦n muestran que el uso de tecnolog¨ªa de ocultaci¨®n por parte de la empresa para frustrar las investigaciones del gobierno fue mucho m¨¢s amplio de lo que se hab¨ªa informado anteriormente. Seg¨²n los documentos filtrados, los ejecutivos de la empresa activaron un interruptor denominado kill switch (bot¨®n de p¨¢nico) para cortar el acceso a los servidores de la empresa y evitar que las autoridades incautaran pruebas durante las redadas en las oficinas de Uber en al menos seis pa¨ªses.
Los registros muestran que Kalanick orden¨® personalmente el uso del bot¨®n de p¨¢nico mientras la polic¨ªa estaba en su sede de ?msterdam. ¡°Por favor, activen el kill switch lo antes posible¡±, orden¨® Kalanick. ¡°Hay que cerrar el acceso en AMS [?msterdam]¡±.
David Plouffe, que dirigi¨® la exitosa campa?a presidencial de Barack Obama en 2008, y Pierre-Dimitri Gore-Coty, ahora a cargo de Uber Eats, fueron informados de que la empresa hab¨ªa dispuesto el bot¨®n de p¨¢nico para bloquear a los investigadores, seg¨²n muestran los intercambios de texto.
Para difundir su mensaje, Uber y una empresa asesora elaboraron listas de m¨¢s de 1.850 ¡°partes interesadas¡± ¡ªfuncionarios p¨²blicos en activo y exfuncionarios, grupos de expertos y agrupaciones de ciudadanos¡ª sobre las que esperaba influir en 29 pa¨ªses, as¨ª como representantes de instituciones de la Uni¨®n Europea, seg¨²n muestran los documentos.
Uber tambi¨¦n reclut¨® a un batall¨®n de exfuncionarios p¨²blicos, incluidos muchos excolaboradores del presidente Barack Obama. Apelaron a los funcionarios p¨²blicos para que abandonaran investigaciones, cambiaran pol¨ªticas sobre los derechos de los trabajadores, redactaran nuevas leyes para taxis y relajaran el chequeo de antecedentes de los conductores.
Los registros muestran que los ejecutivos de Uber se reunieron con Macron, con el entonces primer ministro israel¨ª Benjamin Netanyahu, con el entonces primer ministro irland¨¦s Enda Kenny y el entonces presidente de Estonia Toomas Hendrik Ilves, entre otros l¨ªderes mundiales.
En 2016, el entonces vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, busc¨® una reuni¨®n con Kalanick en el Foro Econ¨®mico Mundial de Davos (Suiza). Kalanick, seg¨²n muestran los mensajes, se impacient¨® cuando Biden se demoraba. ¡°He hecho que mi gente le haga saber que cada minuto que llega tarde es un minuto menos que tendr¨¢ conmigo¡±, le escribi¨® a un colega en un mensaje de texto el entonces empresario de 39 a?os.
Una vez que Biden lleg¨® a la suite del hotel, Kalanick hizo su bien ensayado discurso: la empresa, dijo, estaba transformando las ciudades y la forma de trabajar de la gente, mejor¨¢ndolo todo.
Biden qued¨® tan impresionado, seg¨²n los registros, que modific¨® su discurso de apertura en Davos, pronunciado ese mismo d¨ªa, para destacar el impacto global de la empresa.
En total, los nuevos registros revelan m¨¢s de 100 reuniones entre ejecutivos de Uber y funcionarios p¨²blicos entre 2014 y 2016, incluidas 12 con miembros de la Comisi¨®n Europea que no se han hecho p¨²blicas.
Los ejecutivos de Uber tambi¨¦n cortejaron a oligarcas vinculados al presidente ruso Vladimir Putin a trav¨¦s de antiguos funcionarios de Estados Unidos y el Reino Unido y llegaron a acuerdos especiales con ellos. Estos oligarcas han sido sancionados por los gobiernos occidentales tras la invasi¨®n rusa a Ucrania.
En todos los mercados, las afirmaciones de que Uber estaba transformando la fuerza de trabajo fueron centrales en el discurso de la empresa. Pero algunos conductores dicen que fueron enga?ados, que Uber los atrajo a su plataforma con incentivos financieros que no duraron mientras aumentaba fuertemente su comisi¨®n por cada viaje. Eso signific¨® que conductores como Abdurzak Hadi, un chofer de 44 a?os en Londres, tuvieran que trabajar m¨¢s horas para mantener sus salarios.
Hadi empez¨® a conducir para Uber en 2014 y al principio fue ¡°una alegr¨ªa¡± para ¨¦l. Pero ¡°la alegr¨ªa dur¨® muy poco¡±, le dijo a The Guardian. Uber pronto recort¨® los incentivos para los conductores y aument¨® su comisi¨®n, lo que supuso menos dinero para Hadi, que naci¨® en Somalia y es padre de tres hijos.
Jill Hazelbaker, una portavoz de Uber, reconoci¨® ¡°errores¡± y ¡°pasos en falso¡± que culminaron hace cinco a?os en ¡°uno de los ajustes de cuentas m¨¢s infames en la historia de la Am¨¦rica corporativa¡±. Hazelbaker dijo que Uber cambi¨® completamente su forma de operar en 2017 despu¨¦s de enfrentar demandas de alto perfil e investigaciones gubernamentales que llevaron a la destituci¨®n de Kalanick y otros altos ejecutivos.
¡°Cuando decimos que Uber es una empresa diferente hoy, lo decimos literalmente: el 90% de los empleados actuales de Uber se unieron despu¨¦s de que Dara [Khosrowshahi] se convirtiera en CEO¡± en 2017, dijo la vocera en una declaraci¨®n escrita. ¡°No hemos justificado y no justificaremos un comportamiento pasado que claramente no est¨¢ en l¨ªnea con nuestros valores actuales¡±.
Hazelbaker dijo que Uber no ha utilizado un bot¨®n de p¨¢nico para frustrar las acciones regulatorias desde 2017 y que Uber cumple con todas las leyes fiscales. Y a?adi¨®: ¡°Nadie en Uber se ha alegrado de la violencia contra un conductor¡±.
La empresa rechaz¨® cualquier sugerencia de que haya recibido un trato especial por parte de Macron o de su gabinete y subray¨® que nadie que trabaje en Uber en la actualidad estuvo involucrado en establecer relaciones con oligarcas rusos.
Kalanick dimiti¨® bajo presi¨®n en 2017 cuando los inversores expresaron su preocupaci¨®n por la cultura de trabajo en Uber, incluidas las acusaciones de acoso sexual, discriminaci¨®n racial y acoso. Permaneci¨® como director hasta finales de 2019.
Aproximadamente una semana despu¨¦s de que Kalanick se reuniera con Biden, un colega le envi¨® un mensaje de texto para advertirle de la posibilidad de violencia en una protesta de taxistas en Par¨ªs y sugiri¨® organizar una ¡°desobediencia civil efectiva¡±, pero no dio m¨¢s detalles.
¡°Creo que vale la pena¡±, respondi¨® Kalanick. ¡°La violencia garantiza el ¨¦xito¡±.
Los abogados de Kalanick dijeron que la declaraci¨®n fue hecha por otra persona o fue inventada. Negaron que haya explotado la violencia de los taxistas contra los conductores de Uber para obtener cambios regulatorios favorables.
Los abogados dijeron que el ex director ejecutivo de la empresa no autoriz¨® ni particip¨® en ning¨²n esfuerzo para enga?ar o frustrar a la polic¨ªa u otras autoridades gubernamentales.
Uber, al igual que otras empresas que operan fuera de EE UU, utiliz¨® protocolos tecnol¨®gicos para proteger la propiedad intelectual y la privacidad de los pasajeros y conductores y para garantizar que se respete el debido proceso legal en caso de redada, dijeron los abogados.
Los protocolos no suponen la eliminaci¨®n de ninguna informaci¨®n, dijeron los abogados, y a?adieron que todas las decisiones sobre su uso fueron examinadas y aprobadas por los departamentos jur¨ªdico y de regulaci¨®n de Uber.
¡®La pir¨¢mide de mierda¡¯
En 2014, Uber dominaba el mercado de los viajes en coche en Estados Unidos y aspiraba a conquistar el resto del mundo.
Armada con cubos de dinero de inversores como Jeff Bezos y Goldman Sachs, la empresa de cinco a?os de antig¨¹edad entr¨® en 31 pa¨ªses solo en 2014. Tambi¨¦n provoc¨® crisis regulatorias all¨ª donde fue.
En lugar de pasar por el proceso tradicional de concesi¨®n de licencias o de trabajar para cambiar las leyes y reglamentos que rigen los servicios de taxi y similares, Uber sigui¨® adelante, socavando a sus competidores a partir de ofrecer grandes descuentos.
Las comunicaciones filtradas muestran que algunos ejecutivos de Uber adoptaron la estrategia rebelde sencillamente como la forma en que operaba la empresa.
¡°Nuestro enfoque inicial fue a veces demasiado descarado¡±, dijo Hazelbaker, vocera de Uber. Cuando Uber quiso entrar en Polonia, por ejemplo, el equipo mantuvo ¡°extensas discusiones¡± sobre c¨®mo lidiar con la legislaci¨®n polaca, que no est¨¢ preparada para regular un servicio de transporte a trav¨¦s de tel¨¦fonos inteligentes, dijo Bartek Kwiatkowski, entonces consultor de Uber, al Consorcio de Periodistas.
Los documentos filtrados muestran que, en 2014, Kwiatkowski pidi¨® orientaci¨®n sobre el lanzamiento en Polonia. MacGann, un lobista de Uber , respondi¨®: ¡°Bartek, no hay casos de estudio en s¨ª mismos; b¨¢sicamente Uber se lanza y luego hay una tormenta de mierda regulatoria y legal¡±.
La estrategia de guerrilla produjo un conjunto creciente de desaf¨ªos que los ejecutivos describieron en una presentaci¨®n como una ¡°pir¨¢mide de mierda¡±. ¡°Demandas de los conductores¡±, ¡°investigaciones reglamentarias¡±, ¡°procedimientos administrativos¡± y ¡°litigios directos¡± compon¨ªan la pir¨¢mide.
Para superar los obst¨¢culos, Uber construy¨® un gigantesco aparato de influencia, destinado a hacer lobby y actividades relacionadas, con un presupuesto global propuesto de 90 millones de d¨®lares solo en 2016, seg¨²n los documentos filtrados.
La empresa tom¨® prestadas las estrategias que hab¨ªa perfeccionado en Estados Unidos.
Cuando Uber necesitaba m¨²sculo pol¨ªtico para instalarse en una ciudad, contrataba a antiguos funcionarios del gobierno para que presionaran a sus antiguos colegas. Cuando se le acusaba de incumplir las normas, la empresa solicitaba a sus clientes que actuaran como grupos de presi¨®n de base y firmaran peticiones para ¡°salvar a Uber¡±. Y cuando su agenda parec¨ªa necesitar un impulso acad¨¦mico, pagaba a acad¨¦micos amistosos para que produjeran una investigaci¨®n favorable.
Como dicen dos personajes de Uber, la compa?¨ªa adopt¨® el mantra ¡°es mejor pedir perd¨®n que pedir permiso¡±.
Al igual que en Estados Unidos, Uber atrajo a los conductores de las ciudades europeas a su plataforma ofreci¨¦ndoles bonos y otros incentivos. Luego recort¨® las subvenciones, despojando a los trabajadores de los ingresos de los que hab¨ªan llegado a depender.
La empresa recurri¨® a ¡°inversores estrat¨¦gicos¡± ¡ªpersonas con grandes bolsillos y conexiones pol¨ªticas¡ª para influir en las leyes en el extranjero. Los ejecutivos de la empresa les animaron a invertir en la aplicaci¨®n y se aseguraron de que tuvieran suficiente ¡°piel en el juego¡± para ayudar a la empresa a superar los obst¨¢culos regulatorios en sus respectivos pa¨ªses. El magnate franc¨¦s de las telecomunicaciones Xavier Niel invirti¨® 10 millones de d¨®lares y la editorial alemana Axel Springer puso cinco millones, al igual que el magnate franc¨¦s de la moda Bernard Arnault.
¡°No necesitamos su dinero per se, pero podr¨ªan ser aliados ¨²tiles para ganar Francia¡±, escribi¨® el lobista MacGann en un correo electr¨®nico, refiri¨¦ndose a Arnault.
Uber tambi¨¦n construy¨® una impresionante plantilla de lobistas.
Como primer lobista en casa, Uber contrat¨® en 2014 a Brian Worth, antiguo asesor del l¨ªder republicano de la C¨¢mara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy. Entre los documentos filtrados est¨¢ su memorando de cinco p¨¢ginas en el que se esboza una estrategia de expansi¨®n global, titulada: ¡°Aprovechar el Gobierno de Estados Unidos para apoyar el negocio internacional de Uber¡±.
Seg¨²n los documentos, a algunos lobistas y asesores de Uber se les ofrecieron participaciones en la empresa y comisiones por obtener resultados favorables. Esos asesores contratados ofrecieron a los funcionarios p¨²blicos descuentos en viajes de Uber, almuerzos de ¡°muy alto nivel¡±, consejos sobre puestos de trabajo, trabajo de campa?a pol¨ªtica gratuito, contribuciones de campa?a y otros regalos y prebendas.
Uber tambi¨¦n trat¨® de aprovechar a antiguos funcionarios p¨²blicos como Neelie Kroes, ex ministra de Transporte holandesa que fue vicepresidenta de la Comisi¨®n Europea, el brazo ejecutivo de la Uni¨®n Europea.
Aproximadamente un a?o despu¨¦s de dejar la Comisi¨®n, en octubre de 2014, Kroes pidi¨® que se le permitiera formar parte de un consejo consultivo remunerado de Uber, a pesar de que el c¨®digo de conducta de la Comisi¨®n establece un periodo de distanciamiento de 18 meses que proh¨ªbe a los excomisionados hacer lobby sobre sus excolegas. La Comisi¨®n la rechaz¨® y deneg¨® una apelaci¨®n.
Durante el periodo de distanciamiento, Kroes presion¨® a un ministro holand¨¦s y a otros miembros del Gobierno ¡°para que obligaran al regulador y a la polic¨ªa a dar marcha atr¨¢s¡± en una investigaci¨®n sobre la oficina de Uber en ?msterdam, seg¨²n los documentos filtrados.
Y, en mayo de 2016, alrededor de la fecha en que expiraba el periodo de distanciamiento, le dijo a un ejecutivo de Uber que estaba trabajando para organizar una reuni¨®n entre Uber y un comisionado europeo.
Aunque el c¨®digo ¨¦tico solo se refiere al lobby sobre la propia Comisi¨®n, tambi¨¦n exige a los comisionados ¡°un comportamiento acorde con la dignidad y los deberes de su cargo, tanto durante como despu¨¦s de su mandato¡±. Tambi¨¦n les exige ¡°comportarse con integridad y discreci¨®n... incluso m¨¢s all¨¢ de los 18 meses posteriores al cese en el cargo¡±.
Una vez finalizado el periodo de distanciamiento, Kroes se incorpor¨® al consejo asesor de Uber. Los registros muestran que Uber le ofreci¨® 200.000 d¨®lares para presidir el consejo.
¡°Nuestra relaci¨®n con NK es altamente confidencial¡±, record¨® MacGann a sus colegas en un correo electr¨®nico de marzo de 2015, cuatro meses despu¨¦s de que Kroes dimitiera de la Comisi¨®n. ¡°Su nombre nunca debe figurar en un documento¡±.
En una declaraci¨®n escrita a ICIJ, Kroes dijo: ¡°En consonancia con mis deberes ¨¦ticos como excomisionada europea, no tuve ning¨²n papel formal ni informal en Uber¡± antes del final del per¨ªodo de distanciamiento. A?adi¨® que, durante ese periodo, asumi¨® un papel no remunerado en una organizaci¨®n holandesa de apoyo a las startups que le exig¨ªa ¡°interactuar con una amplia gama de entidades empresariales, gubernamentales y no gubernamentales¡±. Dijo que lo hizo a petici¨®n del gobierno holand¨¦s y con la aprobaci¨®n de la Comisi¨®n Europea.
Otros fichajes de ¡®puertas giratorias¡¯ (altos cargos que circulan sin obst¨¢culo del sector p¨²blico al sector privado y viceversa) fueron la bandada de antiguos colaboradores de Obama, que buscaban audiencias con secretarios del gabinete estadounidense, funcionarios de comercio, embajadores y l¨ªderes extranjeros.
Jim Messina, ex jefe de gabinete adjunto de Obama, se convirti¨® en consultor pol¨ªtico en 2013 y tom¨® a Uber como cliente. Los registros muestran que a veces se encontraba en un doble papel: Messina, por ejemplo, pregunt¨® a un lobista de Uber si deb¨ªa discutir los problemas regulatorios de la compa?¨ªa en Espa?a con el entonces presidente Mariano Rajoy mientras asesoraba en la campa?a pol¨ªtica de Rajoy, muestran los documentos.
Messina tambi¨¦n ayud¨® a poner en contacto a ejecutivos de Uber con diplom¨¢ticos estadounidenses, entre ellos John B. Emerson, embajador de Estados Unidos en Alemania durante el gobierno de Obama, y uno de los predecesores de Emerson, Robert Kimmitt, entonces consejero principal del bufete de abogados WilmerHale. El bufete buscaba trabajo asistiendo a Uber a superar los obst¨¢culos legales en Alemania.
Los documentos filtrados arrojan luz sobre los v¨ªnculos de MacGann y Messina con Jane Hartley, embajadora de Estados Unidos en Francia desde 2014 hasta 2017. Hartley consigui¨® su prestigioso puesto diplom¨¢tico tras recaudar grandes cantidades de dinero para la campa?a de Obama.
Con la empresa enfrentando obst¨¢culos regulatorios en Francia, MacGann solicit¨® una reuni¨®n con la embajadora. Envi¨® un mensaje de texto a Messina un d¨ªa antes de la cita, pregunt¨¢ndole si ten¨ªa alg¨²n mensaje para Hartley. ¡°Dile que la quiero¡±, respondi¨® Messina. ¡°Le dimos FRANCIA¡±.
Adrian Durbin, portavoz de Messina, dijo que Messina nunca hizo cabildeo por Uber ni habl¨® con ning¨²n jefe de Estado en nombre de Uber. ¡°El trabajo del se?or Messina para Uber consisti¨® en ayudarles a entender el panorama pol¨ªtico de ciertos pa¨ªses europeos en los que la empresa buscaba hacer crecer su negocio¡±, dijo Durbin.
Durbin no coment¨® las preguntas siguientes sobre las conversaciones privadas que, seg¨²n los archivos de Uber, Messina dijo a los ejecutivos de Uber que estaba manteniendo con jefes de Estado.
Plouffe, exasesor de Obama, se uni¨® a Uber como jefe de marca, comunicaciones y pol¨ªtica global en 2014. Fue el art¨ªfice de la campa?a presidencial de Obama en 2008, que hab¨ªa prometido, entre otras reformas, frenar los grupos de lobby de puertas giratorias. Los documentos muestran que desempe?¨® un papel m¨¢s importante de lo que se sab¨ªa en las luchas regulatorias internacionales de Uber.
Plouffe mantuvo reuniones que no se dieron a conocer con varios funcionarios estadounidenses, entre ellos el entonces secretario de Trabajo, Tom P¨¦rez, y el embajador Hartley.
Un portavoz del Departamento de Estado dijo que Hartley, ahora embajador de EE UU en el Reino Unido, no recordaba ninguna discusi¨®n con Plouffe o Messina sobre Uber. P¨¦rez no respondi¨® a las repetidas solicitudes de comentarios.
Plouffe tambi¨¦n se reuni¨® con funcionarios de pa¨ªses en los que Uber estaba librando batallas regulatorias, incluyendo a India. En la India, se dijo a los empleados de Uber que esperaran perturbaciones por parte de los competidores y de los reguladores cuando la empresa lanzara sus operaciones. ¡°Acepten el caos¡±, dijo en un mensaje el m¨¢ximo responsable de la empresa en Asia.
En los Emiratos ?rabes Unidos, la empresa recurri¨® a Plouffe para ¡°suavizar la imagen de Uber¡±, dijo una especialista en pol¨ªticas p¨²blicas de Uber, Joanne Kubba, en un correo electr¨®nico que figura en los documentos filtrados.
En una declaraci¨®n, Kubba dijo a ICIJ: ¡°Las reuniones de David no impidieron ni retrasaron nada; simplemente sirvieron para mostrar que ten¨ªamos l¨ªderes responsables y maduros en la empresa que ser¨ªan contrapartes profesionales con el gobierno¡±.
Plouffe trabaj¨® para Uber desde 2014 hasta enero de 2017. Justo antes de renunciar, pag¨® 7,6 millones de d¨®lares por una casa de 2.000 metros cuadrados en San Francisco.
Al mes siguiente, la Junta de ?tica de Chicago mult¨® a Plouffe con 90.000 d¨®lares por hacer lobby ilegalmente con el entonces alcalde de Chicago, Rahm Emanuel. Emanuel hab¨ªa sido jefe de gabinete de Obama.
En un comunicado, Plouffe reconoci¨® ¡°un debate muy p¨²blico, global y a veces feroz¡± sobre las regulaciones del transporte m¨®vil durante su tiempo en la compa?¨ªa.
¡°A veces esos debates y negociaciones fueron directos, a veces fueron m¨¢s desafiantes, y a veces hab¨ªa gente dentro de la empresa que quer¨ªa ir demasiado lejos¡±, dijo Plouffe en un comunicado de tres p¨¢rrafos. ¡°Hice todo lo posible por oponerme cuando cre¨ªa que se iban a cruzar las l¨ªneas. A veces con ¨¦xito, a veces no¡±.
¡°Perm¨ªtanme decirles¡±, dijo Plouffe, ¡°si entras en la habitaci¨®n con un ministro de transporte, no importa d¨®nde sea, un capitolio, un ayuntamiento, una capital europea, un pa¨ªs africano, no les importa lo que yo o cualquier otro haya hecho antes¡±. Las negociaciones, a?adi¨®, ¡°tienden a ser muy espec¨ªficas sobre toda una serie de cuestiones relacionadas con el uso compartido de veh¨ªculos¡±.
Uber no hizo comentarios sobre los esfuerzos espec¨ªficos de lobby, pero dijo que, a medida que la empresa ¡°madur¨®¡±, reforz¨® la supervisi¨®n del lobby y estableci¨® nuevas directrices para el cabildeo en Europa.
¡°Uber cumple con sus obligaciones de divulgar sus actividades cuando se le requiere¡±, dijo Hazelbaker. ¡°A su vez, es responsabilidad de los funcionarios elegidos revelar las reuniones cuando se les exige hacerlo¡±.
El bot¨®n de p¨¢nico
Un lunes de noviembre de 2014 por la tarde, la oficina de Uber en Par¨ªs, situada en un frondoso parque empresarial, recibi¨® visitas inesperadas: inspectores franceses.
¡°Por favor, corten el acceso ahora¡±, escribi¨® a sus colegas el abogado de Uber Zac de Kievit por correo electr¨®nico.
De Kievit se refer¨ªa al llamado kill switch, que, al activarse, desconectaba los ordenadores de los servidores de la empresa. De este modo se evitaba que las autoridades incautaran documentos sensibles de la compa?¨ªa.
A lo largo de casi un a?o, mientras Uber se expand¨ªa por todo el mundo, la empresa utiliz¨® el bot¨®n de p¨¢nico para impedir que la polic¨ªa accediera a sus sistemas durante las redadas de oficinas en Francia, as¨ª como en Ruman¨ªa, Pa¨ªses Bajos, B¨¦lgica, India y Hungr¨ªa.
Los Uber Files revelan que el jefe de pol¨ªtica de Uber, Plouffe, particip¨® en las discusiones sobre al menos dos de las redadas mientras se llevaban a cabo. En marzo de 2015, pidi¨® informaci¨®n mientras la polic¨ªa allanaba la oficina de Par¨ªs por al menos la segunda vez.
¡°La polic¨ªa sigue all¨ª. Gran fuerza (alrededor de 25)¡±, escribi¨® el entonces lobista MacGann en un correo electr¨®nico reenviado a Plouffe. ¡°La polic¨ªa intenta entrar en los ordenadores port¨¢tiles¡±.
¡°Ok¡±, respondi¨® Plouffe. ¡°Actualizaciones en tiempo real, por favor¡±.
¡°El acceso a las herramientas inform¨¢ticas fue cortado inmediatamente, as¨ª que la polic¨ªa no podr¨¢ conseguir mucho, si es que consigue algo¡±, dijo MacGann a Plouffe.
En otra redada en Par¨ªs, en julio de 2015, MacGann le dijo al gerente de Uber en Francia, Thibaud Simphal, en un mensaje de texto que ¡°usara el manual de jugadas de ¡®Zachary de Kievit¡¯¡±.
¡°Pruebe con algunos port¨¢tiles¡±, escribi¨®, ¡°mu¨¦strese confuso cuando no pueda obtener acceso, diga que el equipo de IT est¨¢ en SF [San Francisco] y profundamente dormido, y que de todos modos todo esto est¨¢ controlado por UberBV [la sede central de la empresa en los Pa¨ªses Bajos], por lo que deber¨ªan escribir a UberBV con su solicitud¡±.
Simphal respondi¨®: ¡°Oh, s¨ª, ya hemos utilizado ese manual de jugadas tantas veces que lo m¨¢s dif¨ªcil es seguir haci¨¦ndose el sorprendido¡±.
La empresa tambi¨¦n identificaba a la polic¨ªa o a los funcionarios del gobierno que cre¨ªa que estaban pidiendo coches de Uber para reunir pruebas. As¨ª pod¨ªa mostrarles una versi¨®n falsa de la aplicaci¨®n con coches fantasma que nunca llegaban¡±
El bot¨®n de p¨¢nico no fue la ¨²nica arma tecnol¨®gica que Uber despleg¨® para esquivar a la polic¨ªa y a los reguladores. La empresa tambi¨¦n identificaba a la polic¨ªa o a los funcionarios del gobierno que cre¨ªa que estaban pidiendo coches de Uber para reunir pruebas. As¨ª pod¨ªa mostrarles una versi¨®n falsa de la aplicaci¨®n con coches fantasma que nunca llegaban. Lo hizo en los Pa¨ªses Bajos, B¨¦lgica, Rusia, Bulgaria, Dinamarca, Espa?a y otros pa¨ªses.
El personal discuti¨® la creaci¨®n de ¡°geocercos¡± alrededor de las comisar¨ªas de polic¨ªa en Dinamarca. Cualquiera que se encontrara dentro de los cercos geolocalizados no podr¨ªa utilizar la aplicaci¨®n con ¨¦xito a menos que fuera autorizado por un empleado de Uber.
En Bruselas, las autoridades locales contrataron a empresas para reclutar a usuarios falsos, o ¡°clientes misteriosos¡±, para que participaran en las redadas contra Uber. Ped¨ªan coches para que las autoridades pudieran actuar contra los conductores cuando llegaran. Uber habl¨® de pedir a sus empleados que se inscribieran como usuarios con nombres falsos con la esperanza de que les avisaran cuando la polic¨ªa estuviera reclutando para alguna de las pr¨®ximas redadas.
En 2014, Gore-Coty, entonces director regional de Uber para Europa Occidental, escribi¨® al personal que las t¨¢cticas ¡°para luchar contra la aplicaci¨®n de la ley¡± se hab¨ªan recopilado en un ¡°muy buen manual de jugadas¡±.
Gore-Coty, uno de los primeros miembros del equipo de Uber, no respondi¨® a las preguntas del ICIJ sobre un manual de jugadas para luchar contra la aplicaci¨®n de la ley.
En una declaraci¨®n enviada por correo electr¨®nico, Gore-Coty expres¨® su remordimiento por algunas de las t¨¢cticas de Uber. ¡°Me un¨ª a Uber hace casi diez a?os, al principio de mi carrera¡±, dijo. ¡°Era joven e inexperto y con demasiada frecuencia recib¨ª instrucciones de superiores con una ¨¦tica cuestionable¡±.
Ni Gore-Coty ni Plouffe respondieron a las preguntas sobre el bot¨®n de p¨¢nico.
Simphal, entonces gerente de Uber Francia y ahora jefe global de sostenibilidad, dijo que todas sus interacciones con las autoridades p¨²blicas se llevaron a cabo de buena fe. En una declaraci¨®n escrita, MacGann dijo: ¡°En todas las ocasiones en las que particip¨¦ personalmente en actividades de ¡®kill switch¡¯, actu¨¦ por orden expresa de mi direcci¨®n en San Francisco¡±.
De Kievit no respondi¨® a las solicitudes de comentarios. En la actualidad, Uber dijo que coopera habitualmente con las fuerzas del orden y que ya no utiliza la tecnolog¨ªa para frustrarlas.
¡°Uber no tiene un ¡®bot¨®n de p¨¢nico¡¯ dise?ado para frustrar las investigaciones regulatorias en ninguna parte del mundo y no lo ha hecho desde que Dara [Khosrowshahi] se convirti¨® en CEO en 2017¡å, dijo la portavoz Hazelbaker. ¡°Si bien todas las empresas tienen software para proteger de forma remota sus dispositivos corporativos (por ejemplo, si un empleado pierde su port¨¢til), ese software nunca deber¨ªa haberse utilizado para frustrar las acciones regulatorias leg¨ªtimas¡±.
Despu¨¦s de que Uber lanzara sus primeros esfuerzos internacionales, en Par¨ªs en 2011, la empresa se top¨® con una rigurosa aplicaci¨®n de la ley por parte de las autoridades francesas y con la feroz oposici¨®n de los servicios de taxi establecidos. Las protestas de los taxistas contra Uber se volvieron violentas y, en 2014, la Asamblea Nacional aprob¨® una ley pro-taxi que regulaba Uber.
Las autoridades francesas empezaron a investigar a Uber por posibles infracciones, como la violaci¨®n de leyes fiscales y la operaci¨®n de un servicio de taxis sin permiso. La poderosa agencia de protecci¨®n del consumidor de Francia, la Direcci¨®n General de Pol¨ªtica de Competencia, Consumo y Control del Fraude, se enfoc¨® en si UberPOP, el servicio de bajo coste sin licencia de la empresa, era ilegal.
Uber se hab¨ªa preparado para este tipo de lucha.
Uber y una empresa asesora recopilaron listas de ¡°partes interesadas¡±, sobre todo en Europa, seg¨²n muestran las comunicaciones filtradas. En Francia, la empresa identific¨® a m¨¢s de 250 aliados, adversarios y otros, incluidos unos 180 pol¨ªticos y funcionarios p¨²blicos.
Despu¨¦s de que Emmanuel Macron se convirtiera en ministro de Econom¨ªa en agosto de 2014, Uber descubri¨® que ten¨ªa un aliado de alto rango. Macron, que entonces ten¨ªa 36 a?os, era conocido como un tecn¨®crata orientado a los negocios que en su d¨ªa trabaj¨® en el banco de inversi¨®n Rothschild & Co. Como ministro de Econom¨ªa, supervisaba la agencia de protecci¨®n del consumidor.
Le Monde, socio del ICIJ, document¨® m¨¢s de una docena de comunicaciones en los Uber Files ¡ªcorreos electr¨®nicos, textos, reuniones, llamadas¡ª entre Macron o sus colaboradores y Uber entre septiembre de 2014 y febrero de 2016.
Poco despu¨¦s de convertirse en ministro, Macron tuvo una reuni¨®n con Kalanick, seg¨²n los documentos. MacGann la describi¨® como ¡°espectacular¡±. Macron dijo a los reguladores que no fueran ¡°demasiado conservadores¡±, comprometi¨¦ndose esencialmente a interpretar la legislaci¨®n de los taxis de manera m¨¢s favorable para Uber, dijo MacGann en un correo electr¨®nico.
Macron ¡°recibi¨® a Uber en un ambiente notablemente c¨¢lido, amistoso y constructivo¡±, escribi¨® MacGann. ¡°Un claro deseo por su parte de trabajar en torno a la... legislaci¨®n¡±.
En otro intercambio, en julio de 2015, Kalanick pregunt¨® a Macron si se pod¨ªa confiar en el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve. Macron respondi¨® que se hab¨ªa reunido con Cazeneuve y el entonces primer ministro Manuel Valls el d¨ªa anterior y que Cazeneuve hab¨ªa aceptado un ¡°acuerdo¡±. Macron dijo que modificar¨ªa la ley, y m¨¢s tarde, esa misma noche, la empresa suspendi¨® UberPOP en Francia.
Cazeneuve dijo a Le Monde que nunca hab¨ªa o¨ªdo hablar de un acuerdo entre el gobierno franc¨¦s y Uber. Macron, asegur¨®, no le dijo nada al respecto.
Hazelbaker dijo que la empresa cerr¨® UberPOP por los altos niveles de violencia contra conductores y pasajeros. ¡°La suspensi¨®n de UberPOP no fue seguida de ninguna manera por regulaciones m¨¢s favorables¡±, dijo.
En respuesta a las preguntas del ICIJ, la oficina de Macron dijo que el sector de los servicios franc¨¦s estaba agitado en ese momento debido al aumento de plataformas como Uber, que se enfrentaba a obst¨¢culos administrativos y desaf¨ªos regulatorios. La oficina no respondi¨® a las preguntas sobre la relaci¨®n de Macron con Uber.
La crisis en Marsella lleg¨® a su punto ¨¢lgido despu¨¦s de que los taxistas impidieran que un ejecutivo de Uber hablara en una feria de negocios en la que participaban empresarios. Citando ¡°enfrentamientos y excesos que perturban el orden p¨²blico¡±, la rama local de la polic¨ªa nacional suspendi¨® UberX ¡ªel servicio m¨¢s popular de Uber¡ª en los distritos del centro de la ciudad y alrededor del aeropuerto y la estaci¨®n de tren.
Un ¡°consternado¡± MacGann envi¨® un mensaje de texto a Macron al d¨ªa siguiente, y el ministro respondi¨® 11 horas despu¨¦s: ¡°Me ocupar¨¦ de esto personalmente. D¨¦jeme tener todos los datos y decidiremos esta tarde. Mantengamos la calma en este momento¡±.
Esa noche, el jefe de la polic¨ªa nacional local dio marcha atr¨¢s y prometi¨® revisar la orden. Doce d¨ªas m¨¢s tarde, las autoridades emitieron una nueva orden en la que dec¨ªan que la prohibici¨®n se aplicaba a los conductores de Uber sin licencia y no regulados en toda la jurisdicci¨®n. Las autoridades negaron haber recibido presiones del ministerio de Macron.
Uber consider¨® el resultado como una victoria: ¡°Prohibici¨®n revertida¡±, dec¨ªa la actualizaci¨®n semanal interna de la compa?¨ªa, ¡°tras la intensa presi¨®n de Uber¡±.
Un juego de alto riesgo
Diez ejecutivos de Uber acudieron a la estaci¨®n de esqu¨ª de Davos (Suiza) para charlar, festejar y llegar a acuerdos con l¨ªderes mundiales y oligarcas en el Foro Econ¨®mico Mundial de 2016.
En esta reuni¨®n de cuatro d¨ªas a la que solo se puede acceder por invitaci¨®n, Uber tambi¨¦n impresion¨® al entonces vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, con el compromiso de la empresa con los trabajadores.
Uno de los temas de Davos 2016 fue la revoluci¨®n digital y el futuro del trabajo. Un resumen informativo de Uber de 98 p¨¢ginas revela que el entonces consejero delegado de Uber, Kalanick, y sus subordinados, ten¨ªan citas con cuatro primeros ministros, dos vicepresidentes de la Comisi¨®n Europea, el ministro franc¨¦s Macron y un pu?ado de l¨ªderes m¨¢s. Tambi¨¦n ten¨ªan previsto asistir a una fiesta nocturna organizada por el financiero brit¨¢nico Nat Rothschild y Oleg Deripaska, un aliado clave del presidente ruso Vladimir Putin.
¡°As¨ª que un vicepresidente y dos primeros ministros hoy¡±, escribi¨® en un correo electr¨®nico Rachel Whetstone, la principal ejecutiva de comunicaciones de Uber en ese momento, al jefe el 20 de enero, el primer d¨ªa del foro de Davos. Dijo que su agenda tambi¨¦n inclu¨ªa un c¨®ctel y una cena con la fil¨¢ntropa Melinda Gates, una charla con la fundadora del Huffington Post, Arianna Huffington, y un encuentro con el multimillonario ruso Herman Gref, jefe del ahora sancionado Sberbank, durante una recepci¨®n organizada por el banco ruso. Y por ¨²ltimo, una ¡°copa totalmente opcional¡± en el Grand Hotel Belvedere, una fortaleza con columnas que se eleva sobre el paseo de Davos.
Entre bastidores, Kalanick habl¨® con l¨ªderes mundiales y altos funcionarios de los pa¨ªses en los que Uber estaba tratando de expandirse.
Se reuni¨® con Xavier Bettel, primer ministro de Luxemburgo, y con el entonces ministro de Comercio e Industria de Arabia Saud¨ª, Tawfig al-Rabiah, seg¨²n muestran los documentos. ¡°Fue un placer¡±, escribi¨® posteriormente Al-Rabiah. ¡°Esperamos apoyarle para que tenga pronto su licencia oficial¡±.
Netanyahu, primer ministro de Israel, expres¨® p¨²blicamente su apoyo a Uber poco despu¨¦s de su reuni¨®n con Kalanick.
¡°Romperemos la resistencia. Trabajemos en paralelo¡±, dijo Netanyahu, seg¨²n las notas de la reuni¨®n.
Uber tuvo especial cuidado en mantener la confidencialidad de la reuni¨®n de Kalanick con Biden, ¡°incluso con los equipos internos¡±. La charla se organiz¨® a trav¨¦s de una cadena de exfuncionarios de Obama.
Acompa?ado por un exagente del Servicio Secreto, Kalanick se reuni¨® con Biden en la suite de este en el Hotel InterContinental, conocido como el ¡°huevo de oro¡± por su forma ovalada. Su conversaci¨®n se centr¨® en las afirmaciones de Uber de que estaba creando muchos puestos de trabajo y proporcionando empleos que ofrec¨ªan a la gente una forma flexible de ganar dinero. El encuentro tuvo el efecto deseado. Biden cambi¨® sus comentarios preparados en el foro para referirse Uber, seg¨²n un mensaje de un asesor de Biden a un empleado de Uber.
¡°Hoy me he reunido con el director general de una de esas empresas¡±, dijo Biden en su discurso de apertura, aludiendo a Kalanick y Uber y citando la proyecci¨®n de Kalanick sobre el impacto de las empresas de transporte privado en las econom¨ªas del mundo. ¡°[Dice] que va a a?adir dos millones de nuevos puestos de trabajo este a?o, permiti¨¦ndoles la libertad de trabajar tantas horas como deseen, gestionar sus propias vidas como quieran¡±.
En respuesta a las preguntas del ICIJ el mes pasado, una portavoz de la Casa Blanca dijo que Biden estaba ¡°comprometido con la lucha contra la clasificaci¨®n incorrecta de los empleados, que priva a los trabajadores de protecciones y beneficios esenciales, incluyendo el salario m¨ªnimo, las horas extras y las licencias familiares y de salud¡±.
Las proyecciones de empleo en Davos eran demasiado halag¨¹e?as. Muchos de los conductores de Uber ¡ªcontratados a tiempo parcial y por cuenta propia¡ª estaban ganando menos del salario m¨ªnimo. En muchos pa¨ªses en los que Uber se hab¨ªa implantado r¨¢pidamente, sus conductores eran amenazados y atacados por pasajeros, ladrones y taxistas tradicionales.
En Sud¨¢frica, Uber dej¨® que los conductores comenzaran a aceptar dinero en efectivo en mayo de 2016 como parte de un esfuerzo para aumentar el n¨²mero de pasajeros, y los miembros de las pandillas ped¨ªan viajes en la aplicaci¨®n simplemente para robar a los conductores. En agosto de 2019, dos matones atacaron a un conductor de Uber que muri¨® luego de ser golpeado en la cabeza con un ladrillo, seg¨²n la fiscal¨ªa.
Los conductores de Ciudad del Cabo, en Sud¨¢frica, dijeron a The Washington Post que varios conductores fueron quemados vivos en sus coches.
¡°Ya no me veo conduciendo para la plataforma. Tengo demasiado miedo¡±, dijo Faiza Haupt, de 61 a?os, en una entrevista con el ICIJ. Haupt comenz¨® a conducir para Uber en Ciudad del Cabo en 2014, con la esperanza de convertirse en una empresaria independiente. Al principio, el trabajo era reconfortante. Luego, Uber empez¨® a cobrar una comisi¨®n m¨¢s alta mientras las tarifas segu¨ªan siendo las mismas.
Renunci¨® en 2016, despu¨¦s de que un pasajero enfadado la atacara desde el asiento trasero, tir¨¢ndole del pelo y golpe¨¢ndola. ¡°Perd¨ª el control y pens¨¦ que iba a chocar¡±, dijo Haupt. ¡°Para una mujer que conduce, da miedo¡±.
Entre 2014 y 2015, Uber redujo dr¨¢sticamente el salario de los conductores en Ciudad del Cabo, recortando una bonificaci¨®n de 4 d¨®lares por viaje a casi cero, seg¨²n documentos filtrados. Ciudad del Cabo se convirti¨® en uno de los mercados m¨¢s rentables de Uber.
En los ¨²ltimos cinco a?os, Uber dijo que se ha centrado en ¡°reorientar toda la cultura de Uber ¡ªde arriba hacia abajo¡ª en torno a la seguridad¡±, invirtiendo fuertemente en nuevas tecnolog¨ªas y otras caracter¨ªsticas de seguridad para mantener a los pasajeros y conductores seguros.
¡°Hay muchas cosas que nuestro antiguo CEO dijo hace casi una d¨¦cada que ciertamente no aprobar¨ªamos hoy¡±, sostuvo Hazelbaker. ¡°Pero una cosa que s¨ª sabemos y sentimos con fuerza es que nadie en Uber se ha alegrado de la violencia contra un conductor¡±.
Sin embargo, los documentos filtrados muestran que Kalanick y algunos otros ejecutivos de Uber vieron la violencia y los ataques a sus conductores como oportunidades estrat¨¦gicas para construir el apoyo a su causa. No asumieron ninguna responsabilidad por la violencia, a pesar de que el avance de Uber en nuevos mercados, a menudo violando las leyes locales, la estaba desencadenando.
Apenas una semana despu¨¦s de la reuni¨®n de Kalanick con Biden ¡ªcuando los taxistas franceses estaban planeando protestas que se volver¨ªan violentas contra los conductores de Uber¡ª, Kalanick envi¨® un texto a sus colegas refiri¨¦ndose a la potenciales ventajas del desorden: ¡°La violencia garantiza el ¨¦xito¡±.
No ha sido la ¨²nica vez que los directivos de Uber intentaron utilizar la violencia contra sus conductores en su beneficio. En 2015, los taxistas de Bruselas organizaron una campa?a de acoso contra Uber. Lanzaron huevos a los coches de Uber, rompieron los espejos retrovisores y se llevaron las llaves de los conductores. Algunos incluso amenazaron con ¡°lincharlos¡±.
El director general de la empresa en B¨¦lgica se?al¨®: ¡°Un conductor ya dio un paso al frente para hablar con la prensa: el taxi le arroj¨® un saco lleno de harina sobre ¨¦l y los pasajeros. Present¨® cargos y un taxista habr¨ªa pasado una noche en la c¨¢rcel --> ?Buena historia!¡±.
Tras sustituir a Kalanick en 2017, Dara Khosrowshahi dirigi¨® Uber durante un debut burs¨¢til inestable, una ca¨ªda de pasajeros inducida por la pandemia y una revisi¨®n de las pr¨¢cticas empresariales. ¡°Dara reescribi¨® los valores de la compa?¨ªa, renov¨® el equipo de liderazgo, hizo de la seguridad una de las principales prioridades de la compa?¨ªa, implement¨® el mejor gobierno corporativo de su clase, contrat¨® a un presidente de la junta directiva independiente e instal¨® los rigurosos controles y el cumplimiento necesarios para operar como una compa?¨ªa p¨²blica¡±, dijo la portavoz Hazelbaker. ¡°Hemos pasado de una era de confrontaci¨®n a otra de colaboraci¨®n, demostrando la voluntad de sentarnos a la mesa y encontrar un terreno com¨²n con los antiguos oponentes, incluidos los sindicatos y las empresas de taxis¡±.
Hazelbaker reconoci¨® que la compa?¨ªa no siempre ha tratado a los conductores con suficiente cuidado y respeto, pero ha mejorado desde 2017. Los ingresos de los conductores a nivel mundial est¨¢n cerca o en un m¨¢ximo hist¨®rico, dijo, y Uber ahora aboga ¡°globalmente por m¨¢s beneficios y protecciones¡±.
Sin embargo, Uber sigue lidiando con las secuelas de su tumultuoso despliegue internacional.
Algunos conductores de Uber, especialmente en pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo como Sud¨¢frica, siguen quej¨¢ndose de los horarios extenuantes y la escasa remuneraci¨®n. Muchos han suscrito acuerdos de leasing de alto coste para sus coches de Uber. Durante la pandemia, algunos no pod¨ªan llegar a fin de mes, ya que se esforzaban por pagar el coche.
En la India, los conductores pagan a Uber entre el 20% y el 30% de sus tarifas en concepto de comisiones, el doble que cuando Uber se lanz¨® en la mayor democracia del mundo, seg¨²n el grupo de defensa de la econom¨ªa colaborativa Fairwork India.
En el Reino Unido y los Pa¨ªses Bajos, los tribunales han dictaminado que los conductores de Uber est¨¢n cubiertos por la legislaci¨®n laboral.
En otros lugares, las sentencias han sido contrarias a los choferes. En Estados Unidos, la Junta Nacional de Relaciones Laborales declar¨® que los conductores de Uber son contratistas independientes que no tienen derecho a formar sindicatos ni a negociar colectivamente.
Despu¨¦s de acumular m¨¢s de 20.000 millones de d¨®lares en p¨¦rdidas durante m¨¢s de 10 a?os, Uber finalmente comenz¨® a acercarse a la rentabilidad en 2022.
En mayo, los accionistas de Uber votaron en contra de una propuesta que habr¨ªa exigido a la empresa la divulgaci¨®n completa de sus actividades y gastos de lobby.
En respuesta a las preguntas del ICIJ, Uber no revel¨® cu¨¢nto gast¨® en el ¨²ltimo a?o en lobby internacional ni qui¨¦n recibi¨® el dinero.
Colaboraron con este reportaje: Scilla Alecci, Dean Starkman, Delphine Reuter, Ben Hallman, Jelena Cosic, Fergus Shiel, Mike Hudson, Emilia Diaz-Struck, Miguel Fiandor, Richard H.P. Sia, Hamish Boland-Rudder, Asraa Mustufa, Pierre Romera, Gerard Ryle, Antonio Cucho Gamboa, Joe Hillhouse, Tom Stites, Whitney Awanayah, Margot Williams, Soline Led¨¦sert, Bruno Thomas, Caroline Desprat, Maxime Vanza Lutaonda, Damien Leloup, Adrien Senecat, Elodie Gueguen, Felicity Lawrence, Rob Davies, Jennifer Rankin, Aaron Davis, Robin Amer, Joseph Menn, Douglas Macmillan, Rick Noack, Linda van der Pol, Uri Blau, Dirk Waterval, Karlijn Kuijpers.