Biden mete de lleno a la Casa Blanca en la campa?a electoral

Joe Biden se ha metido de lleno en campa?a. Y con ¨¦l, ha metido a la Casa Blanca. El presidente de Estados Unidos sabe que en las elecciones legislativas del 8 de noviembre se juega mucho. Y ha decidido no quedarse quieto. Biden est¨¢ utilizando de forma estrat¨¦gica los actos institucionales como presidente para atacar a los republicanos y para atraer votantes en Estados decisivos. Los miembros de su gabinete se est¨¢n movilizando tambi¨¦n y hasta la cuenta de Twitter de la Casa Blanca se ha puesto en modo de campa?a, alejada del papel institucional.

El presidente ha acudido este viernes a Ohio, la misma semana en que ya ha visitado Pensilvania y Wisconsin. Y el pr¨®ximo mi¨¦rcoles va a Detroit (M¨ªchigan). Aunque Ohio se ha vuelto m¨¢s republicano ¡ªo trumpista¡ª y ha dejado de representar al electorado medio del pa¨ªs, son cuatro Estados de voto cambiante. Biden los ha elegido estrat¨¦gicamente para algunos de sus discursos presidenciales m¨¢s relevantes a solo dos meses de las elecciones.

Este viernes, el presidente ha presumido de su proyecto CHIPS, la ley para impulsar la producci¨®n de semiconductores, en su visita a la futura f¨¢brica de Intel. En casi todos sus viajes est¨¢ aprovechando su ley estrella clim¨¢tica, fiscal y sanitaria, la llamada Ley de Reducci¨®n de la Inflaci¨®n. Adem¨¢s, Biden convoc¨® este martes a su gabinete en la Casa Blanca para discutir sobre c¨®mo impulsar los proyectos de esas dos leyes y la de infraestructuras. Las reuniones del gabinete son poco frecuentes: esta ha sido la cuarta desde que Biden asumi¨® la presidencia en enero de 2021. Lo componen la vicepresidenta, los 15 secretarios de departamentos ejecutivos, el jefe de gabinete y otros ocho miembros con diferentes cargos.

El presidente y su jefe de gabinete despachan directamente con los secretarios de los departamentos y el ¨®rgano colegiado no aprueba proyectos ni decretos ni tiene competencias espec¨ªficas m¨¢s all¨¢ de asesorar al presidente, as¨ª que sus reuniones tienen tambi¨¦n algo de simb¨®lico. De hecho, el discurso inicial de Biden en la reuni¨®n de gabinete fue p¨²blico y puede interpretarse en clave electoral.

Pedir el voto

En un pa¨ªs en que no hay l¨ªmite temporal a las campa?as electorales ni restricciones legales para inauguraciones y otros actos p¨²blicos cuando se acerca la votaci¨®n, que Biden presuma de sus logros recientes entra dentro de lo normal. Pero ha ido algo m¨¢s all¨¢ y se ha lanzado, por un lado, a pedir abiertamente el voto en actos presidenciales y, por otro, a atacar a los republicanos m¨¢s extremistas, casi en cada uno de sus discursos.

Este lunes, por ejemplo, estuvo en Milwaukee (Wisconsin) y en Pittsburgh (Pensilvania), tratando de retener el voto trabajador. Interven¨ªa en calidad de presidente, dentro de la agenda oficial de la Casa Blanca. Aun as¨ª, no se cort¨®: ¡°Ganaremos si la gente vota. As¨ª que recuerden todos: voten. Salgan a votar. Si votamos, ganaremos, restableceremos este pa¨ªs y lo haremos a¨²n mejor de lo que era antes¡±, dijo en Milkwaukee. En un acto presidencial en Wilkes-Barre (Pensilvania) pidi¨® abiertamente el voto para los candidatos dem¨®cratas a gobernador y a senador.

Pero adem¨¢s de pedir el voto, Biden est¨¢ utilizando sus actos como presidente para atacar a los republicanos. ¡°He estado luchando contra las farmac¨¦uticas toda mi carrera. Y por fin las hemos vencido. Finalmente, derrotamos a las farmac¨¦uticas. Sin un solo voto republicano. Ni un solo voto¡±, resalta con frecuencia.

Ataques a Trump

Los principales dardos van directamente contra su antecesor, Donald Trump, y sus partidarios. Fue en un acto de partido donde tach¨® su ideolog¨ªa de ¡°semifascismo¡±, pero en las intervenciones institucionales no se ha quedado atr¨¢s: ¡°Est¨¢ claro hacia d¨®nde van los nuevos republicanos MAGA. Son extremistas. Y la democracia est¨¢ realmente en juego. No puedes ser una democracia si apoyas la violencia cuando no te gusta el resultado de unas elecciones¡±.

El m¨¢s pol¨¦mico fue el discurso en horario de m¨¢xima audiencia que dio la semana pasada en Filadelfia (Pensilvania). Tanto por la f¨®rmula como por la escenograf¨ªa elegida. Las cadenas de televisi¨®n interpretaron que la ocasi¨®n no merec¨ªa alterar su programaci¨®n e ignoraron el discurso del presidente mientras se produc¨ªa. Cuando el presidente se dirige a la naci¨®n de modo solemne, es frecuente que todos los canales conecten. En este caso, sin embargo, interpretaron que no hab¨ªa motivo para ello. As¨ª lo cre¨ªa, por ejemplo, Marc Thiessen, que escrib¨ªa los discursos de George W. Bush: ¡°Que el presidente en ejercicio se apropie de la instituci¨®n de un discurso presidencial en horario de m¨¢xima audiencia (...) y lo utilice para ataques partidistas no es un uso leg¨ªtimo de dicho foro¡±, escrib¨ªa en un art¨ªculo en The Washington Post.

Tambi¨¦n la puesta en escena fue motivo de cr¨ªticas. Los dem¨®cratas criticaron insistentemente durante el mandato de Trump lo que parec¨ªa un uso pol¨ªtico de los militares en actos donde su presencia no parec¨ªa necesaria. A Biden le escoltaban dos militares que formaban parte de la escenograf¨ªa. ¡°Lo ¨²nico peor que el discurso de Biden destrozando a sus conciudadanos es que se envuelva en nuestra bandera y en los marines para hacerlo¡±, escribi¨® en Twitter el congresista republicano Darrell Issa, representante por California, una cr¨ªtica que han compartido algunas asociaciones de veteranos militares.

A la portavoz de la Casa Blanca le preguntaron esta semana por la presencia de los militares: ¡°Pretend¨ªa demostrar el profundo y permanente respeto que el presidente siente por estos servicios, por los miembros del servicio, por estos ideales y por el papel ¨²nico que desempe?an nuestros militares independientes en la defensa de nuestra democracia, independientemente del partido que est¨¦ en el poder¡±, respondi¨®, asegurando que lo ve¨ªa como algo normal.

Biden tambi¨¦n est¨¢ movilizando a los miembros de su gabinete en esta larga campa?a. En el D¨ªa del Trabajo, el pasado 5 de septiembre, fue el secretario de ese departamento, Martin Walsh, un antiguo sindicalista, el que acompa?¨® a Biden en Wisconsin y Pensilvania. Y este jueves ha sido la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, la que se ha dedicado en una visita a Detroit (M¨ªchigan) a loar los logros econ¨®micos de Biden, pese a que su perfil es m¨¢s t¨¦cnico que pol¨ªtico.

La cuenta de Twitter de la Casa Blanca tambi¨¦n ha bajado al barro en las ¨²ltimas semanas. Normalmente, sus mensajes eran institucionales y casi burocr¨¢ticos, recogiendo con bastante retraso extractos de los discursos del presidente y compartiendo gr¨¢ficos o infograf¨ªas. Ahora ha pasado al ataque o, como m¨ªnimo, al contraataque. La Casa Blanca ha acusado esta semana a todos los congresistas republicanos diciendo que al votar contra la Ley de Reducci¨®n de la Inflaci¨®n votaron en contra de la ¡°reducci¨®n de los costes sanitarios y energ¨¦ticos, de la creaci¨®n de puestos de trabajo bien remunerados y de un sistema fiscal m¨¢s justo¡±. Tomando en cuenta que ha pasado m¨¢s de un mes desde que el Senado vot¨® esa ley, parece claro que el contenido es partidista y no institucional. Es una l¨ªnea en la que insiste: a finales de agosto la Casa Blanca public¨® un GIF con los nombres de los congresistas republicanos que hab¨ªan votado en contra.

Ese tipo de contenidos poco institucionales se han ido generalizando. ¡°La agenda MAGA promueve la lealtad ciega a Donald Trump¡±, tuiteaba la Casa Blanca la semana pasada. Pero quiz¨¢ la m¨¢s sonada ¡ªy viralmente exitosa¡ª de sus intervenciones fue la respuesta a congresistas republicanos que criticaban la quita parcial de la deuda universitaria como una concesi¨®n a privilegiados. La Casa Blanca respondi¨® con un hilo se?alando como hipocres¨ªa que los republicanos criticasen el perd¨®n de 10.000 o 20.000 euros de deuda estudiantil cuando algunos de ellos se hab¨ªan beneficiado de cientos de miles o millones de d¨®lares de deuda perdonada con cargo a programas de ayuda a empresas por a pandemia.

La que m¨¢s ha mantenido las formas ha sido la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. Aunque ha compartido algunos ataques a los republicanos, en sus ruedas de prensa diarias evita siempre, por ejemplo, referirse a la investigaci¨®n sobre Donald Trump y al registro de su casa en Mar-a-Lago (Florida). Y cuando le preguntan abiertamente por las legislativas, lo esquiva: ¡°No voy a hablar de nada que est¨¦ relacionado con las elecciones de mitad de mandato o con la pol¨ªtica. No puedo, estando donde estoy y tambi¨¦n dado el papel que tengo¡±, ha dicho esta semana. Mientras, Biden no ve inconveniente en hacer campa?a en el papel de presidente.

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