Ucrania peina las zonas liberadas a la caza de prorrusos
Miles de personas son interrogadas y sus m¨®viles revisados en el pueblo de Shevchenkove. Algunos acaban detenidos
Eran las cuatro de la tarde del lunes 12 de septiembre cuando varios agentes se presentaron en casa de Svetlana, una funcionaria de 56 a?os residente a las afueras de Kupiansk, en el noreste de Ucrania. Durante la ocupaci¨®n rusa, la mujer hab¨ªa seguido desempe?ando sus funciones en el registro, otorgando partidas de nacimiento y defunci¨®n, como en los ¨²ltimos 34 a?os. Tanto ella como su marido fueron trasladados a Shevchenkove, una localidad a una treintena de kil¨®metros donde las autoridades de Kiev llevan a cabo entrevistas e interrogatorios para tratar de averiguar qui¨¦n ha colaborado con el invasor. Algunos quedan detenidos, aunque el Gobierno de Kiev no ofrece datos concretos. Tras una noche en comisar¨ªa, el matrimonio fue puesto en libertad, pero un documento que debi¨® firmar ella la mantiene como testigo y la obliga a estar a disposici¨®n de los investigadores por si tuviera que declarar de nuevo. ¡°Mi puesto no era trabajar para Rusia, sino trabajar para la gente de Ucrania¡±, defiende Svetlana en declaraciones a EL PA?S.
En ocasiones, son los propios vecinos los que delatan a los que consideran colaboracionistas e incluso ponen pasquines en las calles con su foto. Pero, ?qui¨¦n ha trabajado realmente para el enemigo y qui¨¦n se ha mantenido en su puesto bajo amenazas y porque no hab¨ªa m¨¢s remedio? ¡°Algunas personas han huido o se han escondido. Yo ni me lo he planteado. Prefiero dar explicaciones. Si consideran que soy culpable, voy a responder. Mejor eso que tener miedo o estar escondida¡±, asegura Svetlana, cuyo deseo es poder retomar de nuevo su trabajo cuanto antes.
Las tropas ucranias pusieron en marcha el 6 de septiembre una contraofensiva en la regi¨®n de J¨¢rkov que les ha permitido recuperar casi todo el terreno que llevaba medio a?o en manos del enemigo. Desde el primer momento, los servicios secretos peinan esos municipios a la caza de prorrusos, vecinos que pasen informaci¨®n al enemigo, que hayan cometido abusos o aquellos que consideren que se han implicado en exceso con la administraci¨®n provisional impuesta por los invasores. Aunque muchos se han esfumado a trav¨¦s de la frontera con Rusia, Kiev se interesa especialmente por perfiles de funcionarios, concejales, profesores o antiguos miembros de las Fuerzas de Seguridad. Las visitas a casas, los interrogatorios, la inspecci¨®n de los tel¨¦fonos m¨®viles y los traslados ante los servicios secretos est¨¢n a la orden del d¨ªa. La informaci¨®n que obtienen sirve, adem¨¢s, para conocer m¨¢s detalles sobre c¨®mo se ha desarrollado la ocupaci¨®n.
Solo en J¨¢rkov hay unos 350.000 desplazados internos y en la zona que ha estado bajo poder de los rusos quedan menos de 100.000 personas, seg¨²n datos ofrecidos este lunes por el gobernador regional, Oleg Siehubov. De esos, muchos prefieren salir ahora a zonas m¨¢s seguras o donde dispongan de servicios como la luz o el agua, que est¨¢n en proceso de restablecer. Pero Kiev quiere tener ese flujo controlado.
En Shevchenkove hay un goteo de autobuses y coches particulares que llegan al aparcamiento de la plaza central, presidida por un monumento en piedra blanca en honor al insigne escritor y poeta Taras Shevchenko. Una nutrida presencia de polic¨ªas y militares vigilan el lugar. Tras descender de los veh¨ªculos, un centenar de personas hace cola a las puertas de un edificio en el que tiene su sede un diario local, donde han de someterse a un cuestionario. Hay ciudadanos de todas las edades y, en algunos casos, familias enteras. Algunos llegan con sus mascotas y unas cuantas maletas. Para la mayor¨ªa es un proceso r¨¢pido y pronto regresan al autob¨²s. Apenas unos minutos en los que les preguntan a qu¨¦ se dedican y qu¨¦ ha sido de su vida bajo la ocupaci¨®n rusa. Les revisan el tel¨¦fono m¨®vil, comprueban su pasaporte y fotograf¨ªan su documentaci¨®n y su rostro, seg¨²n los testimonios recogidos en el lugar.
Los habitantes de la zona conocen estas instalaciones de Shevchenkove como ¡°campo de filtraci¨®n¡±, expresi¨®n que la vice primera ministra, Irina Vereshchuk, se niega a aceptar, pues es un t¨¦rmino que utilizan los rusos, dice. Se trata de ¡°medidas de estabilizaci¨®n¡± que permiten, dentro de la ley, detectar a ¡°agentes enemigos¡± y ¡°grupos de saboteadores¡±, se?ala a este diario este lunes en la ciudad de J¨¢rkov. Vereshchuk es, adem¨¢s, ministra de los Territorios de Ucrania Temporalmente Ocupados, como se refiere el Ejecutivo de Kiev a las zonas del pa¨ªs que est¨¢n ilegalmente en manos de Mosc¨².
Sistema de educaci¨®n ruso
Con el fin de afianzar la ocupaci¨®n, las autoridades de Mosc¨² ya hab¨ªan impuesto en la zona que dominaban de la regi¨®n de J¨¢rkov el sistema de educaci¨®n ruso. El curso hab¨ªa echado a rodar el 1 de septiembre con un simulacro de evacuaci¨®n de las instalaciones en caso de ataque. Irina, profesora de dibujo y manualidades y tutora de una clase de noveno grado del Instituto n¨²mero dos de Kupiansk, cuenta que hab¨ªan recibido incluso libros nuevos adaptados al curriculum ruso. El centro segu¨ªa en manos de la misma direcci¨®n que el a?o pasado, pero cuenta que varios profesores hab¨ªan sido trasladados durante el verano a Rusia como parte de un proceso de adoctrinamiento. La gran contraofensiva ucrania puso fin al nuevo curso el 8 de septiembre.
Con los combates todav¨ªa retumbando en Kupiansk, Irina, de 48 a?os, tom¨® la decisi¨®n el pasado viernes de abandonar la ciudad en compa?¨ªa de su madre, Svetlana, de 69. Fueron evacuadas junto a otros vecinos por unos voluntarios en medio de una gran tromba de agua que no imped¨ªa que se siguiera combatiendo en la zona. Ya en Shevchenkove se presentaron en la sede del diario local para cumplimentar el chequeo de las autoridades, pero en apenas unos minutos un hombre vestido de militar les pidi¨® que las acompa?ara a dependencias policiales. All¨ª, el interrogatorio por parte de los servicios secretos se alarg¨® una hora. Se centr¨® sobre todo en el papel de Svetlana como contable de la Delegaci¨®n de Educaci¨®n de Kupiansk. Le insistieron sobre varios nombres concretos de personas. ¡°No nos culparon de nada. Todo fue correcto y en calma. Mi madre firm¨® un protocolo como testigo¡±, explica Irina. Ambas siguieron su camino hacia otra regi¨®n del pa¨ªs.
Al ser preguntada sobre qui¨¦n estaba al mando en la zona ocupada de J¨¢rkov, la profesora de instituto da un nombre sin dudarlo: Vitali Ganchev. Se trata de un antiguo funcionario y miembro de las Fuerzas de Seguridad de Ucrania que apoy¨® y se implic¨® en la insurrecci¨®n prorrusa en el este del pa¨ªs en 2014. Avanzada la invasi¨®n que comenz¨® el 24 de febrero, fue aupado a jefe de las autoridades de ocupaci¨®n rusas en J¨¢rkov. Su rostro es uno de los que aparece en la calle en los carteles de ¡°se busca¡±. Pero en cuanto el avance de las tropas locales triunf¨® y oblig¨® a la retirada rusa, Ganchev, como otros peces gordos de la Ucrania prorrusa, peg¨® el salto al otro lado de la frontera. Desde all¨ª, su ¨²ltima aparici¨®n p¨²blica ha sido el pasado fin de semana en el canal ruso Rossiya-24. ¡°No s¨¦ nada de entierros¡±, declar¨® refiri¨¦ndose a las fosas aparecidas con cientos de cuerpos en Izium (J¨¢rkov) tras el fin de la ocupaci¨®n de las tropas del Kremlin.
Un informe denuncia el sistema ruso de interrogatorios y detenci¨®n en los territorios ocupados
Las autoridades rusas mantienen en zonas que controlan de Ucrania un sistema de filtraje, interrogatorios y detención de la población autóctona que viola el derecho internacional, según denuncia un informe hecho público a finales de agosto en el que ha participado la Universidad estadounidense de Yale. Moscú invita a los ucranios a que acepten como autoridad al Kremlin, de hecho mantiene abiertas las fronteras para que estos pasen a Rusia sin problema por aquellos pasos fronterizos que están en zona ocupada.
Las autoridades rusas también emplean infraestructuras para controlar a la población que quiere salir de las áreas que mantienen bajo ocupación en Ucrania. Solo en la región de Donetsk y sus alrededores, se han detectado hasta 21 centros de filtración para registrar, interrogar y detener tanto a civiles como a militares considerados prisioneros de guerra, según la investigación. El Departamento de Estado de EE UU ha dado por buena esa denuncia de los abusos que está cometiendo Moscú en Ucrania, según ha difundido en su perfil de la red social Twitter. Este sistema “incluye el uso de detenciones extrajudiciales e incomunicadas, viola múltiples puntos del derecho internacional humanitario y plantea múltiples problemas de derechos humanos potencialmente graves”, alerta el informe, basado tanto en fuentes abiertas como en imágenes vía satélite.
Uno de estos lugares sería el centro de detención de larga estancia de Olenivka (Donetsk), donde a finales de julio tuvo lugar un ataque en el que murieron decenas de ucranios hechos prisioneros por los rusos en la factoría de Azovstal, en la ciudad de Mariupol en mayo. En las regiones ucranias de Donetsk y Lugansk, que integran la zona oriental del país que se conoce como Donbás, se ha autoproclamado con el apoyo de Rusia sendas repúblicas independientes. Ese territorio es escenario desde 2014 de una guerra protagonizada por milicianos prorrusos y tropas de Moscú frente al Ejército local.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.