Las mujeres iran¨ªes en el exilio piden apoyo internacional: ¡°Si nadie nos ayuda, nos matar¨¢n ante el silencio del mundo¡±
Las ONG iran¨ªes elevan a 31 las v¨ªctimas mortales en las manifestaciones tras la muerte de la joven que llevaba el velo mal colocado, mientras que la televisi¨®n oficial reduce el n¨²mero a 17
¡°Si nadie nos ayuda, nos matar¨¢n ante el silencio del mundo¡±. La voz de Jina suena con un punto de desesperaci¨®n al otro lado del tel¨¦fono. Ella es iran¨ª, aunque vive en Turqu¨ªa, donde se exili¨® hace dos a?os por las presiones machistas que sufr¨ªa. Sigue con aprensi¨®n las protestas que est¨¢n agitando Ir¨¢n, as¨ª como las noticias de cortes en internet y del aumento de la represi¨®n.
Este viernes se cumple una semana del inicio de las protestas por la muerte de la joven Mahsa Amini cuando estaba bajo custodia de la Polic¨ªa de la Moral de Teher¨¢n, que la detuvo por llevar el velo mal colocado. Las autoridades han alegado que falleci¨® v¨ªctima de un ataque al coraz¨®n, describiendo su muerte como un ¡°desafortunado incidente¡±. Y aunque han asegurado que se investigar¨¢ el fallecimiento, no ha sido suficiente para calmar a los manifestantes, que denuncian que la mujer muri¨® tras recibir golpes en la cabeza. Seg¨²n un recuento de Iran Human Rights, ONG con sede en Oslo, el n¨²mero de civiles muertos durante la represi¨®n de las protestas asciende a 31. La televisi¨®n estatal IRIB rebaja esta cifra a 17, mientras que otros canales semioficiales tambi¨¦n hablan de decenas de heridos en las fuerzas de seguridad y, al menos, cinco fallecidos. El ¨²ltimo de los muertos ser¨ªa un miembro de la milicia paramilitar Basij ¨Dsubordinada a la Guardia Revolucionaria¨D, que habr¨ªa sido acuchillado.
Jina, que pide ocultar su verdadero nombre, admite que la muerte de Amini fue una ¡°conmoci¨®n¡± para ella, pese a estar acostumbrada a que ¡°el r¨¦gimen isl¨¢mico mate a inocentes¡±. ¡°Las mujeres sufrimos mucha presi¨®n en Ir¨¢n, nos fuerzan a no ser nosotras mismas, desde la infancia, desde que empezamos a ir a la escuela. Pero llega un momento en que hay que decir basta¡±, afirma.
Las protestas se iniciaron tras el entierro de Amini, en su Saqqez natal, en la provincia del Kurdist¨¢n iran¨ª. Pero se han extendido a medio centenar de ciudades del pa¨ªs y han ido ganando intensidad a medida que aumentaba la represi¨®n, azuzando a su vez la rabia de los manifestantes. Durante la noche del mi¨¦rcoles al jueves, varias comisar¨ªas fueron asaltadas; se quemaron coches de polic¨ªa; tambi¨¦n ardieron los retratos de destacadas personalidades del r¨¦gimen; y arreciaron las cr¨ªticas contra Al¨ª Jamenei, l¨ªder supremo iran¨ª.
Im¨¢genes publicadas en las redes sociales han mostrado a mujeres en Ir¨¢n manifest¨¢ndose sin el preceptivo velo con el que las autoridades las obligan a cubrirse el pelo; prendiendo fuego a esta prenda; e incluso cort¨¢ndose mechones de sus cabelleras. Lo mismo ha ocurrido en las manifestaciones solidarias que se han convocado en varias ciudades donde el exilio iran¨ª tiene presencia, como en Turqu¨ªa.
¡°Liberaci¨®n de la opresi¨®n¡±
El mi¨¦rcoles, la activista iran¨ª Nasibe Shamshaei se cort¨® un buen trozo de su melena ante las puertas del Consulado de la Rep¨²blica Isl¨¢mica en Estambul. ¡°Me cort¨¦ el cabello con rabia, como protesta contra el Gobierno de los tiranos. Destrozamos una parte de nuestro cuerpo ¨Dla parte por la que el Gobierno nos oprime¨D con nuestras propias manos. Es un gesto de rabia, de liberaci¨®n de la opresi¨®n, de solidaridad con mis compatriotas: los hombres y mujeres que protestan en las calles y a los que est¨¢n disparando¡±, explica.
Amnist¨ªa Internacional ha denunciado la ¡°brutal represi¨®n¡± y el uso de ¡°perdigones, balines de acero, gas lacrim¨®geno y ca?ones de agua¡± para reprimir las protestas. Algunos activistas iran¨ªes tambi¨¦n han denunciado el uso armas de fuego. Por su parte, la poderosa Guardia Revolucionaria ha tachado el movimiento contestatario de ¡°sedici¨®n¡± y de actos ¡°organizados por el enemigo¡±. Adem¨¢s, ha exigido a la judicatura que procese a aquellos que ¡°diseminan rumores y mentiras¡± en las redes sociales y en las calles, seg¨²n informa la agencia Efe. Adem¨¢s, las autoridades han llamado a la poblaci¨®n a manifestarse este viernes, d¨ªa sagrado musulm¨¢n y festivo en Ir¨¢n, para mostrar su rechazo a quienes protestan y su apoyo a las estrictas pol¨ªticas del r¨¦gimen ayatol¨¢ respecto a la vestimenta femenina.
¡°Durante 43 a?os, nuestras mujeres han resistido la oscuridad, la explotaci¨®n y la opresi¨®n de este sistema mis¨®gino. Como mujeres, debemos ser capaces de hacer que las voces de las oprimidas sean escuchadas por el mundo y que se las apoye¡±, pide la activista Shamshaei, en un alegato por la necesidad de que se extiendan las protestas contra el Gobierno iran¨ª por todo el mundo para visibilizar la lucha. Activistas iran¨ªes en el exterior han compartido mensajes similares pidiendo apoyo. Mientras, el r¨¦gimen de Ir¨¢n ha ralentizado la velocidad de internet y restringido el acceso a redes sociales y sistemas de mensajer¨ªa, como WhatsApp e Instagram, muy utilizadas ambas debido a que en los ¨²ltimos a?os se hab¨ªan bloqueado otras como YouTube, Facebook, Telegram, Twitter y Tiktok.
Aunque la situaci¨®n en Ir¨¢n es mucho m¨¢s complicada, las protestas en Turqu¨ªa no est¨¢n exentas de peligros: ¡°Tenemos miedo¡±, afirma Jina, ¡°pueden matarnos o raptarnos aqu¨ª en Turqu¨ªa o en cualquier parte del mundo. Ya le ha ocurrido a otros iran¨ªes¡±. La propia Shamshaei, que huy¨® de una condena en Ir¨¢n a 12 a?os de c¨¢rcel por haber participado en protestas quit¨¢ndose el velo, fue detenida en 2020 en Turqu¨ªa e internada en un centro de retorno de inmigrantes, pues exist¨ªa una petici¨®n de extradici¨®n iran¨ª. Finalmente, tras la intervenci¨®n de un comit¨¦ de la ONU y la mediaci¨®n de abogados expertos en derechos humanos, fue liberada y se le permiti¨® quedarse en Turqu¨ªa. ¡°Es algo que puede ocurrir. Y s¨¦ que [si me deportan] esta vez no se contentar¨¢n con encarcelarme, sino que me ejecutar¨¢n a causa de mi lucha contra el r¨¦gimen dictatorial. Aun as¨ª, no me callar¨¢n: seguir¨¦ luchando por la libertad de mi tierra¡±, afirma.
Las manifestaciones de los ¨²ltimos d¨ªas est¨¢n entre las m¨¢s importantes en Ir¨¢n desde las que el pa¨ªs vivi¨® entre 2018 y 2019, provocadas por el alza del precio de la gasolina en plena crisis econ¨®mica. Entonces, las protestas, que se extendieron a un centenar de ciudades, fueron severamente reprimidas, dejando entre 200 y 300 muertos, seg¨²n diversos recuentos.
¡°Esta vez es diferente. Todo ha comenzado por la protesta de una joven inocente que se ha convertido en un s¨ªmbolo¡±, opina el periodista iran¨ª Ashkan Shabani. ¡°En otras ocasiones, la gente no estaba tan unida: se ha perdido el miedo. Por eso pelean, con sus manos o con lo que encuentren. No s¨¦ si ser¨¢ suficiente para derrocar al r¨¦gimen, pero desde luego es el inicio de algo mayor¡±, prosigue. Sin embargo, otro iran¨ª consultado por este diario y que se exili¨® en Estambul tras las movilizaciones de 2009 contra el presunto pucherazo electoral, considera que la movilizaci¨®n est¨¢ destinada al fracaso debido a ¡°las draconianas t¨¢cticas del r¨¦gimen y a la ausencia de un movimiento civil organizado y coordinado¡±.
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