Los detonantes econ¨®micos del estallido de las protestas en Ir¨¢n
La mejora de los datos macroecon¨®micos no alivia las dificultades de amplias capas de la sociedad
Las protestas que sacuden Ir¨¢n desde hace unos d¨ªas ponen de manifiesto una aparente paradoja. El pa¨ªs experimenta en los ¨²ltimos a?os una mejora de sus indicadores macroecon¨®micos (el PIB ha vuelto a crecer con fuerza y la inflaci¨®n ha bajado considerablemente), pero precisamente el malestar por diferentes problemas de orden econ¨®mico parece haber sido el detonante de las manifestaciones. Estas evidencian que, detr¨¢s de los logros estad¨ªsticos de orden macroecon¨®mico, hay situaciones cr¨ªticas que afectan a importantes capas de la poblaci¨®n.
Cuando Hasan Rohan¨ª asumi¨® la presidencia de Ir¨¢n en 2013, tuvo que dirigir todos los esfuerzos de su Gobierno a paliar las secuelas econ¨®micas de ocho a?os de las pol¨ªticas de su predecesor Ahmadineyad. Rohan¨ª hered¨® una tasa de inflaci¨®n anual de alrededor del 40%; un PIB en recesi¨®n y unas sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU que perjudicaban fuertemente las exportaciones petroleras. Con la firma del acuerdo nuclear y el consiguiente levantamiento de las sanciones en enero de 2016, Ir¨¢n accedi¨® a sus fondos congelados en bancos extranjeros y en el lapso de un a?o logr¨® recuperar su lugar en el mercado de petr¨®leo. Esto ha permitido que el PIB iran¨ª experimentara en el a?o fiscal que termin¨® en marzo pasado un crecimiento del 12,5%, en su mayor¨ªa fruto del aumento de las exportaciones de petr¨®leo. En este a?o se prev¨¦ un crecimiento de 3,5%. Por otra parte, la inflaci¨®n ha bajado de a una tasa anual inferior al 10%.
Detr¨¢s de estos indicadores, sin embargo, se hallan graves problemas, que figuran entre los detonantes de la crisis, que enseguida ha adquirido un corte profundamente pol¨ªtico, con cr¨ªticas dirigidas al conjunto del sistema y que van m¨¢s all¨¢ de reivindicaciones meramente econ¨®micas.
1. El alto ¨ªndice del paro
El avance del PIB, casi del todo debido a las exportaciones petroleras, no se ha traducido en una reducci¨®n del paro. La tasa oficial, de hecho, se ha incrementado en el ¨²ltimo a?o en algo m¨¢s de un punto, y es directamente desbocada en el caso de los j¨®venes (oficialmente un 29%). El Gobierno de Rohan¨ª desde el principio ha concentrado muchos esfuerzos en controlar la inflaci¨®n y contener el gasto p¨²blico, lo que ha causado efectos recesivos en diferentes sectores econ¨®micos, entre ellos el de la vivienda. El ¨²ltimo presupuesto presentado por el Ejecutivo prev¨¦ una reducci¨®n del gasto p¨²blico en t¨¦rminos reales, pese al crecimiento de la econom¨ªa.
2. El papel de hidrocarburos
Durante el primer a?o tras el levantamiento de las sanciones, 78% del total del PIB era fruto del sector de petr¨®leo y en un pa¨ªs como Ir¨¢n, cuya econom¨ªa ha dependido tradicionalmente de este sector, una buena parte del resto de la mejora tambi¨¦n se mueve gracias a los petrod¨®lares. Pero debe considerarse que el Gobierno de Rohan¨ª no ha logrado transferir toda la recaudaci¨®n lograda por las ventas petroleras al pa¨ªs, entre otras cosas porque la falta de relaciones interbancarias durante la ¨¦poca de sanciones ha impedido una r¨¢pida reincorporaci¨®n de los bancos iran¨ªes en el sistema mundial. No se debe ignorar que en las estad¨ªsticas la exportaci¨®n de productos petroqu¨ªmicos aparece como sectores no petroleros, lo que muestra el gran peso de petr¨®leo en la econom¨ªa del pa¨ªs.
3. La mala gesti¨®n de los ingresos
Como la mayor parte del crecimiento econ¨®mico de los ¨²ltimos a?os proviene de la exportaci¨®n de gas, petr¨®leo y sus derivados petroqu¨ªmicos, es el Estado el que se debe encargar de encauzarlos a los diferentes sectores sociales, que no necesariamente se han beneficiado de una justa distribuci¨®n. El Gobierno de Rohan¨ª ha dado prioridad en muchas ocasiones a seguir las pol¨ªticas regionales, en concreto afrontar la amenaza del ISIS en Irak y apoyar al r¨¦gimen de El Asad en Siria. La rivalidad con Arabia Saud¨ª y sus aliados ¨¢rabes a su vez han abierto una carrera armament¨ªstica que ha supuesto grandes gastos para Teher¨¢n.
4. Los chiringuitos financieros
Durante la presidencia de Mahmud Ahmadineyad empezaron a surgir diferentes instituciones de cr¨¦dito sin autorizaci¨®n del Banco Central de Ir¨¢n. Estas se convirtieron en los rivales de los bancos iran¨ªes por atraer la liquidez del mercado dando intereses muy altos, de hasta del 30% en algunos casos. Algunos quebraron en los ¨²ltimos a?os y la opini¨®n p¨²blica acus¨® al sistema de negligencia al haberles permitido abrir sucursales por todo el pa¨ªs a sabiendas de que actuaban sin autorizaci¨®n alguna.
5. Los precios
Pese a la fuerte contracci¨®n de la inflaci¨®n, los precios de algunos productos b¨¢sicos tambi¨¦n han causado malestar. Las subidas se deben, entre otros factores, al fin de pol¨ªticas de subsidios y al debilitamiento de la divisa iran¨ª. As¨ª, un incremento reciente del 40% del precio de los huevos, o el anuncio de un incremento de un 50% del precio de la gasolina han contribuido a provocar malestar.
6. Corrupci¨®n
Las n¨®minas de diferentes cargos del gobierno se publicaron en redes sociales y sitios web cr¨ªticos con el Gobierno en junio de 2016. Sus sueldos desorbitantes se convirtieron en un esc¨¢ndalo. Rohan¨ª atribuy¨® ese acto a sus rivales pol¨ªticos y en poco tiempo empezaron a aparecer las n¨®minas de muchos altos cargos de diferentes poderes, bancos y fondos de pensi¨®n. En un pa¨ªs donde el salario m¨ªnimo equivale a unos 170 euros, algunos cargos recib¨ªan sueldos de 30.000 euros al mes, lo que cre¨® un ambiente de indignaci¨®n. Ha habido casos de malversaci¨®n en fondos de pensi¨®n, en especial, en el fondo de los profesores y en bancos, como el banco Sarmayeh y la fuga de los delincuentes fuera del pa¨ªs y la pasividad judicial han restado confianza de la opini¨®n p¨²blica en la eficiencia del sistema.
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