Salvini pasa de ser el ¡®capitano¡¯ de la derecha a comparsa del futuro Gobierno ultra
Los desastrosos resultados de la Liga empujan al hasta ahora l¨ªder del bloque conservador a un segundo plano, una humillaci¨®n que anticipa tensiones en el Gobierno y en su partido. ¡°No era el dato para el que hab¨ªa trabajado¡±, admite
La Liga nunca fue un partido donde se permitiesen las batallas internas o las cr¨ªticas al l¨ªder de turno. En realidad, solo ha tenido dos grandes nombres: Umberto Bossi, que fund¨® la vieja Liga Norte en 1991, y Matteo Salvini. Nadie se atrevi¨® nunca a cuestionar en p¨²blico al sucesor de Bossi, que emprendi¨® una osada revoluci¨®n pol¨ªtica dentro de la formaci¨®n, transform¨¢ndola en un artefacto electoral nacional y renunciando a sus esencias autonomistas. Hoy, con un catastr¨®fico resultado ...
La Liga nunca fue un partido donde se permitiesen las batallas internas o las cr¨ªticas al l¨ªder de turno. En realidad, solo ha tenido dos grandes nombres: Umberto Bossi, que fund¨® la vieja Liga Norte en 1991, y Matteo Salvini. Nadie se atrevi¨® nunca a cuestionar en p¨²blico al sucesor de Bossi, que emprendi¨® una osada revoluci¨®n pol¨ªtica dentro de la formaci¨®n, transform¨¢ndola en un artefacto electoral nacional y renunciando a sus esencias autonomistas. Hoy, con un catastr¨®fico resultado en las elecciones del domingo (un 8,9% respecto al 33% que obtuvo en las ¨²ltimas elecciones europeas), el viaje de Salvini parece que comienza a llegar a una de sus ¨²ltimas paradas. Los barones del norte, que ya le reclamaron que volviese a las esencias autonomistas del partido hace apenas dos semanas, querr¨¢n pasarle la cuenta al l¨ªder de estos ¨²ltimos a?os. El hombre al que la militancia llamaba hasta hace poco Capitano ha pasado en una noche a convertirse en un mero gregario.
Salvini, visiblemente inc¨®modo, intent¨® este lunes justificar los resultados. Tir¨® de n¨²meros, de ayuntamientos, de esca?os¡ Reivindic¨® el patrimonio de la Liga. Pero su cara lo dec¨ªa todo. ¡°El dato no me satisface. El 9% no era el dato para el que he trabajado¡±, apunt¨®. ?Los motivos de la ca¨ªda? ¡°Se ha premiado a la oposici¨®n¡±, se?al¨® refiri¨¦ndose a la negativa de la victoriosa Giorgia Meloni, l¨ªder de Hermanos de Italia, a entrar en el Gobierno de unidad de Draghi. ¡°Hermanos de Italia ha estado bien haciendo una fuerte oposici¨®n. Para la militancia de la Liga no ha sido sencillo estar dos a?os en ese Gobierno¡±.
?Lo volver¨ªa a hacer?, le preguntaron. ¡°S¨ª, me parec¨ªa justo hacerlo en la pandemia. Antepuse los intereses del pa¨ªs a los del partido. Pero nos ha costado caro. Tenemos un amplio margen de recuperaci¨®n¡±, insisti¨®, subrayando que la mayor¨ªa absoluta lograda por la derecha tambi¨¦n es gracias a sus votos.
La Liga ha sido el partido m¨¢s castigado en estas elecciones. Su resultado ¡ªpr¨¢cticamente el mismo que ha obtenido una moribunda Forza Italia¡ª constituye una humillaci¨®n para quien hace solo tres a?os fue vicepresidente del Gobierno de Italia y todopoderoso ministro del Interior. Con el exiguo 8,9% obtenido en las elecciones y cada vez m¨¢s lejos de su socia Meloni, Salvini tendr¨¢ que rendir cuentas ante su militancia. Pero, sobre todo, ante los barones del norte, como el gobernador de la regi¨®n de V¨¦neto, Luca Zaia, o el de Friuli-Venezia Giulia, Massimiliano Fedriga. Todos ellos, con la creciente sospecha de que el resultado ser¨ªa malo, le pidieron ya hace dos semanas que recuperase la agenda del norte. En algunas de esas regiones el resultado es desastroso. En feudos sagrados de la Liga, como V¨¦neto, Hermanos de Italia ha doblado las cifras de Salvini. Una situaci¨®n que tambi¨¦n puede traer turbulencias a la coalici¨®n que forma con Giorgia Meloni.
El l¨ªder de la Liga, humillado en el recuento electoral, deber¨¢ ahora exagerar sus movimientos y gesticular fuertemente para recordar a sus socios y a la militancia que sigue ah¨ª. Su debilidad puede lastrar la fortaleza de Meloni y, especialmente, su intenci¨®n de mantener una l¨ªnea de responsabilidad institucional. Es posible que Salvini insista en ser determinante en la formaci¨®n del Consejo de Ministros y que pida para s¨ª el Ministerio del Interior. Y ah¨ª podr¨ªan saltar las chispas, lo que iniciar¨ªa los problemas para formar un Ejecutivo s¨®lido. Conviene prestar atenci¨®n a ese flanco y a posibles remplazos, que podr¨ªan llegar del denominado Tercer Polo, de corte centrista y formado por Matteo Renzi y Carlo Calenda.
En los ¨²ltimos a?os, Salvini hab¨ªa logrado construir una m¨¢quina electoral temible y, como ministro del Interior, abri¨® un enfrentamiento sin precedentes con la Uni¨®n Europea a cuenta de su negativa a dejar entrar en los puertos italianos a los barcos de las ONG que rescataban a migrantes en el Mediterr¨¢neo (tiene todav¨ªa dos procesos abiertos por esta cuesti¨®n). Pero sus bandazos ideol¨®gicos, sus salidas de tono cada vez m¨¢s exageradas y el desgaste que le ha provocado estar en dos de los tres gobiernos de la ¨²ltima legislatura le han penalizado en las urnas de forma severa. La mayor¨ªa de los votos que ha perdido la Liga han servido para alimentar a su socia de coalici¨®n y, a la vez, rival, Giorgia Meloni. Ahora deber¨¢ plegarse ante su voluntad y su anhelo de volver a ser ministro del Interior se complicar¨¢. ¡°He convocado al Consejo Federal de la Liga y escuchar¨¦ a todos. Desde ma?ana ir¨¦ provincia por provincia para escuchar¡±, lanz¨® en su comparecencia del lunes.
Salvini podr¨¢ camuflar su mal resultado un cierto tiempo en medio de la victoria de la coalici¨®n de derechas. Pero poco a poco emerger¨¢n las cr¨ªticas y se cuestionar¨¢ a un l¨ªder que hab¨ªa obrado un milagro no hace tanto. Cuando se convirti¨® en l¨ªder de la Liga Norte en 2013, el partido no superaba el 4% en las encuestas. El pol¨ªtico, con apenas experiencia en el Ayuntamiento de Mil¨¢n y en la radio del partido, entendi¨® que hab¨ªa que mutar, crecer y aprovechar el miedo que entonces se apoderaba de Europa: inmigraci¨®n, crisis de la clase media, paro... Transform¨® el partido en un artefacto nacional y se ali¨® en Bruselas con un escuadr¨®n de ultras: Marine Le Pen en Francia, Geert Wilders en Pa¨ªses Bajos o Alternativa para Alemania en Berl¨ªn. Los barones del norte apretaron los dientes, protestaron en privado. Bossi se distanci¨® de Salvini y acabaron por tener una relaci¨®n p¨¦sima. El plan no ten¨ªa nada que ver ni con la Liga Norte ni con su identidad autonomista. Pero la abundancia electoral, que permiti¨® a la formaci¨®n convertirse en la fuerza m¨¢s votada en las elecciones europeas de 2018 y tener una vicepresidencia del Consejo de Ministros, silenci¨® las quejas. Hasta ahora.
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