¡°Es horrible¡±. As¨ª vivieron desde dentro el asalto al Capitolio los l¨ªderes del Congreso

La ¨²ltima sesi¨®n de la comisi¨®n de investigaci¨®n del 6 de enero dej¨® como principal noticia la citaci¨®n al expresidente Donald Trump para ser interrogado en relaci¨®n con el asalto al Capitolio. La parte m¨¢s espectacular, sin embargo, fue la proyecci¨®n de v¨ªdeos in¨¦ditos de c¨®mo vivieron los l¨ªderes del Congreso la insurrecci¨®n desde dentro. ¡°Es simplemente horrible¡±, se oye decir en los v¨ªdeos a Nancy Pelosi, presidenta de la C¨¢mara de Representantes y principal protagonista de las grabaciones.

Son varias horas de tensi¨®n concentradas en unos minutos. Las im¨¢genes han sido repetidas una y otra vez por las televisiones estadounidenses desde su proyecci¨®n en la sala en la que la comisi¨®n celebra sus sesiones. Con una cuidada realizaci¨®n, se combinan im¨¢genes del asalto con v¨ªdeos de las conversaciones que mantuvieron Pelosi y otros l¨ªderes.

El resumen comienza a las 14.23 hora local, cuando en el exterior la polic¨ªa se muestra incapaz de contener a la turba. Se oyen comunicaciones de radio: ¡°Han forzado una puerta y la gente est¨¢ entrando al Capitolio¡±. A esa misma hora se ve a Nancy Pelosi descender hacia los s¨®tanos del edificio, un laberinto de estancias donde pudieron ponerse a salvo senadores y representantes, y hablar por tel¨¦fono: ¡°Tenemos que terminar el procedimiento [de certificaci¨®n de la elecci¨®n de Joe Biden como presidente] o si no, habr¨¢n logrado una victoria completa¡±, dice a su interlocutor mientras camina por los pasillos.

A las 14.42 se ve a Pelosi sentada en un auditorio. ¡°El senador [Chuck] Schummer [l¨ªder de los dem¨®cratas en el Senado] est¨¢ en un lugar seguro y han cerrado el Senado¡±, dice Pelosi. Luego, de pie, se la ve decir: ¡°Tiene que haber alguna forma de mantener la sensaci¨®n que tiene la gente de que hay cierta seguridad o cierta confianza en que el Gobierno puede funcionar y que podemos elegir al presidente de los Estados Unidos. ?Volvemos a la sesi¨®n?¡±.

Alguien fuera de foco le contesta: ¡°Volvemos a la sesi¨®n, pero ahora aparentemente todo el mundo en el hemiciclo se est¨¢ poniendo mascarillas para prepararse. Estoy tratando de obtener m¨¢s informaci¨®n¡±.

¡ªSe est¨¢n poniendo..., dice Pelosi.

¡ª Las m¨¢scaras contra gases lacrim¨®genos, le contesta su interlocutora.

¡ª?Te lo puedes creer? ?Te lo puedes creer?, pregunta Pelosi a otros de los presentes.

¡ªNo puedo.

La turba est¨¢ ya dentro del Capitolio. A las 15.00, Schummer y Pelosi aparecen sentados en otra sala: ¡°Voy a llamar al maldito secretario del Departamento de Defensa¡±, dice Schummer. Despu¨¦s se ve a ambos de pie hablando con Christopher Miller, secretario de Defensa interino, con el tel¨¦fono en altavoz: ¡°Tenemos algunos senadores que todav¨ªa est¨¢n en sus escondites. Necesitan personal en grandes cantidades ahora. ?Puede hacer que la Guardia Nacional de Maryland venga?¡±, dice el senador. ¡°Tengo algo que decirle, se?or secretario¡±, a?ade Pelosi. ¡°Voy a llamar a la alcaldesa de Washington ahora mismo. Y ver qu¨¦ otros recursos tiene, otros departamentos de polic¨ªa¡±.

Mientras la violencia contin¨²a en el exterior y el interior del Capitolio, la siguiente llamada es al gobernador de Virgina, Ralph Northam: ¡°Hola, gobernador, soy Nancy. No s¨¦ si se le han dirigido acerca de la Guardia Nacional de Virginia (...) Sigo pensando que probablemente necesita el visto bueno del Gobierno federal para entrar en otra jurisdicci¨®n...¡±. En ese momento ven en una pantalla en la sala im¨¢genes del asalto: ¡°Oh, Dios m¨ªo, est¨¢n rompiendo las ventanas, me han dicho que han disparado a alguien. Es simplemente horrible. Y todo con la instigaci¨®n del presidente de los Estados Unidos. Bien, gracias, gobernador. Aprecio lo que est¨¢ haciendo. Si no le importa, me gustar¨ªa estar en contacto. Gracias¡±.

Cuando Pelosi cuelga, Schummer le dice: ¡°Han llamado a la Guardia de Virginia¡±. Pelosi contesta: ¡°S¨ª, justo estaba hablando con el gobernador Northam. Lo que me ha dicho es que han enviado a 200 polic¨ªas estatales y una unidad de la Guardia Nacional¡±.

La siguiente llamada es al fiscal general en funciones, Jeffrey Rosen, a las 15.25: ¡°Est¨¢n rompiendo ventanas y entrando. Obviamente, saqueando nuestras oficinas y todo lo dem¨¢s. Eso no es nada. La preocupaci¨®n que tenemos sobre la seguridad personal lo trasciende todo, pero el hecho es que en un d¨ªa cualquiera est¨¢n violando la ley de muchas maneras diferentes. Y francamente, gran parte de ello por la instigaci¨®n del presidente de Estados Unidos y ahora, si pudiera al menos tener a alguien...¡±, dice Pelosi. Y Schummer: ?Por qu¨¦ no le dice al presidente que les digan que se vayan del Capitolio, se?or fiscal general, y en su responsabilidad de aplicaci¨®n de la ley haga una declaraci¨®n p¨²blica sobre que todos deben irse¡±.

En ese momento, los l¨ªderes republicanos Mitch McDonnell, Steny Hoyer y Steve Scalise se unen a Pelosi y Schummer para llamar a pedir auxilio. Son las 15.46: ¡°Esto no puede ser solo para esperar a tal o cual. Los necesitamos ah¨ª. Ahora. Quien sea que tengas¡±, dice Schummer. ¡°Usted tambi¨¦n tiene tropas, Fort McNair, la Base de la Fuerza A¨¦rea de Andrews, otras bases militares¡±, a?ade Hoyer. ¡°?Cu¨¢ndo puede tener el lugar evacuado, despejado?¡±, insiste Schummer a un interlocutor no identificado que parece ser un responsable policial, que contesta: ¡°No quiero hablar en nombre de quien lidere, de quien va a ser responsable de ejecutar las operaciones en el terreno all¨ª por un momento¡±. ¡°Solo imag¨ªnese por un momento que fuera la Casa Blanca o el Pent¨¢gono u otra entidad la que estuviera bajo asedio¡±, le dice Pelosi.

¡°Defecaciones y todo tipo de cosas¡±

El siguiente interlocutor, a las 16.22, es el vicepresidente, Mike Pence, partidario de certificar la victoria de Biden para enfado de Trump. La que habla es Pelosi de nuevo: ¡°Estoy tratando de averiguar c¨®mo llevar a cabo este trabajo hoy. Hemos hablado de ello con Mitch [McConnel] antes. No est¨¢ en la sala ahora mismo, pero estuvo con nosotros antes y dijo ¡®s¨ª, queremos resolver esto¡¯. Ojal¨¢ podamos limitarlo a una sola queja, Arizona. Y entonces podr¨ªamos votar y solo seguir adelante con el resto de los Estados. El deseo primordial es hacerlo en el Capitolio. Lo que nos han dicho muy directamente es que va a llevar d¨ªas que el Capitolio est¨¦ bien de nuevo, nos han dado informaci¨®n realmente mala sobre la condici¨®n del hemiciclo. Hay defecaciones y todo ese tipo de cosas. No creo que eso sea dif¨ªcil de limpiar, pero s¨ª creo que es m¨¢s importante desde el punto de vista de la seguridad asegurarse de que todo el mundo est¨¢ fuera del edificio. ?Cu¨¢nto tiempo lleva eso?¡±, le dice a Pence.

Luego comenta la llamada con los otros l¨ªderes y dice que son partidarios de volver al hemiciclo y llevar a cabo la certificaci¨®n de la victoria de Biden all¨ª. ¡°Va a llevar tiempo limpiar la caca que est¨¢n haciendo por todas partes, literalmente y figurativamente, en el Capitolio¡±, les dice.

Hay una nueva llamada con Pence a las 17.59 con el altavoz puesto y el vicepresidente dice: ¡°Estoy en el Capitolio, estoy literalmente junto al jefe de la polic¨ªa del Capitolio. Me ha informado de lo que oir¨¢n a trav¨¦s de los canales oficiales. Paul Irving, el sargento de armas, les informar¨¢ de que su mejor informaci¨®n es que creen que la C¨¢mara de Representantes y el Senado podr¨¢n volver a reunirse en aproximadamente una hora. El sargento les informar¨¢ del proceso para volver¡±. ¡°Buenas noticias¡±, exclama Schummer. ¡°Muchas gracias, se?or vicepresidente, buenas noticias¡±, a?ade Pelosi.

El v¨ªdeo proyectado en la comisi¨®n de investigaci¨®n acaba con la imagen de los congresistas volviendo al hemiciclo a las 19.13. Han pasado casi cinco horas. El resumen en im¨¢genes de c¨®mo lo vivieron desde dentro los l¨ªderes del Congreso dura poco m¨¢s de siete minutos.

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