La inseguridad perturba la ¡®pura vida¡¯ de Costa Rica

El ¨²ltimo asesinato captado por c¨¢maras lo perpetraron la semana pasada tres hombres en motocicleta que se acercaron a plena luz de d¨ªa a un veh¨ªculo todo terreno en Escaz¨², en un distrito de gente adinerada, y le dispararon hasta romper los vidrios y fulminar al conductor, un guardaespaldas conocido por sus empresas de seguridad en altos c¨ªrculos de Costa Rica.

Ocurri¨® el martes y el asesinato engorda la cifra de homicidi...

El ¨²ltimo asesinato captado por c¨¢maras lo perpetraron la semana pasada tres hombres en motocicleta que se acercaron a plena luz de d¨ªa a un veh¨ªculo todo terreno en Escaz¨², en un distrito de gente adinerada, y le dispararon hasta romper los vidrios y fulminar al conductor, un guardaespaldas conocido por sus empresas de seguridad en altos c¨ªrculos de Costa Rica.

Ocurri¨® el martes y el asesinato engorda la cifra de homicidios que amenaza con igualar en este 2022 al registro del 2017 y volver a colocar la tasa letal por encima de 12 por cada 100.000 habitantes, con el problema adicional de que hay regiones donde el indicador supera los 33, mayor que la de los pa¨ªses del Tri¨¢ngulo Norte centroamericano o que el ponderado de M¨¦xico.

¡°El tema de los homicidios se nos est¨¢ yendo de las manos¡±, dec¨ªa semanas atr¨¢s Rodrigo Chaves, presidente del pa¨ªs que por d¨¦cadas se ha considerado el menos inseguro de Centroam¨¦rica. ¡°Se est¨¢ pareciendo a algo que no se parece a Costa Rica¡±, agregaba tras una reuni¨®n con presidentes de otros poderes para atender la ola de inseguridad acelerada por la expansi¨®n del narcotr¨¢fico y sus actos de sicariato, a los que las autoridades atribuyen m¨¢s la mitad de los asesinatos. Tambi¨¦n es m¨¢s extrema la violencia, dijo ante los diputados el director de la polic¨ªa judicial, W¨¢lter Espinoza: ¡°Hemos visto quemados, decapitados, personas a las que le han sacado los ojos en vida y luego son asesinados (...) el pa¨ªs tiene un problema¡±, afirm¨® Espinoza.

Pero el problema va m¨¢s all¨¢ del crimen organizado y toca el deterioro social. En la prensa a¨²n resuena el asesinato de dos j¨®venes en San Jos¨¦ en manos de menores de edad que los intentaron asaltar. Tambi¨¦n se reporta a diario el juicio por la violaci¨®n y el ataque letal contra una doctora dentro del hotel donde se hospedaba en Manuel Antonio, un pueblo peque?o y tur¨ªstico del Pac¨ªfico, en uno de los variados cr¨ªmenes contra mujeres que han encendido las alertas sobre el peligro especial para las mujeres.

La reacci¨®n no se ha hecho esperar en la poblaci¨®n. Un 65% considera que su pa¨ªs es ¡°poco o nada seguro¡±, pero la brecha es notable al comparar el grupo de mujeres con el de hombres: 72% ellas y 57 ellos, reporta una encuesta publicada el jueves por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El 44% del total dijo que considera alta o muy alta la posibilidad de ser atacado con arma fuera de su casa, sobre todo en el segmento femenino. Se sienten m¨¢s propensas a sufrir un ataque criminal, como ha ocurrido en los ¨²ltimos a?os a extranjeras en zonas costeras, un factor de especial preocupaci¨®n para la ic¨®nica industria tur¨ªstica del pa¨ªs que se vende con su lema ¡°pura vida¡±.

El 74% de las encuestadas femeninas evita salir sin compa?¨ªa de noche y el 46% trata de no hacerlo incluso durante el d¨ªa. ¡°Puede que no me pase nada, pero yo siento que en cualquier momento me pasa y no puede una volver tranquila a la casa¡±, se quej¨® Daniela Campos, de 19 a?os, que trata de no matricular en horario nocturno sus cursos de ingl¨¦s para evitar riesgos o el costo econ¨®mico de pagar taxi para no caminar tarde en el centro de San Jos¨¦. ¡°Mi hermana es 10 a?os mayor y s¨ª matriculaba en la noche, pero ahora las cosas son diferentes¡±, lamenta.

Los recursos policiales no bastan. A pesar de que en Costa Rica la mayor¨ªa de la poblaci¨®n sigue confiando en la Fuerza P¨²blica, la mayor¨ªa encuestada duda de las capacidades, como duda tambi¨¦n de la eficacia del Poder Judicial de procesar a los criminales. Los hogares y negocios invierten ahora m¨¢s en sistemas de protecci¨®n, pero la inclinaci¨®n por poseer armas es a¨²n minoritaria: 88% dice que carece de ellas y un porcentaje igual opina que m¨¢s bien son un factor de peligro en casos de violencia dom¨¦stica. ¡°Sigue habiendo un respaldo por el papel del Estado y una disposici¨®n a trabajar desde el espacio comunal de manera articulada¡±, destac¨® Randall Brenes, oficial de Desarrollo Humano y Gobernabilidad en la oficina de PNUD en San Jos¨¦. Un sector de la poblaci¨®n s¨ª expresa apoyo por opciones de mano dura, como el 40% que apoyar¨ªa la pena de muerte, seg¨²n otra encuesta publicada semanas atr¨¢s por un instituto de la Universidad Nacional.

El problema es m¨¢s complejo, pues est¨¢ vinculado al deterioro del tejido social y a las brechas de riqueza, advierten los expertos. El Estado ha perdido peso en ciertas regiones del pa¨ªs donde el narcotr¨¢fico ha penetrado ya, mientras la situaci¨®n econ¨®mica empuja a muchos j¨®venes a delinquir y deja al Gobierno con capacidad financiera reducida para invertir en pol¨ªticas de seguridad y sociales. Una de las propuestas del Gobierno de Chaves es la legalizaci¨®n de la marihuana para el libre consumo, como una manera de reducir el lucro de grupos criminales y de dirigir esfuerzos policiales a otras tareas de mayor calado, justific¨® el mandatario cuando anunci¨® su propuesta de ley, la cual apenas empiezan a estudiar los diputados. Tambi¨¦n pretende endurecer los controles en los puertos de exportaci¨®n en el Caribe, pues son un punto de salida clave para el negocio instalado en el pa¨ªs de tr¨¢fico de coca¨ªna hacia Estados Unidos o Europa, pues las bandas aprovechan la estrat¨¦gica posici¨®n geogr¨¢fica costarricense.

Pese a la preocupaci¨®n popular por la inseguridad, esta aparece en cuarto lugar en la lista de problemas del pa¨ªs se?alada por los encuestados, superada por la situaci¨®n econ¨®mica (23% de pobreza como promedio nacional), el costo de la vida (p¨¦rdida de 7% del poder adquisitivo) y el desempleo (12%), asuntos que para los especialistas ayudan a explicar parte del deterioro de la seguridad.

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