El tono agresivo y la popularidad del presidente Rodrigo Chaves miden la estabilidad del sistema en Costa Rica
Tras los actos de celebraci¨®n de 100 d¨ªas en el poder, el mandatario alcanza una aprobaci¨®n superior a la de cualquier antecesor, un 79%, mientras el pa¨ªs tantea la vigencia de sus estables instituciones
El Gobierno de Rodrigo Chaves en Costa Rica supera sus simb¨®licos 100 d¨ªas con niveles in¨¦ditos de aprobaci¨®n popular al presidente que ha supuesto una sacudida al tradicional sistema pol¨ªtico del pa¨ªs donde hace excepci¨®n la recurrente inestabilidad de Centroam¨¦rica. El entusiasmo por un cambio radical en las din¨¢micas de poder, por el discurso anticorrupci¨®n y los mensajes anti¨¦lites colocan al economista de 61 a?os en la c¨²spide de la popularidad, con un 79%, a pesar de un duro entorno econ¨®mico y de la preocupaci¨®n de un sector de la poblaci¨®n por el talante presidencial se?alado como autoritario.
El arrastre popular en el inicio del mandato de Chaves, que aterriz¨® en la pol¨ªtica hace menos de tres a?os por una cadena de casualidades y coincidencias, supone ¡°una prueba de estr¨¦s¡± para la casi inalterable democracia costarricense, que aloja un pulso entre el deseo mayoritario de un volantazo y el respaldo tambi¨¦n mayoritario a las reglas propias de un Estado de Derecho, seg¨²n el ¨²ltimo sondeo del Centro de Investigaci¨®n y Estudios Pol¨ªticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Con un estilo centrado en su personalidad c¨¢ustica y un desd¨¦n consciente a lo pol¨ªticamente correcto, Chaves obtiene porcentajes de apoyo incluso mayores que los de la votaci¨®n a su favor en la segunda ronda de abril, cuando le vot¨® el 30% del padr¨®n nacional, suficiente para vencer al expresidente Jos¨¦ Mar¨ªa Figueres. Solo uno de cada 10 encuestados reprueba al mandatario al que la mayor¨ªa mir¨® desde la campa?a electoral como un duro castigador de los partidos tradicionales, al frente de un partido de ideolog¨ªa borrosa que apenas debut¨® en estas elecciones de 2022.
El mandatario ha logrado crear un clima favorable mediante una potente estrategia de comunicaci¨®n digital para promocionar a su Gobierno, con anuncios que copan la agenda de los medios de comunicaci¨®n y mensajes que a menudo reprueban en la verificaci¨®n de datos. Lo hace coloc¨¢ndose ¨¦l como centro de acci¨®n en sus in¨¦ditos enfrentamientos con la prensa y con expresidentes, cr¨ªticas abiertas al Poder Judicial y a funcionarios de las instituciones o numerosas alusiones a los ¡°grupitos poderosos¡±, pese que goza del entusiasta apoyo de la mayor¨ªa de c¨¢maras empresariales tradicionales del pa¨ªs. El tono agresivo de la campa?a electoral sigue siendo ¨²til para mantener o ganar el respaldo de cada d¨ªa en medio de la alta preocupaci¨®n popular por el costo de la vida, con una inflaci¨®n que a mitad de a?o alcanz¨® 11,5% interanual, y de las advertencias de expertos de un probable incremento de la pobreza en este 2022, encima del 24% actual.
Apuros y esperanza
¡°La gente lo oye hablar y s¨ª cree que es un hombre valiente que va a cambiar las cosas. Va a ver usted como pronto baja el precio del arroz¡±, dec¨ªa el viernes Alex¨¢nder Salas, due?o de una peque?a tienda de comestibles en Purral, un distrito populoso al norte de San Jos¨¦ que Chaves suele mencionar cuando quiere empatizar con la poblaci¨®n que no llega a fin de quincena. Como Salas, el 74% de la poblaci¨®n opina que Chaves podr¨¢ resolver total o parcialmente problemas como el costo de la vida, el desempleo (12% en general, 15,4% entre mujeres) e incluso el deterioro de la seguridad, indica el estudio del CIEP, coincidente con otras encuestas en las tendencias que benefician al gobierno.
Si no pudiera tener ¨¦xito, ya hay posibles culpables en la mira, pues nueve de cada 10 personas creen que Chaves topa con el obst¨¢culo de la Asamblea Legislativa, donde el 82% de los esca?os est¨¢ en manos de fuerzas opositoras que mayoritariamente han evitado la confrontaci¨®n con Chaves. ¡°En las calles llevamos las de perder, tenemos que ser cautos¡±, se justificaba una diputada pidiendo no citar su nombre y advirtiendo que vendr¨¢ el momento de plantar cara, en asuntos como la autorizaci¨®n de colocaci¨®n de deuda externa por 6.000 millones de d¨®lares para procurar estabilidad fiscal. ¡°?l quiere confrontar porque en eso es bueno y le da resultados a corto plazo; nosotros no queremos entrar en esa polarizaci¨®n, pero tampoco queremos quedar como pendejos (cobardes)¡±, lamentaba otro diputado.
Resultado del apoyo a Chaves, de la erosi¨®n de la imagen de los poderes legislativo y judicial, adem¨¢s de la existencia de una dosis de autoritarismo en la sociedad, como se?alaron investigadores del CIEP, el 22% de los encuestados ver¨ªa bien que el Gobierno desobedezca las leyes que lo obstaculicen y 37% opina que deber¨ªa desobedecer las sentencias judiciales, porcentaje que sube a 46% si se consideran solo las personas que votaron en abril por el actual presidente. Estas cifras, sin embargo, contrastan con un incremento en el ?ndice de apoyo a la democracia, que sube de 6 a 7 en este a?o e indica que, para la mayor¨ªa, el apoyo a Chaves no representa un ¡°cheque en blanco¡± para la ruptura de las reglas democr¨¢ticas, explic¨® Ronald Alfaro, coordinador del estudio.
Porque ese es el temor de un grupo en apariencia minoritario: que Costa Rica se deslice por el camino de otros pa¨ªses de la regi¨®n que han entregado carta blanca a sus presidentes para gobernar por decreto o por referendos polarizantes, abrir v¨ªas de facto en contra de las institucionales o acallar a los disidentes. Chaves, sin embargo, se autodefine como un dem¨®crata y las condiciones pol¨ªticas a¨²n vigentes le impedir¨ªan desempe?arse como Nayib Bukele en El Salvador, por ejemplo, indic¨® Alfaro.
A Chaves tambi¨¦n lo salpica una investigaci¨®n penal por supuesta financiaci¨®n ilegal de su campa?a electoral, tras presuntas anomal¨ªas detectadas por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) y denuncias que particulares presentaron contra el gobernante y otras autoridades de su Partido Progreso Social Democr¨¢tico (PPSD), incluido el actual vicepresidente, Stephan Brunner, quien fungi¨® como tesorero de la agrupaci¨®n y, por tanto, responsable legal ante la justicia, con eventuales penas de prisi¨®n. Se trata de se?alamientos por estructuras privadas paralelas a las cuentas formales del partido, de dineros que habr¨ªan llegado de manos de extranjeros o de sociedades an¨®nimas, formatos expresamente prohibidos por la ley.
¡°Que se investigue todo lo relacionado con el financiamiento de las campa?as pol¨ªticas, ojal¨¢ de todos los partidos. Tengo la conciencia tan tranquila que duermo muy bien todas las noches¡±, dijo Chaves el viernes despu¨¦s de que circulara en redes sociales un audio privado en el que Brunner le comunicaba a ¨¦l detalles controvertidos del manejo del financiamiento electoral. El enfrentamiento qued¨® servido para el fin de semana y hasta que aparezca un nuevo tema o d¨¦ un giro el caso, con el enojo de sectores cr¨ªticos de Chaves y la defensa masiva de quienes le apoyan, mientras diputados opositores miden el terreno y los riesgos para la apertura de una investigaci¨®n de tipo pol¨ªtico en el Congreso.
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