Miles de bolsonaristas piden en R¨ªo una intervenci¨®n militar tras las elecciones: ¡°Venimos a pedir socorro¡±

Miles de seguidores del presidente Jair Bolsonaro desafiaron la lluvia que ca¨ªa sobre R¨ªo de Janeiro la ma?ana de este mi¨¦rcoles, d¨ªa festivo, para pedir abiertamente que los militares lideren una ¡°intervenci¨®n federal¡± contra el futuro Gobierno de Luiz In¨¢cio Lula da Silva. Concentrados frente al imponente palacio sede del Ej¨¦rcito en el centro de la ciudad, los bolsonaristas coreaban consignas pidiendo la ayuda urgente de los militares para salvar a Brasil del ¡°comunismo¡±. El medido discurso de Bolsonaro dos d¨ªas despu¨¦s de su derrota, en el que no reconoci¨® abiertamente el triunfo de su adversario, fue interpretado por sus seguidores como una luz verde para seguir movilizados. Las autoridades no han dado cifras del n¨²mero de asistentes.

Wilson Lopes, empresario, era uno de los manifestantes: ¡°Bolsonaro no acept¨® la derrota, simplemente dijo que la poblaci¨®n se calmase, y pidi¨® justicia (¡­) No dijo ¡®perd¨ª, quedaos tranquilos¡¯. Como l¨ªder que es no podr¨ªa incitar a la gente a salir a la calle, pero el mensaje que mand¨® es que no est¨¢ feliz con el resultado¡±, dec¨ªa. ¡°Hemos venido gratuitamente para exigir nuestro derecho, ya no es solo por Bolsonaro, es por nuestro pa¨ªs. Venimos a pedir socorro¡±.

La mayor¨ªa de los presentes eran ciudadanos de a pie, m¨¢s blancos que negros y de avanzada edad. El ambiente, a pesar de la rabia acumulada, no llegaba a ser violento. Algunas se?oras rezaban con los ojos cerrados y las manos al aire mientras otros cantaban el himno nacional, soltaban petardos o hac¨ªan sonar trompetas: un acto ruidoso con muchas pancartas pidiendo ¡°?intervenci¨®n!¡±. Otras hablaban de decretar el estado de sitio y de cerrar el Supremo Tribunal Federal y el Tribunal Superior Electoral.

Cada vez que un militar se asomaba desde lo alto de la torre del palacio para otear el ambiente, salvas de palmas. Dos coches de la Polic¨ªa Militar y una decena de militares custodiaban el edificio, aunque los manifestantes se mantuvieron en todo momento tras las vallas y sin intentar forzar el per¨ªmetro de seguridad. Mientras esto suced¨ªa, los grandes medios brasile?os no hac¨ªan menci¨®n de estas protestas en sus ediciones digitales. Estaban m¨¢s pendientes de los bloqueos en carreteras, donde los seguidores del ultraderechista han provocado un caos vial desde el lunes.

Entre los presentes hab¨ªa un pu?ado de militares jubilados, habituales en las protestas bolsonaristas, que a pesar de las peticiones a los uniformados, estuvieron en un segundo plano. Reginaldo Rodrigues, sargento reservista de la Marina, observaba la protesta con una mezcla de orgullo y temor: ¡°Tengo la n¨ªtida impresi¨®n de que vamos a perder nuestra libertad¡±, aseguraba con vehemencia. El fantasma del comunismo, siempre presente en las marchas de la extrema derecha brasile?a, volvi¨® con m¨¢s fuerza si cabe ahora que Lula da Silva ya es presidente electo. Para Rodrigues, los manifestantes ven ahora en el Ej¨¦rcito su ¨²ltima esperanza.

¡°Estas personas est¨¢n aqu¨ª esperando lo que diga el Ej¨¦rcito sobre las elecciones. Cuando entras en la carrera militar, lo primero que aprendes es que mentir es un crimen militar. Cuando se pronuncien sabremos si las elecciones fueron un fraude o no¡±, dec¨ªa. Se refer¨ªa al informe que supuestamente las Fuerzas Armadas elaboraron a petici¨®n del Gobierno sobre el proceso electoral. Tras la primera vuelta, en la que Bolsonaro cosech¨® unos resultados mejores de los que preve¨ªan las encuestas, el esperado informe hablando de fraude en las urnas no apareci¨®. La Justicia Electoral presion¨® al Ministerio de Defensa para que presentara su auditor¨ªa de las urnas electr¨®nicas, pero de momento no hay noticias sobre ese informe, como tampoco de ninguna prueba de fraude.

No obstante, para la mayor¨ªa de bolsonaristas, no hace falta esperar a que surjan ¡®pruebas¡¯ de que la derrota de su presidente es una farsa; est¨¢n convencidos. ¡°Las elecciones no fueron limpias. Las manifestaciones populares del ¨²ltimo a?o mostraron un apoyo al actual presidente que no coincide con el resultado en las urnas. Tenemos una seria sospecha de que hubo fraude¡±, comentaba Marcinho Fran?a, un funcionario p¨²blico que acudi¨® a la protesta acompa?ado de su mujer y su hijo adolescente. A pocos metros, una se?ora alzaba hacia el cielo un cartel frente a una enorme bandera de Brasil con el lema ¡°Fuerzas Armadas, salven nuestro pa¨ªs¡±.

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