La falta de acuerdo en la UE dificulta la adopci¨®n de nuevas sanciones contra sectores clave de Rusia
Bruselas puede a¨²n actuar en ¨¢mbitos hasta ahora intocables como el uranio, los diamantes, el gas o el petr¨®leo por tuber¨ªa, pero las diferencias entre los pa¨ªses estrechan el margen de actuaci¨®n
Ocho meses van ya de guerra de Rusia contra Ucrania; y ocho paquetes de sanciones acumula la Uni¨®n Europea contra el r¨¦gimen de Vlad¨ªmir Putin. Despu¨¦s de introducir a casi 1.300 personas y a 155 empresas en la lista negra de Bruselas, de cerrar el espacio a¨¦reo a los vuelos rusos, vetar el carb¨®n, la madera o el acero, a¨²n hay espacio para imponer m¨¢s sanciones que aprieten las tuercas de la econom¨ªa con la que el Kremlin sustenta su invasi¨®n a gran escala. Todav¨ªa quedan posibilidades de actuaci¨®n: desde la importaci¨®n del uranio que alimenta algunas centrales nucleares europeas a las medidas frente al banco Gazprombank, en el que Mosc¨² recibe los ingresos del gas que todav¨ªa vende. Pero el margen para lograr acuerdos tajantes sobre sanciones entre los socios comunitarios se va recortando.
Ahora, tras imponer medidas restrictivas a Ir¨¢n por suministrar drones de uso militar al Kremlin, la Comisi¨®n Europea sopesa elaborar un nuevo paquete, pero sobre Bielorrusia. Bruselas, que ya sancion¨® al r¨¦gimen autoritario de Aleksandr Lukashenko, aliado de Putin, por su ayuda a Mosc¨² tras la invasi¨®n, busca ahora un nuevo impulso disuasorio sobre Minsk, que permite destacamentos de tropas rusas y ataques a Ucrania desde su territorio por donde se puede abrir otro flanco en la guerra.
Desde que Putin iniciara la guerra total sobre Ucrania en febrero, la UE ha sancionado a su c¨ªrculo m¨¢s cercano (desde sus personas de confianza a sus hijas, pasando por su supuesta amante), adem¨¢s de un buen n¨²mero de oligarcas, banqueros, funcionarios, propagandistas del Kremlin, la c¨²pula militar rusa y las autoridades impuestas por Mosc¨² en los territorios ocupados y anexionados ilegalmente. Tambi¨¦n las principales empresas p¨²blicas rusas est¨¢n sancionadas y casi todos sus grandes bancos se han visto expulsados del c¨®digo de operaciones internacional. Adem¨¢s, se ha impuesto un embargo parcial al petr¨®leo ruso y a cientos de componentes qu¨ªmicos y tecnol¨®gicos. Asimismo, se han prohibido las exportaciones de cientos de productos rusos de todo tipo y de algunas materias primas.
Las sanciones, que han supuesto la prohibici¨®n de alrededor de un tercio de las exportaciones a Rusia, seg¨²n los expertos, y en torno a dos tercios de las importaciones, se han hecho notar en la econom¨ªa rusa m¨¢s despacio y algo menos de lo esperado debido a la pol¨ªtica del Kremlin de convertir el pa¨ªs euroasi¨¢tico en una ¡°fortaleza¡±, como dice Elina Ribakova, experta del Institute of International Finance.
La econom¨ªa rusa se est¨¢ cerrando sobre s¨ª misma y es cada vez m¨¢s complicado encontrar datos fiables, como destaca un estudio del Instituto Bruegel. Pese a ello, sufrir¨¢ a medio y largo plazo. Y los ingresos fiscales del pa¨ªs esta?n comenzando ya a verse afectados, no solo por las sanciones, sino tambi¨¦n por el desacoplamiento energe?tico por parte de la UE, la incapacidad de Rusia para encontrar alternativas iguales y la fuga de cerebros.
Pies de plomo
La guerra avanza hacia su noveno mes y, pese a que Mosc¨² se est¨¢ empleando a fondo contra la infraestructura civil y energ¨¦tica ucrania, parece que ha ca¨ªdo un poco el apetito por imponer nuevas sanciones en la UE. La Comisi¨®n Europea aboga m¨¢s bien por cubrir lagunas de paquetes anteriores y por centrarse en medidas que dificulten que se sorteen las sanciones. Los pa¨ªses b¨¢lticos y Polonia han presentado varias propuestas para sacar adelante nuevas medidas, con una lista que recoge desde la prohibici¨®n del gas natural licuado a los drones civiles, los tel¨¦fonos inteligentes, el veto a que ciudadanos rusos compren propiedades inmobiliarias en la UE o el fin del comercio de ciertos metales. Pero Estados miembros como Grecia, Malta o Hungr¨ªa, que ya han arrastrado los pies en los ¨²ltimos paquetes, son reticentes. Mientras, pa¨ªses como Alemania y Pa¨ªses Bajos consideran que los pr¨®ximos movimientos hay que emprenderlos con pies de plomo, tanto para seguir guardando cartas en la manga contra el r¨¦gimen de Putin como para preservar la unidad de los Veintisiete. En esto, algunos sectores se han mostrado intocables una y otra vez.
El uranio ¡ªque Rusia exporta para su uso en la producci¨®n de energ¨ªa nuclear y del que dependen centrales de Finlandia, Eslovaquia, Francia o Hungr¨ªa¡ª no est¨¢ bajo sanciones, pese a las presiones de los b¨¢lticos y de organizaciones ecologistas. Alrededor del 20% del uranio enriquecido utilizado por la industria nuclear de la UE proviene de Rusia, seg¨²n c¨¢lculos de Greenpeace.
Ucrania ha reclamado reiteradamente a la UE que sancione el uranio y otros sectores estrat¨¦gicos rusos. ¡°El r¨¦gimen de Rusia est¨¢ en parte sufragando la guerra con los miles de millones de euros que obtiene de vender petr¨®leo, uranio, gas a la UE¡±, critica Oleg Ustenko, asesor econ¨®mico del presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski. ¡°Las sanciones deben avanzar y abarcar m¨¢s¡±, insiste.
Las rendijas de las sanciones
La UE ha sancionado la importaci¨®n de petr¨®leo ruso que llega por barco. Y en diciembre entrar¨¢ en vigor la imposici¨®n de medidas que restringen el transporte de petr¨®leo a terceros pa¨ªses (imponiendo un precio l¨ªmite al crudo transportado). Esta f¨®rmula sigue los pasos del G7. Sin embargo, a¨²n se permite la llegada de petr¨®leo por tuber¨ªa, y el comercio mar¨ªtimo a terceros pa¨ªses abre la puerta a mecanismos para sortear las sanciones, apunta un alto diplom¨¢tico europeo.
El gas ruso, del que la UE se est¨¢ desenganchando, tampoco est¨¢ en la lista de sanciones. Pero mientras que las importaciones de gas natural han ca¨ªdo, las de gas natural licuado han aumentado silenciosamente este a?o en Estados miembros como Pa¨ªses Bajos, B¨¦lgica, Espa?a o Francia, seg¨²n varios informes. Las importaciones han llegado fundamentalmente desde la empresa rusa privada Novatek, el mayor productor ¡°independiente¡± de gas natural de Rusia, y el segundo mayor productor de gas natural del pa¨ªs, por detr¨¢s de la empresa de control estatal Gazprom.
Novatek sirve como un buen ejemplo de ciertas empresas privadas rusas que todav¨ªa no han quedado bajo el paraguas de las sanciones, se lamenta un alto diplom¨¢tico. Se han librado porque no es tan autom¨¢tico hacer la relaci¨®n entre sus finanzas y sus aportaciones a la guerra de Rusia contra Ucrania. Sin embargo, la realidad es que en Rusia la divisi¨®n entre lo privado y lo estatal a veces es invisible y ninguna empresa no p¨²blica se mueve ¡ªy, por supuesto, ninguno de los oligarcas que las manejan pesta?ea¡ª sin el benepl¨¢cito del Kremlin. Todas aportan al capital de la econom¨ªa de guerra de Putin, y no solo a trav¨¦s de los impuestos.
Otros sectores en los que todav¨ªa queda espacio para las sanciones, pero que ha resultado por ahora intocable, es el de los diamantes, cuyas exportaciones en bruto han resultado muy lucrativas para Rusia. En el ¨²ltimo paquete de sanciones, a principios de octubre, se intent¨® introducir a la minera Alrosa, una importante empresa de diamantes de la que el Estado ruso tiene un 66% de las acciones. La compa?¨ªa ingres¨® unos 5.600 millones de d¨®lares (cantidad ahora equivalente en euros) en 2021, de los que una buena parte fueron al presupuesto nacional, seg¨²n datos que ha comentado Putin.
Seg¨²n el borrador del octavo paquete de sanciones preparado por la Comisi¨®n Europea, adelantado por EL PA?S, Alrosa apoya a la armada rusa sustentando econ¨®micamente al submarino Alrosa y participa as¨ª en un sector econ¨®mico que proporciona una fuente sustancial de ingresos al Kremlin. Sin embargo, la minera de diamantes se termin¨® por caer de la lista en la negociaci¨®n con los Estados miembros. B¨¦lgica, a trav¨¦s de la ciudad de Amberes, era el principal destino de las exportaciones de diamantes rusos antes de la guerra, con una compra de unos 1.800 millones de euros al a?o. Y aunque el pa¨ªs que acoge las principales instituciones comunitarias presion¨® mucho para que el sector de los diamantes ni siquiera estuviese sobre la mesa de las opciones en las sucesivas rondas, no es el ¨²nico socio comunitario que se ha movido para vetar el sector de estas piedras preciosas de la lista negra de la UE.
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