?Qu¨¦ probabilidad hay de un ataque nuclear de Putin?
Los expertos coinciden en que la perspectiva de un ataque at¨®mico ruso sigue siendo improbable, pero que el escenario es el m¨¢s peligroso y lleno de inc¨®gnitas desde hace d¨¦cadas
Vlad¨ªmir Putin ha amenazado reiteradamente con recurrir al arma nuclear desde que lanz¨® la invasi¨®n de Ucrania en febrero. Las derrotas rusas en el campo de batalla y el debilitamiento del l¨ªder que implican esos reveses han agudizado en las ¨²ltimas semanas la inquietud, al punto de inducir al presidente de EEUU, Joe Biden, a calificar las circunstancias actuales como el momento m¨¢s peligroso desde la crisis de los misiles de Cuba de 1962 y a evocar, como alerta, la imagen de un apocalipsis nuclear.
Ello no significa que un ataque at¨®mico ruso sea probable. La mayor¨ªa de los expertos coincide en calificar de remota esa perspectiva, pero tambi¨¦n considera que este es el momento m¨¢s tenso en d¨¦cadas, con inc¨®gnitas que enturbian el horizonte y elevan el riesgo de una escalada descontrolada. Por ello, hoy tiene especial importancia diseccionar el marco estrat¨¦gico en el que se mueve la amenaza nuclear rusa.
Punto esencial de partida del an¨¢lisis es recordar el potencial destructor de este tipo de armas, que puede ser de muy diferente alcance seg¨²n el tipo de bombas. Para entenderlo, a continuaci¨®n se encuentran simulaciones de ataques contra ciudades como Barcelona, Kiev o Ciudad de M¨¦xico con cabezas at¨®micas como la de Hiroshima o como las de mayor impacto de las que dispone Rusia en su arsenal seg¨²n los mejores an¨¢lisis disponibles.
La devastaci¨®n variar¨ªa de forma muy significativa seg¨²n la carga at¨®mica de la bomba ¡ªexisten tambi¨¦n algunas mucho menos potentes que las de Hiroshima, con un potencial de un kilot¨®n¡ª y por supuesto el objetivo contra el que se lanzar¨ªa, la altura de la detonaci¨®n, las condiciones metereol¨®gicas. En Kiev, una de 800 kilotones reducir¨ªa a escombros casi toda la ciudad. En Ciudad de M¨¦xico, las muertes y heridos ser¨ªan incontables.
Kiev
Bola de fuego
Devastaci¨®n total
2 km
Explosi¨®n
100% de muertes
Destrucci¨®n total
de edificios
4 km
Radiaci¨®n t¨¦rmica
Quemaduras de
tercer grado
19 km
Muertos: 280,690
Heridos: 673,440
Ciudad de M¨¦xico
Bola de fuego
Devastaci¨®n total
2 km
Explosi¨®n
100% de muertes
Destrucci¨®n total
de edificios
4 km
Radiaci¨®n t¨¦rmica
Quemaduras de
tercer grado
19 km
Muertos: 717.000
Heridos: 1.700.000
Estimaci¨®n para las primeras 24 horas tras el lanzamiento de la bomba. Realizadas con el simulador nukemap (nuclearsecrecy.com).
Kiev
Ciudad de M¨¦xico
Bola de fuego
Devastaci¨®n total
2 km
Explosi¨®n
100% de muertes
Destrucci¨®n total
de edificios
4 km
Radiaci¨®n t¨¦rmica
Quemaduras de
tercer grado
19 km
Muertos: 280,690
Heridos: 673,440
Muertos: 717.000
Heridos: 1.700.000
Estimaci¨®n para las primeras 24 horas tras el lanzamiento de la bomba. Realizadas con el simulador nukemap (nuclearsecrecy.com).
Kiev
Ciudad de M¨¦xico
Bola de fuego
Devastaci¨®n total
2 km
Explosi¨®n
100% de muertes
Destrucci¨®n total
de edificios
4 km
Radiaci¨®n t¨¦rmica
Quemaduras de
tercer grado
19 km
Muertos: 280,690
Heridos: 673,440
Muertos: 717.000
Heridos: 1.700.000
Estimaci¨®n para las primeras 24 horas tras el lanzamiento de la bomba. Realizadas con el simulador nukemap (nuclearsecrecy.com).
Todo lo explicado hasta ahora son los efectos de una sola bomba. En el mundo hay nueve potencias nucleares que acumulan un arsenal de m¨¢s de 12.000 cabezas at¨®micas. De ellas, 3.730 se encuentran desplegadas en misiles intercontinentales, en bases con bombarderos o bases con vectores de corto alcance. De ellas, al menos unas 2.000 est¨¢n listas para ser utilizadas de forma inmediata:
?Cu¨¢n probable es que esto ocurra?
La respuesta sint¨¦tica es muy poco. ¡°Esta es la amenaza nuclear m¨¢s seria desde el fin de la Guerra Fr¨ªa. Pero ello no significa que sea probable. El riesgo es bajo¡±, dice Hans M. Kristensen, director del Proyecto de Informaci¨®n Nuclear de la Federaci¨®n de Cient¨ªficos Americanos y experto de referencia mundial en el estudio de arsenales de las potencias at¨®micas. ¡°La probabilidad de un ataque nuclear sigue siendo baja. Bastante baja, de hecho¡±, coincide Luis Sim¨®n, director de la Oficina del Real Instituto Elcano en Bruselas e investigador principal especializado en materia de relaciones internacionales y asuntos de seguridad. Su punto de vista representa la opini¨®n mayoritaria entre expertos.
Las amenazas nucleares de Putin tienen una l¨®gica eminentemente disuasoria, tratan de conseguir una inhibici¨®n en Occidente (en cuanto a la ayuda suministrada a Ucrania) y en Kiev (en cuanto a hasta d¨®nde llevar su contraofensiva). Sin duda han conseguido buenos resultados en el primero de los objetivos durante la fase inicial de la guerra, con mucha circunspecci¨®n en la entrega de armas motivada probablemente por el temor a una escalada descontrolada. No es casualidad que Occidente haya sido tan reticente a entregar a Ucrania aviones de combate, tanques u otras armas pesadas. A medida que ha elevado el nivel de las ayudas ¡ªpor ejemplo, con misiles de alcance medio¡ª, Ucrania ha ido ganando terreno. Y Rusia, endurecido sus amenazas.
El paso de la amenaza con fines disuasorios a la realidad de un ataque se topa con muchos elementos que, incluso m¨¢s all¨¢ de consideraciones humanitarias, lo retratan como improbable. ¡°?Cu¨¢l ser¨ªa el prop¨®sito? ?Revertir los avances de las fuerzas ucranianas? Las armas nucleares no son muy ¨²tiles para lograr cambios en el campo de batalla¡±, dice Kristensen.
Un ataque nuclear ruso con intenci¨®n de revertir los avances de Ucrania podr¨ªa tener tres objetivos f¨ªsicos: un disparo con carga simb¨®lica, por ejemplo, en el mar Negro; uno contra las fuerzas militares ucranias; o uno devastador contra objetivos civiles, como una ciudad. Lo primero es muy dudoso que lograra quebrar la determinaci¨®n de Kiev. Lo segundo se topa con el problema de la dispersi¨®n de las fuerzas de Ucrania en un amplio territorio, lo que har¨ªa necesaria una operaci¨®n con escasa l¨®gica militar, con el uso de una multitud de bombas en m¨²ltiples puntos, un argumento explicado con precisi¨®n por William Alberque, experto del Instituto Internacional de Estudios Estrat¨¦gicos, en un informe de reciente publicaci¨®n. Lo tercero, un objetivo civil, resulta pr¨¢cticamente inimaginable, por la monstruosidad del acto y las posibilidades de endurecer la reacci¨®n internacional. ¡°Cuanto uno m¨¢s lo piensa, menos se le ve la l¨®gica¡±, dice Kristensen.
Otro elemento a tener en cuenta es que, adem¨¢s del efecto destructivo vinculado a la explosi¨®n, las bombas nucleares tienen terribles consecuencias en t¨¦rminos de difusi¨®n de radiaci¨®n muy da?ina. Seg¨²n el potencial del arma y otros factores como la altura de detonaci¨®n y las condiciones meteorol¨®gicas, la mancha radiactiva puede expandirse en amplias extensiones. El riesgo de contaminar territorios considerados como propios no es menor.
UCRANIA
Zona ocupada
por Rusia
Explosi¨®n nuclear
Mikolaiv
Lluvia
radiactiva
Mar de Azov
Jers¨®n
Crimea
100 km
Mar Negro
Una bomba nuclear de 800 kilotones arrojada en territorio ucranio generar¨ªa una lluvia radiactiva de 275 kil¨®metros que alcanzar¨ªa territorio ruso u ocupado por Rusia.
Zona ocupada
por Rusia
UCRANIA
Explosi¨®n nuclear
Mikolaiv
Lluvia
radiactiva
Jers¨®n
Mar de Azov
Crimea
Mar Negro
Una bomba nuclear de 800 kilotones arrojada en territorio ucranio generar¨ªa una lluvia radiactiva de 275 kil¨®metros que alcanzar¨ªa territorio ruso u ocupado por Rusia.
100 km
La perspectiva de sufrir graves da?os en represalia es otro factor que pesa en la ecuaci¨®n. No es f¨¢cil prever cu¨¢l ser¨ªa la respuesta. Hay un consenso generalizado acerca de que Occidente no responder¨ªa con fuerzas nucleares. Pero el alto representante de Exteriores de la UE, Josep Borrell, dijo expl¨ªcitamente que habr¨ªa una reacci¨®n militar convencional occidental que ¡°aniquilar¨ªa¡± a las fuerzas rusas. En la misma l¨ªnea se manifest¨® David Petraeus, exalto mando militar de EE UU y exjefe de la CIA. En otro nivel, tambi¨¦n hay riesgo de m¨¢s sanciones y aislamiento internacional.
M¨¢s all¨¢ de las especulaciones futuras, cabe adem¨¢s notar que, en el presente, pese a las amenazas y pese a un redoblado nivel de vigilancia occidental, en ning¨²n momento el Pent¨¢gono o la OTAN han detectado movimientos operativos que hagan pensar en preparativos nucleares por parte de Rusia.
Pero todo ello no significa que se pueda considerar la amenaza como insignificante. Muchos motivos contribuyen a ello.
¡°Lo que aumenta el nivel de riesgo nuclear, ¨ªnfimo en el principio de la invasi¨®n, es el hecho de que la situaci¨®n b¨¦lica no va bien para Rusia, y Mosc¨² se juega mucho¡±, dice Sim¨®n. Las derrotas siguen, como demuestran las dificultades de estos d¨ªas en el frente de Jers¨®n. ¡°Siendo la at¨®mica una opci¨®n muy mala, con un sentido militar que no est¨¢ para nada claro, en alg¨²n c¨¢lculo de Putin podr¨ªa llegar a ser menos mala que otra, una derrota militar que acarreara una humillaci¨®n geopol¨ªtica y una posible ca¨ªda del r¨¦gimen. Eso es lo que pone el tema sobre la mesa¡±. Se hace dif¨ªcil imaginar un Kremlin que asistiera inerte a una avanzada imparable de Ucrania, que recuperara del todo, o casi, territorios ya anexionados por Rusia. Esa es la perspectiva que genera inquietud.
Territorio recuperado por Ucrania desde marzo
Territorio ocupado por Rusia
BIELORRUSIA
RUSIA
Kiev
J¨¢rkov
UCRANIA
Donbas
Jers¨®n
Crimea
Mar Negro
200 km
Territorio recuperado por Ucrania desde marzo
Territorio ocupado por Rusia
BIELORRUSIA
RUSIA
Kiev
Lviv
J¨¢rkov
UCRANIA
Donbas
Jers¨®n
RUMANIA
Mar de Azov
Crimea
200 km
Mar Negro
¡°Es cierto que si proyectamos ese escenario hasta el nivel de una Ucrania a punto de recuperar Crimea, el c¨¢lculo es diferente. Ah¨ª tiene sede la flota rusa del mar Negro, un elemento de gran importancia simb¨®lica y estrat¨¦gica¡±, observa Kristensen. En ese escenario, ser¨ªa concebible que el Kremlin invocara su doctrina nuclear fijada en un decreto presidencial de 2020, seg¨²n el que se puede responder con un ataque nuclear a ¡°una agresi¨®n contra la Federaci¨®n Rusa con armas convencionales que amenacen la existencia del Estado¡±. Incluso en el caso de una posible ca¨ªda de Crimea, Kristensen duda de un recurso ruso al arma nuclear, pero considera que es claramente una perspectiva m¨¢s preocupante.
Hay otros elementos que incrementan la inquietud. El tono de Putin (subrayando que la amenaza no es un farol) y toda la gestualidad del Kremlin son cada vez m¨¢s llamativos. Destacan varios episodios recientes.
De entrada, una ronda de llamadas altamente inusuales a responsables de Defensa occidentales para alertar del riesgo de uso por parte de Ucrania de una bomba sucia, en lo que parece un intento de preconstituir excusas para una posible acci¨®n futura. El organismo at¨®mico de la ONU ha considerado infundada la denuncia.
Despu¨¦s, una inusitada reuni¨®n de altos mandos militares rusos para discutir la opci¨®n nuclear, de la que ha informado la prensa estadounidense sobre la base de fuentes de inteligencia de ese pa¨ªs y tras la cual el portavoz del Pent¨¢gono manifest¨® su ¡°creciente inquietud¡±.
Adem¨¢s, Rusia ha llevado a cabo recientemente maniobras nucleares de amplio calado y personajes de primera fila como el l¨ªder checheno Ramzan Kadirov o el expresidente Medv¨¦dev han llamado expl¨ªcitamente a lanzar un ataque nuclear en caso de reiteradas dificultades o han esgrimido la amenaza con un lenguaje extremadamente directo.
A la vez, explica Sim¨®n, el efecto disuasorio de la posible reacci¨®n internacional no es tan definitivo como podr¨ªa imaginarse. ¡°Se habla de una respuesta militar convencional de EE UU, pero yo eso no lo veo. No creo que quieran implicarse en una confrontaci¨®n militar directa, y pienso que Putin cuenta con ello¡±, dice. Es significativo que, si Borrell o Petraeus han sido expl¨ªcitos, los responsables de Casa Blanca, Pent¨¢gono u OTAN lo han sido mucho menos al respecto.
¡°En cuanto a China¡±, prosigue Sim¨®n, ¡°Pek¨ªn desde luego no ver¨ªa bien el uso del arma nuclear, pero una piedra angular de su pol¨ªtica internacional es una relaci¨®n predecible y estable con Rusia. Retirar apoyo econ¨®mico y pol¨ªtico a Mosc¨² ser¨ªa un golpe duro; sumarse a las sanciones, a¨²n m¨¢s. El r¨¦gimen se tambalear¨ªa, y eso no est¨¢ en el inter¨¦s de Pek¨ªn, salvo que tuviese muy claro cu¨¢l ser¨ªa el desarrollo posterior y que este le resultara conveniente. Por ¨²ltimo, la relaci¨®n con la UE dif¨ªcilmente puede ir a peor, as¨ª que tampoco hay ah¨ª un c¨¢lculo de mucho da?o a?adido¡±, apunta el experto.
Kristensen tambi¨¦n duda tanto de la disposici¨®n de Pek¨ªn a reaccionar con dureza contra Mosc¨² como de la de EE UU a atacar directamente objetivos rusos. ¡°Esta opci¨®n es complicada, abre obviamente paso a una guerra entre Occidente y Rusia. No lo veo claro. M¨¢s probable veo una opci¨®n intermedia, h¨ªbrida, lanzando por ejemplo ciberataques junto a las iniciativas del ¨¢mbito diplom¨¢tico¡±.
Por ¨²ltimo, la historia reciente muestra que Putin ha ido haciendo, una detr¨¢s de otra, cosas que en Occidente se consideraban inimaginables, y que ante las dificultades no repliega: redobla. Estos argumentos son los que hacen que, si bien el ataque nuclear no es probable, la situaci¨®n sea la m¨¢s tensa en d¨¦cadas.
?De qu¨¦ armas dispone Putin?
¡°Rusia dispone del mayor arsenal nuclear del planeta, en t¨¦rminos de n¨²meros de bombas y vectores. Cuentan con un espectro completo, desde cabezas at¨®micas de bajo potencial hasta de muy alto. Es un arsenal amplio y flexible¡±, describe Kristensen. Mosc¨² ha invertido ingentes sumas para modernizar su arsenal nuclear en las ¨²ltimas d¨¦cadas.
El Kremlin dispone de la capacidad de disparar armas nucleares desde silos, submarinos o aviones. Cuenta con armas estrat¨¦gicas y t¨¢cticas, en una divisi¨®n tradicional desprovista, sin embargo, de una definici¨®n cient¨ªfica indiscutible. Con el primer concepto se suele hacer referencia a las cabezas nucleares de mayor potencial, montadas en vectores de alcance intercontinental; el segundo suele indicar bombas capaces de ser montadas en vectores de menor alcance, para uso en campos de batalla espec¨ªficos, y por lo general con menor potencial, aunque las hay incluidas en esa categor¨ªa con mucha mayor capacidad explosiva que la de Hiroshima. Las primeras est¨¢n sometidas al tratado de control New START entre EE UU y Rusia, que establece muchas limitaciones. Las segundas, no.
En caso de ataque, ?cu¨¢l usar¨ªa?
En el remoto caso de un ataque nuclear, los expertos consideran m¨¢s l¨®gico el recurso a las bombas de la categor¨ªa t¨¢ctica. Se calcula que Rusia dispone de unas 2.000. Mosc¨² no es transparente, por tanto no hay un conocimiento p¨²blico preciso de las caracter¨ªsticas de su arsenal.
¡°No sabemos exactamente, pero es probable que tengan bombas t¨¢cticas con un potencial tan bajo como un kilot¨®n¡±, dice Kristensen. La de Hiroshima ten¨ªa 15. ¡°Pero claro, si decides usar un arma nuclear, no le veo mucho sentido hacerlo con una bomba de impacto muy reducido¡±. Por otra parte, el rango de las t¨¢cticas puede llegar hasta 100 kilotones. La diferencia de impacto puede ser enorme seg¨²n el modelo elegido.
¡°La divisi¨®n conceptual entre estrat¨¦gicas y t¨¢cticas, en realidad, es cuando menos borrosa. Una bomba en s¨ª misma no puede ser t¨¢ctica o estrat¨¦gica, es el uso que se hace de ellas el que es de una u otra ¨ªndole¡±, precisa Kristensen.
En cualquier caso, los analistas creen que en el conflicto de Ucrania, las fuerzas rusas ya han disparado misiles con capacidad de ser vectores de cabezas nucleares t¨¢cticas, como el Kalibr, lanzado desde fuerzas navales, o los Iskander, desde tierra.
?Qu¨¦ efectos tendr¨ªa un ataque nuclear?
La detonaci¨®n de un arma nuclear implica distintos efectos catastr¨®ficos, desde los radiactivos o los destructivos causados por la bola de fuego y la onda expansiva provocados por la detonaci¨®n. Esto es la consecuencia de una ¨²nica explosi¨®n.
Obviamente, una vez lanzada una, el riesgo enorme es que otra potencia nuclear responda, desencadenando una cat¨¢strofe planetaria de proporciones casi inimaginables, que incluir¨ªa adem¨¢s de un enorme n¨²mero de fallecimientos directos, tambi¨¦n unas pavorosas secuelas letales, por los efectos de las radiaciones sobre las personas y, entre otras cosas, por la contaminaci¨®n del medioambiente que dificultar¨ªa, o har¨ªa imposible, una actividad agr¨ªcola o ganadera limpia.
25 km
Hongo nuclear
19 km
Lluvia de
residuos
radiactivos
(200 km)
Bola de fuego (2,3 km)
Explosi¨®n (4 km)
Radiaci¨®n directa (4,8 km)
Radiaci¨®n t¨¦rmica (19 km)
Estimaci¨®n de los da?os provocados por una cabeza nuclear de 800 kilotones. Rusia tiene en su arsenal 85 bombas (RS-12M Topol) con esa carga nuclear.
25 km
Estimaci¨®n de los da?os provocados por una cabeza nuclear de 800 kilotones. Rusia tiene en su arsenal 85 bombas (RS-12M Topol) con esa carga nuclear.
Hongo nuclear
19 km
La destrucci¨®n es mucho mayor si la bomba se detona en altura en lugar de en superficie.
Bola de fuego (2,3 km)
Lluvia radioactiva de residuos de la fisi¨®n nuclear altamente radiactivos se expanden tras la explosi¨®n. El viento podr¨ªa expandir dosis letales de radiaci¨®n a m¨¢s de 200 kil¨®metros.
Explosi¨®n (4 km)
Radiaci¨®n directa (4,8 km)
Radiaci¨®n t¨¦rmica (19 km)
25 km
Estimaci¨®n de los da?os provocados por una cabeza nuclear de 800 kilotones. Rusia tiene en su arsenal 85 bombas (RS-12M Topol) con esa carga nuclear.
Hongo nuclear
19 km
La destrucci¨®n es mucho mayor si la bomba se detona en altura en lugar de en superficie.
Bola de fuego (2,3 km)
Lluvia radioactiva de residuos de la fisi¨®n nuclear altamente radiactivos se expanden tras la explosi¨®n. El viento podr¨ªa expandir dosis letales de radiaci¨®n a m¨¢s de 200 kil¨®metros.
Explosi¨®n (4 km)
Radiaci¨®n directa (4,8 km)
Radiaci¨®n t¨¦rmica (19 km)
1. Radiaci¨®n directa y bola de fuego
Es el primer efecto tras la detonaci¨®n. En menos de un segundo, todas las personas en un di¨¢metro de 5 kil¨®metros recibir¨ªan una dosis letal. A continuaci¨®n una bola de fuego de 2 kil¨®metros a millones de grados de temperatura. Todo en su interior quedar¨ªa vaporizado.
Secuencia de 0,11 segundos de la primera explosi¨®n nuclear en la tierra: el test nuclear Trinity (Laboratorio Nacional Los ?lamos).2. Explosi¨®n y radiaci¨®n t¨¦rmica
Alrededor de la bola de fuego el aire se expande y provoca una onda de choque que destruye todos los edificios en 4 kil¨®metros. La destrucci¨®n ser¨¢ m¨¢s moderada en 8 kil¨®metros, pero la radiaci¨®n t¨¦rmica provocar¨¢ quemaduras de tercer grado en 19 kil¨®metros a la redonda.
Casa situada a 1 kil¨®metro de la zona cero del test nuclear de 16 kilotones ¡°Annie¡±. La ¨²ltima imagen fue tomada 2 segundos despu¨¦s de la detonaci¨®n. (Federaci¨®n de Cient¨ªficos Estadounidenses)?Ser¨ªan las primeras explosiones desde Hiroshima y Nagasaki?
No. Desde 1945 se han llevado a cabo unos 2.000 tests nucleares de distinto tipo. Alrededor de un 75% de ellos han sido pruebas subterr¨¢neas.
En algunos casos, se han detonado como prueba bombas de gran potencial. En los ¨²ltimos a?os, las grandes potencias han dejado de hacer ensayos, y el ¨²nico pa¨ªs que los ha llevado a cabo ha sido Corea del Norte.
De 1945 a 2017se han realizado en el mundo 2.056 ensayos nucleares
1 km
Googlemaps
16 kilotones
200 metros
8 kilotones
130 metros
Sitio de Seguridad Nacional de Nevada. A solo 100 kil¨®metros de Las Vegas, EE UU ha ensayado aqu¨ª cientos explosiones nucleares.
246 pruebas
nucleares
El archipi¨¦lago Novaya Zemlya ha sido uno de los principales sitios de pruebas nucleares de la URSS.
100 km
Bomba Tsar. 58 megatones
(equivalente a 58.000 toneladas de TNT)
De 1945 a 2017se han realizado en el mundo 2.056 ensayos nucleares
Sitio de Seguridad Nacional de Nevada. A solo 100 kil¨®metros de Las Vegas,
EE UU ha ensayado aqu¨ª cientos de explosiones nucleares.
El archipi¨¦lago Novaya Zemlya ha sido uno de los principales sitios de pruebas nucleares de la URSS.
246 pruebas
nucleares
1 km
100 km
16 kilotones
200 metros
Prueba de la mayor explosi¨®n nuclear de la historia: la bomba Tsar. Se deton¨® una cabeza nuclear de 58 megatones, el equivalente a 58.000 toneladas de explosivo TNT.
8 kilotones
130 metros
Googlemaps
De 1945 a 2017se han realizado en el mundo 2.056 ensayos nucleares
Sitio de Seguridad Nacional de Nevada. A solo 100 kil¨®metros de Las Vegas, EE UU ha ensayado aqu¨ª cientos de explosiones nucleares.
246 pruebas
nucleares
El archipi¨¦lago Novaya Zemlya ha sido uno de los principales sitios de pruebas nucleares de la URSS.
1 km
100 km
Prueba de la mayor explosi¨®n nuclear de la historia: la bomba Tsar. Se deton¨® una cabeza nuclear de 58 megatones, el equivalente a 58.000 toneladas de explosivo TNT.
16 kilotones
200 metros
8 kilotones
130 metros
Googlemaps
Conclusi¨®n
La perspectiva de que Rusia lance un ataque nuclear es remota. Pero m¨²ltiples factores vinculados a la invasi¨®n rusa en Ucrania elevan la inquietud a niveles desconocidos desde el fin de la Guerra Fr¨ªa. Esto ocurre en un marco general en el que las grandes potencias nucleares invierten ingentes recursos para la modernizaci¨®n de sus arsenales nucleares y, en el caso de China, directamente para su expansi¨®n. La gran inestabilidad geopol¨ªtica y la constataci¨®n de que una potencia nuclear puede invadir sin ning¨²n escr¨²pulo y ninguna justificaci¨®n plausible un pa¨ªs vecino ¡ªque devolvi¨® las cabezas nucleares de las que dispon¨ªa tras la disoluci¨®n de la URSS¡ª generan oscuros incentivos. ¡°Una guerra nuclear no puede nunca ser ganada y no debe jam¨¢s ser librada¡±, declararon Reagan y Gorbachov en 1985. La verdad cristalina de esa frase se presenta hoy un poco menos s¨®lida que entonces. Un apocalipsis nuclear no est¨¢ cerca, pero sin duda se halla menos alejado de cuanto lo estuvo durante d¨¦cadas.
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