El dec¨¢logo de Zelenski para la paz
El presidente de Ucrania defiende ante el G-20 sus exigencias, entre ellas el restablecimiento completo de la integridad territorial y un acuerdo internacional que ofrezca garant¨ªas futuras a Kiev
La guerra en Ucrania es el epicentro de las labores de la cumbre del G-20 en Bali, en Indonesia, con intensas disputas acerca de c¨®mo abordarlo en la declaraci¨®n final y gestionarlo en la vida real. Narendra Modi, el primer ministro indio, expres¨® con vigor el anhelo de que el que conflicto se pare a trav¨¦s de una negociaci¨®n diplom¨¢tica, una posici¨®n compartida por muchos pa¨ªses ¡ªentre ellos China, y una parte muy relevante del sur global¨D y que cobra cada vez m¨¢s fuerza tras casi nueve meses de guerra. Los gobiernos occidentales, al margen de las dudas no explicitadas, apuntan oficialmente a que corresponde a Kiev indicar los tiempos y las formas de una eventual negociaci¨®n. Consciente de ese debate, el presidente de Ucrania, Volod¨ªmir Zelenski, aprovech¨® este martes su intervenci¨®n en el foro a trav¨¦s de videoconferencia para aclarar su posici¨®n. La defini¨® como su ¡°visi¨®n para un camino de paz¡±, armada con un dec¨¢logo de propuestas.
El conjunto de su exposici¨®n no parece abrir la puerta a una negociaci¨®n pr¨®xima. Zelenski declar¨® su exigencia de que ¡°Rusia reafirme la integridad territorial¡± de Ucrania. Y cit¨® como desaf¨ªo ¡°la retirada de las tropas rusas y el fin de las hostilidades¡±. Esa reivindicaci¨®n ¡°no es objeto de negociaci¨®n¡±, dijo el mandatario, que tambi¨¦n recalc¨® entre los elementos de su propuesta el establecimiento de un tribunal especial para juzgar cr¨ªmenes de guerra rusos y de un mecanismo de compensaci¨®n por los da?os infligidos financiado con activos rusos. Solo unas horas despu¨¦s de su intervenci¨®n en la cumbre, Mosc¨² volvi¨® a golpear la capital ucrania con un ataque contra dos edificios residenciales.
El l¨ªder ucranio tambi¨¦n aclar¨® que rechaza de plano un ¡°Minsk 3¡±, en referencia a los acuerdos sellados en el pasado en la capital bielorrusa, tras la toma rusa de Crimea en 2014, y que dieron paso a inestables treguas sin solventar el fondo de la cuesti¨®n. ¡°No permitiremos a Rusia respirar, reconstituir sus fuerzas, y luego iniciar una nueva serie de terror y desestabilizaci¨®n global¡±, afirm¨® ante los l¨ªderes reunidos en la localidad de Nusa Dua, en la isla de Bali.
El dec¨¢logo presentado por Zelenski incluye otros elementos, por ejemplo, en materia de seguridad nuclear, energ¨¦tica o alimentaria. Uno fundamental es el anhelo de firma de un tratado de seguridad a trav¨¦s del cual, sin un ingreso en la OTAN, Ucrania reciba alguna clase de garant¨ªa y apoyos formales de los pa¨ªses afines. Sobre esa base, invoc¨® la ayuda de los l¨ªderes mundiales. La liberaci¨®n de prisioneros de guerra, el respeto al medio ambiente y el freno a la escalada del conflicto completan la lista de pasos que Zelenski considera indispensables para llegar al ¨²ltimo punto del dec¨¢logo: ¡°Confirmaci¨®n del fin de la guerra¡±.
La reacci¨®n rusa a esta propuesta sigue incidiendo en atribuir la responsabilidad del bloqueo a Ucrania. El representante ruso en la cumbre de Bali ¡ªel ministro de Exteriores, Sergu¨¦i Lavrov¡ª consider¨® en conferencia de prensa que ¡°Kiev se niega categ¨®ricamente a cualquier negociaci¨®n y presenta condiciones que son a toda vista irreales e inadecuadas dada la situaci¨®n¡±.
Debilidad rusa
Sin embargo, los primeros compases del G-20 han evidenciado s¨ªntomas de una creciente posici¨®n de debilidad pol¨ªtica rusa en el escenario internacional, que va de la mano del debilitamiento en el terreno. Sin llegar a condenar la invasi¨®n rusa, China y la India, con distintas modalidades, han expresado elementos de frustraci¨®n por la desestabilizaci¨®n provocada por la guerra lanzada por Putin.
En este contexto, con desarrollos favorables en el campo de batalla y con toda la legitimidad ante una invasi¨®n sin ninguna base legal, Zelenski ha reafirmado ante los principales l¨ªderes mundiales un planteamiento de victoria redonda. Para lograrlo depende del continuado apoyo occidental, fundamental en t¨¦rminos de suministro de armas y respaldo financiero. De momento, el flujo sigue, con nuevas e importantes entregas de material, entre ellas las de tanques estadounidenses, un considerable giro con respecto al pasado.
Pero el debate de hasta d¨®nde llevar ese respaldo est¨¢ vivo. Apoyar la reconquista hasta, por ejemplo, liberar Crimea, es una perspectiva extraordinariamente delicada, a la vista, entre otras cosas, de que esta pen¨ªnsula alberga la base de la estrat¨¦gica flota rusa del mar Negro. En p¨²blico, no hay presi¨®n de los l¨ªderes occidentales sobre Kiev, pero en privado la reflexi¨®n avanza, e incluso el lenguaje en las comunicaciones oficiales ha ido reformul¨¢ndose un poco. Donde anta?o Washington hablaba de apoyo inquebrantable a Kiev hasta la victoria, desde hace un tiempo la coletilla ha evolucionado por lo general hacia la direcci¨®n de apoyo para defenderse de una agresi¨®n intolerable.
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