?Negociar o no negociar con Putin? El dilema en Occidente sobre Ucrania tras la retirada rusa de Jers¨®n

Las banderas ucranias ya ondean en Jers¨®n, las tropas de Kiev han entrado en la zona y, aunque la situaci¨®n en la ciudad a¨²n no es segura y las condiciones de vida son dif¨ªciles, su poblaci¨®n contin¨²a los festejos. Los batallones rusos se han retirado a la orilla oriental del r¨ªo Dni¨¦per. La sonada derrota de las fuerzas del presidente Vlad¨ªmir Putin por mantener el control de esta localidad, que Mosc¨² hab¨ªa declarado parte de su territorio, representa uno de los mayores reveses de Rusia en la guerra. Y ha reabierto el debate en Occidente sobre el momento en el que debe llegar una negociaci¨®n de paz.

Pese al ¡°fracaso estrat¨¦gico¡± ¡ªcomo lo ha descrito el ministro de Exteriores brit¨¢nico, Ben Wallace¡ª del ej¨¦rcito ruso en Jers¨®n, el ¨²nico de los objetivos iniciales en la invasi¨®n que Mosc¨² hab¨ªa logrado tomar, el Kremlin se mantiene firme en sus posiciones. El territorio contin¨²a siendo ¡°un sujeto de la Federaci¨®n Rusa¡±, ha subrayado el portavoz de Putin, Dimitri Peskov. ¡°No ha cambiado nada¡±.

Ucrania, por su parte, desea continuar la ofensiva que sostiene con continuo ¨¦xito desde hace dos meses. ¡°Estamos en el buen camino para ganar las batallas sobre el terreno. Pero la guerra contin¨²a¡±, declar¨® el s¨¢bado el ministro ucranio de Exteriores, Dmitro Kuleba, tras una reuni¨®n con el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, en Camboya.

Tras haber recuperado miles de kil¨®metros de territorio ocupado por Rusia, Kiev calcula que a¨²n tiene mucho que ganar. Y durante meses se ha cerrado en banda a una negociaci¨®n con su agresor, al menos mientras contin¨²e Putin en el poder. En octubre, tras los referendos de anexi¨®n rusa de cuatro provincias ucranias ¡ªincluida Jers¨®n¡ª, un decreto del presidente Volod¨ªmir Zelenski prohibi¨® cualquier contacto con el actual inquilino del Kremlin.

La Administraci¨®n estadounidense del presidente Joe Biden comparte el an¨¢lisis de Kiev: no es el momento de buscar un di¨¢logo con Mosc¨². Ucrania a¨²n puede lograr avances militares y aumentar su ventaja de cara a una futura negociaci¨®n. Mientras que, como indican las declaraciones de Peskov, el Kremlin no da visos de estar dispuesto a ceder en nada. ¡°Insistir en la anexi¨®n no es exactamente una se?al de seriedad para unas negociaciones. Mientras Rusia mantenga la posici¨®n de que simplemente puede arrebatar tanto territorio como quiera por la fuerza, es dif¨ªcil verles como un interlocutor de buena fe en una negociaci¨®n¡±, ha declarado el consejero de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, este fin de semana.

Debate interno en Washington

Pero en Washington existe un debate interno sobre c¨®mo proceder. El jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Milley, defiende la conveniencia de una soluci¨®n diplom¨¢tica para aprovechar los logros de Ucrania sobre el terreno y la llegada de un invierno que marcar¨¢ un par¨®n natural en el campo de batalla. ¡°Hay que reconocer mutuamente que la victoria militar es probablemente, en el verdadero sentido de la palabra, inalcanzable por la v¨ªa militar. Por lo tanto, hay que tomar otras opciones¡±, declaraba en una conferencia en Nueva York. ¡°Cuando hay una oportunidad para negociar, para conseguir la paz, hay que aprovecharla¡±.

Algunos funcionarios estadounidenses est¨¢n de acuerdo en explorar los caminos de una posible v¨ªa diplom¨¢tica. El consenso siempre ha sido que la guerra tendr¨¢ que zanjarse antes o despu¨¦s en una mesa de negociaciones y la Administraci¨®n Biden quiere estar preparada para cuando llegue ese momento. Y alienta a Zelenski a que tambi¨¦n se manifieste m¨¢s abierto a retomar el camino de las conversaciones, cerrado desde un tibio intento en las primeras semanas de guerra. Los contactos diplom¨¢ticos m¨¢s recientes, incluido un viaje de Sullivan a Kiev la semana pasada, han sido intensos.

Washington ve con preocupaci¨®n cierta ¡°fatiga del donante¡± entre algunos aliados que pueda agravarse durante el invierno, cuando el fr¨ªo pondr¨¢ a prueba los suministros de energ¨ªa en Europa. Otros pa¨ªses como la India o Brasil han sido renuentes a ponerse del lado ucranio, bien por la importancia de sus relaciones con Rusia o bien por atribuir a Kiev parte de la responsabilidad de la guerra.

La Administraci¨®n Biden tambi¨¦n necesita reafirmar sus apoyos internos. El mes pasado, un grupo de legisladores progresistas envi¨®, y retract¨®, una carta a la Casa Blanca en la que ped¨ªa m¨¢s apoyo a la v¨ªa diplom¨¢tica con Rusia. Una encuesta publicada por The Wall Street Journal a comienzos de noviembre indicaba que el 48% de los votantes republicanos cree que Estados Unidos se ha implicado demasiado en la guerra, frente a solo el 6% que opinaba as¨ª en marzo. Kevin McCarthy, el potencial l¨ªder de la C¨¢mara de Representantes si se confirma la mayor¨ªa republicana en esa instituci¨®n tras las elecciones legislativas, ha prometido un mayor control a la asistencia estadounidense a Ucrania.

Fuentes del Ejecutivo ucranio reconocen los contactos y tambi¨¦n las conversaciones, pero se?alan que no han sido ¡°presiones¡±. ¡°Se ha hablado de la importancia de que Ucrania muestre al mundo que no cerramos todas y cada una de las puertas [a la diplomacia] siempre que Rusia abandone los territorios ocupados¡±, dicen fuentes del Gobierno de Zelenski.

El l¨ªder ucranio, que mantiene contactos constantes con gobiernos de la UE, del Reino Unido y de Estados Unidos, abri¨® el 4 de noviembre por primera vez esa rendija a conversar en una entrevista con EL PA?S, en la que no descart¨® de lleno sentarse con Putin, como hab¨ªa hecho hasta entonces. ¡°Si ellos se retiran y reconocen que est¨¢n terriblemente equivocados, entonces podemos encontrar un formato para el di¨¢logo¡±, dijo, aunque tambi¨¦n aseguraba que la anexi¨®n rusa de los territorios ucranios ¡°anula¡± toda posibilidad de conversar.

Decisi¨®n en Kiev

La Casa Blanca ha dejado claro en cualquier caso que no es partidaria de favorecer ninguna iniciativa de la que Putin pueda salir beneficiado. Una pausa en la ofensiva dar¨ªa espacio a las tropas rusas para reorganizarse y recibir refuerzos. Washington tampoco quiere dar la impresi¨®n de que impone su parecer a Ucrania. Debe de ser Kiev, insisten altos funcionarios estadounidenses, quien decida si quiere negociar y en qu¨¦ momento. En una rueda de prensa el mi¨¦rcoles, el propio Biden insist¨ªa sobre la posibilidad de un di¨¢logo en que ¡°eso depender¨¢ de los ucranios. Nada sobre Ucrania sin Ucrania¡±.

Washington reitera su mantra: que apoyar¨¢ a Ucrania con lo que necesite ¡°todo el tiempo que haga falta¡±. Su aportaci¨®n suma ya 18.000 millones de d¨®lares desde que comenz¨® la invasi¨®n y es la mayor desde el final de la Guerra Fr¨ªa. Esta semana anunciaba otros 400 millones de d¨®lares m¨¢s, que se destinar¨¢n a munici¨®n, equipamiento de invierno, veh¨ªculos y, por primera vez, sistemas de defensa antia¨¦rea Avenger.

En Rusia, algunos c¨ªrculos cercanos al Kremlin interpretan la retirada de Jers¨®n ¡ªuna decisi¨®n pol¨ªtica, no militar, adoptada por Putin, que hasta ahora se hab¨ªa negado a ello¡ª como una peque?a muestra de que eventualmente Mosc¨² podr¨ªa abrirse en un futuro no tan lejano a una negociaci¨®n. Pero aunque el aparato de propaganda ruso s¨ª ha preparado durante d¨ªas a la opini¨®n p¨²blica para la retirada de esa ciudad, no hay visos de que lo est¨¦ haciendo para una negociaci¨®n. Tampoco hay se?ales de que el Kremlin, en una hipot¨¦tica b¨²squeda de una salida a la guerra, est¨¦ sembrando la ret¨®rica de que ya ha alcanzado su objetivo para concluir lo que todav¨ªa llama ¡°operaci¨®n militar especial¡±.

S¨ª hay algunos s¨ªntomas que dejan resquicios sobre el di¨¢logo ¡ªaunque este sea tan solo para ver si se puede entablar un di¨¢logo¡ª. Algunos comentarios lanzados por portavoces del Ministerio de Exteriores. Y, sobre todo, las filtraciones de que Sullivan ha mantenido contactos con Nikol¨¢i Patrushev, su hom¨®logo en Mosc¨² y persona de confianza de Putin (antiguo KGB como ¨¦l y sin el que el l¨ªder ruso no habr¨ªa llegado al poder) y con el asesor de Pol¨ªtica Exterior de Putin. Washington, no obstante, asegura que esos contactos no han sido para hablar de Ucrania.

En Bruselas, muchas voces creen igualmente que la guerra terminar¨¢ probablemente en una mesa de negociaci¨®n, pero coinciden con la Administraci¨®n de Biden en que no es el momento propicio para empezar a pensar en ello. Fuentes comunitarias coinciden con altos funcionarios en EE UU en que Kiev a¨²n puede lograr ventajas estrat¨¦gicas. Tanto en el frente como en la diplomacia. Y el Kremlin podr¨ªa aprovechar el par¨®n para reabastecerse y reagruparse a la espera de la llegada de nuevos mercenarios y movilizados al frente. Aunque algunos pa¨ªses ¡ªHungr¨ªa, Chipre, Italia¡ª susurran que quiz¨¢ este podr¨ªa ser el momento, otros ¡ªencabezados por los b¨¢lticos y Polonia¡ª remarcan que no solo no es el punto id¨®neo, sino que es Ucrania quien debe decidir.

Con la recuperaci¨®n de Jers¨®n y el asentamiento de las tropas rusas en posiciones al otro lado del r¨ªo y tratando de afianzar lo conquistado en el ¨¢rea de Donb¨¢s, la guerra entrar¨¢ en un momento decisivo. De ah¨ª que analistas de estrategia militar se?alen que no es momento de negociar. Los pasos que d¨¦ Ucrania en los pr¨®ximos d¨ªas ser¨¢n clave para marcar las posibles l¨ªneas, se?ala un oficial de inteligencia occidental. Tambi¨¦n c¨®mo se afronte el invierno. El jefe del Kremlin busca jugar la carta de la paciencia, infligiendo sufrimiento a la poblaci¨®n ucrania con los ataques a la infraestructura de calefacci¨®n, luz y agua en todo el pa¨ªs. Una misma carta de la paciencia en la que ha confiado de cara a la Uni¨®n Europea, donde cree que el apoyo a Ucrania se terminar¨¢ por resentir.

Sin embargo, para las tropas rusas el invierno tambi¨¦n ser¨¢ muy duro. Fuentes de inteligencia afirman que el ej¨¦rcito del Kremlin no est¨¢ preparado para afrontar las bajas temperaturas. No est¨¢ bien equipado, como no lo ha estado durante toda la invasi¨®n. Mientras, las fuerzas ucranias han recibido equipos y ropa t¨¦cnica de socios occidentales.

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