Li Qiang, el leal lugarteniente de Xi Jinping
El ¡®n¨²mero dos¡¯ del Partido Comunista Chino y probable pr¨®ximo primer ministro es considerado un aperturista amigo de los negocios, pero fue el responsable del duro confinamiento de Shangh¨¢i la pasada primavera
Es 23 de octubre y en el sal¨®n dorado del Gran Palacio del Pueblo su rostro resulta inescrutable. Apenas gesticula, no mueve los pies. Erguido e inm¨®vil, como un soldado en la garita, viste con el rigor de los mandos comunistas, de traje oscuro y corbata roja. Lleva gafas, pero no va te?ido, detalle que le distingue de un buen n¨²mero de cuadros del Partido Comunista de China. Es uno de los siete elegidos que han surgido de una puerta dorada, han atravesado inmensas columnas y han subido al escenario tras los pasos del l¨ªder, Xi Jinping, para su presentaci¨®n en sociedad como miembros del pr¨®ximo Comit¨¦ Permanente del Politbur¨®, la c¨²spide del poder chino.
El acto supone el colof¨®n del XX Congreso del Partido Comunista de China. Y los siete elegidos han entrado en la sala siguiendo un estricto orden que marca el cargo que previsiblemente ejercer¨¢n a partir de marzo, cuando culmine la transici¨®n pol¨ªtica: Xi, en la vanguardia, ser¨¢ el presidente y ¨¦l, que va segundo, ser¨¢ con toda probabilidad el pr¨®ximo primer ministro. Se llama Li Qiang, tiene 63 a?os y muy pocos atinaron en las quinielas con su ascenso mete¨®rico.
Antiguo colaborador de Xi, hasta ahora ejerc¨ªa como secretario del partido en Shangh¨¢i. Si algunos esperaban una reapertura del pa¨ªs y un abandono de la estricta pol¨ªtica de cero covid, su nombramiento despierta dudas: el presidente ha colocado como su lugarteniente al art¨ªfice de un confinamiento que encerr¨® en primavera a 25 millones de personas durante m¨¢s de dos meses, desatando una ola de ira y cansancio entre la poblaci¨®n y gripando la econom¨ªa en el coraz¨®n financiero del pa¨ªs.
Pero tampoco queda claro su perfil. Su mirada dura y su mand¨ªbula ancha conforman una m¨¢scara en la que unos leen un signo m¨¢s de la reconfiguraci¨®n del poder a la medida de Xi, rodeado de leales para ejercer un tercer mandato sin precedentes; otros, en cambio, tienen la esperanza de que ejerza de contrapeso, lo llaman ¡°amigo de los negocios¡± y reiteran su inclinaci¨®n por la apertura y la reforma. Este era el papel reservado hasta ahora al actual premier Li Keqiang, pero su figura fue quedando poco a poco jibarizada a la sombra de Xi hasta el punto de que se le considera uno de los primeros ministros de menor peso de las ¨²ltimas d¨¦cadas.
En una entrevista en 2013, Li Qiang presumi¨® del esp¨ªritu emprendedor de los habitantes de su provincia natal, la din¨¢mica Zhejiang, de la que acababa de ser nombrado gobernador. Muchos de ellos, dijo en la revista econ¨®mica china Caixin, eran comerciantes que se ¡°ganaron sus primeros yuanes lustrando zapatos o rellenando mantas¡±; alab¨® la ¡°desregulaci¨®n¡± como una f¨®rmula ¡°para el desarrollo de empresas privadas e industrias enteras¡±. Y asegur¨®: ¡°El mayor ¨¦xito de la campa?a de reforma y apertura de China ha sido animar a la gente a innovar y tomar la iniciativa¡±.
Era otra ¨¦poca. A¨²n no hab¨ªan ca¨ªdo en desgracia los fundadores de gigantes tecnol¨®gicos como Jack Ma, cuya empresa, Alibaba, el Amazon chino, tiene tambi¨¦n su sede en Zhejiang, en la capital Hangzhou. Li se codeaba con ¨¦l en cumbres de internet y animaba a los ciudadanos a imitarlo. Pero hoy Ma es el reflejo de la dureza de la ¡°nueva era¡± de Xi y de la campa?a de Pek¨ªn por poner coto a las corporaciones digitales. El empresario est¨¢ pr¨¢cticamente desaparecido desde que critic¨® en 2020 las normas bancarias mundiales y el sistema de regulaci¨®n chino y Pek¨ªn decidi¨® parar la salida a bolsa de Ant Group, la mayor empresa de finanzas digitales del mundo, parte de su emporio.
Un miembro del partido (y tambi¨¦n empresario) asegura que Li es un hombre cercano a Xi ¡ª¡±se f¨ªan el uno del otro¡±¡ª, cuyo perfil queda diluido en un ¡°fuerte Gobierno central¡± que esta fuente considera ¡°necesario¡± en un pa¨ªs enorme y superpoblado como China. ¡°Creo que pueden formar un buen equipo, sin disputas¡±, lo cual har¨¢ m¨¢s ¡°eficiente¡± la toma de decisiones dentro de un ¡°grupo fuerte¡± en el que el cargo de premier no tendr¨¢ un papel especialmente destacado. Tambi¨¦n conf¨ªa en que el pa¨ªs mantenga la senda de apertura de las ¨²ltimas d¨¦cadas. ¡°Los a?os dorados¡±, llama a la primera d¨¦cada de los dos mil.
Li estudi¨® mecanizaci¨®n agr¨ªcola, comenz¨® su carrera trabajando en una estaci¨®n electromec¨¢nica de riego y m¨¢s tarde en una f¨¢brica de herramientas, fue secretario de la Liga de la Juventud Comunista, se uni¨® a los 24 a?os al partido, y fue ascendiendo lentamente por la inmensa pir¨¢mide de poder ocupando distintos cargos en su provincia. Complet¨® tambi¨¦n su formaci¨®n acad¨¦mica: en los a?os noventa estudi¨® ingenier¨ªa de gesti¨®n y a principios de siglo econom¨ªa mundial en la Escuela Central del Partido en Pek¨ªn y un MBA en una Universidad de Hong Kong.
En 2004 sucede el encuentro: comienza a trabajar como jefe de Gabinete de Xi Jinping en el Comit¨¦ Provincial del Partido de Zhejiang, donde estaba destinado entonces el futuro mandatario del pa¨ªs. Solo tres a?os m¨¢s tarde, Xi es elegido sucesor de Hu Jintao al frente de China, cargo que asumi¨® en 2012. Y eso coloca a Li tambi¨¦n en una carrera a la cumbre, cuyos movimientos reflejan ¡°la intenci¨®n de Xi de ayudar a reforzar [sus] credenciales de liderazgo¡±, seg¨²n una biograf¨ªa del Instituto Brookings.
En 2013, con Xi ya coronado, Li fue ascendido a gobernador de Zhejiang. En 2016 fue promocionado de nuevo a secretario del partido de la provincia de Jiangsu y finalmente, en 2017, fue nombrado secretario del partido en Shangh¨¢i: el mismo puesto que desempe?¨® Xi en 2007 antes de ser reclamado para tareas superiores. ¡°Es uno de los protegidos de mayor confianza¡±, seg¨²n Brookings.
¡°Su historial es de una fuerte orientaci¨®n empresarial, enfocada al crecimiento econ¨®mico, la innovaci¨®n y el esp¨ªritu emprendedor¡±, asegura Bettina Schoen-Behanzin, vicepresidenta de la C¨¢mara de Comercio de la Uni¨®n Europea en China, y responsable en Shangh¨¢i de esta organizaci¨®n, que representa a unas 1.800 empresas europeas. Seg¨²n ella, Li ha sido uno de los pocos altos funcionarios que ha defendido las vacunas occidentales de ARN. ¡°Queda por ver si dar¨¢ prioridad a los intereses empresariales, a la econom¨ªa y a la apertura de China, o si se alinear¨¢ con la visi¨®n de la cero covid din¨¢mica de Xi¡±, a?ade.
Entre los hitos del pol¨ªtico en Shangh¨¢i destaca la relaci¨®n forjada con el empresario estadounidense Elon Musk. Tesla abri¨® en 2019 su primera planta en el extranjero en la capital financiera china, en un momento en el que las relaciones entre Washington y Pek¨ªn atravesaban un abismo tras del aterrizaje de Donald Trump en la Casa Blanca. La de Shangh¨¢i es hoy la mayor f¨¢brica de Tesla. Se levant¨® en apenas un a?o, tiene capacidad para producir unos 750.000 veh¨ªculos anuales y logr¨® mantener a flote la producci¨®n durante los cierres a causa de la covid, colocando en un sistema de circuito cerrado a miles de trabajadores que dorm¨ªan en instalaciones designadas para la situaci¨®n.
En opini¨®n de Schoen-Behanzin, el confinamiento de dos meses supuso un ¡°gran golpe para la reputaci¨®n internacional de Shangh¨¢i¡±. Ahora que toca remontar, no tiene muy claro hacia d¨®nde soplar¨¢ el viento: ¡°La nueva alineaci¨®n de l¨ªderes, todos leales [a Xi], sugiere que las pol¨ªticas orientadas al crecimiento econ¨®mico pasar¨¢n a un segundo plano frente a las centradas en garantizar la estabilidad y el control¡±.
Li ha dejado huella entre quienes vivieron aquel largo confinamiento de primavera. ¡°Es un hombre transparente¡±, lo define Celvin Wong, seud¨®nimo de un publicista residente en Shangh¨¢i que pas¨® m¨¢s de 70 d¨ªas de encierro. ¡°?Qu¨¦ ha hecho? Nada. Solo seguir ¨®rdenes¡±. Incluso antes de que Li fuera elevado a n¨²mero dos, Celvin aseguraba que el cerrojazo en la ciudad, tras el intento fallido de convivir con el virus, se deb¨ªa a su apetito ¡°por lograr un ascenso y entrar en el c¨ªrculo interno del partido¡±. ¡°Ten¨ªa que ser muy estricto para mostrar su lealtad a quien todos sabemos, al grande¡±, dijo Celvin sin pronunciar el nombre del l¨ªder.
Lealtad a Xi
Bruce Dickson, profesor de Ciencias Pol¨ªticas y Asuntos Internacionales en la Universidad George Washington y autor de The Party and the People (El partido y el pueblo, Princeton University Press, 2021), cree que su forma de alcanzar el v¨¦rtice superior es un reflejo de c¨®mo el partido ha perdido la idea de ¡°meritocracia¡± de las d¨¦cadas anteriores. Con su gesti¨®n de la covid muchos pensaron que ser¨ªa despedido. Pero fue premiado, y ¨¦l no cree que fuera ¡°una recompensa por sus logros¡± sino ¡°por su lealtad a Xi¡±, reconoce en un encuentro en l¨ªnea con corresponsales.
Entre los cr¨ªticos de Li, hay quien afirma que carece de experiencia en los puestos de mando del Gobierno central, en Pek¨ªn, pero otros defienden que el haber pasado por tres grandes vectores econ¨®micos del pa¨ªs ¡ªZhejiang, Jiangsu y Shangh¨¢i¡ª le confiere una visi¨®n privilegiada, y creen que su cercan¨ªa a Xi le permitir¨¢ trasladarle de primera mano la realidad econ¨®mica de China.
Dickson no cree, sin embargo, que haya espacio para un contrapeso y mucho menos que Xi vaya a potenciar el ¡°pensamiento independiente¡± en su c¨ªrculo. ¡°Li no ha alcanzado la posici¨®n en la que se encuentra por desafiar a su viejo amigo, sino por seguirle la corriente. No s¨¦ hasta qu¨¦ punto va a tener autonom¨ªa si llega a ser primer ministro¡±. Habr¨¢ que estar atentos, a?ade, y observar si el presidente le devuelve al premier las atribuciones econ¨®micas que sol¨ªa ejercer ¡ªy que le ¡°usurp¨®¡± a Li Kechiang, seg¨²n este analista¡ª.
Ese gesto podr¨ªa ser una se?al sobre si el presidente busca compartir el poder o si solo ha colocado ¡°como piezas de exposici¨®n¡± a los seis hombres trajeados que salieron tras ¨¦l al escenario en el sal¨®n dorado.
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