Barro y trincheras en los bosques de Yampil: la contraofensiva ucrania pugna por una pieza clave en el frente de Donb¨¢s
La cruenta contienda por el basti¨®n de Kremina, en la regi¨®n de Lugansk, determinar¨¢ la pr¨®xima fase de la guerra de Rusia en Ucrania
El capit¨¢n Ginger se sacude los pantalones caquis sembrados de barro, apoya un pie en el tronco de un ¨¢rbol derrumbado y se ajusta de nuevo el fusil. El esfuerzo es in¨²til. El bosque est¨¢ cuajado de lodo. A la derecha y a la izquierda, violentas explosiones sacuden la agreste arboleda de las monta?as Sagradas, en la v¨ªa hacia Kremina, uno de los bastiones de Lugansk ¡ªen el este del pa¨ªs¡ª ocupado por Rusia en abril, en los primeros compases de la invasi¨®n. ¡°No nos dan respiro, pero nosotros a ellos tampoco¡±, asiente el capit¨¢n ucranio. Los bosques de pinos que ribetean las proximidades del r¨ªo Siverski Donets son el escenario de una de las batallas de desgaste m¨¢s cruciales de la nueva fase de la guerra de Rusia en Ucrania. Una pugna cl¨¢sica, de vaivenes y de trincheras, de grupos de asalto y emboscadas entre la maleza y el fango en el coraz¨®n de Donb¨¢s ¡ªel castigado este de Ucrania¡ª, donde cada metro cuenta y los d¨ªas parecen meses.
Escondidos en trincheras excavadas en el terreno, entre los altos y escu¨¢lidos pinos, en peque?as carpas o simplemente acurrucados en agujeros en el suelo, las fuerzas del Kremlin ocupan parte del Parque Nacional de las Monta?as Sagradas y arboledas m¨¢s conocidas como los bosques de Yampil. ¡°Quieren avanzar y volver a tomar Yampil y Lim¨¢n. Sus comandantes siguen enviando soldados y reclutas como manadas de cucarachas. Y as¨ª los aplastamos, como a insectos¡±, murmura el capit¨¢n Ginger (jengibre, en ingl¨¦s), rubicundo como su apodo, pecho cuadrado y dedos callosos.
La brigada de asalto 5 del capit¨¢n Ginger y otras fuerzas ucranias pugnan en esa batalla extenuante para empujar a las tropas rusas del bosque, donde han trazado sus propias posiciones. Su objetivo es avanzar en dos frentes: desde el este hacia Kremina y desde el norte hacia Svatove, un eje que dar¨ªa a las fuerzas de Kiev un valioso punto de apoyo geogr¨¢fico y log¨ªstico para marchar hacia Lisichansk y Severodonetsk. Rusia conquist¨® estas ciudades de la regi¨®n de Lugansk en junio y julio, tras feroces combates y un asedio brutal y, tras la p¨¦rdida de Jers¨®n, en el mar Negro, representan dos de los mayores logros del Kremlin en una guerra que ha entrado en su decimoprimer mes.
La contraofensiva ucrania hacia la l¨ªnea Kremina-Svatove, en la que el ej¨¦rcito de Kiev ha puesto a algunas de sus mejores tropas, empez¨® en oto?o. Ahora, con el terreno fangoso m¨¢s compacto y alimentadas por informaciones de inteligencia e im¨¢genes por sat¨¦lite que evidenciaban que las tropas rusas hab¨ªan reforzado sus posiciones y se dispon¨ªan a lanzar renovadas ofensivas en varios puntos, las fuerzas ucranias han endurecido y agilizado sus operaciones. Mientras medio mundo celebra las fiestas de Navidad, Bushinka, un militar espigado, apura un cigarrillo en un techado abandonado, reventado por un misil. Su apodo significa perla en ucranio, sonr¨ªe el militar, de modales suaves y palabras certeras, antes de adentrarse en la arboleda, en parte minada, que ha aprendido a conocer casi como la palma de su mano.
La coyuntura en la zona es ¡°dif¨ªcil y dolorosa¡±, asegur¨® el presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, en su discurso en v¨ªdeo diario el lunes por la noche. Esas palabras se han convertido en el parte de guerra cotidiano e imprescindible para miles de personas que buscan se?ales cr¨ªpticas en sus palabras, como en su mensaje por la Navidad cristiana, en el que habl¨® de una estrella brillante sobre el cielo de Kremina. ¡°Los ocupantes est¨¢n utilizando todos los recursos que tienen disponibles ¡ªy eso son recursos significativos¡ª para obtener alg¨²n avance¡±, afirm¨® el l¨ªder ucranio. Las luchas son intensas hacia el basti¨®n de Kremina. En las carreteras pr¨®ximas que rodean la arboleda, ambulancias militares hacen guardia cada pocos metros.
Al costado de un veh¨ªculo revestido de redes de camuflaje que se asemejan a sucias hojas y pedazos de tierra, el capit¨¢n Ginger y sus hombres observan la destartalada v¨ªa que se adentra en esa zona gris, tierra de nadie, en la que se ha convertido el bosque. Un blindado con un remolque que acarrea una gigantesca pieza de acero color ¨®xido atraviesa renqueante el precario camino, cuajado de baches, piedras y restos del fuego de artiller¨ªa. Las fuerzas del Kremlin han derribado durante la noche uno de los puentes de pontones que brindaba paso sobre el r¨ªo. Ahora, la tarea de avance es construir otra v¨ªa flotante entre los bombardeos sostenidos.
Pese al par¨®n del puente, el ej¨¦rcito ucranio ha logrado recuperar en los ¨²ltimos d¨ªas 1,5 kil¨®metros de esos bosques y avanza hacia la ocupada Kremina, asegura Sergi Haidai, gobernador de la regi¨®n de Lugansk. ¡°Hemos arruinado los planes ofensivos de las fuerzas de ocupaci¨®n. Las cosas est¨¢n yendo bien¡±, lanza el pol¨ªtico en una entrevista.
Rusia mantiene el control de casi la totalidad de la regi¨®n de Lugansk, y Haidai, apodado Ronin (como el samur¨¢i vagabundo, el hombre errante), en la diana del Kremlin desde los primeros d¨ªas de la invasi¨®n, cuando se neg¨® a colaborar con Rusia, se mueve con su chaleco antibalas en una furgoneta blindada de aqu¨ª para all¨¢ en Donb¨¢s. Se trata de la zona que Rusia dice querer liberar con una lluvia de morteros, misiles Grad y Hurac¨¢n, y en la que quiere cambiar el curso de una guerra que no ha ido seg¨²n lo previsto para el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin.
El invierno, aunque templado este a?o en las onduladas laderas y en las minas de Donb¨¢s, ha apuntalado la contraofensiva ucrania. Tambi¨¦n el material ha cambiado el curso de la batalla en los bosques, asegura Yara, una soldado dedicada a funciones de inteligencia militar, que serpentea por la zona. La joven delgada, de cabello tejido en decenas de peque?as trenzas, explica que no solo algo tan ¡°obvio¡± como las armas que los aliados occidentales han proporcionado a Kiev est¨¢n siendo decisivas; tambi¨¦n lo son otros elementos de apoyo. ¡°Antes nos mov¨ªamos en tanques viejos que pod¨ªan averiarse en el peor momento, como desgraciadamente hemos experimentado, o en veh¨ªculos Mitsubishi, e incluso en furgonetas de reparto¡±, dice. ¡°Ahora tenemos veh¨ªculos MaxxPro y Hummers¡±, apunta.
Al otro lado, empujando una ofensiva con la que tratan de llegar al r¨ªo Siverski Donets en varios puntos, Rusia ha destacado una fuerza heterog¨¦nea, pero numerosa: soldados profesionales, reclutas, mercenarios de la oscura compa?¨ªa Wagner y presos captados como contratistas militares en las c¨¢rceles rusas. Tras los reveses de los ¨²ltimos meses, el Kremlin se ha enfocado fundamentalmente en Donb¨¢s, donde antes de la invasi¨®n a gran escala, la lucha de trincheras y posiciones fijas entre el ej¨¦rcito ucranio y las fuerzas separatistas de Donetsk y Lugansk, tras las que se hab¨ªa parapetado, llevaba ocho a?os sin apenas vaivenes.
El soldado Bushinka dice que en la zona la mayor¨ªa de los grupos de asalto rusos est¨¢n bien equipados y formados. Sobre todo, los soldados y los mercenarios. En la sangrienta guerra de desgaste de los bosques de las monta?as Sagradas, Mosc¨² usa grupos de tanques, lluvias sostenidas de artiller¨ªa ¡ªaunque distintos informes aseguran que el ej¨¦rcito del Kremlin tiene problemas de suministro de munici¨®n en los ¨²ltimos d¨ªas¡ª y brigadas de asalto que lanzan en oleadas. Y van alternando, a veces las primeras avanzadillas son ¡°carne de ca?¨®n¡±: reclutas, presos sin formaci¨®n, dice la soldado Yara. En otras ocasiones, quienes se lanzan son mercenarios y soldados.
Mientras, las fuerzas ucranias tratan de avanzar en una danza sin descanso. De la batalla en la l¨ªnea Kremina-Svatove, dicen los analistas, puede depender el curso de la guerra en Donb¨¢s durante el invierno. Una contienda que tambi¨¦n bate un cap¨ªtulo decisivo en el frente cercano, en la ciudad de Bajmut, asediada por las tropas de Putin, donde las cruentas contiendas ya son calle a calle y las tropas de Kiev tratan de resistir. Recuperar el control del eje Kremina-Svatove permitir¨ªa a Ucrania dividir las fuerzas que asaltan Bajmut, la ciudad que el ej¨¦rcito ucranio busca convertir en fortaleza. ¡°As¨ª es esta guerra¡±, dice el soldado Bushinka, ¡°lenta, desagradable, extenuante. Pero es nuestra tierra y lo vale todo¡±.
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