Las flaquezas del ej¨¦rcito alem¨¢n muestran la decadencia militar de la primera econom¨ªa de la UE
Un reciente incidente con 18 veh¨ªculos Puma se suma a la falta de munici¨®n, repuestos y equipamiento b¨¢sico de las Fuerzas Armadas
El veh¨ªculo blindado de infanter¨ªa m¨¢s caro del mundo, el ultramoderno Puma, con un coste de 17 millones de euros por unidad, ha pasado en cuesti¨®n de horas de encarnar el futuro de la Bundeswehr, el ej¨¦rcito alem¨¢n, a convertirse en el s¨ªmbolo de su dolorosa decadencia. La prensa no se ha andado por las ramas al describir como ¡°vergonzoso¡± un episodio que, como poco, es sorprendente: en el ¨²ltimo ejercicio antes de poner los Puma a disposici¨®n de la OTAN en enero, los responsables se dieron cuenta de que los tanques estaban defectuosos. Todos. Los 18. Los Puma estaban llamados a sustituir a los Marder, el modelo que lleva funcionando m¨¢s de medio siglo y que, seg¨²n ha tenido que reconocer el Ministerio de Defensa, deber¨¢ prolongar su vida ¨²til un poco m¨¢s.
La ¡°debacle de los Puma¡±, como la han llamado algunos analistas, es solo el ¨²ltimo de una serie de contratiempos que han puesto sobre la mesa el calamitoso estado del ej¨¦rcito alem¨¢n. Pasados 10 meses del anuncio de un cambio de era en la pol¨ªtica de seguridad de la primera econom¨ªa de la UE, las anunciadas mejoras en las capacidades militares de la Bundeswehr son todav¨ªa eso, anuncios o promesas. Los 100.000 millones de euros que el canciller, Olaf Scholz, dijo que destinar¨ªa a modernizarla, todav¨ªa no se han traducido en nuevos tanques, aviones o munici¨®n. Un retraso en la toma de decisiones que hace a?os se podr¨ªa haber pasado por alto, pero que ahora, en plena guerra en Ucrania, provoca cr¨ªticas e intranquilidad.
El ej¨¦rcito tiene alrededor de 350 Puma. Despu¨¦s de m¨¢s de 20 a?os desde que fueron encargados, el a?o pasado por fin se consigui¨® que 41 de ellos estuvieran listos para el combate. O eso cre¨ªan sus responsables, hasta el reciente ejercicio fallido que no ha dejado ni un ejemplar operativo, como adelant¨® el semanario Der Spiegel hace unos d¨ªas. Acumulan problemas con los componentes electr¨®nicos y tambi¨¦n errores de dise?o, como en la escotilla y la visi¨®n del conductor. ¡°La p¨¦rdida de los Puma es un amargo rev¨¦s para nosotros¡±, ha reconocido el portavoz del Ministerio de Defensa. La ministra, la cada vez m¨¢s cuestionada Christine Lambrecht, tuvo que salir la semana pasada a reconocer p¨²blicamente que el blindado alem¨¢n m¨¢s moderno no podr¨¢ formar parte de la Fuerza de Reacci¨®n R¨¢pida de la OTAN, que Alemania empezar¨¢ a liderar dentro de unos d¨ªas en sustituci¨®n de Francia.
A la Bundeswehr le habr¨ªa gustado impresionar a sus aliados y a Vlad¨ªmir Putin con el Puma, pero ser¨¢n los viejos Marder, ¡°que afortunadamente todav¨ªa ruedan y disparan¡±, ironiza un analista en el Frankfurter Allgemeine, los que hagan el trabajo. La decepci¨®n es grande, pero tampoco supone una absoluta sorpresa, porque el mal estado del ej¨¦rcito alem¨¢n lleva a?os dando titulares. Del pen¨²ltimo apenas han pasado unos d¨ªas. La Bundeswehr, seg¨²n publicaron varios medios, solo tendr¨ªa disponible munici¨®n para dos d¨ªas de combates. Defensa no lo ha confirmado, al tratarse de un secreto de Estado, pero de ser cierto significar¨ªa que los suministros alemanes est¨¢n a a?os luz de los m¨ªnimos requeridos por la OTAN, que exige a sus miembros munici¨®n suficiente para 30 d¨ªas de combates. Solo para cubrir tal escasez, agravada por el env¨ªo de proyectiles a Ucrania, se calcula que habr¨ªa que emplear entre 20.000 y 30.000 millones de euros.
Cuando Scholz prometi¨® los 100.000 millones de euros para las Fuerzas Armadas dijo tambi¨¦n que Alemania alcanzar¨ªa al fin el 2% de su producto interior bruto (PIB) en defensa, un objetivo de la Alianza Atl¨¢ntica que Berl¨ªn hab¨ªa ignorado hasta ahora. Sin embargo, el anunciado como el mayor gasto en defensa desde la II Guerra Mundial no ser¨¢ tan inmediato como dio a entender el canciller. Ni este a?o ni probablemente el que viene se alcanzar¨¢ ese 2%, seg¨²n varios estudios, entre ellos el del Instituto Econ¨®mico Alem¨¢n (IW). Un portavoz del Gobierno lo reconoci¨® tambi¨¦n hace unos d¨ªas. Con el fondo especial, Alemania quiere comprar drones de combate como el Heron TP israel¨ª, nuevos eurodrones de desarrollo propio, aviones de combate estadounidenses F-35, helic¨®pteros de transporte pesado, municiones y todo tipo de equipamiento para sus soldados, desde calzado a vestimenta especial.
Pero la aletargada maquinaria de la toma de decisiones no acaba de ponerse en marcha. Alemania, asegura Rafael Loss, analista del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), est¨¢ reaccionando con mucha parsimonia ante el desaf¨ªo que supone la invasi¨®n rusa de Ucrania. El anuncio de Scholz en febrero indica que el canciller es consciente del problema, se?ala en conversaci¨®n con EL PA?S, pero la estructura para planificar y comprar no est¨¢ a la altura. ¡°Otros pa¨ªses, especialmente en Europa del este y los b¨¢lticos, se han movido mucho m¨¢s r¨¢pido¡±, se?ala. Las primeras compras con el fondo especial se aprobaron hace apenas dos semanas en el comit¨¦ de Defensa del Bundestag, el Parlamento alem¨¢n. Pero eso es solo el inicio del procedimiento.
Cr¨ªticas a la ministra de Defensa
La ministra, la socialdem¨®crata Christine Lambrecht, que carec¨ªa de experiencia en Defensa hasta su nombramiento, hace un a?o, est¨¢ m¨¢s cuestionada que nunca. Lleva meses siendo muy criticada, ya desde las primeras demoras en el suministro de armamento a Ucrania, que provocaron enfado en Kiev y en los aliados de Alemania. La crisis ha provocado tambi¨¦n un inaudito cruce de acusaciones entre el Gobierno y la industria sobre qui¨¦n deber¨ªa haber tomado la iniciativa. La pelea se ha hecho especialmente evidente con la escasez de municiones. Pesos pesados de los socialdem¨®cratas han sugerido que la industria deber¨ªa haber ampliado sus capacidades de fabricaci¨®n; las empresas han respondido que les deber¨ªan haber hecho los encargos antes.
Los problemas de la Bundeswehr, en todo caso, se arrastran desde hace d¨¦cadas. La falta de munici¨®n y de repuestos es un cl¨¢sico del que se habla de manera c¨ªclica, como ocurre con cosas aparentemente tan b¨¢sicas para el ej¨¦rcito de un pa¨ªs rico como la ropa t¨¦rmica de sus soldados. ¡°Las capacidades militares no han tenido ning¨²n inter¨¦s p¨²blico o pol¨ªtico en m¨¢s de 20 a?os¡±, lamenta Loss. ¡°Angela Merkel nunca las tuvo en su agenda ni las consider¨® para su legado¡±, a?ade. Era muy raro ver a la anterior canciller, que estuvo 16 a?os en el cargo, visitando a las tropas, por ejemplo, ni en el exterior ni en los acuartelamientos en Alemania. La pol¨ªtica de seguridad y defensa no ocup¨® un primer plano, como demuestra, seg¨²n este experto, que nunca se tuvieran en cuenta los riesgos para la seguridad de decisiones energ¨¦ticas como la construcci¨®n del gasoducto Nord Stream 2.
Scholz por ahora sigue apoyando a Lambrecht. De ella dijo en una entrevista reciente en el S¨¹ddeutsche Zeitung que es una ¡°excelente ministra¡±. La oposici¨®n, en cambio, dispara directamente contra su gesti¨®n. ¡°Ning¨²n ej¨¦rcito en el mundo est¨¢ operativo sin municiones suficientes¡±, lament¨® el l¨ªder del grupo parlamentario de la CDU, Johann Wadephul, en declaraciones a la agencia DPA. ¡°Es un fracaso que la ministra Lambrecht no haya movido un dedo hasta ahora para poner fin a esta crisis¡±, a?adi¨®. La crisis ha demostrado que liberar un fondo especial, por bien dotado que est¨¦, no basta para corregir las carencias heredadas del ej¨¦rcito alem¨¢n. Lo apunta Loss: ¡°Altos mandos de la Bundeswehr est¨¢n advirtiendo de que el esfuerzo ser¨¢ realmente caro, y que llevar¨¢ mucho tiempo¡±.
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