La ca¨ªda del mafioso m¨¢s buscado de Italia: el fin de una era de leyenda terror¨ªfica
Messina Denaro es el ¨²ltimo de los corleoneses, protagonistas de la feroz guerra al Estado de los a?os noventa y, como custodio de sus secretos, lo interesante ahora es ver si desvelar¨¢ las relaciones de este clan con las instituciones en Italia
Solo ver la cara que tiene ya habr¨ªa sido un logro, as¨ª que detenerlo es un ¨¦xito hist¨®rico. De Matteo Messina Denaro, arrestado esste lunes en Palermo, no se sab¨ªa ni la cara que ten¨ªa, solo por retratos robot que iban actualizando. Y, como otras veces en la lucha contra la Mafia siciliana, al final ha aparecido un hombre con aspecto de anciano, fr¨¢gil e inofensivo, rodeado de militares armados hasta los dientes. Entre aplausos de la gente en la calle, como si arrestaran a un ogro malvado que asolaba la comarca. Es un personaje de leyenda, cuya captura supone para Italia y Sicilia quitarse de encima una losa colosal de 30 a?os de miedo y horror. Con la certeza de que se cierra, por fin, una ¨¦poca. La m¨¢s sanguinaria de la historia de la Cosa Nostra. Ha ca¨ªdo el ¨²ltimo gran capo de los corleoneses.
Este clan, originario del pueblo de Corleone, dio una especie de golpe de Estado dentro de la Mafia siciliana en los a?os ochenta y asesin¨® a toda la vieja guardia de las familias de los capos de Palermo, m¨¢s burguesa y con ¨ªnfulas arist¨®cratas. Los corleoneses de Tot¨° Riina y Bernardo Provenzano eran brutales, arcaicos y con oscuras complicidades en la pol¨ªtica italiana. En su delirio de poder, asesinaron a magistrados, polic¨ªas, periodistas, pol¨ªticos y a cientos de mafiosos rivales y sus familiares. Llegaron a enfrentarse al propio Estado en los a?os noventa, al considerar que en las altas esferas de la Democracia Cristiana, el partido hegem¨®nico, se hab¨ªan roto sus pactos de protecci¨®n. Rompieron el juego los jueces Falcone y Borsellino, que por primera vez lograron llevar a la Cosa Nostra a los tribunales y condenar a m¨¢s de 475 mafiosos. Estos dos h¨¦roes lo pagaron con la vida en 1992, el a?o m¨¢s terrible, cuando la Mafia incluso se plante¨® volar la torre de Pisa y, de hecho, hizo estallar bombas en la galer¨ªa de los Uffizi, en Florencia, y en iglesias de Roma. A partir de entonces comenz¨® su declive.
Messina Denaro era el ¨²ltimo que quedaba libre de este grupo criminal, el que a¨²n manten¨ªa viva la llama de esa leyenda terror¨ªfica. Y tambi¨¦n el te¨®rico poder de chantaje de los secretos inconfesables del Estado que custodiaba. Riina cay¨® justo hace 30 a?os, en 1993. Su sucesor, Provenzano, en 2006. Y ahora ¨¦l. Despu¨¦s no se sabe qui¨¦n viene, ni si hay alguien, ni qui¨¦n manda realmente en la Cosa Nostra, ya muy fragmentada. Normalmente, estos vac¨ªos de poder se ocupan r¨¢pido, pero los investigadores no ven figuras de tanto peso con un ascendente sobre toda la organizaci¨®n, sino jefecillos locales que no quieren l¨ªos. Es probable, adem¨¢s, que nadie quiera desempe?ar ese papel, y el modelo del gran capo de tutti i capi y una pir¨¢mide mafiosa est¨¦ superado, ya no exista. Tras la captura de Riina y el resto de sus hombres m¨¢s peligrosos (Bagarella, Brusca, los hermanos Graviano), la Mafia entr¨® en una fase de invisibilidad, una forma de gestionar la derrota. Se acabaron las masacres, los tiros y la prioridad eran los negocios. Hasta hoy. De hecho, ahora es la `Ndrangheta calabresa la mafia m¨¢s temida y poderosa.
La importancia de Messina Denaro, adem¨¢s de la simb¨®lica, radica en que es ¨²ltimo custodio de los secretos de los corleoneses. Era el aliado m¨¢s fiel de Riina, a quien idolatraba, y cuando le arrestaron fue quien pas¨® por su casa a llevarse sus papeles, porque en uno de tantos episodios inquietantes, nadie registr¨® su casa en 18 d¨ªas y las c¨¢maras de vigilancia estuvieron apagadas. Por eso, ahora se abre una nueva fase, que ocupar¨¢ a los magistrados y a la prensa italiana durante los pr¨®ximos a?os, de responder a muchas preguntas. Probablemente, para agrandar m¨¢s que resolver los misterios de la historia reciente de Italia. ?Le ha protegido alguien estos a?os? ?C¨®mo ha conseguido escapar siempre a la captura en numerosas operaciones en el ¨²ltimo momento? ?Qu¨¦ sabe de las relaciones de altas esferas del Estado con los corleoneses? ?Han negociado y llegado a acuerdos? En estos a?os han ca¨ªdo cientos de detenidos de sus redes econ¨®micas y de protecci¨®n, muchos de ellos familiares, y se han confiscado decenas de empresas, pero ¨¦l siempre se libraba. Otra pregunta interesante es saber d¨®nde ha estado todos estos a?os. En varias ocasiones se sospech¨® que se encontraba en el extranjero, por ejemplo, en Espa?a.
Su leyenda tambi¨¦n nace de que era un capo muy an¨®malo. No es de Corleone, sino de Castelvetrano, en el oeste de la isla, y dentro del clan era de otra generaci¨®n, m¨¢s joven, nacido en 1962. Hijo del capo local, Don Ciccio, estaba con ¨¦l en la clandestinidad cuando muri¨® y dej¨® su cad¨¢ver en el campo perfectamente vestido para el funeral. Cada aniversario, le pon¨ªa una esquela en Il Giornale de Sicilia. Frente al capo austero tradicional, le gustaba divertirse, las discotecas, los cochazos, los videojuegos, se le conocen varios romances. Se cree que era inmensamente rico. Nunca pis¨® la c¨¢rcel. La salud ha sido su punto d¨¦bil, y la cl¨ªnica privada es un lugar cl¨¢sico de las historias de mafiosos: todos los que llegan a viejos acaban pasando por ah¨ª, es el momento en que tienen que salir de su escondrijo. Siempre tuvo problemas en los ojos ¡ªse oper¨® en 1994 en una famosa cl¨ªnica de Barcelona¡ª, de ah¨ª sus gafas de sol. Adem¨¢s, era ateo, algo ins¨®lito en la Mafia, siempre mezclada con el folclore de santos y v¨ªrgenes, y en los escritos que se le han encontrado ten¨ªa tendencia a filosofar de forma nihilista y a hablar de s¨ª mismo, de sus sentimientos. Reflejan a alguien amargado (¡°no amo la vida¡±). Obviamente, todo con su punto megal¨®mano. Por eso lo interesante es c¨®mo va a interpretar su personaje a partir de ahora. En p¨²blico, por primera vez.
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