Una periodista, un asesino y la continuaci¨®n de una investigaci¨®n inacabada en la India
En 2017, la reportera Gauri Lakensh fue asesinada en Bangalore unos d¨ªas antes de la fecha en la que planeaba publicar un art¨ªculo sobre la desinformaci¨®n. Cinco a?os despu¨¦s, Forbidden Stories retom¨® el trabajo inacabado de Lankensh sobre las noticias falsas y sigui¨® nuevas pistas en el caso de su asesinato
El 5 de septiembre de 2017, la periodista de 55 a?os Gauri Lakensh lleg¨® tarde a su oficina de Bangalore. El d¨ªa era c¨¢lido y soplaba una ligera brisa en esta ciudad del sur de la India conocida por su clima ventoso y su tr¨¢fico. En su despacho de la planta baja de un descolorido edificio amarillo de tres plantas situado en una calle residencial, revis¨® el pr¨®ximo n¨²mero de su semanario y dio los ¨²ltimos toques al editorial, que siempre redactaba por ¨²ltimo.
La preocupaci¨®n por el aumento de la desinformaci¨®n en el pa¨ªs y su experiencia como objetivo destacado de las campa?as de odio en la Red pesaban sobre Lankesh mientras escrib¨ªa el art¨ªculo, que titul¨® En la era de las noticias falsas. La periodista explicaba c¨®mo las ¡°f¨¢bricas de mentiras¡± ¡ªsitios web que trafican con habladur¨ªas y medias verdades¨D difunden desinformaci¨®n en la India. Detallaba el caso de un rumor propagado r¨¢pidamente a trav¨¦s de las redes sociales sobre la censura a un admirado personaje hind¨² por parte del partido de la oposici¨®n, y le segu¨ªa la pista hasta una de las p¨¢ginas m¨¢s virulentas, llamada Postcard News, dirigida por el empresario local Mahesh Vikram Hegde. El rumor, ampliaba la periodista, alcanz¨® a¨²n mayor difusi¨®n con la ayuda del Partido Popular Indio (BJP), en el Gobierno, y de otras personas con motivaciones pol¨ªticas que ¡°utilizan las noticias falsas como arma¡±, afirmaba.
Llevaba varios d¨ªas puliendo el art¨ªculo, que se publicar¨ªa dos d¨ªas despu¨¦s. Los amigos y la familia recuerdan que, aparte del reportaje, Lankesh estaba de un humor m¨¢s alegre que de costumbre, y pas¨® la tarde charlando por Internet con activistas feministas.
La tarde ya hab¨ªa ca¨ªdo en Bangalore cuando Lankesh se dirigi¨® a su casa serpenteando por las calles de la bulliciosa capital tecnol¨®gica de la India. Si hubiera sido otra noche, se habr¨ªa pasado por casa de su hermana para ver unos cuantos episodios de la serie This Is Us, como hab¨ªa hecho en ocasiones anteriores. En lugar de eso se fue a su casa, en un pueblo tranquilo donde los ruidos fuertes no son corrientes. Cuando Lankesh se acercaba a la puerta, el estallido de cuatro disparos reson¨® en el vecindario. El primero la alcanz¨® en la espalda, debajo del hombro derecho. Dos balas se alojaron en su abdomen, perforando ¨®rganos vitales, y una cuarta rebot¨® en la pared de la casa. Un motorista y su c¨®mplice huyeron del lugar ocultando sus rostros de las c¨¢maras de seguridad.
Lankesh, que muri¨® en el acto, nunca vio publicado su editorial. El asesinato no tard¨® en conmocionar a toda la India. Centenares de personas acudieron a llorarla al funeral con pancartas que dec¨ªan ¡°Yo tambi¨¦n soy Gauri¡±. En un par de a?os, los investigadores de la polic¨ªa detuvieron a 17 personas relacionadas con la secta nacionalista hind¨² Sanathan Sanstha, su filial Hindu Janajagruti Samiti (HJS), y otros grupos religiosos marginales (un octava persona sigue huida). Seg¨²n fuentes policiales, los miembros de esta banda an¨®nima planearon el asesinato a lo largo de m¨¢s de un a?o, consiguieron armas, entrenaron a pistoleros a sueldo y siguieron los movimientos diarios de la periodista (actualmente se est¨¢ celebrando el juicio en Bangalore). En un correo electr¨®nico, un representante de Sanatan Sanstha se?alaba: ¡°Su pregunta se refiere a un caso sub iudice. Hacer comentarios sobre este asunto ser¨ªa improcedente, ya que la judicatura india es un organismo independiente¡±.
Forbidden Stories, cuya misi¨®n es continuar el trabajo de periodistas amenazados, encarcelados o asesinados, prosigui¨® la obra inacabada de Lankesh. Partiendo de la premisa de la periodista ¨Dque la desinformaci¨®n se ha convertido en una industria y en un arma¨D, la organizaci¨®n reuni¨® a un consorcio de 100 periodistas de 25 pa¨ªses, entre los que figura EL PA?S, en el proyecto Story Killers [Exterminadores de reportajes] que investiga mercado mundial de la informaci¨®n manipulada por encargo. Desde la India hasta Sudam¨¦rica, pasando por el coraz¨®n de Europa, los periodistas fueron retirando las capas de un mercado creciente y no regulado que abarca desde peque?os vendedores de noticias falsas hasta mercenarios multinacionales que venden campa?as de desinformaci¨®n destinadas a subvertir las democracias.
Ahora, transcurridos m¨¢s de cinco a?os desde el asesinato de Lankesh, Forbidden Stories ha accedido a los expedientes del caso, ha hablado con polic¨ªas y abogados locales, y ha explorado una pista que la investigaci¨®n criminal no sigui¨®: la difusi¨®n de un v¨ªdeo viral de 2021 de Lankesh en YouTube que luego se les mostr¨® a las personas que supuestamente la mataron con el fin de justificar el asesinato.
Una periodista inc¨®moda
Lankesh es ahora un personaje destacado en Bangalore, donde creci¨® y a donde volvi¨® cuando estaba al final de la treintena. En Koshy¡¯s, un restaurante de aire anticuado que la periodista sol¨ªa frecuentar, el propietario, Prem Koshy, sigue considerando suyo el asiento junto a la ventana. Los periodistas recuerdan con orgullo sus encuentros con ella, y algunos cuentan que les sirvieron de inspiraci¨®n para dedicarse a la profesi¨®n.
Sin embargo, antes de su muerte Lankesh no era una persona muy conocida, a diferencia de su padre. Autor del Lankesh Patrike ¨Do El peri¨®dico de Lankesh en canar¨¦s, la lengua de la zona¨D, que lleva su nombre, Palya Lankesh fue famoso por sus investigaciones sobre la corrupci¨®n y la pol¨ªtica durante una ¨¦poca considerada por muchos la edad de oro del periodismo indio, un periodo de independencia editorial sin precedentes que comenz¨® a principios de la d¨¦cada de 1980.
¡°Mi padre hizo caer Gobiernos con sus revelaciones sobre la corrupci¨®n¡±, cont¨® la hermana peque?a de Gauri, Kavitha Lankesh, a Forbidden Stories en su oficina de Bangalore, situada en el piso de arriba de la planta donde trabajaba la periodista asesinada. Gauri, aclar¨®, no hab¨ªa empezado en el periodismo con esas ambiciones.
Su hermana empez¨® su carrera en Delhi escribiendo de todo, desde investigaciones hasta perfiles para Times of India, ETV Telugu y Sunday Magazine. Hasta 2000, a?o en que volvi¨® a Bangalore para hacerse cargo del Lankesh Patrike, sus textos no tomaron un cariz pol¨ªtico y su lengua no se afil¨®. Seg¨²n recuerdan sus compa?eros y familiares, el traslado provoc¨® una ¡°transformaci¨®n¡± en la manera que ten¨ªa Lankesh de entender su papel como periodista.
En 2015, fund¨® un semanario al que llam¨® Gauri Lankesh Patrike. En sus editoriales y reportajes desde regiones lejanas de Karnataka, el Estado del que Bangalore es capital, el Patrike se enfrentaba a la clase dirigente y denunciaba el ascenso de los nacionalistas hind¨²es de extrema derecha. El peri¨®dico investig¨® la miner¨ªa ilegal en el norte de Karnataka, la corrupci¨®n local y la polarizaci¨®n religiosa. Sin embargo, uno de sus principales objetivos era el Partido Popular Indio, o BJP, de ideolog¨ªa nacionalista hind¨² (En dos ocasiones, Lankesh fue acusada de difamaci¨®n por Phalhad Joshi, miembro del Parlamento).
Sus compa?eros cuentan que Lankesh, que se defin¨ªa a s¨ª misma como periodista-activista, consideraba la lucha contra las noticias falsas difundidas por el BJP como parte de una batalla m¨¢s amplia contra la extrema derecha india. ¡°La revista que ella dirig¨ªa desde hac¨ªa m¨¢s de una d¨¦cada trabajaba contra la discordia [entre comunidades]¡±, explica a Forbidden Stories el tambi¨¦n periodista H. V. Vasu refiri¨¦ndose al conflicto interreligioso en la India. ¡°La lucha contra las noticias falsas guardaba una estrecha relaci¨®n con ello¡±.
La manipulaci¨®n de la informaci¨®n para sacar provecho pol¨ªtico ya llenaba los escritos de Lankesh en sus primeros a?os al frente del Patrike. ¡°Cree en el poder de una mentira que adquiere la apariencia de verdad con la repetici¨®n constante¡±, escribi¨® del ex primer ministro del BJP Atal Bihari Vajpayee. En otro art¨ªculo, en el que desment¨ªa un rumor que hab¨ªa alcanzado gran difusi¨®n en las redes sociales, se refiri¨® a ¡°los hechos falsos de la historia¡±, en alusi¨®n a las afirmaciones de que un antiguo gobernante de la zona hab¨ªa intentado obligar a hind¨²es a convertirse al islam.
Que ganara visibilidad como periodista y activista contraria al nacionalismo hind¨² debi¨® resultar molesto a poderosos intereses de Karnataka, un Estado considerado por algunos un laboratorio para sembrar relatos dirigidos a crear enfrentamientos religiosos.
En su despacho de la calle principal de Bangalore, el abogado B. T. Venkatesh se r¨ªe pensando en las innumerables ocasiones en las que hab¨ªa representado a Lankesh ante los tribunales. ¡°Disparaba desde todos los ¨¢ngulos¡±, recuerda el letrado. ¡°La demandaban mafiosos, pol¨ªticos, alg¨²n empresario. Pon¨ªa en el punto de mira a cualquier que fuera un corrupto¡±.
A pesar de que el n¨²mero de amenazas legales no dejaba de aumentar, ella sigui¨® publicando mordaces cr¨ªticas al partido gobernante, as¨ª como a personalidades de la oposici¨®n y a las ¨¦lites corruptas. ¡°Lo que hizo fue extraordinario. Las agallas, el coraje, su manera de ver la revista. En dos a?os la transform¨®¡±, afirma Venkatesh.
Igual que Lankesh evolucionaba, tambi¨¦n lo hac¨ªa la India. A mediados de la d¨¦cada de 2000, los nacionalistas hind¨²es sobre los que hab¨ªa escrito se convirtieron en la corriente principal. La elecci¨®n de Narendra Modi en 2014 catapult¨® al BJP al poder gracias, al menos en parte, a una amplia red de ¡°c¨¦lulas inform¨¢ticas¡± destinadas a difundir noticias favorables al BJP y atacar a sus detractores, un grupo al que Lankesh acabar¨ªa perteneciendo.
Seg¨²n Joyojeet Pal, un profesor asociado de la Universidad de Michigan que estudia la desinformaci¨®n y el uso que los pol¨ªticos hacen de las redes sociales, las c¨¦lulas inform¨¢ticas est¨¢n estructuradas como una pir¨¢mide, con los l¨ªderes del partido en la c¨²spide y una red de personas con capacidad de influir en el centro y la base. El estrato inferior desempe?a un papel clave en la creaci¨®n y difusi¨®n de los relatos, al tiempo que mantiene una distancia suficiente con la cumbre a fin de dar a los l¨ªderes la posibilidad de negarlo todo y ser cre¨ªdos en caso de que los soldados rasos se vuelvan demasiado extremistas. Estos creadores de opini¨®n de bajo nivel tambi¨¦n trabajan para desacreditar a quienes ¡°disienten¡± de la l¨ªnea del partido, como periodistas independientes o activistas.
¡°Tienen una manera de lanzar calumnias sobre su car¨¢cter o sus motivos basada en qui¨¦nes son y sobre qu¨¦ informaron en el pasado, y el descr¨¦dito se produce a trav¨¦s de esa asociaci¨®n¡±, explica. ¡°El resultado es que los periodistas se amedrentan y ya no quieren participar en internet¡±.
En distintos correos electr¨®nicos personales dirigidos a su exmarido, el periodista Chidanand Rajghatta, Lankesh admit¨ªa que ese sistema piramidal la desilusionaba. ¡°Cuando la fijaci¨®n con Modi se convierte en un mantra popular, cuando la furia fascista entra a formar parte del discurso cotidiano, cuando las noticias falsas son repetidas una y otra vez por los principales medios de comunicaci¨®n, cuando el fundamentalismo religioso ciega a la gente... me siento contrariada, desencantada, perturbada¡±, escrib¨ªa en agosto de 2016.
Sus amigos cuentan que, al final de su vida, parec¨ªa que Lankesh no estaba bien. Su peri¨®dico perd¨ªa suscriptores y se estaba endeudando porque su directora se negaba a contratar anunciantes. Adem¨¢s, se hab¨ªa convertido en blanco de un acoso casi permanente en internet por parte de redes de extrema derecha vinculadas al BJP. El acoso alcanzaba su punto ¨¢lgido cuando la periodista pronunciaba un discurso o publicaba fotos personales en la Red que los activistas de extrema derecha utilizaban para tacharla de mujer ¡°libertina¡±. La difamaci¨®n se intensific¨® en los ¨²ltimos meses de su vida con la publicaci¨®n de contenidos vejatorios en p¨¢ginas de Facebook de extrema derecha con numerosos seguidores.
A finales de 2016, m¨¢s o menos un a?o antes de que la asesinaran, su nombre fue tendencia en Twitter con comentarios negativos tras ser condenada por difamaci¨®n y puesta en libertad bajo fianza. En las redes sociales se la tildaba de ¡°roja¡±, ¡°naxalita [miembro de grupo insurgente mao¨ªsta]¡± y prenstituta, un t¨¦rmino que combina las palabras ¡°prensa¡± y ¡°prostituta¡±, utilizado a menudo para atacar a las mujeres periodistas. En una publicaci¨®n compartida muchas veces, Postcard News, a la que la activista mencionaba en su editorial, se hablaba de ella como una ¡°conocida hater de los hind¨²es¡±. El art¨ªculo, que inclu¨ªa un enlace a un v¨ªdeo en YouTube, actualmente eliminado, de un discurso que Lankesh hab¨ªa pronunciado en 2012 y que supuestamente fue mostrado a cinco de sus presuntos asesinos, fue compartido en las redes sociales por Mahessh Vikram Hegde y Vivek Shetty, cofundadores de Postcard.
Las publicaciones sol¨ªan ir seguidas de comentarios furiosos. ¡°Que los cuelguen¡±, escribi¨® un usuario de Facebook.
Lankesh no hablaba de la magnitud del acoso al que se ve¨ªa sometida, y dec¨ªa a sus amigos y compa?eros que no se tomaran en serio las amenazas en internet. La periodista de investigaci¨®n Rana Ayyub recuerda que Lankesh le dijo unos d¨ªas antes de su asesinato: ¡°[El acoso en la Red] es lo ¨²ltimo que deber¨ªa preocuparnos¡±. ¡°Yo no sab¨ªa hasta qu¨¦ punto era despiadado¡±, a?ad¨ªa la hermana de la redactora.
Sin embargo, a sugerencia de un colega, en los ¨²ltimos meses de su vida instal¨® a rega?adientes una c¨¢mara de videovigilancia en su casa. Los amigos tambi¨¦n la presionaron para que contratara un servicio de seguridad, pero ella pensaba que no era necesario.
Por esas fechas, Lankesh y sus compa?eros hab¨ªan hablado de poner en marcha un proyecto de verificaci¨®n de hechos en canar¨¦s utilizando una red descentralizada de grupos de WhatsApp con el objetivo de contrarrestar los rumores que corren por internet. No era la primera vez que la periodista se interesaba por la comprobaci¨®n de la veracidad de los hechos, pero seg¨²n sus amigos y compa?eros, la idea de hacerlo con m¨¢s rigor y profesionalidad surgi¨® hacia el final de su vida. En los d¨ªas previos a su muerte, Lankesh compart¨ªa compulsivamente en su cuenta personal de Twitter controles de autenticidad, incluidos los de Alt News, un sitio de verificaci¨®n de hechos dirigido por Mohammed Zubair y Pratik Sinha, que en 2022 fueron nominados al premio Nobel de la Paz por su trabajo sobre la desinformaci¨®n en la India.
Su ¨²ltimo editorial, declaran sus compa?eros y familiares, naci¨® de una b¨²squeda obsesiva de la verdad, pero tambi¨¦n para reconocer un error de juicio. En el art¨ªculo, Lankesh revelaba que hab¨ªa compartido accidentalmente en Facebook una imagen manipulada. En apariencia, la foto mostraba una gran concentraci¨®n a favor del partido de la oposici¨®n Congreso Nacional Indio, pero hab¨ªa sido retocada digitalmente para exagerar el tama?o de la multitud, como revelaron despu¨¦s los verificadores. ¡°No hab¨ªa ninguna intenci¨®n de incitar a la reacci¨®n colectiva o de hacer propaganda¡±, escribi¨®. ¡°Solo quer¨ªa transmitir el mensaje de que la gente se est¨¢ uniendo contra las fuerzas fascistas¡±. Y conclu¨ªa con una llamada a la acci¨®n: ¡°Quiero aplaudir a todos los que destapan las noticias falsas. Ojal¨¢ fueran m¨¢s¡±.
La hidra polic¨¦fala
Un d¨ªa laborable cualquiera de abril de 2022, el sonido del tecleo llena una peque?a oficina del centro de Bangalore y amortigua los lejanos bocinazos omnipresentes en esta ciudad india famosa por la congesti¨®n de su tr¨¢fico. Aqu¨ª, en la redacci¨®n de Naanu Gauri (Yo soy Gauri), una decena de periodistas trabaja bajo una gran fotograf¨ªa de su compa?era asesinada.
Tras su muerte, colegas y amigos pusieron en marcha el proyecto de verificaci¨®n de datos de Lankesh y crearon Gauri Media Trust y Naanu Gauri, un medio digital independiente. En la actualidad, el peque?o equipo realiza an¨¢lisis y reportajes y comprueba varias noticias falsas al d¨ªa, pero, seg¨²n Muttu Raju, uno de los redactores, tienen dificultades para seguir el ritmo al torrente de desinformaci¨®n.
Periodistas y expertos afirman que Postcard News, con sede en Bangalore y dirigida por Mahesh Vikram Hegde, sigue siendo uno de los principales actores del ecosistema medi¨¢tico de derechas de la India. Hegde es un influencer hind¨² que, al igual que otros agentes de los medios de comunicaci¨®n de derechas, se siente validado por el hecho de que el primer ministro, Narendra Modi, le sigue en Twitter. En los a?os que siguieron a la muerte de Lankesh, Postcard News comparti¨® sin parar informaci¨®n enga?osa sobre la investigaci¨®n del asesinato en un intento de desviar la culpa hacia los grupos de izquierda con los que la asesinada hab¨ªa trabajado y apartarla del grupo nacionalista hind¨² relacionado con el crimen.
Forbidden Stories retom¨® el trabajo de Lankesh e investig¨® Postcard News. Descubrimos que, en los a?os posteriores al asesinato, Hegde se fue acercando cada vez m¨¢s al BJP, y cofund¨® una empresa en la que figura como director un asesor en activo del partido. El imperio medi¨¢tico de Hegde, que incluye un popular canal de YouTube llamado Vikrama, tom¨® vuelo y ahora cuenta con m¨¢s de 300.000 suscriptores. El crecimiento se produjo a pesar de una demanda presentada en 2018 contra Hegde por difundir noticias falsas y de dos denuncias policiales por publicar contenido difamatorio y un posible documento falsificado.
En agosto de 2021, Hegde cofund¨® Wise Index Media, una empresa de relaciones p¨²blicas, que cita a otros dos directores: Shrikanth Kote y Beluru Sudarshana. El segundo, que hab¨ªa sido periodista, es asesor especial de gobernanza electr¨®nica del actual presidente del Gobierno de Karnataka, Basavaraj Bommai, del BJP. Fue elevado al cargo por primera vez en 2019 por el ex primer ministro B. S. Yadiyurappa, y de nuevo en diciembre de 2021 tras un cambio de gabinete.
(Bommai declin¨® las peticiones de comentarios. Yadiyurappa, a trav¨¦s de un portavoz, se neg¨® a hacer comentarios).
En su p¨¢gina web, Wise Index Media afirma que est¨¢ especializada en ¡°administraci¨®n de medios digitales, comunicaci¨®n pol¨ªtica, gesti¨®n de perfiles y relaciones p¨²blicas, creaci¨®n de imagen, posicionamiento de estrategias pol¨ªticas y an¨¢lisis de datos¡±. El sitio da indicaciones sobre los servicios que ofrece la compa?¨ªa, entre otros, campa?as electorales, administraci¨®n de redes sociales, gesti¨®n de perfiles y creaci¨®n de imagen personal.
Kote, cofundador de Wise Index Media, declar¨® a Forbidden Stories que la empresa se cre¨® para dar visibilidad a iniciativas populares y proyectos de bienestar en Karnataka, pero no coment¨® qui¨¦nes eran sus clientes. A?adi¨® que Sudarshana ¡°no es un empleado del BJP¡±, sino tan solo un asesor que trabaja en la digitalizaci¨®n de iniciativas gubernamentales.
¡°No hay conectividades pol¨ªticas en la gobernanza electr¨®nica. No veo ning¨²n conflicto de intereses¡±, zanj¨® (Sudarshana declin¨® hacer comentarios).
Aunque la web de Wise Index Media no hace menci¨®n directa a Postcard News, los hiperv¨ªnculos de la secci¨®n ¡°Sobre nosotros¡± redirigen a p¨¢ginas de Postcard. Al parecer, Hegde, que se jacta de haber desempe?ado un ¡°papel fundamental¡± en la campa?a de reelecci¨®n de Modi en 2019 en su p¨¢gina web personal, utiliz¨® Wise Index Media como veh¨ªculo para la recaudaci¨®n de fondos para el BJP. En septiembre de 2022, public¨® una serie de notas en las redes sociales pidiendo a los templos que hicieran donaciones para celebrar el 72? cumplea?os del primer ministro. Varios templos extendieron cheques a nombre de Wise Index Media.
En un mensaje de WhatsApp, Hegde respondi¨®: ¡°Por favor, m¨¢ndenme m¨¢s chistes¡±. Cuando Forbidden intent¨® contactar por tel¨¦fono, el empresario insisti¨® en que no estaba ¡°interesado¡± en responder a nuestras preguntas.
Los hallazgos de Forbidden Stories coinciden con las declaraciones hechas por Hegde en el pasado sobre su afinidad con el BJP, entre ellas una en la que supuestamente dijo a la polic¨ªa que gozaba ¡°del favor de varios destacados l¨ªderes de la derecha¡± despu¨¦s de que lo detuvieran en marzo de 2018 por difundir informaci¨®n falsa. El abogado que lo represent¨® en un primer momento ante los tribunales en ese caso, Tejasvi Surya, es ahora un importante miembro del BJP y jefe de las juventudes del partido (Surya no respondi¨® a numerosas solicitudes de comentarios).
Postcard News forma parte de un ¡°ecosistema muy extenso¡± de empresas de medios de comunicaci¨®n vinculadas a grupos nacionalistas hind¨²es y al BJP, explic¨® un activista pro derechos digitales que pidi¨® permanecer en el anonimato. ¡°Es una ecolog¨ªa medi¨¢tica en expansi¨®n¡±, afirm¨®.
Seg¨²n los expertos, por lo general se mantiene una distancia prudencial con las empresas, lo cual da al BJP la posibilidad de negar los v¨ªnculos si estas traspasan ciertos l¨ªmites, como emplear un lenguaje violento o extremista.
En Michigan, Pal considera que en los ¨²ltimos a?os se ha producido una ¡°integraci¨®n gradual¡± de compa?¨ªas de medios de comunicaci¨®n ligadas al menos vagamente a entidades de derechas como Postcard, The Frustrated Indian y Sundarshan News, un canal de televisi¨®n derechista. ¡°Mucho m¨¢s que dar noticias falsas, lo que hacen es sugestionar¡±, afirma. ¡°Estas empresas suelen estar dirigidas por muy poco personal, y utilizan a los creadores de opini¨®n de nivel medio de la estructura piramidal [de los grupos digitales de derechas]¡±.
¡°Cuando llegan a determinado alcance, empiezan a volverse cada vez m¨¢s extremistas, porque necesitan ir mucho m¨¢s all¨¢ de lo que pueda decir cualquier televisi¨®n¡±, a?ade.
Aunque algunas de estas organizaciones funcionan con voluntarios, otras se han beneficiado del mercado cada vez m¨¢s lucrativo de los servicios de propaganda a la carta, afirman los investigadores. Un equipo de expertos de la Universidad de Oxford se?alaba en un informe de 2020 sobre el creciente mercado de servicios de propaganda, cuyo valor se calcula en 60 millones de d¨®lares [55,7 millones de euros] en todo el mundo: ¡°Los partidos pol¨ªticos trabajan actualmente con una amplia serie de actores que incluye empresas privadas, organizaciones de voluntarios y personas influyentes en las redes sociales para moldear la opini¨®n p¨²blica a trav¨¦s de esas redes¡±.
Estas ofertas hab¨ªan proliferado en India incluso antes del asesinato de Lankesh. Una empresa propon¨ªa servicios de ¡°informaci¨®n como arma¡± utilizados para ¡°contaminar¡± los motores de b¨²squeda y ¡°manipular¡± masivamente la actualidad, prueba de que el mundo que Lankesh describ¨ªa en su editorial se ha hecho realidad. Muchos especialistas describen estas redes como una hidra a la que le crecen nuevas cabezas cuando se le corta una.
Seg¨²n Kavitha Lankesh, a menudo parec¨ªa que su hermana Gauri se enfrentaba a esa clase de estructura. ¡°No es una organizaci¨®n sola. Impregna a much¨ªsimas otras¡±, advierte. ¡°Puedes tenerla en la puerta de al lado¡±.
V¨ªctima de la desinformaci¨®n
En julio de 2022, las puertas del Tribunal Civil y de Sesiones de Bangalore se abrieron a un reducido auditorio formado por abogados y periodistas. Diecisiete sospechosos, presuntamente vinculados a la secta nacionalista hind¨² Sanatan Sanstha y a otros grupos de derechas, estaban siendo juzgados por el asesinato de Lankesh.
Los periodistas y los abogados que hablaron con Forbidden Stories calificaron la investigaci¨®n de excepcionalmente bien realizada, algo poco com¨²n en un pa¨ªs con uno de los niveles de impunidad m¨¢s altos para los delitos contra la prensa. Una ¡°unidad especial de investigaci¨®n¡± creada para indagar el caso se puso r¨¢pidamente manos a la obra: compar¨® los casquillos de bala con los de cr¨ªmenes similares cometidos en los ¨²ltimos a?os, averigu¨® que los cartuchos vac¨ªos correspond¨ªan a una pistola de 7,65 mil¨ªmetros e identific¨® el veh¨ªculo utilizado en la fuga a trav¨¦s de im¨¢genes de c¨¢maras de vigilancia. A partir de ah¨ª, solo tard¨® seis meses en detener a un primer sospechoso: Naveen Kumar. Varios meses despu¨¦s, los investigadores presentaron un documento de cargos de unas 10.000 p¨¢ginas en el que enumeraban a otros 17 sospechosos, uno de los cuales sigue pr¨®fugo.
Los responsables de la indagaci¨®n establecieron que el grupo de asesinos formaba parte de una ¡°banda criminal organizada¡± que operaba en varios Estados del sur de India. El grupo est¨¢ acusado de perpetrar varios famosos atentados con bomba a principios de la d¨¦cada de 2000 en el Estado costero de Goa, vecino de Karnataka. Mediante pruebas forenses, los agentes relacionaron la muerte de Lankesh con el asesinato de otros tres intelectuales de renombre tambi¨¦n presuntamente asesinados por miembros de la banda.
Amol Kale, acusado de ser el cerebro del crimen, seleccionaba a activistas de derechas en reuniones religiosas y los entrenaba para convertirlos en ejecutores. Parashuram Waghmare, conocido como El Constructor por su constituci¨®n robusta, apret¨® el gatillo.
Seg¨²n el expediente del caso, Kale instruy¨® a los sicarios durante varios meses en un proceso de adoctrinamiento que inclu¨ªa meditaci¨®n, entrenamiento con armas y educaci¨®n religiosa. Se les hizo leer art¨ªculos de Lankesh y ver v¨ªdeos de sus conferencias. Al menos cinco miembros de la banda vieron un v¨ªdeo de un discurso que la periodista pronunci¨® en 2012, en el que se la o¨ªa cuestionar las ra¨ªces del hinduismo. Waghmare, el ejecutor a sueldo, pod¨ªa citar frases de la grabaci¨®n, lo cual, seg¨²n un investigador de la polic¨ªa local que habl¨® con Forbidden Stories de manera an¨®nima, indica que el v¨ªdeo se le hab¨ªa mostrado ¡°repetidas veces¡±. (Un abogado que representa al acusado respondi¨®: ¡°Trat¨¢ndose de un caso pendiente de sentencia, no puedo ayudarles¡±).
En el expediente del caso se puede leer que, en una reuni¨®n celebrada en un piso franco alquilado, los conspiradores decidieron que hab¨ªa que matar a Lankesh ¡°costara lo que costase¡±. Al parecer, los participantes concluyeron que ¡°si no se le paraban los pies, [la periodista] causar¨ªa da?os a la reputaci¨®n del dharma hind¨² y le crear¨ªa mala fama en la sociedad¡±.
Un periodista que conoce bien el caso y que prefiri¨® permanecer en el anonimato, afirm¨® que la idea ampliamente difundida entre la opini¨®n p¨²blica y reforzada a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n tradicionales y digitales de que Lankesh era antihind¨² desempe?¨® un papel decisivo en su asesinato. ¡°Decidieron atentar contra Gauri por la imagen que se ten¨ªa de ella¡±, declar¨® el periodista a Forbidden Stories. ¡°La derecha de Karnataka lleva tiempo atacando sistem¨¢ticamente a estos escritores; desacreditando y deslegitimando a estos intelectuales¡±. El odio, a?adi¨®, ¡°no paraba de crecer¡±.
Seg¨²n fuentes policiales locales, el v¨ªdeo ¨Ddescargado en el port¨¢til de Kale desde YouTube¨D era un elemento m¨¢s de un proceso de ¡°adoctrinamiento gradual¡±. Pero Forbidden Stories descubri¨®, mediante un an¨¢lisis forense realizado en colaboraci¨®n con investigadores de Digital Witness Lab de Princeton, que al v¨ªdeo se le hab¨ªa dado amplia difusi¨®n entre los grupos de extrema derecha indios, lo cual contribuy¨® a una vehemente y corrosiva campa?a de difamaci¨®n que presentaba a la periodista como antihind¨² mucho antes de que se hubiera urdido el plan para asesinarla.
Utilizando herramientas de c¨®digo abierto, los investigadores descubrieron pruebas de ocho enlaces diferentes de YouTube que fueron compartidos entre numerosos usuarios de Facebook, tres de los cuales hab¨ªan tenido m¨¢s de 100 millones de interacciones (me gusta, compartir y comentarios). En 2014, la p¨¢gina oficial del BJP en Karnataka comparti¨® el v¨ªdeo con una advertencia: ¡°La pr¨®xima vez que escuchemos un discurso como este deber¨ªamos dar una respuesta legal adecuada¡±.
¡°La publicaci¨®n del BJP de Karnataka en la que se compart¨ªa el primer v¨ªdeo de YouTube tuvo poca repercusi¨®n entre los usuarios de Facebook, pero el hecho de que llegara hasta all¨ª dos a?os despu¨¦s de que se subiera por primera vez habla de su alcance¡±, afirma Surya Mattu, director de Digital Witness Lab.
(La seccion de Karnataka del BJP no respondi¨® a las m¨²ltiples solicitudes de comentarios).
En abril de 2019 ¨Dla ¨²ltima vez que se guard¨® antes de que fuera retirado¨D, la versi¨®n m¨¢s popular del v¨ªdeo ten¨ªa m¨¢s de 250.000 visitas y cientos de comentarios en YouTube. En varios casos, la grabaci¨®n se public¨® a trav¨¦s de m¨²ltiples cuentas que repet¨ªan el mismo lenguaje, lo cual indica que pudo ser una publicaci¨®n coordinada. La grabaci¨®n siempre est¨¢ ligeramente editada y empieza con una pantalla negra en la que parpadean las palabras en letras may¨²suculas ¡°por qu¨¦ odio el laicismo en la India¡±.
Seg¨²n Guillaume Chaslot, un exingeniero de Google que estudia de qu¨¦ manera el algoritmo de YouTube fomenta la incitaci¨®n al odio, ensalzar los actos de violencia en vez de instar directamente a cometerlos es una estrategia habitual para burlar el mecanismo de control. ¡°Cuando se proh¨ªben determinadas clases de contenidos a partir de palabras clave, la gente encuentra otra manera de expresar las cosas¡±, explica. ¡°En lugar de afirmar que se deber¨ªa matar a determinada personas, se puede decir que esa persona es alguien que odia el hinduismo y que deber¨ªa ser llevado al infierno, o cosas as¨ª¡±.
En un comunicado, Google, que adquiri¨® YouTube en 2006, dec¨ªa: ¡°Las pol¨ªticas de Youtube son mundiales, y las aplicamos de la misma manera en toda la plataforma, independientemente del tema o del origen las ideas, la postura o la afiliaci¨®n pol¨ªtica del creador. A lo largo de los a?os hemos invertido en los productos y las medidas necesarios para ayudar a hacer frente a los contenidos nocivos, y hoy en d¨ªa la gran mayor¨ªa de los v¨ªdeos infractores se eliminan con menos de 10 visitas¡±.
Forbidden Stories descubri¨® que el v¨ªdeo se hab¨ªa distorsionado a¨²n m¨¢s durante el proceso de edici¨®n. Seg¨²n K. L. Ashok, que coordinaba el acto en el que habl¨® Lankesh, el discurso de la periodista no pretend¨ªa ser un ataque contra el hinduismo. ¡°Se acort¨® para incluir solo la parte en la que dice que la religi¨®n hind¨² no tiene padre ni madre. Lo que se quer¨ªa destacar con ello era la pluralidad de esa religi¨®n. Hay miles de castas y m¨²ltiples creencias¡±, aclara.
En Twitter el v¨ªdeo fue menos viral, observaron Forbidden Stories y Digital Witness Lab, pero tambi¨¦n pudo utilizarse para incitar a perpetrar agresiones fuera de la red. Nuestro an¨¢lisis muestra que la grabaci¨®n se public¨® desde Facebook a trav¨¦s de una cuenta llamada @GarudaPurana perteneciente al activista de extrema derecha Bhuvith Shetty, relacionado con varios actos de violencia y con la incitaci¨®n al odio en internet. En 2014, Shetty cre¨® una petici¨®n en Change.org para que Lankesh fuera detenida por ¡°herir los sentimientos religiosos¡±. (Forbidden Stories se puso en contacto en Shetty en Twitter, pero no respondi¨®).
Estaba previsto que Lankesh compareciera ante un tribunal 10 d¨ªas despu¨¦s de la fecha de su asesinato por una demanda en su contra que alegaba que el discurso que pronunci¨® hab¨ªa perturbado la armon¨ªa de la comunidad. ¡°Me enfrento a una causa judicial por este discurso¡±, hab¨ªa escrito en Twitter varios meses antes. ¡°Mantengo todas y cada una de mis palabras¡±.
Lankesh nunca tuvo la oportunidad de comparecer ante el tribunal ni de defenderse ante la opini¨®n p¨²blica.
Con informaci¨®n adicional de Srishti Jaswal para Forbidden Stories. Oishika Neogi (Confluence Media), Prajwal Bhat (The News Minute) y Laura H?flinger (Der Spiegel) contribuyeron con entrevistas e investigaci¨®n.
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