Los sindicatos lanzan el mayor desaf¨ªo a Macron con una jornada de huelgas y protestas masivas
El Gobierno de Macron teme que las manifestaciones y paros contra el proyecto para subir la jubilaci¨®n a los 64 a?os se prolonguen durante m¨¢s d¨ªas
Los sindicatos franceses han lanzado este martes el mayor desaf¨ªo al presidente Emmanuel Macron por su impopular reforma de las pensiones. La huelga en el metro y los ferrocarriles, las refiner¨ªas, la educaci¨®n y la industria metal¨²rgica, entre otros sectores, y las m¨¢s 300 manifestaciones por toda Francia no ha logrado bloquear el pa¨ªs, pero s¨ª ha ocasionado perturbaciones notables en los transportes, y ha sacado a las calles a centenares de miles de personas contra la subida de la edad de jubilaci¨®n de los 62 a los 64 a?os. Sobre todo, ha servido para confirmar que el movimiento social no flaquea. El malestar amenaza con marcar buena parte del resto del mandato de Macron, reelegido el pasado junio para cinco a?os m¨¢s.
El objetivo de los convocantes era superar el n¨²mero de manifestantes del 31 de enero, cuando salieron a las calles de las ciudades y pueblos de Francia 1,27 millones de personas, seg¨²n la polic¨ªa, y 2,5, seg¨²n los sindicatos. Seg¨²n el sindicato CGT, lo han logrado ampliamente, pues, seg¨²n sus c¨¢lculos, salieron 3,5 millones de manifestantes. Seg¨²n la polic¨ªa, la cifra es menor, pero no menos significativa: 1,28 millones. Al mismo tiempo, el seguimiento de las huelgas se ha visto ligeramente reducido en algunos sectores respecto a los d¨ªas de mayor seguimiento desde que hace un mes y medio empez¨® la movilizaci¨®n.
La novedad de la sexta jornada de movilizaciones es la voluntad de los convocantes de ¡°detener¡± el pa¨ªs, y el anuncio de huelgas ya no solo de un d¨ªa, sino prolongadas durante m¨¢s tiempo, en los transportes y la energ¨ªa. La pr¨®xima convocatoria est¨¢ fijada el s¨¢bado. Y la siguiente, la semana pr¨®xima. La protesta coincide con el examen de la reforma en el Senado, controlado por la derecha moderada de Los Republicanos (LR), despu¨¦s del agitado paso del texto por la Asamblea Nacional, donde los partidarios de Macron forman el primer bloque en n¨²mero de diputados, pero carecen de mayor¨ªa absoluta.
Algunas acciones sindicales empezaron antes del martes, con reducciones en la producci¨®n de electricidad desde el fin de semana y bloqueos de transportistas en carreteras desde el lunes. La huelga afect¨® al transporte ferroviario: solo funcionaron uno de cada cinco trenes de alta velocidad dentro de Francia y ninguno hacia Espa?a. Los vuelos desde los aeropuertos franceses se vieron reducidos entre un 20% y un 30%. En Par¨ªs y su periferia, la circulaci¨®n del metro y los trenes de cercan¨ªas se han reducido como m¨ªnimo a la mitad. Las autoridades recomendaron el teletrabajo.
La multitudinaria manifestaci¨®n en Par¨ªs, entre el bulevar Raspail y la place de l¡¯Italie, congreg¨® a ciudadanos de todas las edades y condici¨®n social, y no solo los habituales militantes sindicales. Destacaba la presencia de j¨®venes y estudiantes universitarios.
El elenco de carteles reflejaba las reivindicaciones: ¡°Quiero jubilarme antes de pillar un c¨¢ncer¡±. ¡°Suban los salarios, no la edad de jubilaci¨®n¡±. ¡°S¨ª, el sexo est¨¢ bien, pero ?has probado la jubilaci¨®n?¡± ¡°Vivir mejor: no a la jubilaci¨®n a los 64 a?os¡±. ¡°Despu¨¦s de los 64, el 68¡å. Este ¨²ltimo cartel alud¨ªa a Mayo de 1968, la ¨²ltima revuelta obrera y estudiantil masiva en un pa¨ªs con una arraigada tradici¨®n revolucionaria.
Cuando la manifestaci¨®n todav¨ªa no hab¨ªa terminado, se registraron choques violentos. Las fuerzas del orden detuvieron a 43 personas. Un rasgo de las protestas ha sido, desde enero, su car¨¢cter pac¨ªfico, si se except¨²an incidentes aislados.
¡°No es una protesta solo contra las pensiones, sino contra Macron y su manera de pensar, su ideolog¨ªa, que ya no se corresponde con lo que esperan los franceses¡±, dijo Cristobal, educador de 28 a?os. ¡°Es la ideolog¨ªa consistente en trabajar m¨¢s para producir cosas que no necesitamos, la ideolog¨ªa de las desigualdades sociales que aumentan en todo el mundo, la ideolog¨ªa de la privatizaci¨®n y la competencia, la ideolog¨ªa que lleva a hacer competir a la gente entre ella todo el rato, creando una atm¨®sfera un poco nauseabunda en la sociedad¡±.
La jornada de bloqueos es una prueba para Macron y para los sindicatos y los opositores a la reforma. Puede ocurrir que sea un ¨²ltimo intento ¡ªaparatoso, pero infructuoso¡ª para frenarla y que no convenza al presidente para que la retire y se acabe aprobando. El otro escenario es que las manifestaciones y el impacto de los bloqueos en la econom¨ªa y la sociedad le fuercen a retirarla o al menos a corregir sus puntos centrales.
¡°Existe un derecho a la huelga, pero emplear palabras como poner de rodillas la econom¨ªa francesa me parece grave¡±, se?al¨® el lunes la primera ministra, ?lisabeth Borne. Laurent Berger, secretario general del sindicato moderado CFDT, lament¨® en France Inter la escasa disponibilidad de Macron para negociar: ¡°El presidente de la Rep¨²blica no puede seguir haciendo o¨ªdos sordos [al rechazo de la reforma]¡±.
Macron justifica el aumento de la edad de jubilaci¨®n a los 64 a?os por el envejecimiento de la poblaci¨®n y la necesidad de equilibrar las cuentas a medida que haya cada vez menos trabajadores para sufragar las pensiones de m¨¢s jubilados. Sostiene que trabajar dos a?os m¨¢s es la ¨²nica manera de mantener este pilar del Estado de bienestar.
Los detractores de la reforma (los sindicatos, los partidos de izquierda y la extrema derecha) argumentan que es socialmente injusta y que penalizar¨¢ a las personas que hayan empezado a trabajar m¨¢s j¨®venes, con menores salarios y con empleos que m¨¢s desgastan f¨ªsicamente. Sostienen que erosiona el modelo social franc¨¦s.
La sensaci¨®n entre los manifestantes en Par¨ªs era ambivalente. De un lado, un rechazo persistente a la reforma: cerca del 70% de franceses se opone a los cambios planteados por el Gobierno, seg¨²n los sondeos. De otro lado, una cierto fatalismo: dos de cada tres franceses cree que, por muchas protestas y huelgas que haya, la reforma ya est¨¢ decidida y Macron no dar¨¢ marcha atr¨¢s, seg¨²n un sondeo del instituto Ifop.
¡°Soy bastante pesimista¡±, admiti¨® Caroline, una mujer de 46 a?os que asisti¨® a la marcha de Par¨ªs con sus dos hijos adolescentes. ¡°Estoy aqu¨ª para apoyar a los oficios dif¨ªciles. Yo trabajo en una oficina, para m¨ª es posible currar hasta los 65. Pero es indecente y escandaloso pedir a la gente con oficios que desgastan que trabajen m¨¢s cuando les duele la espalda o est¨¢n enfermos¡±.
El proceso legislativo est¨¢ siendo complicado. El 18 de febrero venci¨® el plazo para los debates en la Asamblea Nacional sin que hubiese tiempo para proceder a un voto. Ahora la ley ha ido al Senado y, si se aprueba ah¨ª, este deber¨¢ pactar un texto conjunto con la Asamblea Nacional, que entonces se someter¨¢ al voto de ambas C¨¢maras.
El plazo para adoptar la ley vence a finales de marzo. Si los macronistas no obtienen la mayor¨ªa, al Gobierno le queda la opci¨®n de imponerla mediante el art¨ªculo 49.3 de la Constituci¨®n, que permite poner fin a los debates y adoptarla a menos que una moci¨®n de censura haga caer al Ejecutivo. Pero entonces se arriesgar¨¢ a encender todav¨ªa m¨¢s los ¨¢nimos en los sindicatos, la oposici¨®n y la calle.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.