Detenido en Brasil un grupo de narcotraficantes que planeaba el asesinato del exministro S¨¦rgio Moro

El juez que llev¨® a Lula da Silva a la c¨¢rcel y m¨¢xima estrella de la macroperaci¨®n anticorrupci¨®n Lava Jato, S¨¦rgio Moro, estuvo a punto de ser asesinado por el Primer Comando de la Capital (PCC), la facci¨®n de narcotraficantes m¨¢s poderosa de Sudam¨¦rica. Es lo que apunta una investigaci¨®n policial que sali¨® a la luz este mi¨¦rcoles y que de momento detuvo a nueve personas,i doooo la mayor¨ªa en el estado de S?o Paulo.

Entre los objetivos de los narcotraficantes tambi¨¦n estaban el fiscal Lincoln Gakiya, que desde principios de los a?os 2000 investiga a la banda y vive desde hace m¨¢s de una d¨¦cada con escolta policial 24 horas al d¨ªa por las constantes amenazas de muerte que recibe. Tambi¨¦n estaban en el punto de mira jefes del sistema penitenciario en varios estados.

Seg¨²n la investigaci¨®n, los narcos ideaban homicidios y extorsi¨®n mediante secuestro, que podr¨ªan darse al mismo tiempo en cinco estados brasile?os. Buscaban crear conmoci¨®n a escala nacional. Ser¨ªa una forma de negociar la puesta en libertad de Marcola, el m¨¢ximo l¨ªder del PCC, que a¨²n gobierna en la sombra desde la c¨¢rcel. En 2019, cuando Moro a¨²n era ministro de Seguridad P¨²blica con Jair Bolsonaro, el Gobierno federal y el gobierno del estado de S?o Paulo acordaron trasladar a Marcola y a otros 21 integrantes del PCC a c¨¢rceles de m¨¢xima seguridad. La petici¨®n de transferencia parti¨® de Gakiya, cuyo equipo descubri¨® un plan de la facci¨®n para rescatar a varios l¨ªderes detenidos en una c¨¢rcel de Presidente Venceslau, en el interior de S?o Paulo.

Los narcos vigilaban a Moro y a su familia continuamente en Curitiba, la ciudad donde resid¨ªa hasta que se mud¨® a Brasilia hace unos meses para estrenarse como senador. Al menos diez personas se turnaban para seguir sus pasos y conocer al dedillo su rutina. Alquilaron casas y hasta un despacho junto a las direcciones que sol¨ªa frecuentar. Seg¨²n la c¨²pula de la polic¨ªa, otras autoridades tambi¨¦n estaban siendo monitoreadas por el PCC pr¨¢cticamente en tiempo real.

En rueda de prensa, el ministro de Justicia y Seguridad P¨²blica, Fl¨¢vio Dino, explic¨® que moviliz¨® al director de la Polic¨ªa Federal despu¨¦s de que el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, le alertase de indicios de ataques a autoridades, entre ellos el senador Moro. El Grupo de Actuaci¨®n Especial de Combate al Crimen Organizado (Gaeco) que lidera Gakiya en S?o Paulo, tambi¨¦n hab¨ªa alertado a la polic¨ªa y al propio Moro y a su esposa, Ros?ngela Moro (elegida diputada federal) ya en el mes de enero. Desde entonces los dos vieron reforzada su seguridad personal.

Moro agradeci¨® en Twitter el trabajo de la polic¨ªa, pero dej¨® su versi¨®n de los hechos para un pronunciamiento desde la tribuna del Senado, para darle un tono m¨¢s solemne. El desmantelamiento de los planes para matarle lo devuelven a las portadas de los informativos tras una etapa en horas bajas. Aunque logr¨® ser elegido senador, lejos queda la popularidad que alcanz¨® a?os atr¨¢s frente de la Operaci¨®n Lava Jato, que desemboc¨® en su fichaje como ministro de Bolsonaro y en una abrupta candidatura presidencial que no prosper¨® por falta de apoyos pol¨ªticos. Su reci¨¦n estrenada trayectoria como senador tampoco est¨¢ siendo f¨¢cil. El partido de Bolsonaro recurri¨® a la Justicia para que se anulara su mandato para beneficiar as¨ª a su candidato derrotado, y en su propio partido, Uni?o Brasil, le hacen el vac¨ªo.

El ¡®timing¡¯ de la operaci¨®n policial tambi¨¦n juega a favor de Moro, ya que pocas horas antes Lula dec¨ªa en una entrevista que durante su tiempo en la c¨¢rcel cuando las visitas le preguntaban si estaba bien ¨¦l contestaba que s¨®lo estar¨ªa bien cuando ¡°jodiera¡± a Moro. El entonces juez le conden¨® en primera instancia a nueve a?os y seis meses de c¨¢rcel por delitos de corrupci¨®n pasiva y blanqueo de dinero y se convirti¨® en su enemigo p¨²blico n¨²mero uno y en la bestia negra de la izquierda. Tras la operaci¨®n policial, las redes sociales bull¨ªan de comentarios vinculando la sed de venganza de Lula con los planes del PCC. El ministro de Justicia lo lament¨® profundamente: ¡°Me espanta el nivel de sinvergonzoner¨ªa de quien intenta politizar una investigaci¨®n seria, tan ser¨ªa que se hizo en defensa de la vida y de la integridad de un senador de oposici¨®n a nuestro gobierno¡±, dijo.

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