Costa Rica pierde su paz: los homicidios aumentaron un 66% en una d¨¦cada
La criminalidad est¨¢ rompiendo r¨¦cords. Hay m¨¢s balaceras en las calles y m¨¢s v¨ªctimas colaterales, mientras el ministro de Seguridad recibe cr¨ªticas por pedir a la poblaci¨®n que confronte a los narcotraficantes
Los actos individuales de sicariato dejaron de ser noticia llamativa en Costa Rica y la palabra ¡°balacera¡± es cada vez m¨¢s frecuente en los titulares de los medios de comunicaci¨®n. Los homicidios no son m¨¢s un monopolio de la noche y ya no es raro un ataque armado a las 9 de la ma?ana en una carretera concurrida de la capital del pa¨ªs reconocido internacionalmente por un ambiente de tranquilidad, ahora poco coherente con las tasas de homicidios que aqu¨ª aumentaron en la ¨²ltima d¨¦ca...
Los actos individuales de sicariato dejaron de ser noticia llamativa en Costa Rica y la palabra ¡°balacera¡± es cada vez m¨¢s frecuente en los titulares de los medios de comunicaci¨®n. Los homicidios no son m¨¢s un monopolio de la noche y ya no es raro un ataque armado a las 9 de la ma?ana en una carretera concurrida de la capital del pa¨ªs reconocido internacionalmente por un ambiente de tranquilidad, ahora poco coherente con las tasas de homicidios que aqu¨ª aumentaron en la ¨²ltima d¨¦cada casi como en ning¨²n otro pa¨ªses del continente. Ha habido ataques recientes dentro de escuelas o entre colegiales. El reporte de asesinatos del 2022 fue el m¨¢s alto de la historia del pa¨ªs: una cifra 66,5% mayor que la del 2012, para una tasa r¨¦cord de 12,6 por cada 100.000 habitantes, mientras los registros del 2023 ya lo superan en un 30%.
Las disputas entre bandas criminales dedicadas al narcotr¨¢fico ya no se quedan en los barrios marginales ni en las regiones costeras por donde m¨¢s pasa la coca¨ªna hacia el norte. El aumento de la pobreza y la desigualdad de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, los recortes presupuestarios que limitan a los cuerpos policiales y la influencia de bandas internacionales ponen contra las cuerdas al pa¨ªs que se ufana de haber abolido el ej¨¦rcito hace 75 a?os y haber dedicado esos recursos a inversi¨®n social. El pa¨ªs centroamericano dej¨® de ser solo un punto de tr¨¢nsito para el negocio de la droga o un territorio de bodegas con peque?os cargamentos que se quedan en el camino; es la casa de violentos grupos locales que ya no necesitan el control de carteles mexicanos o colombianos. Estos ahora son sus socios, clientes o competidores, pero en el terreno abundan las redes de costarricenses que aprendieron a pelear con plomo y sangre para mantener o aumentar el negocio cuyas ganancias se camuflan m¨¢s y m¨¢s en la econom¨ªa legal.
Repunte de muertos por bala perdida
El paisaje no es del todo nuevo. Los registros de la ¨²ltima d¨¦cada muestran que los grupos criminales se han matado entre ellos, lo que llev¨® a uno de los mayores incrementos de homicidios del continente, seg¨²n un comparativo publicado por el semanario local Universidad, en el que se advierte la mejor¨ªa en pa¨ªses con mayores historiales de violencia. Desde septiembre, el presidente Rodrigo Chaves dec¨ªa que la situaci¨®n se sali¨® de las manos, pero esas guerras entre bandas parecen haber perdido escr¨²pulos.
Por eso, ya no es tan raro que una persona escuche balazos desde su casa y por eso muri¨® Samuel Arroyo, un ni?o de ocho a?os herido por una bala perdida de un fusil de asalto AK-47 que lo alcanz¨® en la habitaci¨®n donde dorm¨ªa en la noche del ¨²ltimo domingo de febrero. El hijo de una polic¨ªa, en el mismo distrito de San Jos¨¦ donde se ubica la sede de la Presidencia de la Rep¨²blica, era la v¨ªctima de la noticia que confirmaba el momento de preocupaci¨®n por la seguridad del pa¨ªs, pero a la historia le faltaba la otra parte: el primer detenido era tambi¨¦n un menor de edad, un adolescente de 15 a?os, posiblemente relacionado a uno de los grupos locales que venden droga a intermediarios o a consumidores.
¡°Es indignante, inexplicable e inaceptable¡±, dijo sobre ese crimen el presidente Chaves, quien en 2022 rechaz¨® responsabilidad suya sobre la crisis de inseguridad, pues aduc¨ªa que su Gobierno apenas hab¨ªa empezado en mayo y que sus n¨²meros empezar¨ªan a contar al comenzar 2023. El problema es que este a?o depara a¨²n m¨¢s violencia que el anterior y parece desbordar el Poder Ejecutivo, por lo que Chaves ha optado por culpar al sistema judicial y descargar la tarea sobre reformas legales que pide a la Asamblea Legislativa. Tambi¨¦n insiste mucho en colocar m¨¢quinas para monitorear las cargas en el puerto de Lim¨®n, el principal del pa¨ªs, debido a frecuentes filtraciones con coca¨ªna para enviar a Europa.
Las cifras, sin embargo, son groseras para un pa¨ªs que invita a turistas, a inversionistas y a n¨®madas digitales: las denuncias por asaltos subieron 19,5% entre 2021 y 2022 (uno cada 49 minutos), las de robos en viviendas un 15% (uno cada 80 minutos), por robo de veh¨ªculos un 30%, en contenedores con mercanc¨ªa un 14% y un 11,7% los asesinatos, uno cada 13 horas, seg¨²n las cifras del Organismo de Investigaci¨®n Judicial (OIJ). De los homicidios, dos tercios est¨¢n vinculados al crimen organizado y el 72% fue provocado con arma de fuego, pero el rubro que m¨¢s creci¨® es el que refiere a casos como el del ni?o Samuel: en 2021 hubo siete v¨ªctimas colaterales (muertes no intencionales derivadas de un homicidio doloso) y en el 2022 fueron 18, una cada 20 d¨ªas, lo que depara un incremento del 128%.
El ministro de Seguridad llama a confrontar a los criminales
Mientras 2023 ofrece un empeoramiento de algunos indicadores, Jorge Torres, ministro de Seguridad y exjefe de la Direcci¨®n de Inteligencia y Seguridad (DIS) es blanco de cr¨ªticas por haber dicho candorosamente en una entrevista que la sociedad costarricense est¨¢ domesticada y que en las comunidades los vecinos deber¨ªan ir a confrontar a criminales para exigirles que dejen de vender droga ah¨ª; dijo que ¨¦l mismo lo hizo en su barrio, al confrontar a un hombre ¡°que ten¨ªa acento como colombiano¡±, aunque la gran mayor¨ªa de detenidos y procesados son costarricenses.
¡°No hay una pol¨ªtica clara de acci¨®n, pero el m¨¢ximo jerarca de Seguridad en el pa¨ªs nos dice que es culpa de los ciudadanos por ser domesticados. Es claro que se quiere vender la inseguridad como responsabilidad o culpa de la ciudadan¨ªa¡±, critic¨® el diputado opositor Geison Valverde, de la provincia caribe?a Lim¨®n, donde la tasa de homicidios casi triplicaba el promedio nacional en 2022.
Ante la limitada respuesta que distintos sectores pol¨ªticos y sociales achacan al Gobierno de Chaves, el presidente del Congreso, Rodrigo Arias, decidi¨® convocar en marzo reuniones de urgencia con expertos y autoridades, mientras algunos diputados alaban las pol¨ªticas de mano dura de Nayib Bukele en El Salvador y otros insisten en la necesidad de acciones dentro del r¨¦gimen democr¨¢tico y sin dejar las estrategias sociales. ¡°Tenemos que atacar el problema de la manera m¨¢s r¨¢pida para evitar m¨¢s muertes y el deterioro del pa¨ªs, porque dejamos de tener una democracia limpia, porque estas cosas atacan los principios democr¨¢ticos¡±, dijo el mi¨¦rcoles la diputada Gloria Navas, presidenta de la comisi¨®n legislativa de Seguridad y Narcotr¨¢fico, al recordar el riesgo de que se afecte la industria del turismo.
La embajada de Estados Unidos, principal pa¨ªs origen de turistas, emiti¨® el 1 de marzo un recordatorio de alerta a sus ciudadanos sobre los riesgos de inseguridad en Costa Rica y el incremento de cr¨ªmenes violentos, una semana despu¨¦s de que el presidente Chaves se dej¨® mostrar en una visita a la regi¨®n sur escoltado por guardias con armas largas y chalecos antibalas, imagen in¨¦dita para el pa¨ªs. ¡°Me amenazan de muerte todos los d¨ªas¡±, justific¨® Chaves, atribuy¨¦ndolo a acciones policiales contra operaciones del narcotr¨¢fico, ninguna de las instancias judiciales registran denuncias o investigaciones sobre ellas.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.