Condenados a entre 10 y 20 a?os de c¨¢rcel los tres hombres que violaron durante meses a una ni?a en Marruecos
El Tribunal de Apelaci¨®n de Rabat rectifica la primera sentencia, que hab¨ªa impuesto solo dos a?os de prisi¨®n a los autores de la agresi¨®n sexual en grupo
La justicia de Marruecos ha endurecido las penas impuestas a los tres hombres que violaron en una aldea durante meses a una ni?a de 11 a?os, a la que dejaron embarazada y tuvo un hijo. En un primer juicio fueron condenados el mes pasado a solo dos a?os de c¨¢rcel, pero, tras la indignaci¨®n social desatada en la sociedad marroqu¨ª, el Tribunal de Apelaci¨®n de Rabat ha dictado en la madrugada de este viernes una sentencia que ha impuesto 20 a?os de prisi¨®n a uno de los reos y 10 a?os a los otros dos.
Sanaa, la menor v¨ªctima de agresi¨®n sexual, que estuvo bajo amenazas de muerte si revelaba los hechos a su familia, tiene hoy 13 a?os y est¨¢ a cargo de un beb¨¦ de 13 meses, nacido de la violaci¨®n colectiva y continuada. Tras conocer el fallo, los abogados de la menor han mostrado sentimientos enfrentados de satisfacci¨®n y desacuerdo. ¡°El veredicto ha ofrecido justicia a la v¨ªctima, estamos de acuerdo con las bases de la condena¡°, asegur¨® Abdelfat¨¢ Zahrach, uno de los letrados, ¡°pero seguimos sin entender c¨®mo dos de los condenados van a cumplir solo 10 a?os de c¨¢rcel [por la gravedad del delito]¡±, seg¨²n ha recogido la prensa marroqu¨ª. El equipo de defensa de la ni?a va a plantear a la familia la presentaci¨®n de un recurso en casaci¨®n.
Al t¨¦rmino de una vista que se prolong¨® durante 11 horas en una sala abarrotada de p¨²blico, con decenas de abogados asistiendo gratuitamente a la peque?a Sanaa y en presencia de la prensa local e internacional, el Tribunal de Apelaci¨®n conden¨® a Abdelwahed B., de 29 a?os, a 20 a?os de c¨¢rcel por los delitos de ¡°sustracci¨®n de un menor¡± y ¡°atentado con violencia contra el pudor¡±. Durante el proceso en primera instancia, una prueba de ADN estableci¨® su paternidad sobre el hijo de la ni?a, aunque no est¨¢ legalmente obligado a reconocer al beb¨¦ ni a contribuir a su manutenci¨®n.
Karin A., de 36 a?os, y su sobrino Yusef Z., de 22, tambi¨¦n vecinos de la aldea de los alrededores de Tiflet (65 kil¨®metros al este de Rabat) donde se cometi¨® la violaci¨®n m¨²ltiple, fueron sentenciados a 10 a?os de prisi¨®n. En total, los tres deber¨¢n abonar a la ni?a una indemnizaci¨®n de 140.000 dirhams (12.500 euros). El tipo de violaci¨®n, recogido en el C¨®digo Penal marroqu¨ª, no figura en el fallo.
Cinco a?os de prisi¨®n es la pena m¨ªnima por violaci¨®n en Marruecos, que puede llegar a los 30 a?os si se ejerce violencia y se trata de una menor y virgen. Los jueces que examinaron el caso por primera vez aplicaron a los agresores circunstancias atenuantes, tales como ¡°condiciones sociales¡± de extrema pobreza, ¡°ausencia de antecedentes¡± o ¡°la excesiva severidad de la pena prevista a la vista de los cargos¡±. La Fiscal¨ªa solicit¨® el jueves la pena m¨¢xima ante el Tribunal de Apelaci¨®n. ¡°Si lo permitiese la ley, habr¨ªa pedido la pena capital¡±, advirti¨® uno de los fiscales en la vista, ¡°ya que le han privado de su infancia¡±, informa la agencia Efe.
Sanaa lleg¨® al mediod¨ªa del jueves atemorizada y en silencio junto con su familia a la Sala Segunda del Tribunal de Apelaciones de Rabat. Los magistrados aceptaron que testificara esta vez a puerta cerrada para proteger su intimidad. En el primer juicio, tuvo que mostrar la cara ante el p¨²blico con su beb¨¦ en brazos.
Uno de los condenados se sirvi¨® de una sobrina, de la misma edad que Sanaa, para averiguar cu¨¢ndo se encontraba sola la menor para violarla en grupo bajo graves amenazas para ella y los suyos si denunciaba lo ocurrido. Los padres no se percataron del embarazo de su hija hasta que se encontraba en el octavo mes de gestaci¨®n. La otra ni?a citada en el caso, que presenci¨® algunas de las agresiones sexuales, testific¨® tambi¨¦n a puerta cerrada en el juicio de revisi¨®n. Un abogado de la familia inform¨® de que se hab¨ªa retractado de su declaraci¨®n en primera instancia, en la que ratific¨® la versi¨®n de Sanaa, y dijo no haber observado nada.
Sanaa permanec¨ªa a menudo sola en su casa, una chabola en los alrededores de Tiflet, mientras su padre pastoreaba ganado o acud¨ªa al mercado y su madre trabajaba en el campo. Nunca fue a la escuela: su familia ten¨ªa miedo de que fuera violada de camino al colegio, a m¨¢s de siete kil¨®metros de distancia. Su caso habr¨ªa quedado en el olvido de no haber sido por la enconada protesta surgida desde algunos medios de comunicaci¨®n y ONG. Desde la sociedad civil de Marruecos, la asociaci¨®n Insaf ¨Dde ayuda a mujeres en situaci¨®n de vulnerabilidad, como las madres solteras¨D ampar¨® a Sanaa. ¡°Desde hace un a?o hemos intervenido para ayudar y apoyar a la menor y a su beb¨¦. Nos hemos hecho cargo de los gastos m¨¦dicos, de alimentaci¨®n infantil y de tratamiento psicol¨®gico, as¨ª como de la integraci¨®n de la ni?a por primera vez en un centro educativo¡±, explica Amina Jalid, secretaria general de Insaf, presente el jueves en el Tribunal de Apelaci¨®n.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.