Biden contra Trump 2024, la secuela
Los planes del presidente de anunciar su candidatura a la Casa Blanca y el dominio del magnate en las encuestas republicanas vaticinan una reedici¨®n de la pelea de 2020. Ser¨ªa la primera vez en siete d¨¦cadas
El condicional es estos d¨ªas el modo gramatical favorito en Washington. Joe Biden podr¨ªa anunciar este martes su candidatura presidencial para las elecciones de 2024. Donald Trump lo tendr¨ªa mejor que nunca desde el 6 de enero de 2021, d¨ªa del asalto al Capitolio, para convertirse en la apuesta a la Casa Blanca por el Partido Republicano. Y el gobernador Ron DeSantis, tras meses de presentarse como el ¨²nico capaz de hacer que el conservadurismo estadounidense pase de una vez la p¨¢gina de Trump, mejor har¨ªa en esperar otros cuatro a?os para lanzarse al ruedo de la pol¨ªtica nacional: las encuestas, una detr¨¢s de otra, lo pintan como un perdedor sin remedio ante el expresidente.
As¨ª que incluso en una fase muy preliminar de la campa?a electoral, tantos condicionales juntos conducen a una conclusi¨®n: a estas alturas, una secuela de la pel¨ªcula del enfrentamiento en 2020 entre Biden y Trump es el m¨¢s probable de los escenarios.
La del actual presidente es la predicci¨®n m¨¢s segura e inminente. Los medios estadounidenses confirmaron la semana pasada con fuentes de su Administraci¨®n que planea aprovechar para anunciar su rev¨¢lida el cuarto aniversario del d¨ªa en el que, a un a?o y medio de la cita con las urnas en 2020, lanz¨® la campa?a que lo llev¨® a desalojar a Trump. En la agenda del martes figura uno de sus pasatiempos favoritos: reunirse con los sindicatos para alardear del compromiso en inversiones para infraestructuras que su Administraci¨®n arranc¨® al Congreso. As¨ª que est¨¢ pensando, ahora como entonces, lanzar su anuncio con un v¨ªdeo.
En aquella ocasi¨®n, Biden bas¨® su mensaje en la protesta de supremacistas blancos de Charlottesville, ciudad de Thomas Jefferson, que acab¨® en el verano de 2017 con la muerte de una mujer que particip¨® en la contramanifestaci¨®n. Para justificar su ¨®rdago, record¨® lo que Trump dijo ese d¨ªa: ¡°Hab¨ªa gente muy buena en ambos bandos¡±.
Aquella equidistancia provoc¨® indignaci¨®n en todo el espectro pol¨ªtico, pero no rest¨® popularidad a su autor entre la base de sus fieles seguidores. Tampoco lo consiguieron, despu¨¦s, las noticias del primer impeachment por la supuesta trama rusa, ni las de su segundo juicio pol¨ªtico, por el ataque al Capitolio, o, m¨¢s recientemente, su imputaci¨®n y arresto por la acusaci¨®n de un oscuro pago para comprar el silencio de la actriz porno Stormy Daniels. Ni siquiera las varias causas judiciales que tiene a¨²n pendientes (entre ellas, la de la presunta agresi¨®n sexual a la periodista E. Jean Carroll, cuyo juicio arranca esta semana). M¨¢s bien al contrario: los ¨²ltimos esc¨¢ndalos solo han servido para resucitar sus comatosas expectativas de resultar elegido por su partido para las presidenciales.
El vertedero de la historia
Ser¨ªa su tercera campa?a a la Casa Blanca, desde que en 2016 derrot¨® a Hillary Clinton y empez¨® a encadenar un fracaso electoral detr¨¢s de otro: perdi¨® en las legislativas de 2018, en las presidenciales de 2020 (pese a que a¨²n se resiste, sin pruebas, a admitirlo) y en las elecciones de medio mandato de noviembre pasado, en las que pareci¨® que hab¨ªa recibido la puntilla. Fue ah¨ª cuando el mundo empez¨® a hablar de DeSantis, que a¨²n no ha confirmado si se presenta, como el joven e implacable pol¨ªtico (tiene 44 a?os) que iba a mandar a Trump directo al vertedero de la historia.
Seis meses despu¨¦s, DeSantis parece exactamente lo mismo que Trump parec¨ªa en noviembre: un aspirante incapaz de ganar. Tras unos sensacionales resultados electorales, el gobernador de Florida ha ca¨ªdo tanto v¨ªctima de sus pol¨ªticas extremistas en temas como el aborto, la educaci¨®n o el veto a libros ¨Duna agenda que ha hecho que le retiren su apoyo muchos donantes republicanos, temerosos de que esta espantar¨¢ a los votantes de fuera del Estado¨D como de la crueldad de los ataques personales de Trump, arte en el que el expresidente es un consumado maestro. De momento, le gana tambi¨¦n en casa: el magnate est¨¢ recabando muchos m¨¢s apoyos que DeSantis entre los legisladores estatales de Florida.
Biden ¡ªque tambi¨¦n se enfrenta a una investigaci¨®n por la gesti¨®n de documentos clasificados de su ¨¦poca de vicepresidente y tiene un hijo, Hunter, en problemas legales¡ª ha empleado estos meses en sentarse a ver a sus enemigos pelear entre s¨ª, y a esperar a que amaine una tormenta detr¨¢s de otra, mientras deshojaba su margarita sin demasiado suspense.
Hace tiempo que Washington no se preguntaba si se presentar¨ªa, sino cu¨¢ndo pensaba anunciar que lo har¨ªa, como demuestra el hecho de que no haya saltado al ruedo ning¨²n contrincante serio (no lo parecen los dos ¨²nicos que han dado un paso al frente: la escritora Marianne Wilson y el abogado ecologista y activista antivacunas de ilustre apellido Robert F. Kennedy Jr). Algunos de sus hipot¨¦ticos rivales ya se han alineado con ¨¦l y con la teor¨ªa de que si pudo derrotar a Trump una vez podr¨ªa volver a hacerlo de nuevo.
Biden nunca ha sido amigo de correr a la hora de anunciar sus candidaturas, y varias veces se lo ha pensado mucho antes de dejar pasar la oportunidad, como hizo en 1980, 1984 y 2016. La decisi¨®n cristaliz¨® esta vez, seg¨²n cuenta The Washington Post, el 15 de abril, en el avi¨®n de vuelta de su reciente viaje a Irlanda, durante el que dijo que lanzar¨ªa su campa?a ¡°relativamente pronto¡±. Ese mismo fin de semana ya empez¨® el rodaje del v¨ªdeo, que se espera corto, de no m¨¢s de dos minutos. Tambi¨¦n comenzaron dise?ar la p¨¢gina web, crucial para recaudar dinero. El principal cambio en el estatus del presidente a partir del martes ser¨¢ precisamente ese: una vez que se convierta en candidato, la ley le permite pedir dinero a sus donantes. Se buscan hasta dos mil millones de d¨®lares, seg¨²n el Post.
Es una empresa cara, aunque no despierte oleadas de entusiasmo. Sus niveles de popularidad llevan estancados en torno a un ciertamente escaso 40% desde el verano de 2021, cuando retir¨® deshonrosamente las tropas de Afganist¨¢n. Aquello termin¨® su luna de miel (m¨¢s bien, su periodo de gracia) con el pa¨ªs. La idea ni siquiera electriza a sus votantes: solo el 47% quiere verlo en la papeleta, seg¨²n la ¨²ltima encuesta de Associated Press.
El problema de la edad
La principal reticencia es la edad. A sus 80 a?os, Biden ya es el presidente m¨¢s viejo de la historia y, si resultara reelegido, tendr¨ªa 86 a?os al final de su segundo mandato. La del envejecimiento no es una ciencia exacta, pero, como se?alaba The New York Times en su editorial de este domingo, es leg¨ªtimo preocuparse sobre sus facultades para desempe?ar un puesto como el de presidente para entonces. ¡°[Biden] debe hablar sobre su salud abiertamente y sin verg¨¹enza, y terminar con su pretensi¨®n de que es un asunto que no importa¡±, dice el editorial, que afea al mandatario que no ataje las dudas ¡°y las teor¨ªas de la conspiraci¨®n¡± sobre su estado de la manera m¨¢s r¨¢pida: ¡°respondiendo preguntas inc¨®modas frente a las c¨¢maras¡±. ¡°Desde 1923, solo Richard Nixon y Ronald Reagan aceptaron menos preguntas de los reporteros, y ninguno representa un modelo de apertura presidencial al que Biden deber¨ªa aspirar¡±.
Si la edad no juega a su favor, a Biden le queda al menos el consuelo de contar en su equipo con la historia. El inquilino de la Casa Blanca lo ha tenido tradicionalmente f¨¢cil para conquistar un segundo mandato (aunque ah¨ª est¨¢n las excepciones de Gerald Ford, Jimmy Carter, George Bush padre o el propio Trump). M¨¢s raros a¨²n son, en un pa¨ªs en el que la derrota es uno de los mayores estigmas, los casos en los que los mismos candidatos se ven las caras en dos ocasiones: la ¨²ltima vez fue en 1952 y 1956, y en ambas contiendas Dwight Eisenhower se llev¨® por delante por un amplio margen a Adlai Stevenson.
Lo ¨²nico que parece seguro es que, sea cual sea el resultado, no ser¨¢ tan holgado esta vez. El diario conservador The Wall Street Journal public¨® esta semana una encuesta que daba a Biden como vencedor en una hipot¨¦tica rev¨¢lida del enfrentamiento de 2020 con un estrecho 48%-45%. Inasequible a la demoscopia, Trump, que esta semana lanzar¨¢ un nuevo libro con su correspondencia, reaccion¨® en su red social Truth con uno de sus inconfundibles mensajes, en el que sentenciaba: ¡°En las encuestas, estoy venciendo a Biden por un gran margen, salvo en el Globalista [sic] Wall Street Journal, uno de los peores y m¨¢s partidistas medios del mundo. (...) No compres sus gilipo... ???Son FAKE NEWS!!!¡±.
Si la ret¨®rica le suena familiar, prep¨¢rese: 2024 se perfila como una gran cosecha para el d¨¦j¨¤-vu en la pol¨ªtica estadounidense.
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