El ¡®modelo Bukele¡¯ atrae a pol¨ªticos latinoamericanos

D¨ªas antes de que las autoridades electorales lo sacaran de la contienda por la Presidencia de Guatemala, Carlos Pineda ¡ªentonces el candidato que encabezaba las encuestas¡ª viaj¨® a El Salvador para mostrar su admiraci¨®n por el presidente de ese pa¨ªs, el joven populista Nayib Bukele. ¡°Me vine a El Salvador a conocer la prosperidad de un pa¨ªs cuando el dinero no se roba y alcanza¡±, escribi¨® en Twitter el pol¨ªtico. ¡°He venido a ver los avances, el desarrollo que ha habido en El Salvador ¨²ltimamente. Mis respetos para el presidente Nayib Bukele, que pudo romper el sistema y por eso El Salvador pudo desarrollarse¡±, dijo Pineda. La admiraci¨®n de Pineda por Bukele es una muestra del atractivo que el controvertido mandatario genera entre pol¨ªticos latinoamericanos, principalmente gente de derecha, que apuestan ganar elecciones con las mismas pr¨¢cticas de mano dura que el salvadore?o ha implementado y que tanta simpat¨ªa le ha generado en su propio pa¨ªs, donde cuenta con una aprobaci¨®n del 90%.

Al igual que Pineda, los otros aspirantes presidenciales de Guatemala tambi¨¦n han puesto la vista en la estrategia de su vecino para atraer el voto de una poblaci¨®n cansada por la violencia de las pandillas. Sandra Torres, exprimera dama y candidata de Unidad Nacional de la Esperanza, elogi¨® las pol¨ªticas severas de Bukele y afirm¨® que pondr¨ªa en marcha unas similares si ganaba las elecciones para hacer frente ¡°al flagelo de los homicidios, asesinatos y extorsiones¡± en Guatemala. La candidata conservadora Zury R¨ªos, hija del dictador acusado de genocidio Efra¨ªn R¨ªos Montt, tambi¨¦n ha echado mano del ¡®modelo Bukele¡¯ para atraer votos a su campa?a. Ella ha aplaudido las medidas del mandatario y ha dicho que son su inspiraci¨®n de ganar las elecciones. ¡°Un pa¨ªs no puede hablar de desarrollo si no tiene seguridad. Entre la guerrilla y las pandillas, Guatemala ha visto morir a decenas de miles de nuestros hermanos. Sin embargo, nuestro pa¨ªs vecino El Salvador lleva aproximadamente 150 d¨ªas en los que no han asesinado a nadie. ?Qu¨¦ es lo que est¨¢n haciendo? Controlar las c¨¢rceles, asignar el presupuesto adecuado a la polic¨ªa y el ej¨¦rcito. Eso se llama control territorial. Para m¨ª, ese es un modelo de referencia¡±, ha dicho R¨ªos en un video de su campa?a. R¨ªos tambi¨¦n viaj¨® a El Salvador, donde no fue recibida por ning¨²n funcionario de Gobierno.

Todav¨ªa est¨¢ por verse si el uso de la figura de Bukele atraer¨¢ al electorado guatemalteco, aunque Renzo Rosal, polit¨®logo y catedr¨¢tico universitario, considera que estas promesas no tienen un efecto fuerte en una parte del electorado, que las ven como ¡°medidas muy populistas, simplistas, que no tienen fundamento¡±. Rosal dice que el uso de la figura del salvadore?o es una muestra del vac¨ªo de liderazgo que hay en Guatemala. ¡°Bukele llena en buena medida ese vac¨ªo, porque no hay un referente en Guatemala que tenga un perfil similar. Bukele tiene un buen manejo medi¨¢tico y ha vendido bien su supuesto ¨¦xito en temas de seguridad en El Salvador, con lo que le facilita las cosas a los candidatos guatemaltecos, porque no tienen que pensar propuestas propias¡±, explica este analista.

Las medidas de Bukele tambi¨¦n han sido implementadas en Honduras por la presidenta Xiomara Castro, quien anunci¨® en noviembre una pol¨¦mica pol¨ªtica: estados parciales de excepci¨®n para combatir el crimen en las zonas m¨¢s inseguras de las ciudades hondure?as. El modelo Bukele se ha puesto en marcha en 120 comunidades, donde adem¨¢s se han suspendido las garant¨ªas constitucionales y se han movilizado a militares para establecer el orden. Castro invit¨® en marzo a Bukele para que visitara su pa¨ªs, en una muestra de la necesidad que tienen los pol¨ªticos centroamericanos de fotografiarse con el mandatario salvadore?o, a pesar de que sobre ¨¦l caen acusaciones de autoritarismo y violaciones a los derechos humanos. Bukele ya hab¨ªa rechazado asistir a la toma de posesi¨®n de Castro.

La influencia del presidente salvadore?o traspasa las fronteras de Centroam¨¦rica. El mandatario despierta admiraciones en amplios sectores de votantes de Latinoam¨¦rica. La revista colombiana Semana dedic¨® la portada de una de sus ediciones de marzo al mandatario, con un reportaje titulado ¡®El milagro Bukele¡¯. En el texto, la revista enumera sus logros en El Salvador en medio de la llamada guerra contra las maras, incluyendo la captura de 68.000 personas, que Semana cataloga como ¡°terroristas¡±. ¡°El presidente de El Salvador es hoy el l¨ªder pol¨ªtico m¨¢s popular del continente y los expertos lo catalogan como una figura de talla mundial. Tiene apenas 41 a?os y lo que ha hecho en su pa¨ªs es considerado casi milagroso¡±, afirma Semana. La figura de Bukele atrae a los colombianos, porque seg¨²n una encuesta de Datexco para W Radio el 55% de los ciudadanos de ese pa¨ªs les gustar¨ªa un presidente como Bukele para Colombia. De hecho, Bukele ha sustituido al conservador ?lvaro Uribe como inspiraci¨®n de la derecha en Colombia, a tal punto que una de las senadoras m¨¢s radicales del pa¨ªs, Mar¨ªa Fernanda Cabal, se ha declarado admiradora del mandatario. Lo contrario pasa con el presidente Gustavo Petro, quien ha tenido varios encontronazos en Twitter.

Desde Costa Rica a Chile o Argentina hay pol¨ªticos y ciudadanos que han mostrado su admiraci¨®n por Bukele y se sienten atra¨ªdos por las pol¨ªticas de mano dura del mandatario. Para Tiziano Breda, investigador experto en Am¨¦rica Latina para el Istituto Affari Internazionali, un organismo centrado en la resoluci¨®n de conflictos, estos pol¨ªticos ven con sorpresa c¨®mo es posible que un mandatario joven de un peque?o pa¨ªs y pr¨¢cticamente nuevo en la pol¨ªtica puede tener niveles de popularidad tan altos, en una regi¨®n donde los pol¨ªticos son vistos con recelo y mal valorados. ¡°A pesar de los defectos y violaciones a derechos humanos, al parecer por ahora hay unos resultados concretos en t¨¦rminos de reducci¨®n de la violencia y de cambiar la imagen de un pa¨ªs que siempre fue considerado violento, y que ahora es visto como seguro y atractivo¡±, explica Breda. El analista dice tambi¨¦n que parte del ¨¦xito internacional de Bukele est¨¢ relacionado con la capacidad del mandatario de manejar los medios de comunicaci¨®n y las redes sociales. Bukele gobierna su pa¨ªs a golpe de decisiones hechas p¨²blicas en Twitter.

Lo que queda por ver es si el ¨¦xito de Bukele en su pa¨ªs se puede extrapolar a otras naciones. El Salvador ha tenido condiciones hist¨®ricas particulares, que incluyen una cruenta guerra civil que dej¨® decenas de miles de muertos, un proceso de paz que no cumpli¨® las expectativas de la ciudadan¨ªa y el surgimiento de la violencia de pandillas, que controlaban amplios territorios. ¡°La mayor¨ªa de salvadore?os miden la democracia y el sistema de pesos y contrapesos sobre la base de la capacidad de las instituciones de resolver sus problemas, y han visto que en los 30 a?os de democracia los gobiernos no han sabido resolver los problemas de pobreza, de marginazliaci¨®n, de violencia y se han visto todos envueltos en esc¨¢ndalos de corrupci¨®n. Ellos han vivido de todos modos con sus derechos suspendidos por la imposibilidad de moverse por las pandillas y si ven que hay alivio en esa opresi¨®n, esa es la medida que usan para establecer que las cosas van bien¡±, afirma Breda.

El analista explica que, a pesar del atractivo que el salvadore?o despierta, no es f¨¢cil que sus medidas puedan ser implementadas en otros pa¨ªses latinoamericanos, al menos en la mayor¨ªa que ha avanzado en su institucionalidad. ¡°Todo mundo quiere ser Bukele¡±, dice Breda. Pero, agrega, no basta con eso. El experto opina que aunque alg¨²n pol¨ªtico asuma el poder con referencias a las medidas de Bukele, es dif¨ªcil pensar que pueda implementar sus mismas pol¨ªticas, porque hay naciones que cuentan con una sana separaci¨®n de los poderes del Estado y la poblaci¨®n no aceptar¨ªa tan f¨¢cil un recorte a sus libertades. Un pa¨ªs ha sido M¨¦xico, donde a pesar de que ciertos sectores de derecha coquetean con las pr¨¢cticas bukelistas, el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha criticado con dureza esas medidas. ¡°El peligro es que se expanda la noci¨®n de que solo con medidas de emergencia puede enfrentarse el crimen, aunque veo dif¨ªcil que eso ocurra. Esto ha sido posible en El Salvador por sus caracter¨ªsticas, un pa¨ªs peque?o, sobrepoblado, donde ha sido m¨¢s f¨¢cil la concentraci¨®n de poder¡±, enumera Breda. O como explica el analista guatemalteco Renzo Rosal, tal vez Bukele atrae a aquellos pol¨ªticos y ciudadanos que tienen los mismos rasgo autoritarios del controvertido presidente salvadore?o.

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