Bukele anuncia una nueva ¡°guerra¡± contra los corruptos y la creaci¨®n de otra c¨¢rcel en El Salvador
El presidente emprende un dr¨¢stico recorte de la Administraci¨®n a menos de un a?o de las elecciones: el pa¨ªs pasar¨¢ de 262 alcald¨ªas a tener solo 44
Tras m¨¢s de un a?o inmerso en la llamada ¡°guerra contra las pandillas¡±, el presidente salvadore?o Nayib Bukele ha anunciado una contienda m¨¢s. Esta vez, ha dicho, es contra los corruptos y ha proclamado la construcci¨®n de una nueva c¨¢rcel donde encerrarlos. As¨ª lo inform¨® el mandatario la noche del jueves, durante su discurso a la naci¨®n al cumplir su cuarto a?o en el poder.
Como muestra de su nueva ofensiva, Bukele anunci¨® que, en el momento en que pronunciaba esas palabras, la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica ejecutaba el allanamiento e incautaci¨®n de todas las propiedades del expresidente Alfredo Cristiani, quien gobern¨® el pa¨ªs centroamericano durante 1989 a 1994.
¡°As¨ª como desplegamos fuerzas de seguridad y acorralamos a los pandilleros hasta llevarlos a la c¨¢rcel, as¨ª tambi¨¦n perseguiremos a los delincuentes de cuello blanco, vengan de donde vengan¡±, dijo Bukele. Desde su salida del poder, Cristiani ha sido fuertemente se?alado por presuntos actos de corrupci¨®n. Por ejemplo, una investigaci¨®n period¨ªstica de El Faro revel¨® que cinco meses antes de dejar el Gobierno, Casa Presidencial emiti¨® 106 cheques a su nombre por un monto total de 5,5 millones de d¨®lares (unos 5.140.000 euros), cuyo destino se desconoce. El mismo peri¨®dico tambi¨¦n desvel¨® que Cristiani fue director, propietario o presidente de al menos 15 empresas offshore en las Islas V¨ªrgenes, Brit¨¢nicas y Panam¨¢ desde 1992 hasta 2018, por lo menos.
A mediados de 2021, diputados del oficialismo pusieron un aviso ante la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica acusando al exmandatario de haber cometido lavado de dinero, enriquecimiento il¨ªcito y cohecho. Sin embargo, no hab¨ªa sido procesado por ninguno de esos delitos hasta ahora.
Cristiani, adem¨¢s, es perseguido por la justicia desde marzo del a?o pasado por su presunta participaci¨®n en la masacre de seis sacerdotes jesuitas y dos de sus colaboradoras en 1989, durante la guerra civil salvadore?a. Se presume que el exmandatario abandon¨® el pa¨ªs en febrero de 2022.
La nueva ¡°guerra¡± anunciada por Bukele ha sido cuestionada por analistas y miembros de organizaciones de la sociedad civil que trabajan por la transparencia y contra la corrupci¨®n. Temen que la medida sirva ¨²nicamente para apresar a los enemigos pol¨ªticos del presidente a menos de un a?o de las elecciones presidenciales, legislativas y municipales programadas para febrero y marzo del pr¨®ximo a?o.
¡°No existe una pol¨ªtica p¨²blica de combate a la corrupci¨®n en este Gobierno. Lo que s¨ª puede existir ahora es una persecuci¨®n de contrincantes pol¨ªticos que incomodan al poder bajo la supuesta bandera de combatir la corrupci¨®n. Pero mientras no se toque al c¨ªrculo cercano al poder, no podemos hablar de un real combate a la corrupci¨®n¡±, dijo Wilson Sandoval, coordinador del Centro de Asesor¨ªa Legal Anticorrupci¨®n en El Salvador.
Solo en el ¨²ltimo a?o, las autoridades salvadore?as han capturado a m¨¢s de 68.000 personas acusadas de pertenecer a pandillas o colaborar con ellas. Sin embargo, miles de inocentes han sido capturados y decenas han muerto torturados en prisi¨®n sin haber sido juzgados, seg¨²n han denunciado organismos de derechos humanos.
Otros se?alan que la nueva ¡°guerra¡± podr¨ªa ser un caso de revanchismo familiar. En 2014, antes de fallecer, Armando Bukele, padre del actual mandatario, escribi¨® en su cuenta de Twitter que Cristiani hab¨ªa intentado romper su familia. ¡°Pero gracias a ¨¦l, nos hizo m¨¢s fuertes. ?Hoy, que lo intente!¡±, escribi¨®. Para entonces, su hijo iniciaba su carrera pol¨ªtica como alcalde de un peque?o municipio llamado Nuevo Cuscatl¨¢n.
Ahora, tras cuatro a?os como presidente, Bukele controla todo el sistema de justicia en El Salvador. Lleg¨® al poder en 2019 ondeando la bandera de la lucha contra la corrupci¨®n. Sin embargo, en el tiempo que lleva en el poder ha desbaratado todas las instituciones de transparencia y contralor¨ªa. Adem¨¢s, destituy¨® al fiscal general que lo investigaba por presuntas negociaciones de su Gobierno con las pandillas y disolvi¨® la Comisi¨®n Internacional Contra la Impunidad (CICIES) que ¨¦l mismo instal¨® en el pa¨ªs despu¨¦s de que esta elaborara un informe con m¨¢s de una docena de posibles casos de corrupci¨®n entre sus funcionarios.
Al inicio de la crisis ocasionada por la pandemia de la covid-19, el mandatario asegur¨® p¨²blicamente que a quien robara un solo centavo de fondos p¨²blicos lo meter¨ªa preso ¨¦l mismo. Desde entonces y hasta hoy, la prensa local ha publicado un rosario de se?alamientos por corrupci¨®n, pero nadie ha ido preso.
Contrario a sus promesas, Bukele ha protegido a todos sus funcionarios acusados de actos de corrupci¨®n. Solo por mencionar algunos casos, su director de prisiones Osiris Luna fue acusado de robar comida que iba a ser repartida entre los m¨¢s necesitados durante la crisis de la pandemia y venderla para su beneficio. A su director de la Unidad de Reconstrucci¨®n de Tejido Social, Carlos Marroqu¨ªn, lo han se?alado por liberar y ayudar a escapar del pa¨ªs a un alto l¨ªder de la MS-13 antes de que iniciara el r¨¦gimen de excepci¨®n y hasta hay audios en los que se le escucha decir que tiene ¡°lealtad y confianza¡± con la pandilla. Asimismo, su jefa de gabinete, Carolina Recinos, ha sido acusada de usar su influencia para beneficiar a sus dos hermanos a trav¨¦s de un banco estatal.
En lo que va de su administraci¨®n, m¨¢s de una docena de los funcionarios del Gobierno de Bukele han sido se?alados por actos de corrupci¨®n por parte del Departamento de Estado de Estados Unidos, incluyendo a su secretario de prensa, su secretario jur¨ªdico, su ministro de Trabajo, uno de sus exministros de Agricultura y su exministro de Justicia. Pero Bukele ha reaccionado ante los se?alamientos tild¨¢ndolos de injerencias.
Reorganizaci¨®n pol¨ªtica a meses de las elecciones
Bukele adem¨¢s aprovech¨® su discurso a la naci¨®n para anunciar un reordenamiento pol¨ªtico-administrativo del territorio nacional. Ahora, El Salvador pasar¨¢ de tener 262 alcald¨ªas a solo 44. Seg¨²n Bukele, esta medida tiene la finalidad de reducir el gasto p¨²blico y maximizar la inversi¨®n en obras para las comunidades. ¡°Los municipios no cambiar¨¢n de nombre, por lo que podr¨¢n seguir celebrando sus fiestas patronales como siempre. Ni los empleados p¨²blicos ser¨¢n despedidos. Los que se van son los puestos de confianza¡±, asegur¨®.
Bukele adem¨¢s se?al¨® que con esta redistribuci¨®n tambi¨¦n busca combatir la corrupci¨®n. Sin embargo, esta medida ha sido vista por la oposici¨®n como una estrategia para beneficiarse en las pr¨®ximas elecciones. ¡°Cualquier cambio al sistema electoral, a menos de un a?o antes de las elecciones, responde a una sola cosa: miedo¡±, escribi¨® Andy Failer, presidente del partido pol¨ªtico Nuestro Tiempo. Este partido recientemente anunci¨® a sus dos posibles precandidatos presidenciales y convoc¨® a las diferentes fuerzas pol¨ªticas del pa¨ªs a apoyar una candidatura ¨²nica desde un grupo plural de la sociedad civil.
Por su parte, Anabell Belloso, diputada del partido FMLN, asegur¨® que el objetivo principal de esta medida es ¡°seguir concentrando el poder¡±. Adem¨¢s, dijo que la disposici¨®n atenta contra la pluralidad en la administraci¨®n p¨²blica, ya que disminuye el n¨²mero de participantes que los partidos podr¨¢n tener en las pr¨®ximas elecciones. ¡°Al final lo que est¨¢ de fondo es el inter¨¦s del Gobierno de no perder control¡±, se?al¨®.
Bukele present¨® la propuesta de la reorganizaci¨®n a la Asamblea Legistiva la noche del jueves y manifest¨® su voluntad de que se apruebe antes de las pr¨®ximas elecciones, previstas para febrero. Desde que el oficialismo gan¨® la mayor¨ªa en el parlamento en 2021, todas las propuestas del presidente son aprobadas por los diputados sin discusi¨®n.
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