El Papa pide perd¨®n a 13 v¨ªctimas de abusos sexuales de la Iglesia en Portugal tras escuchar sus testimonios
Francisco se?ala que ¡°los esc¨¢ndalos¡± han contribuido a alejar a la sociedad del catolicismo
Francisco ha decidido afrontar el tema m¨¢s espinoso de su visita de seis d¨ªas a Portugal en las primeras horas del viaje. El mi¨¦rcoles, al finalizar la agenda oficial de su primer d¨ªa, el Papa recibi¨® en la sede de la Nunciatura Apost¨®lica de la Santa Sede en Lisboa, donde se aloja esta semana, a 13 personas que sufrieron abusos sexuales cuando eran menores por parte de representantes de la Iglesia cat¨®lica lusa. El encuentro, que hab¨ªa sido solicitado por el Pont¨ªfice, se organiz¨® con discreci¨®n y solo fue difundido por la noche, cuando ya hab¨ªa concluido.
Seg¨²n relat¨® a la cadena de televisi¨®n SIC, Paula Margarido, presidenta del equipo nacional de coordinaci¨®n de las comisiones diocesanas, presente en el encuentro, Francisco ¡°les pidi¨® perd¨®n en nombre propio y en nombre de la Iglesia¡± despu¨¦s de escuchar sus testimonios personales. Margarido se?al¨® que se trat¨® de un encuentro ¡°dif¨ªcil¡± pero reconfortante para los participantes. ¡°Fue profundamente reparador, las v¨ªctimas tuvieron la oportunidad de tener enfrente al santo padre, que las mir¨® a los ojos, que se emocion¨® y que se abri¨® al coraz¨®n de cada una de ellas¡±, asegur¨®. El encuentro, a?adi¨®, revela que la Iglesia portuguesa sabe que ¡°hay una herida¡± y que est¨¢ dispuesta ¡°a intentar sanarla¡±, adem¨¢s de ¡°aplicar pol¨ªticas para que estas realidades no vuelvan a suceder¡±. ¡°Los 13 que fueron representan a las v¨ªctimas que sobrevivieron, pero sabemos que hay muchos que no han sobrevivido¡±, indic¨® Margarido.
Al menos 4.815 menores sufrieron abusos sexuales en instituciones o durante actividades vinculadas a la Iglesia cat¨®lica entre 1950 y 2022, seg¨²n la estimaci¨®n realizada por la comisi¨®n independiente que investig¨® la pederastia y que present¨® su informe en febrero de este a?o. La creaci¨®n de esta comisi¨®n fue una iniciativa de la Conferencia Episcopal Portuguesa, que se aline¨® as¨ª con las directrices enviadas por Francisco desde que lleg¨® a la Santa Sede en 2013 para tratar de conocer el alcance de los abusos sexuales en la Iglesia y adoptar medidas para prevenirlos. Pedro Strecht, que presidi¨® esta comisi¨®n, fue una de las personas que acompa?¨® a las v¨ªctimas durante su reuni¨®n con Francisco.
Poco antes del encuentro, cuando pocos estaban al tanto del mismo, el Pont¨ªfice se refiri¨® de forma indirecta al impacto de los abusos sexuales en el avance de la secularizaci¨®n de la sociedad y el rechazo hacia la Iglesia durante un discurso en el monasterio de los Jer¨®nimos. La elecci¨®n del momento tampoco era casual. La audiencia que asisti¨® a la ceremonia de v¨ªsperas estaba formada por obispos, sacerdotes, di¨¢conos y seminaristas, a quienes record¨® que el alejamiento de la sociedad tambi¨¦n se hab¨ªa acentuado por ¡°la desilusi¨®n y la aversi¨®n que algunos nutren hacia la Iglesia debido a veces a nuestro mal testimonio y a los esc¨¢ndalos que la desfiguraron¡±. Francisco les invit¨® a ¡°una humilde y constante purificaci¨®n partiendo del grito de sufrimiento de las v¨ªctimas que siempre se deben acoger y escuchar¡±.
En su segunda jornada en Portugal, el Pont¨ªfice particip¨® la ma?ana de este jueves en un acto en la Universidad Cat¨®lica de Lisboa, donde anim¨® a los estudiantes que le escuchaban a ¡°ser valientes¡± y ¡°sustituir los miedos por los sue?os¡±. De nuevo mostr¨® su preocupaci¨®n por los conflictos mundiales (¡±estamos en una Tercera Guerra Mundial en pedazos¡±) y el deterioro del clima. Francisco consider¨® ¡°una urgencia democr¨¢tica¡± tomar en serio la lucha contra el deterioro del planeta. ¡°No podemos conformarnos con medidas paliativas¡±, subray¨®.
Fue tambi¨¦n el primer discurso en el que dedic¨® atenci¨®n especial a las mujeres para denunciar su marginaci¨®n: ¡°Es indispensable la contribuci¨®n femenina. En el inconsciente colectivo se piensa muchas veces que las mujeres son de segunda categor¨ªa, suplentes, no titulares¡±.
En el campus de la Universidad Cat¨®lica, el Papa escuch¨®, entre otros estudiantes, el discurso de Mahoor Kaffashian, una refugiada ucrania de 25 a?os, que comparti¨® su experiencia: ¡°Despu¨¦s de todo lo que he pasado, despu¨¦s del sufrimiento constante, de la ausencia de un hogar, una familia, unos amigos, despu¨¦s de quedarme sin techo, sin universidad y sin dinero, s¨¦ que el concepto de fuerza no significa que no me sienta cansada y abatida por el dolor y la p¨¦rdida. Significa que tengo la fuerza, la fe y el coraje para seguir adelante¡±. M¨¢s tarde se desplaz¨® a Cascais para visitar las instalaciones del centro Scholas Occurrentes, que desarrolla un programa educativo impulsado por el Papa cuando era obispo de Buenos Aires.
Esta tarde se realizar¨¢ el primer contacto del Pont¨ªfice con los peregrinos que asisten a la Jornada Mundial de la Juventud en una ceremonia de acogimiento que se celebrar¨¢ en el Parque Eduardo VII. El evento ha provocado grandes restricciones de tr¨¢fico en todo el centro de Lisboa, adonde est¨¢ previsto que lleguen m¨¢s de un mill¨®n de personas a lo largo de la semana.
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