Fani Willis, la fiscal que persigue a Trump como al capo de una banda criminal

La fiscal del condado de Fulton, en el Estado de Georgia, Fani Willis, asumi¨® el cargo el 3 de enero de 2021 prometiendo devolver la integridad a su distrito. Ese mismo d¨ªa sal¨ªa a la luz que, 24 horas antes, el entonces presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, hab¨ªa telefoneado a un alto cargo estatal, Brad Raffensperger, para pedirle ¡°encontrar¡± el n¨²mero suficiente de votos para dar la vuelta al resultado oficial, que daba ganador al dem¨®crata Joe Biden, y proclamar a Trump vencedor en ese Estado en las elecciones presidenciales de 2020.

En menos de un mes, la primera mujer negra al frente de la fiscal¨ªa de Fulton ¡ªel condado m¨¢s poblado de Georgia y que incluye su capital, Atlanta¡ª ya hab¨ªa llenado de cartas los despachos de autoridades y funcionarios electorales para advertirles de que guardaran todos los documentos que pudieran tener sobre posibles intentos de alterar los resultados de esos comicios. ¡°Desde el d¨ªa uno supe que pod¨ªa merecer una investigaci¨®n¡±, declaraba en 2022 al diario USA Today. ¡°Esa llamada de tel¨¦fono era suficiente para causar preocupaci¨®n¡±.

La investigaci¨®n que se abri¨® entonces, hace dos a?os y medio, se extendi¨® mucho m¨¢s all¨¢ de esa llamada entre Trump y Raffensperger. Ha examinado una trama para suplantar a electores oficiales por simpatizantes del expresidente y ahora de nuevo candidato republicano: acoso a funcionarios electorales; incluso un acceso ilegal a los sistemas inform¨¢ticos de las m¨¢quinas de votaci¨®n electr¨®nica en un condado rural de mayor¨ªa conservadora. El resultado: la cuarta imputaci¨®n contra Trump en el caso m¨¢s detallado de los cuatro que afronta y que le atribuye a ¨¦l y a 18 colaboradores y simpatizantes 41 cargos. El uso para ello de la ley contra la delincuencia organizada viene a equiparar al magnate inmobiliario con un capo de la mafia.

A lo largo de la investigaci¨®n, Willis, de 52 a?os, divorciada y madre de dos hijas, ha recibido cr¨ªticas de que se extralimitaba en sus competencias, todo tipo de amenazas e insultos variados, an¨®nimos o no: Trump se refiere a ella de modo habitual con t¨¦rminos como ¡°marxista lun¨¢tica¡±, ¡°racista¡± y ¡°falsaria¡±, y la ha acusado, sin demostrarlo, de mantener v¨ªnculos con g¨¢nsteres. La fiscal tiene que desplazarse con escolta.

El caso contra el actual candidato presidencial ¡ªfavorito en el Partido Republicano para disputar la Casa Blanca en 2024¡ª es el de mayor envergadura, pero no es el ¨²nico contra famosos que Willis ha acometido. Tambi¨¦n ha investigado a estrellas del hip-hop como Young Thug y Drug Rich Gang.

Ella, de filiaci¨®n dem¨®crata, asegura que le mueve su pasi¨®n por la justicia. ¡°Mi carrera me ha ense?ado que, sea cual sea la presi¨®n pol¨ªtica, hay que hacer lo correcto¡±, ha declarado. Sostiene tambi¨¦n que no tiene en cuenta si la persona a la que imputa es influyente o no. ¡°La justicia es una dama ciega. No importa si eres rico o pobre, negro o blanco, dem¨®crata o republicano. Si has violado la ley, se van a presentar cargos contra ti¡±, ha declarado a la CNN.

Estricta, meticulosa y adicta al trabajo

Quienes la conocen la describen como una persona estricta, meticulosa y adicta al trabajo, que prepara sus casos exhaustivamente. Una profesional ambiciosa y muy poco tolerante con los fracasos. Con tanta facilidad para conectar con los jurados, testigos y agentes de polic¨ªa como para arremeter contra aquellos de los que cree que bloquean sus investigaciones. Sus cr¨ªticos le reprochan su gusto por dar declaraciones a la prensa; ella replica que la transparencia es uno de los requisitos de su puesto.

El inter¨¦s por el derecho le viene de familia. Nacida en California, Willis se crio en Washington, con un padre abogado y, seg¨²n ella, miembro de la organizaci¨®n izquierdista Panteras Negras, que la llevaba con frecuencia a los juzgados. Recuerda c¨®mo, con ocho a?os, ya se encargaba de clasificar expedientes.

Estudi¨® primero en la Howard University de Washington y despu¨¦s en la Facultad de Derecho de Emory University, en Atlanta, donde se acabar¨ªa instalando. Despu¨¦s de ejercer unos a?os en el sector privado, en 2001 comenz¨® a trabajar en la Fiscal¨ªa de Fulton como letrada adjunta. En 2020, su candidatura a encabezar la oficina se impuso a la del hasta entonces titular del cargo y su antiguo mentor, Paul Howard, en unas primarias muy encarnizadas.

Una de sus especialidades es la ley contra la delincuencia organizada y las asociaciones corruptas, conocida por su acr¨®nimo en ingl¨¦s, RICO. Concebida para la lucha contra las pandillas y la mafia, Willis ha recurrido a ella con frecuencia. ¡°Es de verdad una progresista dura contra la delincuencia, que es algo poco frecuente en esta ¨¦poca, pero creo que es su marca de la casa¡±, la describ¨ªa el catedr¨¢tico de Derecho de la Universidad Estatal de Georgia Anthony Michael Kreis a la agencia AP.

Sus cr¨ªticos alegan que abusa de RICO y otras leyes contra la delincuencia organizada, cuando podr¨ªa aplicar otras leyes m¨¢s simples, tan solo porque la norma antimafia acarrea penas m¨¢s duras. Tambi¨¦n argumentan que esas pr¨¢cticas alargan el tiempo que los acusados pasan a la espera de juicio.

Cuantas m¨¢s pruebas, mejor

Quienes la defienden describen a una letrada minuciosa, que prefiere dedicar tiempo a completar una investigaci¨®n exhaustiva antes que presentar cargos de manera apresurada y fracasar. Ella reconoce que no le gustan los ¡°casos delgaditos¡± y prefiere acumular cuantas m¨¢s pruebas, mejor.

¡°El modo en que acomete los casos [es que] empieza por el principio y se sumerge en ellos. Sigue todas las pistas que puede¡±, contaba a la cadena de televisi¨®n CNN Charlie Bailey, antiguo colaborador de la fiscal.

Tras imputar al expresidente y sus colaboradores el lunes, Willis les ha dado hasta el viernes 25 para presentarse ante el tribunal y que se les lean los cargos. La fiscal ha propuesto comenzar el juicio el 4 de marzo del pr¨®ximo a?o, algo que, dado lo cargado del calendario judicial de Trump y la cercan¨ªa de la campa?a electoral, puede ser complicado.

Willis sostiene que tratar¨¢ al mandatario como a cualquier otro ciudadano. ¡°No tengo el derecho de mirar hacia otro lado en un delito que pudo haber tenido impacto en un importante derecho para esta comunidad y para toda la naci¨®n¡±, declaraba a The New York Times en septiembre del a?o pasado.

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