Kenty Aguirre, detenido en las protestas en Per¨²: ¡°La violencia de la polic¨ªa es estructural y la he vivido en carne propia¡±
El documentalista fue apaleado por los agentes en las ¨²ltimas manifestaciones por grabar un arresto. Demandar¨¢ a los efectivos por tortura y abuso de autoridad
El 28 de julio, pasada las dos de la tarde en el Parque Universitario del centro de Lima, un muchacho de polo verde y cabello recogido fue cogoteado y arrastrado por agentes policiales apostados all¨ª para controlar las manifestaciones en contra del Gobierno de Dina Boluarte, quien a esa misma hora, a tan solo unas cuadras, daba lectura a los ¨²ltimos p¨¢rrafos de su extenso Mensaje a la Naci¨®n por Fiestas Patrias. En un video se ve c¨®mo un agente lo coge del cuello, el joven se desvanece y luego es levantado al peso desde cada una de sus extremidades hasta ser llevado detr¨¢s de un cord¨®n policial. La fila de escudos interrumpe la escena.
Shanin Kenty Aguirre Figueroa, de 34 a?os, durmi¨® dos noches en una celda. El parte policial justifica la detenci¨®n porque supuestamente estaba realizando disturbios. Un agente asegura que estaba lanzando piedras, otro dijo que le pate¨® los test¨ªculos, y otro m¨¢s que le mordi¨® la mano. Sostienen, adem¨¢s, que Kenty Aguirre les hab¨ªa rociado un l¨ªquido blanco y que estaba azuzando a la gente. Pero en ninguno de los videos, ni de los periodistas ciudadanos ni de la Municipalidad de Lima, se pudo corroborar la versi¨®n de los efectivos. Lo que s¨ª se vio minutos antes de su detenci¨®n fue al joven de rastas y casco azul grabando con su celular la detenci¨®n de un dirigente vecinal al que le hab¨ªan roto el polo y estaban d¨¢ndole de varazos en el suelo.
Es una ma?ana de agosto y han pasado unas cuantas semanas del incidente. Kenty Aguirre llega en compa?¨ªa de Kuzy, su hermana mayor. Avanza con un poco de dificultad, y se sienta en una de las bancas del Parque Universitario. Son las secuelas de las 17 lesiones que se le encontraron en el cuerpo. Kenty quiere contar lo que padeci¨®. Sobre todo, porque desea que a nadie m¨¢s le pase. ¡°La Polic¨ªa nunca me hab¨ªa inspirado confianza, he sido testigo de muchos abusos y ahora me toc¨®. Y no se trata de que solo fueron unos malos elementos, la violencia de la Polic¨ªa es estructural y la he vivido en carne propia¡±, dice de entrada.
Kenty Aguirre es comunicador y jefe de pr¨¢cticas desde hace una d¨¦cada en la universidad Cat¨®lica. Se especializ¨® en audiovisuales, exactamente en cine y documentales, y ha participado en varios rodajes como foquista, camar¨®grafo y director de fotograf¨ªa. Cuando fue apresado, quienes est¨¢n en contra de las manifestaciones, lo descalificaron diciendo que ¡°era un vago m¨¢s¡±. No fue muy distinto a lo que le dijeron los polic¨ªas. ¡°Seguro eres terruco (terrorista). Mira lo que te ganas. ?Para qu¨¦ vienes a las marchas? Pierdes el tiempo. Busca trabajo¡±, recuerda, omitiendo las lisuras.
Ese viernes de 28 de julio, Kenty Aguirre sali¨® a registrar las protestas sin ser enviado por ning¨²n medio de comunicaci¨®n. Fue por voluntad propia. Lo hace desde que se dio cuenta que ¡°era m¨¢s ¨²til grabando y difundiendo informaci¨®n que solo marchando¡±. Pertenece a un colectivo de fot¨®grafos autoconvocados. Para su mala suerte se olvid¨® su memoria, as¨ª que tuvo que dejar su c¨¢mara en la mochila y registrarlo todo desde su celular. Llevaba una m¨¢scara de gas, una botella de agua con bicarbonato, y un estuche de lentes.
Cuenta que detr¨¢s del cord¨®n policial, cuando las c¨¢maras ya no pudieron seguir registrando su detenci¨®n, varios polic¨ªas lo golpearon mientras ¨¦l se cubr¨ªa con la mochila puesta. Uno de ellos lo tumb¨® y le puso la rodilla sobre su cabeza. Solo cuando lo vieron reducido, pararon. Dice que trataron de intimidarlo, dici¨¦ndole que le cortar¨ªan el largo cabello que le llega hasta las rodillas. Y que luego cuando lo subieron al veh¨ªculo para trasladarlo a la comisar¨ªa un efectivo le dijo: ¡°ya te cagaste, ahora no hay c¨¢maras¡± y lo atac¨® con la mano abierta. ¡°No he sangrado en la cara. La mayor¨ªa de golpes fueron en extremidades. Parece que los polic¨ªas supieran d¨®nde pegarte para no dejar tantas marcas. Lo que m¨¢s me ha dolido han sido mis rodillas¡±, cuenta.
En la comisar¨ªa de Cotabambas, en Cercado de Lima, donde lleg¨® cojeando, a Kenty Aguirre le pidieron firmar un acta donde se afirmaba que la detenci¨®n hab¨ªa sido en buenos t¨¦rminos y que el procedimiento hab¨ªa sido regular y sin violencia. ?l se neg¨® a firmar. Otro detalle que denuncia es la actitud del m¨¦dico legista Melva V¨¢squez Calder¨®n que deb¨ªa certificar sus lesiones. ¡°No parec¨ªa tener inter¨¦s en registrar mis heridas. Me despach¨® r¨¢pido y yo tuve que insistirle muchas veces para que su informe sea detallado. Me quit¨¦ el pantal¨®n y fue all¨ª cuando vio todos mis moretones¡±, dice. Son 17 lesiones en brazos y piernas. La m¨¢s grave es un hematoma de grandes proporciones en la parte posterior del muslo izquierdo.
En la celda, Kenty Aguirre, que hab¨ªa perdido sus lentes durante la detenci¨®n y no distingu¨ªa rostros en medio de la oscuridad, se encontr¨® con Ra¨²l Tinco, el dirigente a quien hab¨ªa grabado minutos antes de que lo arrastraran. A diferencia de otros detenidos, Kenty Aguirre cont¨® con una red de apoyo y diversas instituciones que se pronunciaron. Lo reconoce y lo agradece. ¡°Nunca imagin¨¦ tanta solidaridad. S¨¦ que he tenido privilegios, lo tengo muy claro. Sin los videos de la prensa alternativa no s¨¦ c¨®mo hubiese acabado. Son por esos videos que se demostr¨® que no hice otra cosa que grabar. Es la prensa alternativa la que se faja con el peligro y la que informa de hechos que muchas veces los canales de se?al abierta no muestran¡±, afirma.
Kenty Aguirre fue liberado el domingo 30 de julio y su caso se archiv¨® al no poderse demostrar que hab¨ªa causado disturbios. Pero esto no se quedar¨¢ as¨ª, se?ala. Demandar¨¢ a los agentes responsables por abuso de autoridad y tortura. Por ahora se ha podido identificar a los suboficiales Andrei Iv¨¢n Laurente S¨¢nchez y Francesco Vela Rojas, as¨ª como al suboficial superior Julio Castro Amoretti. El detalle es que hasta hoy, un mes despu¨¦s de los hechos, a Kenty Aguirre no se le ha devuelto ni su celular ni su c¨¢mara, ni sus pertenencias. Lo soltaron solo con su DNI y su mochila vac¨ªa.
¡°La Fiscal¨ªa dice que se debe acreditar la procedencia del bien. Eso es un absurdo. Eso solo se hace cuando un tercero va a recoger el bien o se trata de un robo. Ha sido una detenci¨®n arbitraria e ilegal. Y una acci¨®n de amedrentamiento para todo aquel que filme actos de violencia policial en las marchas¡±, resume su abogado Juan Jos¨¦ Quispe, del Instituto de Defensa Legal.
Kuzy Aguirre, la hermana mayor de Kenty, toma la palabra y se quiebra. ¡°Cuando llamaron a casa hubiera sido menos preocupante escuchar que se encontraba en un hospital, pero saber que estaba con la Polic¨ªa¡no sabes c¨®mo va a volver. Con ellos no hay ninguna seguridad de lo que va a pasar. Son una gran mafia¡±, expresa con la voz temblorosa. Poco antes de ser liberado, Kenty Aguirre cuenta que el polic¨ªa que le peg¨® en el auto se le acerc¨®, le dio una palmada en la espalda y le dijo casi susurr¨¢ndole: ¡°tranquilo, hijo, ya pas¨® todo¡±.
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