Las protestas se reactivan en Per¨² para exigir la renuncia de Dina Boluarte y un adelanto electoral
La Defensor¨ªa del Pueblo calcula que se produjeron marchas en 58 provincias. La movilizaci¨®n de Lima llega por primera vez hasta el Congreso, pero sin el apoyo mayoritario de los capitalinos
Las protestas contra el Gobierno de Dina Boluarte se reactivaron este mi¨¦rcoles en Per¨² con epicentro en Lima y ecos en buena parte del pa¨ªs. Seg¨²n la Defensor¨ªa del Pueblo, hubo marchas en 59 provincias y bloqueos de carreteras en 64, lo que representa el 32.7% de los territorios a escala nacional. Sin embargo, el Ministerio del Interior report¨® hasta las primeras horas de la tarde 21.000 personas movilizadas en todo el Per¨² y no m¨¢s de 1.500 en la capital. Las cifras oficiales contrastaban con el enorme despliegue de seguridad y con las movilizaciones que se vieron en las calles de la capital, demandando la dimisi¨®n de la presidenta y un adelanto electoral. Cuatro meses despu¨¦s de una larga oleada de protestas que convulsion¨® Per¨² entre diciembre y marzo los manifestantes aprovecharon, en esta ocasi¨®n, para transmitir el descontento tambi¨¦n con ingenio.
En Plaza San Mart¨ªn, uno de los lugares de concentraci¨®n de la denominada tercera toma de Lima, resaltaba este mi¨¦rcoles una Barbie de carne y hueso que jam¨¢s se le hubiese ocurrido a la firma estadounidense Mattel: en la v¨ªspera del estreno mundial de la pel¨ªcula sobre la ic¨®nica mu?eca, una cosplayer personific¨® a una ¡°Barbie dictadora¡±, en una alusi¨®n a la represi¨®n de las protestas por parte del Ejecutivo de Dina Boluarte, que en diciembre relev¨® a Pedro Castillo tras su intento fallido de golpe. Alumnos de la Escuela de Bellas Artes dise?aron una caja de dos metros de cartulina rosada con tres anotaciones: ¡°Certificado de impunidad¡±, marca ¡°Maten¡± e ¡°incluye balas dum-dum y lacrim¨®genas¡±. Esta ¨²ltima anotaci¨®n hac¨ªa referencia a una afirmaci¨®n de Boluarte sobre los dieciocho civiles muertos en la ciudad de Juliaca en enero pasado. Seg¨²n asegur¨® la mandataria, fallecieron tras recibir disparos de ¡°un arma artesanal denominada dum-dum¡± cuyo uso fue atribuido por las autoridades a fuerzas paramilitares bolivianas. Esta tesis nunca fue demostrada. El empaque gigante se hizo con la intenci¨®n de que cada ciudadano ingresara en el transcurso de la marcha. Pero en alg¨²n momento, una mujer, de gafas en forma de coraz¨®n y una cinta presidencial sostuvo dentro una pistola de juguete y la foto inund¨® las redes sociales.
La concentraci¨®n arranc¨® a las cuatro de la tarde en la Plaza Dos de Mayo. El grueso de la manifestaci¨®n estuvo conformado por peruanos de las regiones -principalmente las de la sierra sur- que padecieron una odisea para llegar el mi¨¦rcoles al Centro Hist¨®rico. La delegaci¨®n aymara de Puno, por ejemplo, enfrent¨® cuatro intervenciones policiales hasta su llegada a Lima. El Ejecutivo dispuso un control exhaustivo de todos los veh¨ªculos que ten¨ªan como destino la capital. Tambi¨¦n hubo presencia de estudiantes universitarios, sindicatos de trabajadores, colectivos feministas y LGTBI, hermandades religiosas e incluso asociaciones de jubilados y adultos mayores.
Las banderas de lucha, como en otras ocasiones, no eran las mismas, aunque todas coincid¨ªan en la salida de Dina Boluarte del poder y el adelanto de elecciones generales, un escenario que la presidenta descart¨® de plano el pasado mes de junio. La demanda que m¨¢s divisiones y entredichos genera es la que exige la liberaci¨®n del expresidente Castillo, quien se encuentra recluido en el penal de Barbadillo con dos sentencias de prisi¨®n preventiva. Una por ser el presunto l¨ªder de una organizaci¨®n criminal y la otra por rebeli¨®n tras su intento de autogolpe en diciembre pasado. ¡°El pueblo dej¨® solo a Castillo, un cholo como nosotros¡±, dijo varias veces un dirigente con un parlante que se escuch¨® en la Plaza Dos de Mayo. En ese espacio donde se colocaron dos ata¨²des de cart¨®n con los nombres de los 49 civiles fallecidos a causa de la represi¨®n de las fuerzas del orden.
Incluso un colectivo de la regi¨®n de Tacna, en el sur, exig¨ªa la libertad de Betssy Ch¨¢vez, presidenta del ¨²ltimo Consejo de Ministros de Castillo, que tambi¨¦n se encuentra tras las rejas tras dict¨¢rsele 18 meses de prisi¨®n preventiva el mes pasado por ser considerada coautora del autogolpe del maestro rural. Lo cierto es que hubo quienes salieron a las calles a sabiendas de que marchar¨ªan al lado de consignas que no son las suyas. Pero no fueron la mayor¨ªa esperada.
A diferencia de las movilizaciones del primer trimestre de Boluarte, esta vez los efectivos policiales permitieron que los civiles llegaran hasta el Congreso de la Rep¨²blica, en la avenida Abancay, poco despu¨¦s de las seis de la tarde. No obstante, despu¨¦s de ello reforzaron el cord¨®n policial y comenzaron a lanzar una andanada de bombas lacrim¨®genas hasta hacer retroceder a la multitud. Se registraron ocho heridos, seis civiles y dos polic¨ªas, entre ellos una fot¨®grafa independiente, seg¨²n la Defensor¨ªa del Pueblo.
En el interior del pa¨ªs lo m¨¢s destacado de la jornada fue el enfrentamiento entre los agentes y los civiles en la Plaza de Armas de Huancavelica, en el centro del pa¨ªs, as¨ª como la quema de un ata¨²d de cart¨®n delante de la Prefectura de dicha regi¨®n de la sierra peruana y la toma de la Universidad Nacional de Cajamarca por parte del alumnado. As¨ª concluye el primer d¨ªa de un nuevo cap¨ªtulo de convulsi¨®n social en el Per¨².
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