El ala dura republicana amenaza con provocar un cierre del Gobierno en EE UU
El Congreso necesita aprobar esta semana las partidas de gasto para evitar la paralizaci¨®n de servicios p¨²blicos el 1 de octubre
La cuenta atr¨¢s est¨¢ en marcha. El nuevo a?o fiscal de Estados Unidos empieza el 1 de octubre y el Congreso no ha aprobado a¨²n las leyes que habilitan el gasto para el nuevo ejercicio. El presidente de la C¨¢mara de Representantes, Kevin McCarthy, no ha logrado para sus propuestas el apoyo del ala dura republicana, espoleada por el expresidente Donald Trump. La veintena de representantes m¨¢s radicales exigen recortes dr¨¢sticos de gasto que ni parte de sus compa?...
La cuenta atr¨¢s est¨¢ en marcha. El nuevo a?o fiscal de Estados Unidos empieza el 1 de octubre y el Congreso no ha aprobado a¨²n las leyes que habilitan el gasto para el nuevo ejercicio. El presidente de la C¨¢mara de Representantes, Kevin McCarthy, no ha logrado para sus propuestas el apoyo del ala dura republicana, espoleada por el expresidente Donald Trump. La veintena de representantes m¨¢s radicales exigen recortes dr¨¢sticos de gasto que ni parte de sus compa?eros de partido ni el Senado, de mayor¨ªa dem¨®crata, est¨¢n dispuestos a aceptar. Queda solo esta semana para lograr un acuerdo que parece muy dif¨ªcil. Incluso la alternativa de una pr¨®rroga temporal de las partidas de gasto est¨¢ de momento bloqueada, lo que amenaza con provocar el llamado cierre del Gobierno, esto es, la suspensi¨®n de parte de los servicios p¨²blicos no esenciales y del pago de los sueldos a los funcionarios de la Administraci¨®n federal. La Casa Blanca ya se prepara para lo peor.
Los representantes m¨¢s radicales no se han dado por satisfechos con la apertura formal de una investigaci¨®n contra el presidente, Joe Biden, como paso previo a un posible juicio pol¨ªtico (impeachment). McCarthy lo ve¨ªa como un precio a pagar para ganar puntos entre esos representantes d¨ªscolos, pero no ha servido de mucho. El speaker es reh¨¦n del ala dura de su propio partido, que ya se rebel¨® contra ¨¦l cuando pact¨® con Biden suspender por dos a?os el techo de deuda. Aquel acuerdo fijaba algunos recortes moderados del gasto y fue una gran victoria para el inquilino de la Casa Blanca. El pacto llevaba impl¨ªcito que se aprobasen las partidas de gasto para el nuevo a?o, pero llegado el momento, los congresistas radicales no est¨¢n dispuestos a ello.
¡°Vuelven a las andadas, incumplen su compromiso, amenazan con m¨¢s recortes y amenazan con volver a cerrar el Gobierno¡±, dec¨ªa Biden en un reciente discurso en las afueras de Washington. Este s¨¢bado, en una entrega de premios organizada por los congresistas afroamericanos, el presidente recordaba que hab¨ªa pactado ya con McCarthy. ¡°Ahora, un peque?o grupo de republicanos extremistas no quiere cumplir el acuerdo, por lo que todos los estadounidenses podr¨ªan verse obligados a pagar el precio. Seamos claros. Si el Gobierno se cierra, eso significa que los miembros de las Fuerzas Armadas estadounidenses van a tener que seguir trabajando, pero sin cobrar. Un cierre del Gobierno podr¨ªa afectar a todo, desde la seguridad alimentaria a la investigaci¨®n del c¨¢ncer, pasando por los programas Head Start [de educaci¨®n y asistencia] para ni?os. Financiar el Gobierno es una de las responsabilidades m¨¢s b¨¢sicas del Congreso. Es hora de que los republicanos empiecen a hacer el trabajo para el que les eligi¨® Estados Unidos. Hag¨¢moslo¡±.
La exigua mayor¨ªa que tienen los republicanos en la C¨¢mara de Representantes (222 a 212) obliga a McCarthy a contar con los m¨¢s extremistas. La alternativa ser¨ªa un pacto con los dem¨®cratas, pero los radicales est¨¢n dispuestos a pedir en ese caso la cabeza de su propio l¨ªder parlamentario. De la docena de leyes necesarias para mantener el funcionamiento normal del Gobierno, McCarthy no ha logrado apoyo siquiera para la que suele suscitar un mayor consenso, la que financia el Departamento de Defensa. Su propuesta fue derrotada por dos veces la semana pasada por la resistencia de algunos a seguir apoyando a Ucrania frente a la invasi¨®n rusa.
Los republicanos han comenzado a tramitar en la C¨¢mara baja un paquete de cuatro proyectos de ley para financiar los departamentos de Defensa, Seguridad Nacional, Estado y Operaciones Exteriores y Agricultura, fijando la votaci¨®n para el martes, cuando regresen los legisladores, pero quedar¨ªan ocho leyes m¨¢s pendientes e incluso esas siguen sin contar con el apoyo garantizado. Normalmente, lleva semanas o meses de negociaciones y enmiendas tramitar esas normas, que tienen que ser acordadas por ambas C¨¢maras y firmadas por el presidente, pero el tiempo apremia.
Trump azuza en la distancia: ¡°Un d¨ªa l¨ªmite muy importante se acerca a fin de mes. Los republicanos en el Congreso pueden y deben dejar sin financiar todos los aspectos del Gobierno armado del corrupto Joe Biden, que se niega a cerrar la frontera y trata a la mitad del pa¨ªs como enemigos del Estado. Esta es tambi¨¦n la ¨²ltima oportunidad para dejar sin financiaci¨®n estos juicios pol¨ªticos contra m¨ª y otros patriotas. Fracasaron con el l¨ªmite de la deuda, pero no deben fracasar ahora. Usen el poder de la billetera y defiendan al pa¨ªs¡±, escribi¨® el jueves en Truth, su red social.
Con menos de una semana de margen, la ¨²nica posibilidad de evitar un cierre del Gobierno ser¨ªa una pr¨®rroga temporal. Los republicanos han presentado en la C¨¢mara de Representantes una propuesta de habilitaci¨®n temporal de gasto hasta el 31 de octubre, llamada resoluci¨®n de continuidad, pero choca con el ala dura (que exige incluir en ella medidas contra la inmigraci¨®n en la frontera con M¨¦xico y recortes al Departamento de Justicia y el FBI que dificulten las investigaciones contra Trump) y tampoco cuenta con el apoyo dem¨®crata (porque introduce recortes de gasto m¨¢s all¨¢ de lo pactado). Quedar¨ªa una ¨²ltima posibilidad: que el Senado apruebe su propia resoluci¨®n de continuidad pactada entre ambos partidos (el ala dura no tiene influencia entre los senadores) y la remita a la C¨¢mara Baja, donde podr¨ªa salir adelante con el apoyo de los moderados de ambos partidos.
La oficina presupuestaria del Gobierno de Biden ha empezado a aconsejar a las agencias federales que revisen y actualicen sus planes de cierre. Los empleados federales podr¨ªan ser informados esta semana de si van a ser despedidos temporalmente. Millones de trabajadores federales, incluidos los militares, no cobrar¨ªan aunque sigan trabajando hasta que se aprueben los gastos. Eso s¨ª, las pensiones de la Seguridad Social seguir¨ªan abon¨¢ndose. Las agencias federales suspender¨ªan todas las acciones que no se consideren esenciales, lo que comprometer¨ªa inspecciones, autorizaciones, subvenciones y toda clase de pol¨ªticas.
El presidente y los congresistas seguir¨¢n trabajando y cobrando, pero los miembros de su personal que no se consideren esenciales ser¨ªan suspendidos. El poder judicial podr¨ªa seguir funcionando durante un tiempo limitado gracias a remanentes de fondos y otras partidas. Pese a que est¨¢ en el foco de los republicanos, la financiaci¨®n de los tres fiscales especiales nombrados por Merrick Garland (que investigan a Trump, Joe Biden y su hijo, Hunter Biden) no se ver¨ªa en principio afectada por un cierre del Gobierno, ya que se pagan a trav¨¦s de una asignaci¨®n permanente e indefinida.
Programas esenciales
¡°Un cierre tendr¨ªa un impacto devastador en programas esenciales de los que millones de personas dependen para su salud y seguridad¡±, seg¨²n Bobby Kogan, director senior de Pol¨ªtica Presupuestaria Federal del Center for American Progress (CAP). ¡°Desde los centros preescolares Head Start hasta el suministro de agua potable, un cierre del Gobierno podr¨ªa poner en peligro programas esenciales de los que dependen nuestras comunidades. Un cierre podr¨ªa crear una incertidumbre innecesaria para millones de personas que dependen de estos programas todos los d¨ªas¡±, a?ade.
Tambi¨¦n tendr¨ªa impacto sobre la econom¨ªa, aunque depende en gran medida de cu¨¢l sea su duraci¨®n. ¡°Las posibilidades de que se produzca un cierre del Gobierno este oto?o son m¨¢s probables de lo que parece, pero creemos que solo tendr¨¢ un leve impacto en la actividad ¡ªalrededor de 0,2 puntos porcentuales del PIB anualizado por semana¡ª y que la mitad de ese impacto se revertir¨¢. En general, es poco probable que tenga un impacto relevante en el PIB del cuarto trimestre, pero se produce en un momento en el que creemos que la econom¨ªa se contraer¨¢¡±, dicen los analistas de Oxford Economics.
La paralizaci¨®n de la Administraci¨®n impedir¨ªa publicar estad¨ªsticas de empleo e inflaci¨®n, de las que la Reserva Federal depende en buena medida para fijar los tipos de inter¨¦s. Si el cierre afecta a la actividad y enfr¨ªa la demanda, es posible que el banco central evite dar una vuelta de tuerca m¨¢s a su pol¨ªtica monetaria y se salte la subida de 0,25 puntos que preve¨ªa para antes de fin de a?o.
Los desfases entre la aprobaci¨®n de los presupuestos y el comienzo del a?o fiscal empezaron a provocar cierres de la Administraci¨®n desde que el fiscal general Benjamin Civiletti argument¨® que las agencias gubernamentales no pueden operar legalmente sin tener aprobada la financiaci¨®n en una serie de dict¨¢menes emitidos en 1980 y 1981. Desde entonces, se admite solo el gasto para funciones esenciales para la seguridad p¨²blica y las obligaciones constitucionales.
Desde 1976, se han producido 22 interrupciones en la financiaci¨®n, 10 de las cuales se han saldado con el despido de trabajadores. La mayor¨ªa de los cierres significativos han tenido lugar desde la presidencia de Bill Clinton, cuando el entonces presidente de la C¨¢mara de Representantes, Newt Gingrich, y su mayor¨ªa conservadora exigieron recortes presupuestarios. El m¨¢s largo, sin embargo, ocurri¨® entre 2018 y 2019, cuando el entonces presidente Trump y los dem¨®cratas del Congreso entraron en un punto muerto por su demanda de financiaci¨®n para un muro en la frontera con M¨¦xico. Dur¨® 35 d¨ªas, en plenas Navidades, pero fue solo un cierre parcial porque el Congreso hab¨ªa aprobado algunas leyes de asignaciones para algunas ¨¢reas.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.