Evo Morales y Luis Arce llevan al MAS al divorcio tras una larga pelea

La pelea entre el expresidente Evo Morales y el presidente Luis Arce, dirigentes del Movimiento al Socialismo, MAS, el partido de gobierno de Bolivia, lleg¨® al momento del divorcio. La facci¨®n de Morales realizar¨¢ un congreso el 3 de octubre y ...

La pelea entre el expresidente Evo Morales y el presidente Luis Arce, dirigentes del Movimiento al Socialismo, MAS, el partido de gobierno de Bolivia, lleg¨® al momento del divorcio. La facci¨®n de Morales realizar¨¢ un congreso el 3 de octubre y ratificar¨¢ la candidatura de su l¨ªder a la presidencia, que este ya anticip¨® el fin de semana pasado. Los seguidores de Arce, por su parte, tendr¨¢n una reuni¨®n 15 d¨ªas despu¨¦s. Finalmente surgir¨¢n dos MAS: un dolor de cabeza para el Tribunal Electoral, que deber¨¢ definir cu¨¢l de ellos es el legal.

La escalada del conflicto interno ha sido imparable desde que comenzaron los primeros roces entre Morales y Arce, a fines de 2021. La causa de fondo de estas asperezas era que el presidente boliviano cumpl¨ªa su deseo de gobernar con independencia de su mentor, quien lo hab¨ªa designado para la candidatura de 2020. Tras ganar las elecciones, Arce declar¨® a este peri¨®dico que ¡°en el Gobierno [Morales] no tendr¨¢ ninguna participaci¨®n¡±. Y enfatiz¨®: ¡°No vemos que lo que pueda hacer o decir el compa?ero Evo vaya a afectarnos¡­ La pelota est¨¢ en nuestra cancha¡±. Esta voluntad de independencia llev¨® al presidente boliviano a proyectarse como un competidor de Morales por el liderazgo de la izquierda en el pa¨ªs. Inici¨® este camino rechazando las arremetidas del ¡°compa?ero Evo¡± contra sus ministros de Gobierno, Eduardo del Castillo y de Justicia, Iv¨¢n Lima, que son de primera importancia en la operaci¨®n gubernamental, y que Morales considera ¡°derechistas¡±. En las m¨²ltiples acusaciones que el expresidente realiz¨® contra estos ministros se puede detectar su preocupaci¨®n porque ejecuten un ¡°plan negro¡± contra ¨¦l, que lo inhabilite para cumplir el objetivo que concibi¨® al d¨ªa siguiente de caer derrocado en 2019: volver al poder. Este temor contin¨²a ensombreciendo el ¨¢nimo del l¨ªder ind¨ªgena.

Puesto que en Bolivia existe reelecci¨®n, Arce tambi¨¦n proyect¨® su liderazgo hacia un posible nuevo periodo presidencial. Esto era crucial para sus colaboradores, pues si otra persona ascendiera a la presidencia, ellos quedar¨ªan marginados. El MAS no es un partido institucional, sino personalista. Durante d¨¦cadas, Morales fue el personaje central, pero la imposibilidad de que siguiera en el poder por m¨¢s tiempo, tras gobernar 14 a?os y generar una crisis pol¨ªtica por su deseo reeleccionista, oblig¨® a reemplazarlo y esto cre¨® las condiciones del cisma.

El ¡°esp¨ªritu de cuerpo¡± que se form¨® en el Gobierno de Arce, que incluy¨® al vicepresidente David Choquehuanca, antiguo rival de Morales, as¨ª como el discurso de ¡°renovaci¨®n¡± dentro del MAS que estos pol¨ªticos impulsaron, condujeron al ¡°l¨ªder hist¨®rico¡± a chocar cada vez m¨¢s fuertemente contra sus compa?eros. Consider¨® la propuesta de renovaci¨®n como ¡°traici¨®n y divisi¨®n¡± y sugiri¨® que el MAS no pod¨ªa concebirse ¡°sin Evo¡±. Promovi¨® una reforma del estatuto del partido que bloquea la candidatura de Luis Arce en 2025, pues exige una militancia de m¨¢s de diez a?os que este no cumple. Adem¨¢s, el estatuto proclama a Morales ¡°l¨ªder nato¡± del MAS. La constitucionalidad de este art¨ªculo est¨¢ en revisi¨®n por parte del Tribunal Constitucional.

En 2022, refiri¨¦ndose impl¨ªcitamente a Arce, el expresidente declar¨® que se equivocaba la ¡°autoridad¡± que pensara que ¡°lleg¨® al cargo por su supuesta fama o m¨¦rito personal y no por el acompa?amiento, la lealtad y el compromiso org¨¢nico del MAS¡±. Ulteriormente, en 2023, se?al¨® que su partido ¡°no est¨¢ en el Gobierno¡±. Al mismo tiempo, comenz¨® a ser menos claro qui¨¦n pod¨ªa hablar a nombre del MAS, porque los ¡°arcistas¡± lograron la adhesi¨®n de una importante cantidad de dirigentes sindicales, lo que es relevante a causa de que este partido es un conglomerado de sindicatos y organizaciones ind¨ªgenas. Seg¨²n los ¡°evistas¡±, la relaci¨®n de estos dirigentes con sus rivales est¨¢ mediada por ¡°la prebenda y la corrupci¨®n¡±. Para el oficialismo, el movimiento de trabajadores ha comprendido que Evo Morales se mueve por ¡°intereses personales¡±.

El reciente anuncio de que este ser¨¢ candidato no sorprendi¨® a los bolivianos, que est¨¢n familiarizados con la personalidad pol¨ªtica de su expresidente, pero acab¨® con las conjeturas sobre una alternativa de reconciliaci¨®n de los polos. Al prescindir Morales de las elecciones primarias intrapartidarias que ¨¦l mismo introdujo en el sistema electoral boliviano, no queda ninguna opci¨®n para dirimir de forma unitaria cu¨¢l de los dirigentes enfrentados debe continuar a la cabeza. Algunos creen que este reencuentro era imposible de todas maneras.

Los voceros del Gobierno ven a su excompa?ero y ahora activo opositor ¡°desesperado¡± por evitar que la pol¨ªtica boliviana transcurra ¡°sin Evo¡± en el corto, el mediano y el largo plazo. Aunque ha realizado declaraciones contradictorias al respecto, la advertencia de Morales de que har¨¢ pol¨ªtica ¡°hasta la muerte¡± se toma muy en serio en el pa¨ªs.

La oposici¨®n pol¨ªtica externa ha descargado sus municiones contra el anticipo de candidatura. ¡°Evo Morales pretende volver a gobernar a un pa¨ªs que ya le dijo no¡±, se?al¨® Zvonko Matkovic, presidente de la Asamblea Legislativa de Santa Cruz. ¡°Los bonos soberanos bolivianos cayeron tras la noticia de su candidatura, porque Morales est¨¢ asociado a un modelo econ¨®mico y pol¨ªtico que ha caducado¡±, declar¨® a una televisi¨®n otro dirigente opositor, Samuel Doria Medina.

Para Morales, estos ¡°ataques de la derecha¡± coinciden con los del Gobierno en ¡°oponerse a esta candidatura promovida por el pueblo¡±. Asegur¨® haber recibido ¡°aliento sincero, militante y comprometido¡± de sus bases, que, seg¨²n ¨¦l, lo ¡°obligaron¡± a dar este paso.

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