Guerra abierta entre Evo Morales y Luis Arce en Bolivia

La divisi¨®n del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido oficialista de Bolivia, se ha convertido en una guerra abierta. El pasado fin de semana se realiz¨® un congreso de los sindicatos campesinos que, tras una batalla campal con 450 heridos y la intervenci¨®n de la polic¨ªa, termin¨® en la proclamaci¨®n de dos directivas distintas: una reconocida por el Gobierno de Luis Arce y otra por el expresidente Evo Morales. Estos son los l¨ªderes en pugna por el control del partido y por encabezar la candidatura izquierdista en las elecciones de 2025. El MAS no es un partido convencional: est¨¢ conformado por las organizaciones sociales bolivianas.

D¨ªas antes, el ministro de Justicia anunciaba que enjuiciar¨ªa por calumnias a Morales, quien lo hab¨ªa acusado de manipular la justicia en beneficio personal. Esto supuso el escalamiento de un conflicto que comenz¨® hace dos a?os, poco despu¨¦s de la asunci¨®n de Arce al poder.

¡°Por instrucci¨®n del presidente Luis Arce, operadores pol¨ªticos del Gobierno y la polic¨ªa han perpetrado un atentado criminal¡± contra el congreso campesino, escribi¨® Morales en una red social. Morales denunciaba que la polic¨ªa lanz¨® gases lacrim¨®genos en el coliseo de la ciudad de El Alto en el que se realizaba la reuni¨®n. El Gobierno rechaz¨® esta denuncia. Seg¨²n las autoridades, quienes activaron granadas de gas en medio de una sesi¨®n de madrugada fueron delegados embriagados del ¡°ala radical¡±, es decir, seguidores de Evo Morales. La prensa report¨® que dos grupos de delegados campesinos se enfrentaron con armas blancas, botellas y palos. Hubo 450 heridos leves y un polic¨ªa se encuentra internado por un traumatismo grave.

La batalla verbal tambi¨¦n se ha intensificado. ¡°Si Luis Arce quiere ser presidente, que se busque otro partido¡±, declar¨® hace poco Gerardo Garc¨ªa, el vicepresidente del MAS y miembro de la facci¨®n ¡°evista¡±. Garc¨ªa ha se?alado varias veces que ¡°el MAS no est¨¢ en el Gobierno¡±. Ahora el propio Morales asumi¨® este tono discursivo, tras meses de evitar chocar directamente contra el presidente Arce. No solo culp¨® a este del conflicto en el congreso campesino, sino que declar¨® que el juicio en su contra que hab¨ªa anunciado el ministro de Justicia Iv¨¢n Lima y que este describ¨ªa como ¡°estrictamente personal¡±, respond¨ªa en realidad a una orden de Arce. Lima busca defender su honor tras haber sido acusado por el expresidente de influir sobre el comportamiento de los tribunales en coordinaci¨®n con el bufete de abogados que le pertenec¨ªa antes de su elecci¨®n como ministro. Este despacho, ahora conducido por su hermano, est¨¢ involucrado en causas contra el Estado. ¡°Debe buscarse un buen abogado¡±, le aconsej¨® a Morales.

Bast¨® el anuncio de este proceso, que no se ha concretado hasta ahora, para que se produzca una airada reacci¨®n de los incondicionales del l¨ªder ind¨ªgena, que atacaron al ministro involucrado y al Gobierno con toda su artiller¨ªa. Entonces, estos respondieron. Las acusaciones de ¡°colaboraci¨®n con el narcotr¨¢fico¡±, ¡°corrupci¨®n¡±, ¡°incumplimiento de la palabra empe?ada¡±, ¡°derechizaci¨®n¡±, ¡°divisionismo¡± y ¡°traici¨®n¡± vuelan de un lado al otro. El ¡°evismo¡± tambi¨¦n dice que el Gobierno est¨¢ deteniendo a algunos de sus dirigentes, como el gobernador de Potos¨ª, que actualmente est¨¢ preso; los funcionarios lo niegan y se?alan que los arrestos se debieron a asuntos judiciales ordinarios.

Tanto el presidente Arce como el vicepresidente del pa¨ªs, David Choquehuanca, asistieron al acto de inauguraci¨®n del congreso de los campesinos. Fueron abucheados por un sector del auditorio. Alguien no identificado sabote¨® el sistema de sonido mientras Arce hablaba. Por el desorden del congreso, en el que participaban cientos de delegados, resulta dif¨ªcil determinar cu¨¢l sector era el mayoritario.

En octubre se realizar¨¢ una reuni¨®n clave para el destino de la dividida izquierda boliviana. Evo Morales ha convocado a un congreso del MAS en su baluarte, el Chapare, para renovar la direcci¨®n del partido y elegir al candidato presidencial. La facci¨®n gobiernista se opone al lugar en el que se planea realizar y plante¨® objeciones legales ante las autoridades electorales. Algunos observadores creen que habr¨¢ dos congresos y que, igual que lo que est¨¢ ocurriendo con las organizaciones sindicales, de ellos emerger¨¢n dos MAS, uno dirigido por Morales y otro por Arce. El problema, entonces, pasar¨¢ a manos del Tribunal Electoral, que tendr¨¢ que determinar cu¨¢l de estas dos agrupaciones es legal y cu¨¢l tendr¨¢ que cambiar de sigla. El competir con el nombre y las banderas tradicionales del partido m¨¢s grande de Bolivia es muy importante para lograr el apoyo del electorado rural, que ha votado invariablemente por estos s¨ªmbolos desde hace 20 a?os.

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