Ibrahim Nasrallah, escritor de origen palestino: ¡°Los ¨¢rabes que nos dijeron que estaban de nuestro lado nos enga?aron¡±
El novelista jordano, autor de ¡®El tiempo de los caballos blancos¡¯, se muestra pesimista ante una posible paz mientras el Gobierno israel¨ª sea de ultraderecha, y afirma que Occidente apoya a Israel para expiar los pecados del pasado
Cuenta Ibrahim Nasrallah, novelista y poeta jordano de origen palestino (Am¨¢n, 68 a?os), que algunos de los que leyeron su obra El tiempo de los caballos blancos (Universo de Letras) trataron de encontrar Al Hadiya, la localidad en la que transcurre la narraci¨®n, entre la ficci¨®n y la lecci¨®n de historia, de los a?os que precedieron a la Nakba (t¨¦rmino con el que los palestinos se refieren a la ¡°cat¨¢strofe¡± tras la declaraci¨®n del Estado de Israel y la expulsi¨®n de sus tierras). No lo consiguieron, aunque alguno, dice con una sonrisa, crey¨® estar cerca. Al Hadiya, que significa en ¨¢rabe ¡°la tranquila¡±, no es real, dice Nasrallah durante una entrevista este martes en la Casa ?rabe de Madrid, donde presenta la edici¨®n espa?ola de esta novela. Al Hadiya es, en sus palabras, ¡°un pueblo que representa la esencia de la cuesti¨®n palestina¡±.
Para este hombre referente de la cultura ¨¢rabe ¨Dgan¨® en 2018 el prestigioso Premio Internacional de Ficci¨®n ?rabe con el t¨ªtulo La segunda guerra del perro, no traducido al espa?ol¨D, inc¨®modo y perseguido en alg¨²n tiempo pasado en Jordania por el contenido de sus poemas, esa cuesti¨®n palestina, te?ida de tragedia, llev¨® a su familia a abandonar hace ya 75 a?os su hogar en el pueblo de Al Bureij, real en esta ocasi¨®n, situado muy cerca de Jerusal¨¦n. De un sitio a otro, malviviendo incluso en cuevas, llegaron finalmente a la capital jordana, aunque el coraz¨®n se qued¨® y permanece todav¨ªa en Palestina.
P. Hay voces en Israel que dicen que las expulsiones no existieron o que fueron debidas a la guerra declarada al Estado jud¨ªo por los pa¨ªses ¨¢rabes en 1948.
R. Muchos historiadores en Israel han investigado este tema, como Ilan Papp¨¦, y han dicho que es una limpieza ¨¦tnica. No solo en este bando hablamos de limpieza ¨¦tnica, expulsiones, matanzas y masacres.
P. Pero lo que usted supo de sus padres es que fueron expulsados a la fuerza.
R. S¨ª, es nuestra historia. Una de las razones principales que me llevaron a escribir El tiempo de los caballos blancos fue que ellos [israel¨ªes] me privaron de mi patria y quise con la escritura volver a mi tierra, conocer a mis padres de peque?os a trav¨¦s de la novela, a mi abuelo de joven, detalles que no viv¨ª en persona. Necesitaba esta novela primero como lector, pero, en segundo lugar, para compartir estas sensaciones y sentimientos con todos los seres humanos.
Quien comete las injusticias miente para su bien. En las ¨²ltimas semanas, hemos sido testigos de muchas mentiras desde Israel. Y no somos los ¨²nicos que decimos que es mentira. El peri¨®dico israel¨ª Haaretz public¨® que muchos de los asesinados el 7 de octubre lo fueron debido a un helic¨®ptero israel¨ª que dispar¨® en la fiesta contra los j¨®venes [el diario inform¨® de que fueron ¡°algunos¡± los muertos por este motivo] . Israel inform¨® primero de que murieron 1.400 personas y luego lo rebaj¨® a 1.200.
P. M¨¢s de 75 a?os despu¨¦s de la Nakba, somos testigos de nuevo del movimiento por la fuerza de cientos de miles de palestinos. ?Qu¨¦ siente al verlo?
R. La Nakba nunca ha parado. Mientras haya personas que sufren por la p¨¦rdida de su patria, eso es Nakba, una continuaci¨®n de lo que ocurri¨® en 1948. Tambi¨¦n lo que les pas¨® a decenas de miles de personas que desearon volver a su tierra, morir all¨ª y ser enterrados y no lo consiguieron; que miles de palestinos que se quedaron tuvieran prohibido visitar sus pueblos; tambi¨¦n lo que pas¨® en 1967 con la ocupaci¨®n de la hist¨®rica palestina; el hecho de que un mill¨®n de palestinos hayan pasado por c¨¢rceles israel¨ªes, o los presos y rehenes en prisiones en la actualidad; la destrucci¨®n de m¨¢s de 2,8 millones de olivos y otros ¨¢rboles desde el 2000, y lo que estamos viviendo ahora en Gaza, eso tambi¨¦n es Nakba, y esperamos no volver a vivirlo.
P. Usted ha vivido en Jordania, tambi¨¦n en Arabia Saud¨ª, conoce bien la regi¨®n y como se implic¨® tras la declaraci¨®n del Estado de Israel. ?Est¨¢ hoy m¨¢s lejos de Palestina de lo que estuvieron entonces?
R. El problema de la cuesti¨®n palestina es muy grave. Muchos de los pa¨ªses que apoyan a Israel en Occidente, como Estados Unidos y la Uni¨®n Europea, lo hacen para expiar sus pecados del pasado. En el mundo ¨¢rabe, todos aquellos que dijeron que estaban de nuestro lado nos enga?aron. Los palestinos siempre han estado solos y eso explica la fuerza de supervivencia que tienen. Si el palestino se debilita, acabar¨¢ para siempre.
P. ?Qu¨¦ pa¨ªses de la regi¨®n cree que debieran estar m¨¢s presentes?
R. Cuando hablo del enga?o de los ej¨¦rcitos que enviaron los pa¨ªses ¨¢rabes a Palestina en 1948 me refiero a que estaban controlados por el colonialismo brit¨¢nico. Los ingleses eran los padrinos de Israel a trav¨¦s de la Declaraci¨®n Balfour de 1917 [carta enviada por el ministro de Exteriores brit¨¢nico al bar¨®n de Rothschild en apoyo de un hogar jud¨ªo en Palestina]. ?C¨®mo estos ej¨¦rcitos iban a luchar contra un proyecto brit¨¢nico? ?C¨®mo van a luchar ahora estos reg¨ªmenes ¨¢rabes americanizados contra Israel?
P. El ataque del 7 de octubre de Ham¨¢s fue b¨¢rbaro. ?Entiende ese nivel de violencia?
R. Fue presentado de ese modo por la propaganda israel¨ª, pero nadie hablaba, o se releg¨® a otro nivel, de la gran violencia que ha practicado Israel en Gaza y Cisjordania durante d¨¦cadas. Lo que pas¨® el 7 de octubre fue el fruto de lo que sufren los palestinos a manos de los sionistas desde hace m¨¢s de 100 a?os. No hay que olvidar que Palestina es una tierra ocupada y Gaza est¨¢ sufriendo m¨¢s de un tipo de ocupaci¨®n por parte de Israel: no pueden conseguir agua, luz, medicamentos, hospitales. 2,3 millones de personas viven en la c¨¢rcel m¨¢s grande del mundo. Fue como una olla a presi¨®n que un d¨ªa ten¨ªa que estallar.
Estos niveles de violencia a los que fueron sometidos los palestinos no pod¨ªan continuar para siempre. Si las cosas hubieran sido de otra manera en Gaza no habr¨ªamos llegado a lo que pas¨® el 7 de octubre. No s¨¦ si han le¨ªdo la carta que public¨® una de las presas israel¨ªes de Ham¨¢s. Habla de c¨®mo la trataban y me encant¨® que dijera que su hija se sinti¨® como una reina en Gaza. Los israel¨ªes siguen con sus matanzas y no est¨¢n dispuestos a parar. Basta ya de demonizar a los palestinos.
P. Palestina, en nuestro imaginario, est¨¢ ahogada en la guerra, lejos de lo que cuenta en su literatura.
R. Una vez dije que si un escritor israel¨ª quiere llegar al mundo solo tiene que recordar sus tragedias, mientras que si uno palestino quiere transmitir su mensaje tiene que olvidarlas. Esto es triste. El espacio que se le brinda a un escritor israel¨ª, en teatro, televisi¨®n, un peri¨®dico¡ Nadie puede decir que no a un escritor israel¨ª. Mi agente literario me dice que es una pena que tengamos que hacer 15 veces m¨¢s esfuerzo para llegar a editoriales, al p¨²blico, en comparaci¨®n con cualquier otro escritor.
P. Ham¨¢s es una milicia radical como el israel¨ª es un Gobierno ultra. ?Se benefician estas dos posturas tan duras?
R. En cualquier guerra, el ser humano es la v¨ªctima. No hay que olvidarse que hay una ocupaci¨®n israel¨ª de tierras palestinas. Si alguien est¨¢ sometido a una ocupaci¨®n tiene derecho a defenderse, lo dice el derecho internacional. El d¨ªa que la ONU salga y diga que la esclavitud es un derecho nos pararemos [Risas].
P. ?Conf¨ªa en que con estos actores se pueda alcanzar la paz?
R. Tenemos un Gobierno terror¨ªfico ultraderechista en Israel y as¨ª es muy complicado que haya paz. Ham¨¢s no est¨¢ presente en Cisjordania y cada d¨ªa est¨¢n matando all¨ª a personas. En los ¨²ltimos 50 d¨ªas, 7.000 personas han sido detenidas all¨ª [el Palestinian Prisoners Club cifra en m¨¢s de 3.200 los arrestados en ese periodo]. Ya sabemos que cuando los radicales llegan al poder no retroceden por propia voluntad y lo que quieren es m¨¢s poder y expandirse. Cuando [el ministro israel¨ª Itamar] Ben Gvir pide la formaci¨®n de un nuevo ej¨¦rcito de colonos israel¨ªes, esto significa que no quieren retroceder. Los que creen en la democracia s¨ª rectifican o retroceden; los que creen que tienen un derecho divino para controlar otras tierras o personas, no. Mientras este Gobierno ultraderechista est¨¦ en el poder no puedo ser optimista.
P. ?Cree que los pa¨ªses de la regi¨®n, Egipto, Qatar, Jordania o Arabia Saud¨ª est¨¢n haciendo lo posible para llegar a una paz?
R. No, creo que est¨¢n desempe?ando un papel que tienen asignado por alguien.
P. ?Qu¨¦ alguien?
R. Desempe?an papeles con los que EE UU est¨¢ de acuerdo. O se los asigna EE UU o estos pa¨ªses simplemente miran por su propio inter¨¦s. A veces uno puede pensar que Turqu¨ªa est¨¢ en la cima por sus posturas, pero cuando se calman las cosas vuelve a mendigar y buscar relaciones de comercio con Israel. Egipto no pudo hacer nada para abrir el puesto fronterizo de Rafah. El asedio de Gaza se debe parcialmente al cierre de Rafah. Aquellos que firmaron, entre par¨¦ntesis, acuerdos de paz, piensan siempre mucho antes de dar un paso. El palestino est¨¢ solo y eso ha pasado durante los ¨²ltimos 50 d¨ªas. Hemos sido testigos de que muchos de los pueblos del mundo se echaron a la calle para demostrarnos que los palestinos son humanos. Cuando te asedian, cuando est¨¢s expuesto a la muerte, pero ves que hay gente que se manifiesta y te coge de la mano, te tranquilizas un poco.
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