DeSantis contra Newsom: las dos Am¨¦ricas debaten a cara de perro sobre el futuro de EE UU
Los gobernadores de Florida y California, estrellas pol¨ªticas en ascenso, enfrentan sus antag¨®nicas visiones sobre el aborto, la criminalidad o la frontera en una discusi¨®n sin precedentes
Un debate nunca visto en la pol¨ªtica estadounidense enfrent¨® este jueves al gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, con el dem¨®crata de California, Gavin Newsom. Nadie antes hab¨ªa tenido esa idea, tal vez porque nunca dos personalidades con agendas tan dispares hab¨ªan estado al frente de dos de los tres Estados m¨¢s poblados de la Uni¨®n. Ambos son estrellas pol¨ªticas en mayor o menor grado de ascenso, y ambos representan los dos extremos de un pa¨ªs polarizado tambi¨¦n sin precedentes.
El cara a cara, sin p¨²blico, se celebr¨® en Alpharetta, cerca de Atlanta, capital de Georgia, Estado bisagra por excelencia. Lo emiti¨® en su horario de m¨¢xima audiencia la cadena Fox News, a la altura de la parrilla que cada d¨ªa ocupa el veterano presentador Sean Hannity, que titul¨® el espacio, de m¨¢s de hora y media, ¡°DeSantis contra Newsom: El gran debate estatal, rojo contra azul¡±, en referencia a los colores con los que, respectivamente, se asocia el conservadurismo y la progres¨ªa en Estados Unidos.
Hannity, con traje oscuro y corbata roja, prometi¨® que desempe?ar¨ªa un papel neutral, pese a contar con uno de los pedigr¨ªs m¨¢s a la derecha del ecosistema de la televisi¨®n por cable, y, s¨ª, se mostr¨® encantador la mayor parte del tiempo y se guard¨® las contundentes opiniones contra la izquierda que comparte a diario en su programa, pero lo cierto es que fueron varias las ocasiones en las que acudi¨® en auxilio del gobernador de Florida, al que interrumpi¨® menos que a su contrincante. En ning¨²n caso se hicieron m¨¢s patentes esas diferencias de trato que cuando tocaron el tema del aborto.
Adem¨¢s de ese, se ocuparon de otros nueve asuntos: los impuestos, la marcha de la econom¨ªa, la inmigraci¨®n, el crimen, las armas, la crisis de vivienda, la educaci¨®n, los derechos de los padres y el precio de la gasolina. En ninguno de esos frentes asom¨® el acuerdo en un debate caracterizado por su dinamismo.
El locutor introduc¨ªa los temas mostrando datos que por lo general dejaban en mal lugar los n¨²meros de California. Entonces, Newsom sal¨ªa a la carga, y ofrec¨ªa cifras que ven¨ªan a demostrar otra cosa, como cuando se habl¨® de criminalidad y arguy¨® que Florida sal¨ªa perdiendo si se tomaban por separado las cifras de asesinatos en las grandes ciudades para despu¨¦s acusar a su contrincante de desatender los ruegos de los supervivientes la matanza de Parkland (2018), cuando le pidieron que endureciera el acceso a las armas. DeSantis, que llamaba ¡°mentiroso¡± a su contrincante una y otra vez y lo defini¨® como un pol¨ªtico ¡°resbaloso¡±, lo acus¨® de ¡°legalizar el robo en las tiendas y de ser blando con el crimen¡±.
Ambos se interrumpieron sin parar. A DeSantis se lo vio tenso, pero menos que en los tres debates republicanos celebrados hasta la fecha en pos de la designaci¨®n de su partido para las elecciones del a?o que viene (el cuarto est¨¢ programado para la semana pr¨®xima). Dio la impresi¨®n que la ausencia de p¨²blico le sienta bien a su personalidad inc¨®moda con las exposiciones sociales. Newsom, por su parte, aparent¨® tranquilidad, como si no tuviera demasiado que perder o que ganar, seguramente porque era verdad: jugaba en terreno enemigo, tiene el puesto asegurado hasta 2027 y no est¨¢ de momento en sus planes presentarse a ninguna elecci¨®n, a diferencia de su rival.
Defensa de Biden
Parad¨®jicamente, DeSantis, con todas las cartas de sus aspiraciones nacionales boca arriba, se ajust¨® mejor al guion del debate entre dos modelos de Estado, mientras Newsom lo atacaba por elevaci¨®n e insist¨ªa que ¨¦l estaba all¨ª con un solo objetivo: defender la agenda de la Administraci¨®n de Biden-Harris. Lo hizo ya desde su parlamento inicial, en el que acus¨® al Partido Republicano de querer ¡°llevar a Estados Unidos de vuelta a un mundo anterior a los a?os sesenta, recortando derechos de voto, los derechos civiles, los derechos LGBTI y los derechos de las mujeres, ganados con tanto esfuerzo¡±. ¡°No solo me refiero al acceso al aborto, sino tambi¨¦n a la anticoncepci¨®n¡±, dijo, antes de soltar la primera pulla de la noche a un aspirante republicano en horas bajas: ¡°Somos distintos en casi todo, salvo en una cosa: ninguno de los dos seremos candidatos en 2024¡å.
Uno de los momentos m¨¢s tensos lleg¨® pronto, cuando toc¨® evaluar la gesti¨®n de ambos durante la pandemia. DeSantis llam¨® a su contrincante ¡°el gobernador del confinamiento¡±, y defendi¨® que ¨¦l hab¨ªa salvado ¡°cientos de miles de trabajos y miles de empresas¡±. A lo que Newsom repuso: ¡°Ron, seguiste la ciencia hasta que decidiste caer reh¨¦n de los extremistas de tu partido. Eso provoc¨® que decenas de miles de personas perdieran la vida, tantas como la suma de una decena de 11-S¡±.
Fue Newsom quien desafi¨® en septiembre de 2022 a debatir a DeSantis, a quien defini¨® en cierta ocasi¨®n como ¡°un hombre peque?o y pat¨¦tico¡±. Eran otros tiempos: entonces, la vida le sonre¨ªa al gobernador de Florida, que estaba a punto de arrasar en su reelecci¨®n en el puesto, y poco parec¨ªa interponerse entre ¨¦l y su candidatura a la Casa Blanca en 2024.
Hoy, a seis semanas del comienzo en los caucus de Iowa del proceso de primarias, su campa?a para obtener la designaci¨®n republicana est¨¢ estancada ¨Dbien lejos del favorito, Donald Trump, que saca una enorme ventaja al resto de los aspirantes¨D, y con Nikki Haley, que gana enteros como la ¨²ltima esperanza de derrotar al expresidente. Esta le pisa ¨²ltimamente a DeSantis los talones, jaleada por el apoyo de influyentes donantes conservadores. En un momento del debate, Newsom invit¨® a su rival a que aceptara su fracaso (¡±adm¨ªtelo, vas 41 puntos por detr¨¢s¡±) y sumara los esfuerzos a los de Haley con el fin de pasar la p¨¢gina de Trump. ¡°M¨¢s te gustar¨ªa¡±, respondi¨® el gobernador de Florida.
Muchos de los temas con los que DeSantis ha forjado su imagen nacional a base de venderse como un guerrero cultural en asuntos como los derechos de los colectivos LGTBI o la inmigraci¨®n salieron a relucir en la noche del jueves. Newsom lo acus¨® de ser un ¡°mat¨®n¡± cuyo ¡°estilo¡± se basa en ¡°intimidar y humillar¡±. Y si bien su rival se abstuvo de usar tanto como suele una de sus palabras favoritas, woke, recurri¨® a sus propias pruebas gr¨¢ficas: una p¨¢gina del c¨®mic G¨¦nero Queer, el libro m¨¢s prohibido de Estados Unidos, en el que se representa una felaci¨®n a un consolador, y un mapa, una gran mancha de marrones, que, dijo, representa ¡°las heces humanas que hay tiradas por las calles de la ciudad de San Francisco¡±.
Present¨® California como un lugar infestado de sintecho y arrasado por el fentanilo; un Estado que est¨¢ cediendo a Florida su condici¨®n de punta de lanza de Am¨¦rica. Eso explicar¨ªa las cifras del censo que Hannity present¨® al principio, seg¨²n las cuales, California ha perdido 750.000 habitantes por los 454.000 que ha ganado Florida. ¡°Tienes que aplicarte concienzudamente para lograr arruinar ese Estado. S¨ª, eso es lo que ha hecho Gavin Newsom desde que es gobernador. Es el primer gobernador de la historia que pierde poblaci¨®n¡±. La fuga demogr¨¢fica, asegur¨® DeSantis, incluye al propio suegro de Newsom, que aparentemente ha cambiado California por Florida.
El debate llegaba en un momento cr¨ªtico para los dem¨®cratas. Siguen sin levantar cabeza los ¨ªndices de aprobaci¨®n de Joe Biden, afectados por la impresi¨®n de la mala marcha de la econom¨ªa, y por el apoyo de Estados Unidos a Israel en la guerra contra Ham¨¢s, pero, sobre todo, por la edad del presidente, que la semana pasada cumpli¨® 81 a?os y aspira a renovar en la Casa Blanca por un segundo mandato, que despedir¨ªa con 86, justo 30 a?os m¨¢s de los que tiene ahora Newsom. El nombre del gobernador de California ha sonado en el pasado como posible alternativa de los dem¨®cratas para las elecciones de 2024 o, casi mejor, para las de 2028.
Pese a que DeSantis lo acus¨® de estar urdiendo ¡°una campa?a en la sombra¡±, el gobernador de California no ha mostrado en p¨²blico intenci¨®n de apartar a Biden de su objetivo. Para disipar dudas, mand¨® en la ma?ana del jueves un mensaje a sus simpatizantes con una explicaci¨®n: ¡°Si he accedido a debatir es porque quiero decirles a los espectadores de Fox News algo que nunca han escuchado antes... La verdad sobre el desempe?o de Joe Biden, que est¨¢ siendo atacado con millones y millones de d¨®lares en anuncios pagados por los republicanos. Mi misi¨®n esta noche es defenderlo¡±. A la advertencia segu¨ªa un ruego de donaci¨®n a la campa?a para la reelecci¨®n del presidente.
En una de las ¨²ltimas preguntas, Hannity pidi¨® a ambos que escogieran algo que apreciaran del Estado del rival. DeSantis se trab¨® como cuando en un concurso de belleza sale a relucir la paz en el mundo, y balbuci¨® un argumento que mezcl¨® las ¡°excelentes instalaciones militares de California y sus recursos naturales¡±. Newson, por su parte, repiti¨® algo en lo que incurri¨® varias veces a lo largo del debate: no responder a lo que le preguntaban. A cambio, ofreci¨® un halago a la pasi¨®n del gobernador de Florida por Am¨¦rica y por su familia, antes de rechazar la ret¨®rica del ¡°rojo contra azul¡± que serv¨ªa de premisa a la velada. Su apuesta ¡°de futuro¡±, dijo, es a tres colores: ¡°Rojo, blanco y azul¡±. Los de la bandera de Estados Unidos, claro.
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