Matr¨ªcula de honor para la tesis de un mafioso italiano que confiesa tres asesinatos desconocidos: ¡°Lo que sigue es mi historia criminal¡±
La justicia investiga el trabajo de Sociolog¨ªa que Catello Romano escribi¨® en prisi¨®n sobre el tema de ¡°la fascinaci¨®n por el crimen¡±
¡°Me llamo Catello Romano. Tengo 33 a?os y llevo casi la mitad de mi vida en la c¨¢rcel, 14 a?os ininterrumpidos. He cometido cr¨ªmenes horrendos y he sido condenado por varios asesinatos de la Camorra. Lo que sigue es mi historia criminal¡±. Es el inaudito arranque de la tesis universitaria con la que un sicario de la mafia napolitana se ha licenciado en Sociolog¨ªa desde prisi¨®n con matr¨ªcula de honor y, adem¨¢s, ha confesado tres asesinatos por los que nunca hab¨ªa rendido cuentas ante la justicia. El documento ya est¨¢ en manos de la Fiscal¨ªa, que lo est¨¢ escudri?ando para reabrir los casos y ha trasladado al detenido a una prisi¨®n de m¨¢xima seguridad de Padua.
¡°Es mi objetivo tambi¨¦n contribuir a la comprensi¨®n del fen¨®meno delictivo y, por tanto, a su posible prevenci¨®n. Tengo la convicci¨®n de que las palabras son importantes y este texto autoetnogr¨¢fico pretende cambiar el mundo que nos rodea¡±, agrega Romano en su tesis, a la que ha tenido acceso EL PA?S. El preso, que pas¨® seis a?os en el r¨¦gimen penitenciario 41 bis ¡ªpor el que se encarcela en condiciones de extremada dureza y aislamiento a los integrantes de las mafias¡ª y que redact¨® su tesis recluido en la prisi¨®n calabresa de Catanzaro, centra su investigaci¨®n, de 170 p¨¢ginas, en la sociolog¨ªa de la supervivencia y reflexiona sobre ¡°la fascinaci¨®n por el crimen¡±.
La tesis se lee como una novela autobiogr¨¢fica en la que se alternan episodios dram¨¢ticos que sucedieron realmente con heladoras descripciones del ambiente criminal y reflexiones y citas bibliogr¨¢ficas sobre la familia, la educaci¨®n, los referentes en la infancia y la adolescencia, el divorcio, el abandono, las drogas, la violencia o la historia de las mafias.
¡°Desde mi infancia, he conocido de cerca la miseria y la influencia negativa que puede tener y he desarrollado cierta disposici¨®n a la reflexi¨®n y una capacidad, por desgracia no muy com¨²n, para no emitir juicios moralistas f¨¢ciles y precipitados sobre las personas¡±, previene el autor.
Catello Romano cumple condena, entre otros cr¨ªmenes, por el homicidio del concejal del Partido Democr¨¢tico de Castellammare di Stabia [un municipio al sur de N¨¢poles], Luigi Tommasino, asesinado a tiros en febrero de 2009 cuando iba en coche con su hijo y cuya culpa, a ojos de la Camorra, fue ¡°entrometerse en demasiadas cosas que no le concern¨ªan¡±.
En su tesis, el recluso ofrece una detallada descripci¨®n de la idiosincrasia de la delincuencia juvenil y sus posibles y heterog¨¦neas causas, y sostiene que el crimen ejerce una profunda fascinaci¨®n sobre j¨®venes y adolescentes pertenecientes a sectores marginados y estigmatizados. ¡°Es su modo de intentar emanciparse y ganar m¨¢s respeto y reconocimiento social. En este contexto, la violencia se convierte en un lenguaje y en una forma de reivindicaci¨®n de respeto y reconocimiento social¡±, apunta Romano. Y alega que los clanes mafiosos sustituyen a la familia de origen y se convierten en ¡°una instituci¨®n total¡±.
Catello procede de una familia humilde sin ning¨²n tipo de v¨ªnculo con el crimen organizado. De peque?o, de hecho, quer¨ªa ser polic¨ªa. El texto relata las heridas que le provocaron el divorcio de sus padres, la violencia de g¨¦nero que presenci¨®, la relaci¨®n conflictiva con su progenitor y c¨®mo llen¨® ese ¡°vac¨ªo¡± sustituyendo a su familia de origen por ¡°una nueva familia en la que poder vivir profunda y totalmente¡± su ¡°nueva identidad criminal¡±, con referentes pertenecientes al mundo del crimen. ¡°Con ellos constru¨ª mi nueva identidad alternativa de chico duro, como una m¨¢scara con la que disimular mi incapacidad para aceptar mi fragilidad de adolescente y como forma de supervivencia en un mundo violento y extremo¡±, se lee en la tesis, que el tribunal calific¨® con matr¨ªcula de honor.
En el texto, Romano describe con detalle los pormenores de sus dos primeros asesinatos, consciente de que la justicia nunca lo hab¨ªa procesado por esos cr¨ªmenes y de las consecuencias que esta confesi¨®n podr¨ªa tener. ¡°A trav¨¦s de este trabajo, al menos hasta cierto punto, estoy llevando a cabo una labor de verdad y reparaci¨®n, no me atrever¨ªa a decir de justicia, hacia aquellos que se han visto directamente afectados por mis acciones descarriadas¡±, dice.
¡°Proceso dificil¨ªsimo¡±
El profesor de la Universidad de Catanzaro y soci¨®logo Charlie Barnao, que lleva cinco a?os ense?ando en la c¨¢rcel Sociolog¨ªa de la supervivencia y que fue el asesor de tesis de Romano, explica a este diario que el estudiante ¡°ha pasado por un proceso dificil¨ªsimo¡±. ¡°Ha contado con todo detalle; circunstancias que tendr¨¢n consecuencias, estaba muy decidido a exponerlo en su tesis. Ha puesto en orden su vida de una vez por todas y ha organizado los episodios de su biograf¨ªa para analizarlos con un m¨¦todo de investigaci¨®n sociol¨®gica que tambi¨¦n ha tenido una especie de funci¨®n terap¨¦utica¡±, se?ala el docente, que define a Catello Romano como ¡°un estudiante brillante, que ha sacado muy buenas notas a lo largo de la carrera¡±.
Romano desgrana su trayectoria criminal en las p¨¢ginas de la tesis. Relata la primera vez que empu?¨® una pistola, para proteger a un mafioso en libertad condicional de posibles represalias de los clanes rivales. O el ¡°agujero en el alma¡± que le dejaron los dos primeros asesinatos, en 2008, el a?o en el que cumpli¨® la mayor¨ªa de edad: los de Carmine D¡¯Antuono ¡ªun rival con demasiado poder y su interlocutor en el momento del crimen¡ª y Federico Donnarumma, acribillados a tiros con unos segundos de diferencia. Este ¨²ltimo muri¨® solo por haber estado hablando con D¡¯Antuono. Romano lo describe como ¡°culpable solo de encontrarse con la persona equivocada en el momento equivocado¡±. Y detalla las dos semanas de preparaci¨®n para ¡°el acontecimiento m¨¢s violento, traum¨¢tico e irreparable¡± de su vida.
Confiesa su ¡°imprudencia¡±. ¡°[Ten¨ªa un] loco deseo de ser alguien, de ser visto y de formar parte de algo, tontamente m¨¢s grande e importante, demostr¨¢ndome a m¨ª mismo que soy digno de ello mediante la crueldad y frialdad de suprimir al pr¨®jimo¡±, apunta. Rememora incluso c¨®mo se visti¨® para la ocasi¨®n: ¡°Me gustaba vestir bien y apreciaba mi ropa, que hab¨ªa adquirido con tantos sacrificios en los ¨²ltimos a?os haciendo trabajos m¨¢s humildes, duros y honestos. As¨ª que cuando comet¨ª mi primer asesinato y tuve que tirar por precauci¨®n todo lo que llevaba puesto en el momento del tiroteo, para evitar que se detectaran restos de p¨®lvora, sufr¨ª mucho y me quej¨¦ durante mucho tiempo, obligando a quien me daba las ¨®rdenes a prometerme que al menos me comprar¨ªa ropa, algo que nunca cumpli¨®¡±, dice.
Catello Romano, que tras el asesinato del concejal Tommasino inici¨® una fugaz colaboraci¨®n con la justicia que interrumpi¨® poco despu¨¦s con una espectacular y breve fuga, confiesa en las p¨¢ginas de su tesis otro crimen hasta ahora desconocido para la justicia: el asesinato, tambi¨¦n en 2008, de Nunzio Mascolo, perteneciente a un clan rival. ¡°Aunque no puedo probarlo, estoy seguro de que no hizo nada malo para merecer la muerte¡±, escribe el asesino confeso. Y detalla: ¡°En la infame l¨®gica de la Camorra y de los bajos fondos en general funciona as¨ª, ni siquiera es necesario que la v¨ªctima haya hecho algo, he podido aprender sobre el terreno que en ese mundo uno puede morir por la envidia de alguien que, para mala suerte de la v¨ªctima, tiene cierta influencia para dictar una sentencia de muerte¡±. Aclara tambi¨¦n que su funci¨®n era apretar el gatillo y no hacer preguntas.
¡°Esperanza de reparar¡±
Romano cita en su trabajo a Aldo Moro, primer ministro de Italia que fue asesinado por terroristas de las Brigadas Rojas, y escribe que ¡°cuando uno dice la verdad, no debe arrepentirse de haberla dicho¡±. Ensalza el poder liberador de la verdad, ¡°siempre es esclarecedora¡±, dice, y ¡°nos ayuda a ser valientes¡±. ¡°He contado lo anterior con la esperanza de haber hecho algo reparador hacia aquellos a quienes he ofendido y hacia m¨ª mismo¡±, insiste.
El profesor Barnao defiende la necesidad de garantizar el acceso al estudio de los reclusos y lamenta que este tipo de experiencias did¨¢cticas no abundan, sino que son ¡°un espejismo¡± en las c¨¢rceles italianas. Considera que los reclusos, sobre todo los que se encuentran en recintos de m¨¢xima seguridad, son ¡°grandes expertos en supervivencia en condiciones extremas¡±.
Barnao elogia tambi¨¦n el m¨¦todo de investigaci¨®n sociol¨®gico a trav¨¦s de la autoetnograf¨ªa, que se utiliza para describir y analizar la experiencia personal con el fin de comprender el entorno cultural, social o pol¨ªtico. Y se?ala que lo han utilizado varios detenidos para tratar de sacar alguna ense?anza de sus trayectorias criminales. Es el caso del capo de la mafia siciliana Salvatore Curatolo, condenado a cadena perpetua, tambi¨¦n licenciado en Sociolog¨ªa, que hizo la tesis sobre sus estrategias de supervivencia en prisi¨®n; o el padrino de la Camorra Sergio Ferraro, condenado a 20 a?os de reclusi¨®n, que se licenci¨® en prisi¨®n con una tesis sobre la socializaci¨®n dentro de los clanes de la mafia.
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