Matteo Renzi: ¡°Draghi ser¨ªa un buen presidente del Consejo Europeo o de la Comisi¨®n¡±

Hace exactamente 10 a?os, un atrevido, verborreico y joven talento para la pol¨ªtica aterriz¨® en el palacio Chigi. Era florentino y gastaba un cierto retorcimiento y gusto para la estrategia pol¨ªtica propio de la escuela machiaveliana. Matteo Renzi (Florencia, 49 a?os) fue la mayor explosi¨®n renovadora de la pol¨ªtica italiana, pero su talento, entonces puesto al servicio de la socialdemocracia, era proporcional a su capacidad de buscarse enemigos: su obra termin¨® descarrilando en 2017. Hoy el ex p...

Hace exactamente 10 a?os, un atrevido, verborreico y joven talento para la pol¨ªtica aterriz¨® en el palacio Chigi. Era florentino y gastaba un cierto retorcimiento y gusto para la estrategia pol¨ªtica propio de la escuela machiaveliana. Matteo Renzi (Florencia, 49 a?os) fue la mayor explosi¨®n renovadora de la pol¨ªtica italiana, pero su talento, entonces puesto al servicio de la socialdemocracia, era proporcional a su capacidad de buscarse enemigos: su obra termin¨® descarrilando en 2017. Hoy el ex primer ministro es senador y l¨ªder de Italia Viva, un partido residual electoralmente desde el que reivindica la construcci¨®n de un espacio de centro. Pero tambi¨¦n es un instrumento para seguir participando en los cambios de Italia en Europa. Hace tres a?os un movimiento suyo logr¨® derrocar al entonces primer ministro, Giuseppe Conte, y colocar en su lugar a su admirado Mario Draghi. Ahora, desde una posici¨®n mucho menos influyente, sue?a con algo parecido en Bruselas.

Renzi, que recibe a EL PA?S a mediados de marzo en su despacho en el renacentista palacio Giustiniani, una de las sedes del Senado, sorprendi¨® a todos atacando duramente a la presidenta de la Comisi¨®n Europea, la alemana Ursula von der Leyen, y pidiendo que no sea reelegida en el cargo tras las elecciones europeas. ?Por qu¨¦? ¡°Ha fracasado. En el tema del medio ambiente, el Pacto Verde ha sido demasiado ideol¨®gico y no ha producido resultados. Adem¨¢s, hab¨ªa que hacer una reforma institucional que implicase la elecci¨®n directa del presidente de la Comisi¨®n Europea, superar el derecho de veto, llegar a un ej¨¦rcito ¨²nico¡­ ?Qu¨¦ ha hecho?¡±.

La diplomacia europea no existe. No tocamos la bola.

Ni siquiera le parece que en el apartado de la guerra en Ucrania la pol¨ªtica alemana pueda presumir de ning¨²n ¨¦xito. ¡°Impecable en el posicionamiento¡­ pero tienes que tener fuerza para hacer algo juntos. La defensa no se hace en Twitter, se hace en el terreno, y eso es vencer la resistencia de los Estados miembros para un ej¨¦rcito com¨²n. Por otro lado, la diplomacia europea no existe. Y lo digo con todo el respeto por [el alto representante de Asuntos Exteriores de la UE] Josep Borrell y sus enviados, pero no tocamos la bola. Si reelegimos a una persona que durante cinco a?os ha hecho las cosas de una manera ordinaria y burocr¨¢tica, ya podemos cerrar el negocio¡±, asegura el l¨ªder de Italia Viva.

En el entorno de Renzi llevan d¨ªas agitando esta bandera. Creen que esta opini¨®n podr¨ªa ser compartida en Francia y, muy especialmente, en Renew, el grupo de Emmanuel Macron en el Parlamento Europeo. A principios de marzo, el comisario para el Mercado Interno, Thierry Breton, critic¨® a la presidenta de la Comisi¨®n en la red social X. ¡°A pesar de sus cualidades, Von der Leyen ha quedado en minor¨ªa en su propio partido. El Partido Popular Europeo (PPE) no parecer que crea en su candidato¡±, se?al¨®. Muchos vieron en esas palabras una se?al de que algo se mov¨ªa en el seno de los liberales. Pero desde el palacio del El¨ªseo lleg¨® un contundente desmentido de su secretario general, Alexis Kohler, algunas horas despu¨¦s. ¡°No soy el portavoz de Macron y veo que ha tomado distancia de Breton, como es l¨®gico que haga. Pero lo cierto es que dentro de Renew Europe, dentro de los socialistas y dentro del PP crece la sensaci¨®n de que Von der Leyen es solo una buena bur¨®crata, no una buena pol¨ªtica¡±, apunta Renzi.

El l¨ªder de Italia Viva, si quiere traducir sus ideas en influencia real, deber¨¢ primero lograr que su partido obtenga al menos el 4% de votos en las elecciones europeas de junio para entrar en el Europarlamento. Sin embargo, ha comenzado a lanzar mensajes acompasados con algunas de las afinidades mostradas por Macron en los ¨²ltimos meses. Mario Draghi, expresidente del Banco Central Europeo (BCE) y del Consejo de Ministros de Italia, ser¨ªa un buen candidato para la presidencia de la Comisi¨®n, opina Renzi. Pero, todav¨ªa m¨¢s, para el Consejo Europeo. ¡°Perm¨ªtame una broma italiana. Draghi va bien con todo, es como el parmesano reggiano: de alt¨ªsima calidad y se puede poner sobre todos los tipos de pasta. Fue un ¨®ptimo presidente del BCE, salv¨® el euro, fue un gran primer ministro¡­ y podr¨ªa tranquilamente ser un buen presidente del Consejo Europeo y de la Comisi¨®n Europea. Pero la mejor manera para defender su candidatura es no hablar de ella. Hasta que no haya un mecanismo de elecci¨®n directa que yo sue?o, gana quien tiene menos vetos. As¨ª que cuanto menos hablemos de ¨¦l, mejor. Yo no juego este partido en nombre de nadie, tampoco de Draghi¡±, apunta.

Renzi asegura que habla peri¨®dicamente con Draghi. ¡°Pero solo de f¨²tbol¡±, ironiza. ¡°La ¨²ltima vez fue un d¨ªa que hab¨ªan jugado la Fiorentina y la Roma. Y Draghi es un gran aficionado¡±. El expresidente del BCE tiene ahora 76 a?os y, tras ver truncado su deseo de ser presidente de la Rep¨²blica de Italia, muchos creen que ver¨ªa con buenos ojos prestar su ¨²ltimo servicio en las instituciones europeas en un momento que puede suponer un punto de inflexi¨®n. Especialmente teniendo en cuenta los acercamientos del PPE a la derecha radical. ¡°Italia es siempre un laboratorio para estas cosas. Cuando [la primera ministra Girogia] Meloni lleg¨® a palacio Chigi teoriz¨® sobre esa posibilidad. Y esperaba que sus amigos espa?oles [Vox] y polacos [PiS] pudieran en alg¨²n modo llegar al Gobierno. As¨ª que no s¨¦ qu¨¦ continuidad tendr¨¢ esa opci¨®n. Lo que est¨¢ claro es que Von der Leyen les ha gui?ado demasiado el ojo¡±.

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