Hunter Biden, primer hijo de un presidente de Estados Unidos que se sienta en el banquillo

Hunter Biden, de 54 a?os, tiene este lunes una cita con su pasado. Su descenso al infierno de alcohol y drogas le dej¨® cuentas pendientes. Este lunes se convierte en el primer hijo de un presidente de Estados Unidos en el ejercicio de su cargo que se sienta en el banquillo. Ser¨¢ juzgado por tres delitos que conllevan una pena m¨¢xima de 25 a?os. El fiscal le acusa de mentir en dos formularios al decir que estaba libre de adicciones cuando compr¨® un rev¨®lver del calibre 38 en octubre de 2018 y de mantenerlo ilegalmente en su poder durante unas semanas. El acusado se ha declarado no culpable. El juicio comienza este lunes en Wilmington (Delaware) en plena resaca por el fallo que declar¨® el jueves al expresidente Donald Trump de 34 delitos de falsificaci¨®n de facturas, cheques y registros contables.

¡°Nadie est¨¢ por encima de la ley¡±, dijo el viernes el presidente en sus primeras palabras sobre el fallo del jurado contra su antecesor. Tampoco su propio hijo. En un gui?o del destino, el edificio donde se celebra el juicio lleva el nombre de J. Caleb Boggs, el senador republicano al que un joven y prometedor pol¨ªtico dem¨®crata de 29 a?os arrebat¨® su esca?o en las elecciones de 1972. Ese pol¨ªtico, Joe Biden, es el inquilino de la Casa Blanca m¨¢s de medio siglo despu¨¦s.

Los republicanos han visto desde hace a?os en su hijo la debilidad del presidente. Aunque sus intentos de vincular a Biden con trapos sucios, comisiones ilegales y tr¨¢fico de influencias por los negocios de su hijo han fracasado estrepitosamente (el confidente que le acus¨® de recibir una mordida est¨¢ siendo procesado por falso testimonio), el partido de Trump ha politizado una y otra vez los problemas legales de Hunter Biden, imputado tambi¨¦n en paralelo por nueve delitos fiscales en un juzgado de California.

El juicio comienza este lunes con la selecci¨®n del jurado y se espera que dure solo dos semanas. Para el presidente, es un golpe pol¨ªtico y personal. Pese al posible coste en las urnas, Joe Biden sigue apoyando a su hijo y mostr¨¢ndose en p¨²blico con ¨¦l de forma constante, incluido este ¨²ltimo fin de semana.

Tras a?os de investigaci¨®n de un fiscal nombrado por Donald Trump, David Weiss, Hunter Biden admiti¨® inicialmente la compra y posesi¨®n ilegal del arma como parte de un pacto con la Fiscal¨ªa para ser condenado con penas menores por dos delitos fiscales ya regularizados y archivar el caso del rev¨®lver. La Fiscal¨ªa renunciaba a perseguir la compra de la pistola a cambio de que se mantuviera alejado de las drogas durante dos a?os y de que renunciara a tener un arma de fuego en el futuro.

Es un pacto habitual en casos similares en que los acusados se han rehabilitado y no tienen antecedentes penales. El acuerdo, sin embargo, descarril¨® en el momento en que iba a ser refrendado. La jueza Maryellen Noreika, nombrada por Trump, lo rechaz¨® ante la diferente interpretaci¨®n del acuerdo entre la acusaci¨®n y la defensa y las presiones de los republicanos. El fiscal general, Merrick Garland, dio poderes de fiscal especial a Weiss, que finalmente decidi¨® presentar cargos.

Los delitos de los que se acusa a Hunter Biden suman penas m¨¢ximas de hasta 25 a?os de c¨¢rcel y multas de hasta 750.000 d¨®lares, pero no es habitual que se impongan ni mucho menos penas tan altas en un caso como este. En la primera vista del caso, el juez subray¨® su car¨¢cter de ¡°penas m¨¢ximas¡±: no se puede imponer una superior, pero s¨ª inferior.

Para lograr una condena por los dos cargos relacionados con la compra del rev¨®lver, los fiscales deben convencer a los 12 miembros del jurado, m¨¢s all¨¢ de toda duda razonable, de que Hunter Biden hizo a sabiendas una declaraci¨®n falsa en su formulario de compra de armas y de que la mentira era relevante para que se cerrase la venta. Para el cargo de posesi¨®n de armas, deben probar que sab¨ªa que era un consumidor ilegal de una sustancia controlada o que era un drogadicto y que pose¨ªa un arma de fuego a sabiendas.

Hunter Biden se detuvo el 12 de octubre de 2018 en el StarQuest Shooters & Survival Supply, una tienda de armas de fuego junto a la carretera 202, al norte de Wilmington (Delaware). M¨¢s que una tienda, es un arsenal. Sus vitrinas est¨¢n repletas de pistolas, fusiles y rifles semiautom¨¢ticos. El hijo de Joe Biden decidi¨® comprar un rev¨®lver Colt Cobra 38SPL, del calibre 38. Para ello, rellen¨® el impreso 4473, un formulario de varias p¨¢ginas de letra peque?a. La pregunta 11.e) le ped¨ªa contestar a si era consumidor ilegal o adicto a cualquier estimulante, droga narc¨®tica o cualquier otra sustancia controlada. Hunter Biden puso una equis en la casilla del no. Una nota al pie le ped¨ªa certificar que sus respuestas fueran ¡°verdaderas, correctas y completas¡±, le advert¨ªa de que ten¨ªa prohibido comprar un arma si marcaba el s¨ª en dicha pregunta y de que hacer una declaraci¨®n falsa al respecto era un delito. Hunter Biden compr¨® el rev¨®lver. La pistola acab¨® 11 d¨ªas despu¨¦s en un cubo de basura de un supermercado de Greenville, a unos 10 minutos en coche de la armer¨ªa.

El hijo del presidente reconoci¨® en sus memorias haber luchado contra una adicci¨®n al crack en esa ¨¦poca, pero sus abogados sostienen que no infringi¨® la ley y que cualquier otro delincuente no violento y sin antecedentes no habr¨ªa sido acusado. La defensa de Biden ha afirmado que hab¨ªa completado un periodo de rehabilitaci¨®n de 11 d¨ªas y que pod¨ªa haber cre¨ªdo que estaba limpio cuando marc¨® la casilla del no en el formulario.

La Fiscal¨ªa se plantea llamar como testigos a la exmujer de Hunter Biden y a la viuda de su hermano Beau Biden, con quien luego tuvo una relaci¨®n, para que declaren sobre su adicci¨®n. La defensa tratar¨¢ de desacreditar las pruebas de la acusaci¨®n. Curiosamente, como Trump, Hunter Biden sostiene que es objeto de una persecuci¨®n pol¨ªtica. El acusado aleg¨® que hab¨ªa sido ¡°acusado selectivamente con un prop¨®sito pol¨ªtico impropio¡± porque es hijo del presidente y candidato en las pr¨®ximas elecciones presidenciales del 5 de noviembre. La jueza desestim¨® ese argumento y rechaz¨® archivar el caso.

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