Las izquierdas sellan el acuerdo para las elecciones legislativas en Francia y complican la estrategia de Macron

Las izquierdas francesas, desde los populistas euroesc¨¦pticos de Jean-Luc M¨¦lenchon hasta los socialdem¨®cratas europe¨ªstas de Rapha?l Glucksmann, se presentar¨¢n a las elecciones legislativas anticipadas con un programa com¨²n que incluye un compromiso con Ucrania y la rebaja de la edad de jubilaci¨®n. El acuerdo es una mala noticia para Emmanuel Macron, que afrontan una complicad¨ªsima campa?a despu¨¦s de que el presidente, por sorpresa, disolviese la Asamblea Nacional y adelantase las elecciones tras la victoria de la extrema derecha en las europeas.

Macron confiaba en que las divisiones en la izquierda y la irritaci¨®n de muchos progresistas con la radicalidad y el personalismo de M¨¦lenchon les llevasen a unirse a su candidatura para las legislativas del 30 de junio y el 7 de julio. No lo ha logrado.

Los primeros sondeos apuntan a que las legislativas ser¨¢n un duelo entre la extrema derecha del Reagrupamiento Nacional, el partido que lidera Marine Le Pen, y la coalici¨®n de izquierda radical, ecologista y moderada, por ahora sin un l¨ªder n¨ªtido. Los macronistas quedar¨ªan en tercera posici¨®n y dejar¨ªan de ser el primer bloque en la Asamblea Nacional.

Ucrania y Gaza

El acuerdo del llamado ¡°nuevo frente popular¡±, alusi¨®n al antifascismo de los a?os treinta, est¨¢ compuesto de 150 medidas que suponen, seg¨²n sus firmantes, una ¡°ruptura total con la pol¨ªtica de Macron¡±. Prometen revocar las principales reformas del presidente, desde la de las pensiones a la del seguro de desempleo, adem¨¢s de un aumento del salario m¨ªnimo, entre otros.

El programa incluye reivindicaciones que eran irrenunciables para Glucksmann y los socialistas. Entre ellas, la ¡°entrega de las armas necesarias¡± a Ucrania. Tambi¨¦n un compromiso para ¡°luchar verdaderamente contra el antisemitismo¡±, punto sensible para la izquierda moderada, muy cr¨ªtica con lo que consideran declaraciones ambiguas de M¨¦lenchon sobre esta cuesti¨®n.

Los moderados lograron que se califique de ¡°masacre terrorista¡± el ataque de Ham¨¢s contra Israel el 7 de octubre. Algunos melenchonistas se resistieron a usar el adjetivo ¡°terrorista¡± en el momento de los hechos. Los firmantes promueven el reconocimiento ¡°inmediato¡± de un Estado palestino al lado de Israel, y un embargo en la entrega de armas a este pa¨ªs.

El meollo de la negociaci¨®n era el reparto de esca?os entre los cuatro partidos, de modo que hubiese un candidato ¨²nico en cada distrito. Es la f¨®rmula para evitar dispersar los votos y unirlos en un solo nombre, para clasificarse para la segunda vuelta y tener opciones de ser elegido.

El programa com¨²n coloca a La Francia Insumisa (LFI) de M¨¦lenchon en posici¨®n dominante en el ¡°nuevo frente popular¡±, pues ser¨¢ de largo el partido m¨¢s favorecido en el reparto de candidaturas, 229 sobre 577. Son 100 menos que en las legislativas de 2022. El Partido Socialista y Plaza P¨²blica, la formaci¨®n de Glucksmann, suman 175, m¨¢s de un centenar m¨¢s que hace dos a?os. Los ecologistas se llevan 92, y los comunistas 50.

Los dirigentes de LFI, socialistas, ecologistas y comunistas presentaron el programa en una rueda de prensa a la que, significativamente, faltaron M¨¦lenchon y Glucksmann. Ambos encarnan, respectivamente, el ala soberanista, euroesc¨¦ptica, anticapitalista y antiatlantista, y el ala europe¨ªsta, favorable a la OTAN y a la ayuda militar a Ucrania, y defensora de una econom¨ªa social de mercado.

¡°El 30 de junio y el 7 de julio podemos cambiar la vida¡±, proclam¨® Manuel Bompard, mano derecha de M¨¦lenchon. ¡°Cambiar la vida¡± era un eslogan del programa com¨²n de socialistas y comunistas que en 1972 prefigur¨® la llegada al poder de Fran?ois Mitterrand nueve a?os despu¨¦s. ¡°Dec¨ªan que ¨¦ramos irreconciliables¡±, declar¨® el secretario general del PS, Olivier Faure, ¡°pero cuando lo esencial est¨¢ en juego, estamos demostrando que estamos siempre ah¨ª¡±. En las elecciones, ¡°o gana la extrema derecha o ganamos nosotros¡±, afirm¨® la l¨ªder de los ecologistas, Marine Tondelier.

Todos han acusado a Macron de ser el responsable directo de que la extrema derecha est¨¦ ¡°a las puertas del poder¡±. Jordan Bardella, mano derecha de Le Pen y candidato a primer ministro por el RN, tom¨® el guante y design¨® al ¡°nuevo frente popular¡± como su ¡°principal adversario¡±.

El programa se hace eco de algunas se?as de identidad de la izquierda. La rebaja de la edad de jubilaci¨®n de los 64 a?os actuales a los 60 y la derogaci¨®n de la pol¨¦mica reforma de las pensiones de Macron. O el aumento del salario m¨ªnimo a los 1.600 euros netos mensuales, desde los 1.398 actuales, o el crecimiento de los sueldos al ritmo de la inflaci¨®n y el bloqueo de los precios para los productos de primera necesidad. En los 100 primeros d¨ªas de Gobierno, la izquierda se propone ¡°abolir los privilegios de los milmillonarios¡± con una serie de medidas fiscales como el restablecimiento pleno del impuesto sobre las fortunas.

No consta en el documento, en cambio, ninguna menci¨®n a la OTAN ni el futuro de la energ¨ªa nuclear, puntos que dividen a los partidos de izquierdas.

El ministro de Econom¨ªa y Finanzas, el macronista Bruno Le Maire, calific¨® el programa de la izquierda de ¡°delirio total¡±, y asegur¨® que es ¡°la garant¨ªa del desempleo de masas y la salida de la Uni¨®n Europea¡±. El partido macronista ha cifrado en 287.000 millones de euros el coste de las medidas fiscales que contempla el programa.

En una entrevista con la cadena de radio France Inter, el eurodiputado Glucksmann, cuya lista en las europeas super¨® a la de los melenchonistas, justific¨® este viernes su apoyo al acuerdo por la necesidad de evitar una mayor¨ªa de extrema derecha. ¡°Es nuestra responsabilidad hist¨®rica¡±, resumi¨®. Tambi¨¦n el expresidente Fran?ois Hollande ha aprobado el acuerdo, lo que para votantes de centroizquierda puede ser una garant¨ªa de moderaci¨®n.

No hay acuerdo, por ahora, sobre qui¨¦n ser¨ªa el primer ministro si gana la izquierda. La idea de los firmantes es que la formaci¨®n que saque mayor n¨²mero de diputados en las elecciones, podr¨¢ proponer un nombre.

Glucksmann ha descartado a M¨¦lenchon y ha propuesto a Laurent Berger, ex secretario general del sindicato moderado CFDT y figura de la socialdemocracia francesa. Otro nombre que suena con fuerza es el Fran?ois Ruffin, popular diputado de LFI aunque cr¨ªtico con M¨¦lenchon.

Berger ha hecho saber a su entorno que tiene pocas ganas de meterse en pol¨ªtica, pero que si estuviese obligado, podr¨ªa dar el paso. Hace un a?o, en plenas protestas contra la reforma de las pensiones, ya dec¨ªa en una entrevista con EL PA?S: ¡°Si tuvi¨¦semos una situaci¨®n de completa locura democr¨¢tica y que, en un momento dado, fuese necesario participar en la reflexi¨®n, claro que estar¨ªa ah¨ª. No voy a desertar¡±.

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