Rapha?l Glucksmann, candidato socialdem¨®crata franc¨¦s: ¡°Seremos el dique ante la extrema derecha¡±

Para Rapha?l Glucksmann, candidato de la lista socialista para las elecciones europeas del 9 de junio y hombre del momento en la izquierda francesa, todo empez¨® un d¨ªa de 2018 al final de una conferencia en la ciudad francesa de Metz. Todo el mundo le felicita, le piden que firme su libro. Euforia. Pero una mujer mayor se le acerca y le dice:

¨D?No le da a usted verg¨¹enza?

Anticl¨ªmax. Glucksmann (Boulogne-Billancourt, 44 a?os) queda descolocado. La mujer contin¨²a:

¨DUsted habla muy bien y lo que dice me llega. Pero comentar es muy f¨¢cil.

Glucksmann era un tipo joven y brillante, hijo de la crema de la intelectualidad parisina y conocido entonces como activista por la democracia en pa¨ªses de la antigua ¨®rbita sovi¨¦tica, y como autor de ensayos. Comentar es lo que hab¨ªa hecho toda la vida; es lo que se hab¨ªa hecho en casa toda la vida. Su padre era el fil¨®sofo Andr¨¦ Glucksmann (1937-2015). ?l a¨²n lo recuerda en los ¨²ltimos 20 a?os de su vida ¡°llamando a todas las puertas de los dirigentes pol¨ªticos e intentando explicarles que la masacre de los chechenos prefiguraba algo extremadamente peligroso para el resto de Europa¡±. La experiencia paterna fue para ¨¦l una lecci¨®n sobre los l¨ªmites de la influencia del intelectual comprometido. La admonici¨®n de la mujer en la conferencia de Metz, el detonante definitivo:

¨DSi de verdad usted piensa lo que dice, debe entrar en pol¨ªtica, o si no, d¨¦jelo.

En el tren, de regreso a Par¨ªs, pens¨® que la mujer ten¨ªa raz¨®n: ¡°Al final, es la pol¨ªtica la que decide.¡±

Un a?o despu¨¦s era eurodiputado. Y aqu¨ª est¨¢ ahora, sentado en un caf¨¦ de Par¨ªs, con pocas horas de sue?o tras el debate televisivo del lunes por la noche. La candidatura que ¨¦l encabeza ¨Dla de su peque?o movimiento, Place Publique, con el Partido Socialista (PS)¨D sube a cada sondeo. El ¨²ltimo, del instituto Ifop, le da un 14% de votos. Podr¨ªa parecer un resultado mediocre para una lista socialista. Pero es m¨¢s del doble de lo que la misma candidatura, encabezada tambi¨¦n por Glucksmann, obtuvo en las europeas de 2019, y un bal¨®n de ox¨ªgeno para un PS que hace dos a?os estaba al borde de la extinci¨®n. Ya est¨¢ a punto de atrapar a Renacimiento, la lista del presidente Emmanuel Macron, que obtendr¨ªa un 15,5%. El favorito indiscutible es Jordan Bardella, al frente de la candidatura del partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen. Ifop le da un 34%.

?La clave de los buenos sondeos? ¡°Desde el principio intento hablar del tema de la elecci¨®n: Europa¡±, dijo este martes en una entrevista con la red de diarios europeos LENA. Y esto, dice, es ¡°una apuesta un poco extra?a en Francia¡±, donde ¨Dcomo en la mayor¨ªa de pa¨ªses, en realidad¨D los temas nacionales dominan la campa?a. Otra clave: ¨¦l ha ocupado un espacio ¨Dde la izquierda europe¨ªsta, atlantista, defensora de Ucrania ante la agresi¨®n de Rusia y de una Europa robusta militarmente y a la vez ecologista y social¨D que en su pa¨ªs se hab¨ªa dividido entre Jean-Luc M¨¦lenchon, l¨ªder de la izquierda radical, y un Macron que se ha instalado en el centroderecha. ¡°Hab¨ªa mucha gente que votaba escindida interiormente¡±, explica. ¡°Si votaban a M¨¦lenchon, daban prioridad a la parte de ellos mismos apegada a la solidaridad social y la transformaci¨®n ecol¨®gica, pero sacrificando la parte apegada a Europa y la democracia. Si votaban a Macron era a la inversa: daban prioridad a la parte europea, pero sacrificaban toda ambici¨®n social y ecol¨®gica. Esto generaba una frustraci¨®n. Ahora la gente viene y me dice: ¡®Gracias. Respiro¡±.

?Y si el fen¨®meno Glucksmann, este retorno de la socialdemocracia, fuese ef¨ªmero, como lo fue el buen resultado de los ecologistas hace cinco a?os? ¡°No soy Nostradamus¡±, previene el interesado, pero a?ade: ¡°Pienso que se trata de un movimiento ideol¨®gico profundo y duradero¡±. Sostiene que la pol¨ªtica europea va hacia un escenario dividido en tres: una extrema derecha en ascenso, una derecha liberal ¡°que cada vez estar¨¢ m¨¢s a la derecha¡± y una izquierda en la que los socialdem¨®cratas disputar¨¢n la hegemon¨ªa a lo que ¨¦l llama ¡°el populismo de izquierda¡±. En Francia, los melenchonistas hoy dominan la izquierda con un discurso antiatlantista y euroesc¨¦ptico, y posiciones sobre Israel y Palestina distintas de las del PS. ¡°Esto es lo que decidir¨¢ en estas elecciones¡±, adelanta Glucksmann. ¡°?Cu¨¢l es la relaci¨®n con Europa? ?Con la violencia? ?Con Ucrania? ?Con Putin? ?Con Israel y Palestina? ?Con China? La relaci¨®n con el mundo, de hecho¡±.

Cuando se le pregunta si recibe insultos antisemitas, responde que ¨¦l nunca ha reivindicado el hecho de ser jud¨ªo ni ha hablado de los ataques que recibe, pero a?ade: ¡°Recibo miles de mensajes sobre los dragones celestes [expresi¨®n usada en las redes para referirse a los jud¨ªos] y los jud¨ªos que controlan el mundo (...). El pogromo del 7 de octubre reaviv¨® el antisemitismo. Puede parecer una locura. Y ahora lo que ocurre en Rafah y en Gaza alimenta todo esto. Pero en el fondo es un fen¨®meno cada vez m¨¢s potente, y desgraciadamente hay gente que juega con fuego¡±.

Glucksmann aplaude al presidente espa?ol, el socialista Pedro S¨¢nchez, por haber reconocido el Estado palestino. Pero a?ade: ¡°Evidentemente, no estoy de acuerdo con la vice primera ministra [Yolanda D¨ªaz] que ha dicho ¡®del r¨ªo al mar¡±.

¨D?Qu¨¦ significa para usted ¡°Palestina ser¨¢ libre desde el r¨ªo hasta el mar¡±?

¨DNunca he entendido lo que la gente entend¨ªa realmente al decir ¡®del r¨ªo al mar¡¯. Pero entiendo totalmente el subtexto. Si es del r¨ªo al mar, quiere decir que hay un solo Estado. Y no.

Glucksmann libra una triple batalla en esta campa?a. Contra los melenchonistas por la hegemon¨ªa en la izquierda. Contra los macronistas por la segunda plaza en las europeas. Y contra la extrema derecha: ¡°Seremos el dique ante esta ola de extrema derecha que barre el continente europeo¡±.

El problema para los socialdem¨®cratas es que se les asocia a la idea de una corriente ¡°muy gestora, conservadora¡±. ¡°Nosotros apelamos a la raz¨®n. Uno tiene la impresi¨®n de que ellas [la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y la l¨ªder del RN, Marine Le Pen] tienen la llama. Nos toca reencontrarla¡±.

Escuchando a Glucksmann hablar en un caf¨¦ durante una hora, es inevitable pensar en Macron: el europe¨ªsmo, la brillantez ret¨®rica, incluso las advertencias sobre el retorno del ¡°sentimiento de lo tr¨¢gico¡± o ¡°la supervivencia de Europa¡±. Comparten tambi¨¦n un aire elitista (¡±desconectado¡±, le llaman desde la izquierda melenchonista), y por eso quiz¨¢ insiste en que en la campa?a y como eurodiputado ha visitado ¡°f¨¢bricas y granjas¡±. Y es severo con el presidente, a quien reprocha estar ¡°allanando el camino¡± para la llegada de Le Pen al poder, y al que critica por gobernar con golpes de efecto.

?Piensa ya en las presidenciales de 2027, candidato de esta izquierda moderada para derrotar a Le Pen y suceder a Macron? ¡°Soy un fen¨®meno muy extra?o en Francia, muy extra?o¡±, responde. ¡°Estoy convencido, y no es un eslogan de campa?a, y no es falta de ambici¨®n, de que el verdadero espacio de poder, que se afirmar¨¢ cada vez m¨¢s, ser¨¢ a escala europea. Quiero construir algo a escala europea¡±.