La madrile?a que pas¨® de voluntaria en la campa?a de Obama a eurodiputada holandesa
Raquel Garc¨ªa Hermida, miembro del partido D66 de liberales de izquierda, defiende que cooperar con las opciones ultras solo refuerza a la extrema derecha
Los nuevos rostros surgidos de las recientes elecciones al Parlamento Europeo no proceden solo de los extremistas. En Pa¨ªses Bajos, una mujer con doble nacionalidad espa?ola y neerlandesa ocupar¨¢ desde el pr¨®ximo mes, cuando se constituya la Euroc¨¢mara, un esca?o que representar¨¢ a los liberales de izquierda de ese pa¨ªs. Raquel Garc¨ªa Hermida ¡ªque tras casarse a?adi¨® el apellido de van der Walle de su marido¡ª, de 41 a?os, se define con claridad respecto a uno de los principales desaf¨ªos de esta legislatura, la relaci¨®n de las fuerzas pol¨ªticas tradicionales con la extrema derecha. Para esta eurodiputada, el acercamiento a esas opciones pol¨ªticas ¡°no ayuda a nadie, excepto a la extrema derecha¡±.
En 2011, esta madrile?a conoci¨® en Barcelona a su expareja. Ella estaba en una despedida de soltera con unas amigas y ¨¦l hab¨ªa viajado con unos amigos para ver un partido del Barcelona. ¡°Yo, que soy tan madridista, le debo haber venido a Pa¨ªses Bajos a un forofo del Bar?a¡±, bromea. Por amor se traslad¨® a Pa¨ªses Bajos y tuvo a su primera hija, ahora con 10 a?os. La lengua neerlandesa la aprendi¨® ¡°de una manera org¨¢nica, como suceden las cosas en un pueblo peque?o¡±. Su entrada en pol¨ªtica fue igualmente natural. ¡°Me afili¨¦ a D66 en 2018, por su agenda europe¨ªsta, contraria a los populismos, y de lucha contra el cambio clim¨¢tico. Era una forma de contribuir a mi nueva sociedad de acogida, donde me encontr¨¦ a gusto desde el primer d¨ªa¡±. Con su actual marido tuvo a sus dos hijas peque?as, mellizas, de siete a?os.
Si bien sugiere que es posible que en Espa?a tambi¨¦n habr¨ªa acabado en la pol¨ªtica, hace una d¨¦cada canaliz¨® su compromiso social a trav¨¦s de su labor con las ONG. En la provincia neerlandesa de Frisia, donde vive, ha dirigido una biblioteca p¨²blica municipal, y colabora en la cantina del equipo aficionado de f¨²tbol V.V. Gorredijk. Su militancia en D66 muestra el car¨¢cter abierto del partido. Una amplitud de miras ¡°que est¨¢ en el ADN de esta formaci¨®n¡±, asegura. Su puesto de eurodiputada le parece ¡°el m¨¢s honroso¡± que se puede tener. ¡°Estamos all¨ª en nombre de millones de ciudadanos europeos¡±, explica.
En Pa¨ªses Bajos, las turbulentas negociaciones para formar el nuevo Gobierno, encabezado por el Partido de la Libertad (PVV) del l¨ªder ultra Geert Wilders, han restado brillo a las elecciones europeas, celebradas entre el 6 y el 9 de junio pasados. Los candidatos neerlandeses tuvieron que emplearse a fondo para convencer al ciudadano de la importancia de su voto para la toma de decisiones en la UE, que afectan a una poblaci¨®n de casi 450 millones de habitantes. Este ha sido el empe?o de Garc¨ªa Hermida. ¡°Bruselas somos todos. No es una entidad lejana donde se cuecen cosas al margen de la gente¡±, defiende.
Sentada en la sede de D66, en La Haya, en una ma?ana luminosa, la nueva eurodiputada se presenta lista para la labor que le espera. Quer¨ªa ser periodista de deportes y lleg¨® a retransmitir por radio dos encuentros de f¨²tbol desde el estadio Santiago Bernab¨¦u, ¡°un momento ¨¦pico¡±, seg¨²n explica. Sin embargo, despu¨¦s de trabajar como responsable de comunicaci¨®n del partido pol¨ªtico Juntos por Pinto (Madrid), y tambi¨¦n en diversas ONG, y de participar como voluntaria en la campa?a electoral del expresidente estadounidense Barack Obama, recal¨® en 2012 en Frisia. Es la provincia situada el norte de Pa¨ªses Bajos, donde su partido est¨¢ menos representado, y ella, que vive en la localidad de Gorredijk (de unos 7.500 habitantes) ha intentado dar voz a la corriente social liberal. Le parece esencial porque, en su opini¨®n, ¡°all¨ª donde el desarrollo econ¨®mico se ha quedado un poco atr¨¢s es donde crecen los populismos¡±.
En Pa¨ªses Bajos, venci¨® en las europeas la alianza entre socialdem¨®cratas y ecologistas (GroenLinks-PvdA) con ocho europarlamentarios. La formaci¨®n de Wilders qued¨® en segunda posici¨®n, pasando de uno a seis representantes. El l¨ªder ultra accedi¨® a la primera fila de la pol¨ªtica nacional el pasado 22 de noviembre de 2023, cuando los liberales de derecha (VVD) se mostraran dispuestos a negociar con ¨¦l antes de las elecciones. Ahora encabeza la coalici¨®n de derecha para gobernar, que tiene prevista su presentaci¨®n oficial a principios de julio. El VVD es el partido de Mark Rutte ¡ªprimer ministro saliente y futuro secretario general de la OTAN¡ª y la eurodiputada Garc¨ªa Hermida hace la siguiente reflexi¨®n: ¡°Los partidos conservadores y de centro est¨¢n viendo que trabajar con la extrema derecha no ayuda a nadie, excepto a la extrema derecha¡±.
No le gusta ser alarmista, porque no cree que en los comicios europeos haya ganado el mensaje antieurope¨ªsta, y pone el ejemplo de Polonia. All¨ª, ¡°una coalici¨®n moderada bajo un pol¨ªtico conservador como Donad Tusk ha conseguido revivir lo que quedaba en pie de democracia y Estado de derecho¡±, recuerda. Aboga por ¡°tener confianza en las instituciones¡±. Pero, sobre todo, repite a lo largo de la entrevista un mensaje que considera extrapolable al resto de la UE: ¡°Si quieres unos Pa¨ªses Bajos fuertes, necesitas una Europa fuerte¡±. A la espera de lo que pueda ocurrir en las elecciones generales francesas, ¡°porque un Parlamento galo liderado por Marine Le Pen ser¨ªa catastr¨®fico para las fuerzas progresistas europeas¡±, sostiene que los partidos pol¨ªticos liberales y socialdem¨®cratas ¡°tienen la responsabilidad de decir que s¨ª o que no a cierto tipo de pactos¡±. Por eso le parece esencial saber hacia d¨®nde mirar¨¢ Ursula von der Leyen, actual presidenta de la Comisi¨®n Europea. Es decir, ¡°si lo hace hacia el bloque europe¨ªsta o bien se inclina por la extrema derecha¡±. En este ¨²ltimo caso, el D66 le retirar¨ªa su apoyo y cree que todo el bloque europeo de Renew (Renovar Europa, formado por partidos liberales de centro, centroizquierda y sociales liberales) har¨ªa lo mismo. De todos modos, reconoce que la democracia europea ¡°no funciona en muchos aspectos como una democracia adulta y arraigada y hay que atreverse a reformar¡±.
En su opini¨®n, desde la invasi¨®n rusa de Ucrania y con la pandemia, ¡°la gente se ha dado cuenta de que la toma de decisiones en la UE ya no es apta para abordar cierto tipo de crisis¡±. De ah¨ª que espere poder dedicarse a las reformas institucionales, que afectan ¡°a lo que vamos a hacer cuando seamos 36 pa¨ªses miembros¡±. Se pregunta si, en ese momento, ¡°necesitaremos una Comisi¨®n Europea con 36 comisarios o bien una que pueda trabajar con l¨®gica y eficacia¡±. Su partido rechaza el actual derecho a veto de los pa¨ªses y promueve las mayor¨ªas cualificadas. Porque, asevera, ¡°que un Viktor Orb¨¢n [primer ministro de Hungr¨ªa] pueda tener a la UE como reh¨¦n no es de recibo¡±.
Aunque declina entrar en la pol¨ªtica espa?ola ¡ª¡°no estoy ah¨ª¡±¡ª, apunta que los partidos liberales y de centro conservador que lleguen a tener responsabilidad de Estado ¡°no deber¨ªan entrar en coaliciones, tampoco en el ¨¢mbito regional, con la extrema derecha, al margen de lo polarizada que ha estado Espa?a en los ¨²ltimos a?os¡±. Al mismo tiempo, reconoce que su partido ¡ªque pas¨® de 24 esca?os a nueve en el Parlamento neerland¨¦s entre 2021 y 2024¡ª tiene que ¡°mejorar la comunicaci¨®n con el electorado porque no hemos sabido hacerle llegar el mensaje antipopulista y de defensa de los derechos individuales de forma matizada; sin los esl¨®ganes enga?osos de otras formaciones¡±.
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