La derrota del presidente franc¨¦s acelera el fin del macronismo
Macron sufre en las urnas un duro rev¨¦s tras su arriesgada apuesta de adelantar las elecciones, y pone en grave peligro el legado de su presidencia
?S¨¢nchez? ?O Cameron? En los d¨ªas posteriores a la disoluci¨®n por sorpresa de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas, en el entorno de Emmanuel Macron se mencionaba, entre otros, el antecedente de Pedro S¨¢nchez para explicar la decisi¨®n. Un a?o atr¨¢s, el presidente espa?ol tambi¨¦n...
?S¨¢nchez? ?O Cameron? En los d¨ªas posteriores a la disoluci¨®n por sorpresa de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas, en el entorno de Emmanuel Macron se mencionaba, entre otros, el antecedente de Pedro S¨¢nchez para explicar la decisi¨®n. Un a?o atr¨¢s, el presidente espa?ol tambi¨¦n hab¨ªa adelantado por sorpresa las elecciones generales y lo hab¨ªa hecho, como Macron tras perder en las europeas del 9 de junio, despu¨¦s de una derrota de su partido en las municipales y auton¨®micas de 2023.
Pero al presidente franc¨¦s, al contrario que al espa?ol, la apuesta le ha salido mal. En la primera vuelta de las legislativas anticipadas, este pasado domingo, la candidatura macronista, dominante desde hac¨ªa siete a?os en la Asamblea Nacional, qued¨® en tercera posici¨®n, con un 20% de los votos. Venci¨® la extrema derecha del Reagrupamiento Nacional con un 33%. La coalici¨®n de izquierdas Nuevo Frente Popular qued¨® segunda con un 28%.
La derrota del presidente de la Rep¨²blica es inapelable. Su partido perder¨¢, salvo sorpresa, el Gobierno. La situaci¨®n pol¨ªtica, al contrario de lo que pretend¨ªa con la disoluci¨®n parlamentaria, no se ha ¡°clarificado¡±, sino que probablemente sea m¨¢s complicada tras la segunda vuelta, el 7 de julio. Y la extrema derecha que ¨¦l se propuso mantener alejada del poder, se encuentra a las puertas del mismo.
Por eso hay otra comparaci¨®n que circula estos d¨ªas en Par¨ªs para explicar el gesto que puede definir el legado de Macron. ¡°Es como el Brexit de David Cameron¡±, comentaba este lunes, en un caf¨¦ del c¨¦ntrico barrio del Marais, el fil¨®sofo Pascal Bruckner. ¡°Macron crey¨® poder meter a los franceses entre la espada y la pared, y es ¨¦l quien se ha colocado en esta situaci¨®n¡±.
La comparaci¨®n con la apuesta perdida de Cameron al consultar a los brit¨¢nicos sobre la UE en 2016 no es perfecta. No habr¨¢ un Brexit franc¨¦s, aunque hasta hace unos a?os Marine Le Pen, l¨ªder del Reagrupamiento Nacional, promet¨ªa el Frexit y la salida del euro. Ni siquiera es seguro que los de Le Pen obtengan la mayor¨ªa absoluta, o un n¨²mero de diputados que se le acerque. Pero tampoco es imposible. Y podr¨ªa ocurrir que la semana pr¨®xima Francia, motor junto a Alemania de la integraci¨®n europea, tuviese un primer ministro y un Gobierno euroesc¨¦pticos. No es inveros¨ªmil que, en plena agresi¨®n rusa contra Ucrania, en Francia gobierne un partido con un pasado de complicidad con la Rusia de Vlad¨ªmir Putin.
La simple posibilidad de que esto suceda extiende una sombra sobre el legado de Emmanuel Macron. A fin de cuentas, ¨¦l ha sido el m¨¢s europe¨ªsta de los presidentes franceses de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Uno de pocos l¨ªderes europeos con una visi¨®n articulada del futuro del continente. Alguien que en plena ola nacionalpopulista de 2017 ¡ªlos brit¨¢nicos acababan de decidir en refer¨¦ndum salir de la Uni¨®n Europea, Donald Trump de ocupar la Casa Blanca¡ª hizo campa?a con la bandera europea. Y gan¨®.
Todo esto puede quedar enterrado si, despu¨¦s de estas elecciones, Macron se ve obligado a convivir como jefe del Estado con un jefe de Gobierno en sus ant¨ªpodas ideol¨®gicas. Todo un movimiento ¡ªel macronismo, que naci¨® en la fulgurante campa?a de 2017; que ocup¨® en los a?os siguientes los puestos del poder y obtuvo mayor¨ªas parlamentarias; que redefini¨® el terreno de juego pol¨ªtico y quiso terminar con la divisi¨®n entre izquierda y derecha¡ª se precipita a su final. Lo ins¨®lito es que es el propio Macron quien, con la disoluci¨®n parlamentaria, lo ha precipitado: ¡°Esta loca disoluci¨®n es su propia disoluci¨®n¡±, escribe la columnista Solenn de Royer en Le Monde. Y es ins¨®lito tambi¨¦n que quienes certifican la defunci¨®n del macronismo sean quienes pol¨ªticamente se hicieron a su sombra. Como dice el polit¨®logo Dominique Reyni¨¦, del laboratorio de ideas Fondapol: ¡°Macron es rechazado ante todo por los hijos de Macron.¡±
Los candidatos macronistas a estas legislativas, que en muchos casos fueron elegidos gracias a la capacidad de arrastre del presidente, esconden su imagen. Los barones de los partidos que le apoyaban se alejan de ¨¦l o, como ha hecho ?douard Philippe, competente ex primer ministro, conservador moderado, aspirante a presidir Francia en 2027, directamente dicen: ¡°Es el presidente quien ha matado la mayor¨ªa presidencial¡±.
Macron, solo en el El¨ªseo, abandonado por los suyos, fabric¨® de la nada un amplio centro ¡°ni de izquierdas ni de derechas¡± ¡ªo ¡°tanto de izquierdas como de derechas¡±¡ª, un ¡°c¨ªrculo de los razonables¡±, como habr¨ªa dicho su mentor, el influyente consejero Alain Minc, un muro europe¨ªsta y liberal contra la marea populista y nacionalista. Y durante un tiempo funcion¨®. Macron derrot¨® a Marine Le Pen dos veces, en 2017 y 2022, en la segunda vuelta de las presidenciales y protegi¨® a Francia del vendaval. O simplemente lo aplaz¨®.
¡°Hoy las dos fuerzas que podr¨ªan lograr la mayor¨ªa absoluta son fuerzas de ruptura¡±, resume Reyni¨¦, en alusi¨®n al RN y La Francia Insumisa, el partido de izquierda radical dominante en el Nuevo Frente Popular. Y retoma el fil¨®sofo Bruckner: ¡°El hombre que se jactaba de matar a los extremos resulta que los ha favorecido al debilitar a la izquierda y a la derecha. Este fue su error. Se crey¨® todopoderoso, se crey¨® amo del tiempo, patr¨®n de la agenda y crey¨® que su inteligencia seducir¨ªa a las masas cuando, en realidad, las irritaba¡±.
Queda la segunda vuelta el domingo. Queda por ver si la extrema derecha ser¨¢ mayoritaria y si gobernar¨¢ con Jordan Bardella, el inexperto delf¨ªn de Le Pen, como primer ministro. Queda un debate, que inevitablemente se abrir¨¢ el domingo por la noche, sobre si el presidente debe dimitir tras los repetidos reveses en las urnas.
Pero quedan, legalmente, tres a?os de presidencia, tres a?os para salvar el legado. Y una constelaci¨®n de c¨¢lculos y ecuaciones, especulaciones como la que asegura que Macron convoc¨® estas elecciones sabiendo que pod¨ªa ganar el RN y con la idea maquiav¨¦lica que expres¨® en la prensa alguien de su c¨ªrculo: ¡°Le pasaremos las llaves del cami¨®n al joven Bardella, que no tiene ni permiso de conducir, y as¨ª estar¨¢n muertos para las presidenciales¡±.
Es una apuesta arriesgada, todav¨ªa m¨¢s que la de estas elecciones, y entretanto los desperfectos pueden ser considerables para Francia y Europa. Pero Macron siempre dijo que su prioridad era evitar dar las llaves del El¨ªseo a Le Pen en el 2027. Si lo logra, al menos podr¨¢ reivindicarlo. No ser¨ªa poco.
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